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Capitulo 8 Pretty Lies

-Pero no lo entiendo ¿Cómo es posible?- Preguntó Marilyn quien no lograba comprender que era lo que estaba pasando o como era posible que todo eso le estuviera pasando a ella.

-¡¿Cómo es posible qué?!- Gritó Jerome a su madre tan fuerte que las paredes se estremecieron por el sonido tan estridente que él había causado.

-¿Cómo es posible qué me tengas tanta rabia y rencor?

-Debe ser, quizá, porque me abandonaste en una calle solitaria, ya que no quise hacer las cosas que tu planificaste para mí.- Le respondió el pelinegro a Marilyn, a quien con solo verle los ojos se le notaba la rabia que le tenía a su propia madre.

-¿Te abandoné? ¿Cómo que te abandoné?- Preguntó la ojimiel a Jerome ya que ella no comprendía que era lo que su hijo le decía.

-Claro, hazte la que no sabe nada, hazte la victima como siempre lo hiciste, que para eso es lo único que sirves.- Expresó el pelinegro a Marilyn.

-No, en verdad no entiendo que es lo que me dices, yo jamás haría tal cosa.- Aseguró la ojimiel con un tono de voz triste, a punto de llorar por las cosas que le decía su hijo.

-Hace tiempo que tus lagrimas no me hacen sentir nada de lastima. Mira cariño, hoy en la noche vamos hacer algo…- Decretó el pelinegro con voz dominante y decidida.

-¿Hacer algo? ¿Más o menos qué es lo que vamos a hacer?- Preguntó Marilyn con la voz rota por las ganas de llorar que tenía.

-Vamos a hacer una reunión familiar, para que todos sepan la verdad.- Expresó Jerome, quien miraba a su madre con un profundo rencor y deseo de venganza, las llamas de su ira solo se avivaban más a medida que Marilyn lloraba por el trato que recibía por su único hijo varón.

-Bueno, supongo que llegó la parte más horrible de esta visita que te hice.- Comentó el pelinegro, quien la miraba fijamente con una mirada mata ojos.

-¿Qué parte es esa?- Preguntó la ojimiel aterrorizada, debido a que en ese momento se imaginó todas las cosas horribles que Jerome podría ser capaz de hacerle.

-Irme antes de poder tener el placer de matarte, buen día madre.- En eso se teletransportó fuera de ahí, dejando sola a Marilyn quien grito “¡Alguien por favor ayúdeme, sáquenme de aquí!”.

Mientras Jerome y Marilyn tenían su reunión madre e hijo, los demás familiares fueron despertando, pasando el susto de que ninguno había reaccionado antes, una vez que estaban estables Eva y Eitan les contaron todo lo que había sucedido, de este modo todos decidieron hacer una búsqueda lo antes posible para encontrar a Marilyn Augustyn. Todos fueron en parejas, Eitan con Eva, Penny y Franco, y finalmente Stephen con Vivian, desafortunadamente no lograron encontrarla en todo el día y eso que había revisado toda la cuidad incluso dos veces para asegurarse, pero no consiguieron rastros de Marilyn.

Cuando llego la noche todos decidieron parar por ese día la búsqueda, para no sobrecargar sus cuerpos luego de lo que les había pasado, iban a continuar la búsqueda en la mañana siguiente una vez que hubieran descansado lo suficiente.

-Uhggg, esto si que fue agotador.- Expresó Vivian, quien no se sentía muy bien, o mejor dicho no se sentía con muchas fuerzas.

-Estoy de acuerdo contigo mamá, no sé por qué siento que no quiero ni hablar.- Concordó Franco, quien se tiro al sofá rápidamente sin deseos de nada más que descansar.

-Eso es porque acabamos de reaccionar luego de varias horas inconsciente, en ese estado usamos mucha magia para recorrer toda la cuidad dos veces, es normal que no tengamos fuerzas.- Explicó Penny, quien con su mirada vacía, miraba al frente sin enfocar algo en especifico.

-Bueno, yo creo que hicimos bastante para el estado en el que estábamos, no se desalienten muchachos.- Expresó el ojiazul, quien veía a los demás desmotivados ya que no habían logrado conseguir rastro de su tía.

-Stephen tiene razón.- Dijo Eitan de forma optimista. -No debemos pensar que ya no hay esperanza, recuerden que en ese estado no es fácil conseguir nada, sin mencionar lo grande que es esta ciudad.- Decretó el rubio en un esfuerzo de levantarle la moral a todos.

-Eitan, es muy dulce de tu parte que nos animes, mil gracias por ayudarme a buscar a mi mamá, lamento que así tuviera que ser nuestra segunda cita.- Expresó la pelimarrón, quien estaba apenada porque Eitan hizo muchísimo más de lo que debía por ella, Eva se sentía apenada, ya que en lugar de estar con él en un sitio romántico, lo único que hicieron toda la tarde fue estar buscando la ubicación de su madre.

-Espera un momento ¿esa fue nuestra segunda cita? No lo creo cariño, no te preocupes por eso, supongo que tendremos que tener otra para compensar esta… Solo si estás de acuerdo, claro.- Dijo el rubio con voz grave pero tierna, ademas este miraba con sus ojos azules cual zafiro fijamente a Eva, de forma en la que uno ve a alguien cuando esa persona gusta de ti. Eva se había dado cuenta de esto, por lo que se sonrojo y de forma linda le respondió.

-Por supuesto que tendremos más citas, tú solo espera que ya llegará el momento indicado.- Finalizando con una sonrisa muy coqueta.

-Qué lindo es que ustedes dos estén teniendo algo, me alegro de verte feliz hermana, de seguro que nuestra madre estaría muy feliz si supiera lo que está pasando.- Dijo Melanie, quien a pesar de estar muy preocupada por lo que le puede estar pasando a su madre, estaba al mismo tiempo muy contenta de que su hermana estuviera saliendo con Eitan. Todos estaban muy tranquilos conversando cuando a lo lejos se escuchó una voz misteriosa que dijo.

-¿Y por qué no se lo dices Eva?- Finalizando con una siniestra risa.

Había aparecido Jerome con Marilyn a la hora en la que él dijo que iba a llevarla, todos se sorprendieron al ver que había aparecido Marilyn de esa forma, pero también porque no reconocían a la persona que venía con ella, pero él no tardó mucho en presentarse.

-Buenas Noches, yo soy Jerome Augustyn, sé que nadie aquí sabe quién soy yo. Pero les quiero decir que es bueno estar en una reunión familiar de nuevo.- Dijo el pelinegro haciendo que todos los demás se extrañaran, aún más siendo que no tenía idea de quien podría tratarse.

-Disculpa, pero ¿Quién eres tú?- Preguntó Vivian de forma rápida y sincera.

-No saben el dolor que me da el ver como mi propia familia no me recuerda, el saber que todo lo que vivimos juntos solo existe en mi mente ¡Gracias a esta zorra!- Exclamó Jerome de forma tranquila, hasta que la rabia se apoderó de él, haciendo que este lanzara al suelo a Marilyn.

-¡Oye ¿Cuál es tu problema?! ¿Qué es lo que te pasa?- Preguntaron todos al ver lo que ese extraño había hecho.

-¿Saben que es lo que un sello definitivo es?- Preguntó el pelinegro de forma calmada, o al menos eso es lo que quería aparentar él, más en su mirada se notaba que el odio lo carcomía por dentro.

-Si, yo sé que es, es un sello creado por el hechicero y este es de tal poder que nadie más que puede deshacer este sello.

-¡Correcto!- Gritó de la emoción el pelinegro. –Miren, este sello se usa mucho cuando el hechicero quiere que nadie pueda deshacer el hechizo.- En eso miró a Marilyn con unos ojos como si quisiera acabar con ella. -Verán la razón por la que nadie me recuerda, es porque esta zorra utilizó el hechizo “Lavado cerebral definitivo” el cual borra todos los recuerdos de alguien, se usa para borrar lo que sea o a quien sea, en este caso, fue a mi quien querían borrar ¡¿No es así Marilyn?!- En eso grita de tal forma que hace que las paredes se agrieten por el estruendo. -¡Tu usaste ese hechizo, luego le pusiste el sello para que nadie pudiera romperlo, borraste los recuerdos que todos tenían sobre mi, haciendo que todo lo que vivimos, todas las buenas experiencias, todo lo que compartimos en familia, quedara solo en mi cabeza! ¡Borraste 25 años de recuerdos, incluso hiciste que mis propias hermanas se olvidaran de quien soy yo!

Al decir esas palabras, todos quedaron notoriamente sorprendidos, un pequeño silencio con mucha tensión se creo en el ambiente. Hasta que Jerome volvió a decir algo.

-Pero eso no es todo, usaste este hechizo en ti misma para olvidar lo que habías hecho, solo para no hacerte sentir mal a ti misma ¡¿O estoy equivocado Marilyn?!- Expresó Jerome, gritando tan fuerte que toda la casa se sacudiese como si hubiera un terremoto, solo que Jerome no permitió que esta se cayera abajo.

-¿Marilyn? ¿Eso es cierto?- Preguntaron todos boquiabiertas después de escuchar todo lo que Jerome les había contado.

-Sí, si lo reconozco… Yo borré todos los recuerdos que tenían de Jerome. Y también borre mis propios recuerdo sobre mi único hijo.-  Respondió Marilyn, haciendo que todos se vieran las caras sin decir nada, solo en silencio, al saber que el secreto que tanto Marilyn se esforzó en mantener, había salido a la luz.

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