-¡Ayuda! ¡Por favor, que alguien me ayude, por favor!- Gritos que salían con fuerza de la boca de la madre de Eva.

-Esto es inútil, quien sabe lo que le puede estar pasando ahí dentro, no voy a esperar más. Hazte a un lado.- Dijo Melanie apartando a su madre y comenzando a recitar un hechizo.

-¡Grito de explosión sónica!- Al finalizar el hechizo, la puerta explota en miles de pedazos.

Una vez que la puerta no era un estorbo, las dos pasaron rápidamente al cuarto de Eva, lugar en el que todas las cosas estaban volando y girando por todos lados, mientras Eva gritaba por el miedo, el cual era tan fuerte que ella no podía moverse, estaba completamente petrificada por el miedo. Melanie y Marilyn intentaron acercase, pero cuando lo hicieron una voz grave y espectral fuertemente dijo “Los secretos que guardaste serán tu condena, mentirosa” Cosa que se repetía una y otra vez más y más fuerte.

Melanie, sin importar la fuerza que sentía en el cuarto y todo el miedo que la dominaba, tomó la mano de Eva y la de su madre para luego recitar en voz baja el siguiente hechizo “Teletransportación momentánea del mundo de las sombras”, este hechizo las ayudo a que las 3 pudieran moverse rápidamente a través de sus sombras, lo más lejos que pudieran llegar en 15 segundos desde el lugar donde se encontraban…

-Bueno, creo que aquí estaremos más seguros, al menos por ahora.- Dice Melanie con más tranquilidad.

-¿Qué fue todo lo que paso allá? ¿Cómo entraron a mi cuarto si la puerta estaba trancada? ¿Cómo es que en un momento estoy en mi cama aterrada por todo lo que pasaba y de repente estoy en una zona a una hora y media caminando de nuestra casa?- Eva preguntó muy confundida y alterada gracias a todo lo que estaba pasándole. -Necesito que me explique qué es lo que pasa ¡Pero ya!- Exclamó Eva histérica.

-Está bien, lo haremos. Pero antes de que sepas la verdad, quiero que sepas que todo lo que hice fue porque quería protegerte.- Agregó Marilyn, quien ya estaba lista para que su hija supiera eso que tanto había tratado de ocultarle.

-Si claro, eso es lo que siempre le dicen a la gente cuando les guardan secretos horribles o algo peor.- Le responde a su madre de forma sarcástica, para luego voltear los ojos.

-Hermana, mira, sé que te debemos una explicación por todo esto, pero este no es el mejor lugar para hablar, ni tampoco es el mejor momento. Vayamos a casa de los primos Franco y Stephen, no está lejos de aquí y es un lugar más seguro.- Dijo Melanie tratando de apaciguar a su hermana.

-Está bien, pero no quiero más excusas, merezco saber qué es lo que está pasando.- Concluyó Eva de manera contundente.

-Claro que sabrás todo lo que pasa, sabía que este día llegaría… Solo que tenía la pequeña esperanza de que no lo hiciera.- Dijo su madre antes de empezar a caminar en dirección a casa de sus primos, a lo que ambas comenzaron a seguirla.

Luego de que las tres llegaran a casa de sus primos Franco y Stephen, primero se disculparon por llegar sin aviso a altas horas de la noche. Eva se sentía muy extrañada por todo lo que había visto y miraba primero a Franco, cabe destacar que Franco en apariencia física es un chico de estatura mediana, de piel morena, ojos marrón claro, cabello ligeramente ondulado de color marrón, con un físico muy bien definido, suele usar lentes de vez en cuando, tiene labios definidos y cutis perfecto. Luego Eva miro a su primo Stephen, quien es un chico de piel blanca, de estatura alta, con un físico muy marcado también, cabello corto, liso y amarillo, ojos azules, barba y mandíbula pronunciada. Pero no duraron mucho en reunirse todos en la casa, mientras Melanie les contaba a sus primos lo que había pasado, llego la tía Vivian, la madre de Franco y  Stephen. Es una mujer joven, de cabello largo y negro, piel blanca, ojos azules, con piel perfecta y bien cuidada, sonrisa única y muy buen gusto para vestir.

-Cariño, solo mírate pareciera que hubieras visto un espanto ¿Quieres que te preparo un té o un chocolate caliente para que te relajes un poco?- Ofreció amablemente Vivian, quien estaba emocionada por ver a su sobrina

-No se preocupe tía, no quiero molestar mucho ¿Y el tío Danny?- Preguntó Eva con algo de pena.

-Mi esposo está de viaje por su trabajo, se fue hace no mucho para EEUU.- Le responde Vivian a su sobrina.

-Eva, antes de que te digamos lo que pasa, quiero que sepas, y todos saben que es así, que yo siempre quise decirte la verdad, pero nunca me dejaron.- Le aclaró Franco a Eva.

-Lo que dice hermano es cierto, y no podemos negarlo. Yo en lo personal no te dije nada porque no es algo que me correspondiese decirte.

-Bueno hermana, la verdad es que la familia Augustyn, es una familia de hechiceros.- Dijo Melanie, siendo la primera en comenzar a explicarle a su hermana que era lo que estaba ocurriendo.

-¿Qué?- Preguntó Eva extrañada por lo que le decían. –Tienes que estar bromeando ¿Cierto?

-No cariño, esto no es mentira, esa es la verdad. Veras, la familia Augustyn es una familia de magos y hechiceros y somos una entre miles de familias mágicas en el mundo.- Respondió la tía Vivian de la manera mas dulce posible. -Todos sabemos, en general, lo más importante de la magia. Pero cada uno escoge en qué tipo de magia es mejor para especializarse.

-Por ejemplo, yo me especialice en el área de las ilusiones, crear rituales, conjuros o encantamientos para engañar al espectador.- Dice Stephen.

-En mi caso yo me especialice fue en el área de cómo contrarrestar hechizos oscuros o magia de demonios.- Aclaró la Tía Vivian.

-Yo preferí enfocarme en el área de leer el futuro o de las visiones.- Le dice Melanie a su hermana.

-Yo elegí especializarme en la parte de las invocaciones, ese es mi elemento.- Dice Franco con voz fuerte y clara.

-No porque se hayan especializado en alguna de esas áreas de la magia, quiere decir que no sepan algunos hechizos o conjuros de las demás áreas.- Le dice Marilyn a su hija

-Muy bien y ¿Por qué razón es que mantuvieron tanto tiempo esto en secreto?- Preguntó Eva con confusión y con molestia, no podía creer que ella fuera la única que no lo sabia.

-Todo esto es mi culpa, si te quieres molestar con alguien, debes hacerlo conmigo, pero lo hice porque estaba aterrada de que algo malo te fuese a pasar.- Dijo Marilyn a su hija con un gran pesar en el alma.

-¿Algo como qué?- Preguntó Eva de manera cortante.

-Eva, escucha, no todos usan sus poderes para el bien, ni tampoco les alegra mucho la idea de saber que tienen poderes. - Le responde Franco.

-Hay casos en la familia, y muchos otros de hecho, de personas que usaron sus poderes para el mal, la sed de poder los corrompió de maneras horribles.- Dijo Stephen completando lo que su hermano estaba diciendo.

-Muchos de nuestra familia vendieron su alma y las de sus seres queridos a espíritus muy peligrosos solo para conseguir más poderes, o ser inmortales…- Agregó Melanie mirando hacia otro lado.

-Un gran hechizo conlleva a un gran sacrificio, el precio por ese tipo de cosas siempre es una vida de esclavitud por el espíritu que te dio esos poderes, o la vida eterna, siempre debes cumplir sus tratos los cuales son cada vez más y más fuertes.- Le dice la tía a su sobrina

-Todos los que usaron sus poderes para el mal terminaron muertos, de una u otra forma el destino nos ha demostrado que ese el destino para los que hacen daño con el don que se les ha dado. Por eso fue que les prohibí a todos que te dijeran sobre tus poderes, si no los desarrollabas nada malo te pasaría, lo lamento tanto mi niña.- Concluyó Marilyn mientras comenzaba a llorar.

-Wow, madre, no tenía ni idea. Entiendo las razones por las cuales me ocultaste eso, pero necesitaré más explicación que esa.- Le dice a Eva su madre de forma triste, ya que se siente mal por hacer que su madre llorara. -Díganme de alguien de nuestra familia que se haya vuelto loco por sus poderes.- Pidió Eva.

-Papá es uno.-Dijo Penny apareciendo detrás de todos. -Lamento la demora, vine lo más rápido que pude luego de que Melanie me dijo lo que había pasado. Eva ¿Quieres saber uno de los peores casos de gente que se ha vuelto loca por el poder? Bueno, espero que estés lista, porque estas apunto de escuchar uno de ellos.- Dijo Penny antes de comenzar a relatar su historia.