Ese día había transcurrido de manera lenta, las horas se hicieron interminables y Lara sufrió durante gran parte de él de las inclemencias de la fiebre.
Aarón jamás volvió. Nunca contestó sus llamadas ni sus mensajes. Parece ser que de repente se había olvidado por completo de ella. Y la verdad podía ser aún más cruel que ese olvido.
Con mucho esfuerzo ella se alistó para ir a su lugar de trabajo. De alguna manera tendrá que saber algo de él, alguna noticia. Si el día anterior fue a la empresa está segura de que este no será la excepción.
Con mucho esfuerzo se levantó de su cama y se dio una larga ducha para luego vestirse y arreglarse. Estaba ya lista cuando sintió que la puerta de entrada era abierta. Solo una persona podía ser, y ella se sintió feliz de ver que por fin él se acordaba de ella. Quizá todo lo que su amiga dijo era suposiciones de los empleados y él estaba feliz por algún trato que había cerrado.
Aarón jamás le decía nada de sus negocios, siempre le dijo que no le gustaba hablar de ello con su esposa.
_ ¡Aarón por fin vienes! _ corrió Lara para poder abrazarlo y besarlo, pero él, sin más la hizo a un lado.
_ Lara _ comenzó a decir con seriedad sin ninguna emoción _ es necesario que firmes esto _ habló mientras extendía unos papeles a la mujer que lo miraba perpleja.
_ ¿Qué es esto? ¿Qué ocurre Aarón? _ dijo ella con lágrimas en los ojos mientras que tomaba en sus manos los papeles y comenzaba a leer.
_ Como puedes ver es el acuerdo de divorcio _ dijo sin inmutarse mientras que ella lo miraba con los ojos llenos de gruesas lágrimas.
Ella leía sin comprender bien que decía.
_ Por… ¿por qué? _fue la pregunta sencilla.
_ No te amo, amo a otra mujer que ahora ha vuelto y quiero casarme con ella. Solo has sido su reemplazo durante este tiempo _ la insensibilidad del hombre al que amaba junto con las duras palabras que le decía hicieron que su corazón se rompiera.
Lara, con la vista nublada por las lágrimas, buscó sentarse en uno de los muebles. Aarón estaba incómodo, nunca pensó que a ella le doliera tanto el divorcio, quizá no había leído bien todo lo que obtendría como recompensa.
_ Bueno, es importante que veas que te dejo esta casa, que ya está a tu nombre. También te entrego esta tarjeta, te deposité 10 millones en una cuenta que está a tu nombre, creo que con eso podrás mantener la vida a la que te has acostumbrado desde que nos casamos _ observaba atentamente las reacciones de la joven y podía ver que ella no parecía estar de acuerdo con el número por las muecas que hacía mientras que él hablaba.
_ Si el dinero no te convence, te depositaré 5 millones más, pero eso es todo. Ahora firma y ya no dilates más este asunto _ ya se encontraba molesto. Sabía que ella solo buscaba mejorar su posición y subir de estatus, pero le parecía que pedía más de lo que valía realmente. Ni siquiera era buena en la cama.
Lara, que estaba dolida por el desamor de su prontamente ex marido, ahora estaba odiando al hombre ¿Dinero en compensación? ¿Acaso estaba queriendo decir que ella era una mujer interesada? ¿La vida a la que estoy acostumbrada? Pensó, si todo en esa casa era pagado con su sueldo que era bastante poco a decir verdad.
Las lágrimas habían dejado de caer y en su lugar una mirada de profundo desprecio oscureció su semblante. Se levanto del lugar en el que estaba, buscó un bolígrafo y sin mediar palabras firmó los papeles de divorcio.
_ Aquí tienes Aarón Miller. Ahora te pido que te retires de mi casa _ dijo con firmeza dejando al hombre un tanto confundido con el cambio drástico de Lara de un momento al otro _ una cosa más _ dijo sacando una mueca de desprecio del hombre que pensó la amaba _ a partir de ahora usted y yo no tenemos nada que ver, le pido que si tenemos la desgracia de cruzarnos nuevamente haga de cuenta que no me conoce y que jamás nos hemos visto antes.
Sin decir mucho, Aarón, se encaminó a la salida de la casa, aunque estaba un poco desconcertado por las últimas palabras de Lara ya que pensó que rogaría un poco más. Luego consideró todo y pensó que era mejor así. En ese lugar no había absolutamente nada de valor para él. En su mano llevaba la carpeta con el acuerdo firmado. Le extrañó un poco que pudiendo obtener 5 millones más solo firmara por diez, por las dudas depositaría los otros, no quería correr riesgos. Sabía que ella nunca diría nada de él pues había firmado un acuerdo de confidencialidad y si hablaba tendría que pagar una multa muy superior al dinero que le había dado.
Se sintió un poco molesto al comprobar lo que tanto se repetía a sí mismo, ella solo buscaba su poder y dinero, seguro esperaba que en algún momento pudiera salir a la luz su matrimonio y formar parte realmente de su vida, algo que nunca lograría. Una mujer como ella, sin ningún valor real, una pobre becada sin familia, nunca sería aceptada por su familia y jamás la llevaría del brazo en la calle.
Lástima que fuera tan hermosa, incluso más que su amada Amelia. Sacudió la cabeza intentando desviar el curso de sus pensamientos. No podía pensar en esa mujer cuando planeaba pedirle pronto casamiento al amor de su vida.
En esa casa vacía Lara se desplomó en el suelo y comenzó a llorar desconsolada, sentía dolor, odio, repulsión por ese hombre. Había roto de un plumazo todos sus sueños e ilusiones. Se prometió a sí misma que ese día lloraría con todas sus fuerzas, pero al siguiente comenzaría de nuevo y está vez tomaría el control de su vida.
_ Carla, hoy no puedo presentarme pues aún tengo fiebre y me siento fatal _ dijo cuando la llamada con la jefa de recursos humanos se conectó.
_ Tranquila Lara, sabes que tu puesto es muy sencillo y… en realidad los cadetes del correo pueden realizar todo solos sin necesidad de tu presencia. Lo curioso es que ese cargo se creó cuando entraste a trabajar a la empresa _ las palabras de su jefa la dejaron en blanco y colgó la llamada, no sabía si la mujer trataba de hacerla sentir mejor o de destruirla y la verdad, poco le importaba.
Considerando la nueva información ahora comprendía que ese hombre la había escondido. No quería que nadie la viera y no entendía muy bien el por qué. De todos modos, ella nunca diría ni haría nada que los delatara dentro de la empresa, por más que hubiera querido tenían un acuerdo firmado.
No queriendo pensar más fue dormir nuevamente. La verdad es que si sentía muy mal. La fiebre no la había abandonado del todo y su cuerpo estaba muy adolorido, lo mejor era descansar.
“—“
Aarón Miller había llegado al departamento de su amada luego de dejar los papeles de divorcio a su abogado y amigo. Algo dentro de su pecho lo hacía sentirse un poco incómodo con la situación por lo que fue a buscar refugio en los brazos de la mujer que siempre le había dado paz.
_ ¡Mi amor! Que bueno que vienes a verme _ corrió la morocha a besarlo con amor.
Amelia era una mujer hermosa, de 29 años al igual que él. Con cabellos negros, de ojos verdes y piel muy blanca y tersa. Parecía una hermosa muñeca de porcelana. Lo había enamorado con tan solo una mirada y una sonrisa. Ella era su sueño hecho mujer y durante dos años tuvo que conformarse con Lara, su sustituta, una mujer que compartía rasgos muy similares a su amada. Si no fuera porque conocía a Amelia y a toda su familia pensaría que son hermanas, pero sabía que eso era imposible porque ella era hija única.
_ Tenía muchas ganas de verte _contestó él cariñoso dando un dulce beso en los labios de la joven.
_ Yo también quería verte _ decía ella con una alegría muy grande por estar a su lado _ estaba pensando…mmm _ comenzó a decir con timidez.
_ ¿En que piensa esa hermosa cabecita? _
_ Me gustaría ir al centro comercial, es que hay muchas cosas que necesito _ agregó un poco apenada.
_ Esta bien mi vida, vamos al centro comercial a buscar todo lo que necesitas _ contestó él. Aunque no tan contento con la situación.
Aarón lo único que quería era poder estar con ella, hacerle el amor por horas y luego dormir abrazados. La había extrañado tanto, tanto que cuando encontró a una mujer que se le parecía no dudó en convertirla en su sustituta.
Eso es lo que había sido Lara en su vida, una sustituta de la mujer que él pensaba era el amor de su vida y el dolor de no tenerla lo obligó a tomar medidas desesperadas y esas fueron convertir a esa mujer sencilla y hasta cierto punto aburrida en su esposa. La veía un poco insípida, y bastante común, a pesar de su incomparable belleza.
