XXIV

Había confiado en él. Estuve a solas con él en muchas ocasiones, siempre ocultándome ese secreto tan grande.

Ocultándome quien era y mientras los días pasaban, cada cosa tomaba su lugar hasta que pude resolver una parte del rompecabezas. No tenía ganas de salir, ni de hablar. Solo bajaba a medio comer, pero todo lo que comía terminaba directo en el retrete. El solo ver la comida, me recordaba a Silas.

Al hecho de que hasta Will no hubiera sido el único al que asesinó a sangre fría. Había muchas posibilidades de que una cifra que desconocía estuviera manchando sus manos. Las mismas que tomé y amaba.

Me había enamorado de un asesino. De alguien que es capaz de todo.

Durante la siguiente semana, todos los días venia. Intentaba hablar

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP