-Un momento ¿Mi tío Edward fue uno de los casos más destacados dentro de los Augustyns que se volvieron locos por el deseo de más poder?- Preguntó Eva bastante sorprendida por la gran revelación que acababan de hacerle.

-Si cariño.- Respondió Penny. –Veras, mi papá fue un hombre que siempre fue único dentro de la familia, porque en lugar de especializarse en una sola área al igual que los demás, él deseaba ser bueno en todas las áreas de la magia. Al principio, era algo que todos admirábamos de el, pero llego un momento en el que su codicia lo consumió por completo, intentó hacer tratos con toda clase de espíritus en varias ocasiones, pero cuando vio que solo conseguiría más conocimiento si hacia tratos con demonios y espíritus muy oscuros, no dudo ni un segundo en hacerlo. Pero la peor parte de todo, no fue cuando logró lo que quería, la peor parte fue cuando estos demonios le pidieron que pagara por el conocimiento que ellos le habían dado, allí fue cuando todo se salió de control. El precio por el conocimiento fue devorar el corazón latiente de su esposa, de su hija y de un mínimo 6 familiares más, todos cercanos a él. La masacre fue indescriptible, y yo estuve a punto de morir… Pero gracias a que mi tía Vivian rompió el trato que él tenía con esos demonios, hoy en día sigo aquí, pero los demás no corrieron con tanta suerte como yo…- Terminó de decir Penny, mientras recordaba todo lo que había pasado con una cara que solo reflejaba tristeza y repudio hacia el hombre al que alguna vez llamó padre.

-Nuestra familia ha sufrido muchas bajas como esas, haciendo que quedemos cada vez menos con vida. Hoy en día somos todo lo que queda de la familia Augustyn, los demás están muertos.- Aclaró su tía Vivian.

-¿Y por qué yo no recuerdo nada de eso?- Preguntó Eva.

-Querida, tu mamá decidió que era mejor borrar de tu memoria todas las masacres que nuestra familia ha tenido que pasar, todo por el deseo de un poder mayor. Han ocurrido 5 masacres en esta familia, las cuales hicieron que solo quedemos nosotros.- Dijo su tía apartando la mirada.

-Bueno, después de todo lo que me han dicho, es más que obvio por qué decidieron ocultarme todo esto… Pero ya no quiero negar más mi parte mágica, quiero recuperar todos mis recuerdos y aprender a controlar mi magia.- Expresó Eva con mucha determinación.

-Bueno, supongo que es lo menos que puedo hacer por ti después de mentirte por tanto tiempo.- Respondió su madre.

-Esperen un segundo ¿Mi papa? Él no tiene nada que ver con las masacres de esta familia ¿Cierto?- Cuestionó Eva a su madre temiendo lo peor.

-No mi vida.- Contestó su madre rápidamente para calmarla. -El solo nos abandonó cuando pudo, eso es otra cosa de la cual quería protegerte… Verás, los humanos, o al menos la gran mayoría, no aceptan la idea de tener una relación, ya sea amistosa o amorosa con alguien con poderes. Cuando tu padre se enteró que nosotras teníamos magia, desapareció un abrir y cerrar de ojos.- Explicó Marilyn, a quien se le notaba la rabia que tenía tan solo de pensar en su exesposo.

-Nuestra madre también quería que tú tuvieras una vida normal, sin tener que preocuparte por ese tipo de cosas, o tener que pasar por lo que ella pasó.- Dice la hermana menor de Eva.

-Bueno, ya me siento muchísimo más calmada y aliviada ahora que ya se lo que pasó.- Dijo Eva mientras suspiraba.

-Nosotros estamos muy felices de que el tiempo de decirte la verdad al fin haya llegado. Bueno, Franco debe estar más feliz, pero aja.- Le dice Penny a su prima.

-Eso es cierto, porque yo quería ver tu potencial mágico, y tampoco me parecía que esconder las cosas eran la respuesta indicada.- Resaltó Franco lanzándole una mirada juzgadora al resto de su familia.