Nuevamente sacudió la cabeza para concentrarse en Amelia, no podía pensar en Lara teniendo a su amor junto a él. Lo mejor era llevarla a comprarse lo que quisiera, luego a comer y después, por fin, poder tenerla en sus brazos.
Aarón sentía que por fin la vida le sonreía. El sol había vuelto a salir y los días grises se habían terminado con el regreso de su Amelia la luz había vuelto a su vida.
El día había comenzado con los trajines y afanes normales. Aarón despertaba con una gran sonrisa mientras miraba a Amelia dormir aún en sus brazos. Se sentía completo, ya nada podía estar mal.Como cada mañana se alistó para asistir a su oficina, no por ser el jefe iba a llegar tarde, al contrario, él siempre debía dar el ejemplo.Salió feliz, dejando un beso dulce en la frente de una aún adormilada mujer. El día parecía por demás prometedor. Después de todo, las cosas le habían salido excelentes, mejor de lo que pensaba ya que Lara había firmado sin tanto escándalo y el dinero que le daba no era más que un grano de arena en el desierto para él.Con ese pensamiento feliz ingresó a su trabajo. Todos alrededor se inclinaban al verlo. Aarón Miller inspiraba mucho respeto y obediencia de todos y ahora que lo veían risueño se sentían bastante desconcertados, hacía mucho tiempo que su jefe no estaba tan feliz.Al pasar por la gran recepción vio a uno de los empleados de correo. Lo siguió co
Aarón conducía a toda velocidad por las calles de la ciudad. La zona en la que se encontraba la casa era muy buena, pero no era en la que vivían las personas con mayor poder adquisitivo de Ciudad A. Era un lugar de trabajadores acomodados, nada más.Al llegar a la casa se bajó apresurado del auto. Estaba casi sin aliento. Tomó las llaves y abrió con ellas las puertas._ ¡Lara! ¡Lara! _ gritaba furioso.Observó atento el lugar y sintió la casa desierta, a pesar de estar completamente amoblada y que a simple vista nada faltara en ella, él en el fondo sabe que algo falta, de la misma manera que en momentos siente que algo le falta a su vida.Subió apresurado las escaleras, y se encaminó directo a la habitación. Al entrar la sensación de vacío se amplió. La buscó en todas las direcciones y no la encontró. Un frío glacial lo recorrió por completo y su cuerpo se estremeció al comprender que ella no estaba ahí. Buscó entre sus cosas y parecía que toda la ropa estaba en el lugar. Sus joyas, t
Hace aproximadamente 50 años, el Joven Laureano Kovacs decidió realizar un largo y placentero viaje alrededor del mundo. Él era un hombre extremadamente rico, hijo de una de las familias más prominentes del mundo. Su vida entera era la empresa y su familia, pero al ser el menor la tradición familiar indicaba que su hermano mayor tomaría el control de todo. Este era todo lo contrario, era licencioso, con una vida plagada de excesos, en las que no hacía más que dilapidar la fortuna familiar. Pero su padre, fiel creyente del cambio de su primogénito, lo casó con una hermosa mujer que era nada más y nada menos que la amada de Laureano.El joven estaba destrozado, su padre no lo consideraba siendo el único que cuidaba de los bienes familiares, su madre estaba completamente anulada, ya que las mujeres solo servían para atender a su marido y verse siempre hermosas; y para completar, la mujer que juraba amarlo se casó con su hermano, también jurando amarlo, dejando en claro que solo amaba la
Frente a él se encontraba un hombre de barbas blancas y que parecía cargar con toda la sabiduría del mundo sobre su espalda. Su parecido con los dos anteriores era increíble. Pero lo que lo dejó perplejo fue la bondad que se escondía detrás de su mirada cálida y su sonrisa franca._ Buenos días Laureano, soy Becket, el primero _ dijo con un tono tranquilizador y una postura muy relajada. Estiró su mano la que fue tomada con una sonrisa por Laureano._ Es un gusto señor Becket, gracias por salvarme la vida _ dijo el forastero con verdadero sentimiento de gratitud._ Buuueenno… _ dijo el hombre algo apenado y rascando su nuca como si sintiera algo de vergüenza._ En realidad usted tiene suerte de que Esmeralda estuviera volviendo de su viaje de iniciación _ estas palabras dejaron desconcertado al joven _ si ella no hubiera pasado por allí en el momento justo en que su cuerpo estaba por cederle paso a la muerte usted ya no estaría en este mundo _ contestó con sinceridad._ Oh, entonces e
Lara miraba emocionada a su hermano. Él era su héroe, su ejemplo a seguir y por eso estaba segura de que tendría la misma suerte que él y encontraría el amor verdadero en su travesía._ ¿Qué se le está ocurriendo a esa revoltosa cabeza? _ pregunto el hombre mirando con amor a su hermanita, que se encontraba sentada junto a él en su auto._ Solo pienso…_ dijo ella con melancolía._ Mmm…algo te tiene mal y lo sé, solo espero que sepas que me puedes contar lo que sea, yo siempre te voy a apoyar _ Adriano sabía que su hermana estaba un poco melancólica y en realidad eso era algo normal después de esos años de entrenamiento. A él no le ocurrió porque volvió con su más preciado tesoro.Ella movió de forma afirmativa su cabeza con una dulce sonrisa en respuesta a su hermano._ En realidad estoy muy feliz de estar en casa _ dijo ella brillante de felicidad. Era hora de avanzar y continuar su camino._ Esa es mi pequeña hermanita. Todos están deseosos de verte y tu ahijado ni se diga, te ha ex
En el lujoso salón de eventos de La Dorada se encontraban reunidos los socios y familiares de la familia Kovacs. También se encontraba la prensa local que se encargaría de dar la noticia al mundo entero.Todos estaban ansiosos por conocer al fin a la heredera de la familia. Lara Kovacs no había sido presentada en sociedad, todos sabían de su existencia pero nadie sabía cómo lucía ella ya que nunca había sido fotografiada ni entrevistada. Ellos mantenían las identidades en secreto hasta que el período de iniciación finalizaba. Esto era lo lógico ya que era una familia sumamente poderosa a nivel mundial, con conexiones que llegaban incluso a los gobiernos de los diferentes países.Lara estaba nerviosa, y hasta asustada. Ella sabía que esto era lo que iba a ocurrir al volver. Se celebraba el éxito obtenido, que volviera más sabia, más madura, con experiencia en la vida y con el temple necesario para poder asumir su lugar de la manera más adecuada posible._ Lara mi vida, creo que ya es m
Mientras la fiesta tenía lugar Aarón Miller se encontraba sentado en un bar bebiendo. Era ya la segunda botella que le daban y estaba bastante ebrio. En su pequeña cabeza no se podía imaginar por qué Lara había hecho semejante cosa ¿Qué le había pasado a la mujer que besaba el suelo que él pisaba?El lugar en el que se encontraba no era de la más alta calidad, muy por el contrario era bastante bajo ya que él no quería ser reconocido por nadie mientras bebía. Muchas mujeres dedicadas al trabajo más antiguo del mundo se acercaban a él para brindarle el placer de su compañía pero las rechazaba a todas ya que jamás le sería infiel a su amada Amelia.Envuelto en la ensoñación que le acababa de dar recordar a su adorada, cerró los ojos para degustar de esta manera del hermoso recuerdo de sus besos, pero como una maldición los besos que pudo rememorar fueron los de su ex esposa. Lo abrió abruptamente y, como un castigo divino, tuvo frente a sus ojos la imagen de su amada sentada sobre las pi
La fiesta continuaba de la mejor manera y ellas seguían en su tertulia de la mejor manera.Todos voltearon a ver a esas niñas que no habían hecho más que chismear y reír toda la velada y tanto para los Kovacs como para los Holt eso era lo más importante, la felicidad de esas dos grandes amigas que se habían extrañado horrores cuando se apartaron durante esos años._ Bueno, pero fue bastante interesante la revelación de ese día, los vimos tener sexo con Fabricio en vivo y en directo _ Lara se puso muy colorada al recordar ese momento, fue bochornoso y además una gran desilusión para una niña que como ella estaba deslumbrada por el apuesto hermano de su amiga._ ¡Lara! _ volvió a gritar Ani _ no los vimos tener sexo en sí..._ ¿Cómo qué no? _ Que Ani siguiera negando lo obvio le molestaba _ estaban los dos con sus pantalones abajo, uno delante del otro y por la posición era muy obvio lo que ocurría. No te atrevas a negarlo _ agregó finalmente señalando a su amiga con un dedo de manera a