-Ahora que sabes la verdad, esperamos que puedas aprender en que área de la magia especializarte.- Dijo Stephen.

-Será un honor para mí ayudarte en tu aprendizaje, si alguna vez me necesitas para practicar, solo dilo amor.- Dijo su tía emocionada, ya que el día en el que su sobrina descubría que tenía poderes, había llegado.

-Claro que lo hare tía, les agradezco mucho su ayuda, a todos, quiero saber qué área es en la que voy a especializarme.- Dijo Eva sin poder ser capaz de esconder su emoción.

-En eso si no te podemos ayudar querida, tu eres la única que sabe en área te desenvuelves mejor, es algo que viene desde adentro de ti. Tú sola tienes que practicar cada área y luego sentir como la magia de esa área te llena por dentro, solo así sabrás en donde está la fuerza de tus poderes.- Le explicó Franco a su prima. -Podemos ayudarte una vez que hayas encontrado en que área están tus poderes, pero antes de eso no podemos hacer nada querida.

-Bueno, si todos lo lograron, ¿Por qué yo no puedo hacerlo? Claro que puedo.- Dice Eva decida a aprender en que área ella era mejor.

-Tienes toda la razón querida, pero será mañana que empieces con todo, ahorita es muy tarde, y es hora de dormir, así que vayamos todos a la cama.- Respondió su madre.

-Hermana, si quieres puedes pasar la noche aquí… o lo que queda de ella, no es seguro que regreses a tu casa tan pronto.- Sugirió Melanie.

-Me parece bien, nos quedaremos, pero solo unos días mientras lo que sea que fuera eso pierda, el interés en nosotras.- Decretó Marilyn. -Pijamada con los primos, que felicidad.- Dijeron Melanie y Eva al unísono mientras se tomaban de las manos.

-Preparare los cuartos donde dormirán nuestras invitadas.- Dijo Franco antes de irse a preparar los cuartos para los huéspedes.

-Te ayudo primo.- Dijo fuerte y claro Eva.

-Yo también los ayudare.- Decretó Penny, quien se fue emocionada con Eva y con Franco.

Mientras tanto en otros lugres…

-Sí que te excediste un poco allá ¿No crees?- Aseguró una voz masculina mientras conversaba con una sombra misteriosa.

-¿Qué te puedo decir? Es que me emocione un poco, despues de tantos años, volver a ver a esas tres mujeres… Me revolvió un poco el estomago.- Dijo con un tono irónico una figura masculina encapuchada.

-¿Ajá?- Preguntó otro hechicero sorprendido.

-¿Qué conexión existe entre tú y esas tres mujeres?- Dijo una figura a la cual no se le podía diferenciar el rostro.

-Veras lo que nos conecta a ellas y a mí, se remota a muchos años en el pasado, pero eso no es lo que importa. Lo que importa es que tienen una deuda, y ha llegado la hora de que paguen.- Le respondió de forma pausada.

-No entiendo por qué el antiguo líder de este grupo dejo que se llevaran a su hermana.- Dijo la figura a la cual no se le identificaba el rostro a su líder.

-Elemental.- Dijo su líder de forma elegante. -Ella no es cualquier persona, y esta no es cualquier familia, eso solo quiere decir que se vienen cosas muy divertidas para nosotros.- Dijo la figura masculina de forma misteriosa.

-Como sea ¿Empiezo de una vez la búsqueda del lugar donde están estas tres chicas?- Preguntó el hechicero.

-No, aun no.- Respondió rápidamente. -Dales un poco de chance para que sientan que están seguras ahí, y cuando menos se lo esperen, es cuando atacaremos.- Dijo mientras un siniestra sonrisa se dibujaba en su rostro.

-Como digas, tu eres el que manda Jerome.- En eso los hechiceros se teletransportan fuera de ese lugar.