El día había comenzado con los trajines y afanes normales. Aarón despertaba con una gran sonrisa mientras miraba a Amelia dormir aún en sus brazos. Se sentía completo, ya nada podía estar mal.
Como cada mañana se alistó para asistir a su oficina, no por ser el jefe iba a llegar tarde, al contrario, él siempre debía dar el ejemplo.
Salió feliz, dejando un beso dulce en la frente de una aún adormilada mujer. El día parecía por demás prometedor. Después de todo, las cosas le habían salido excelentes, mejor de lo que pensaba ya que Lara había firmado sin tanto escándalo y el dinero que le daba no era más que un grano de arena en el desierto para él.
Con ese pensamiento feliz ingresó a su trabajo. Todos alrededor se inclinaban al verlo. Aarón Miller inspiraba mucho respeto y obediencia de todos y ahora que lo veían risueño se sentían bastante desconcertados, hacía mucho tiempo que su jefe no estaba tan feliz.
Al pasar por la gran recepción vio a uno de los empleados de correo. Lo siguió con la mirada y no pudo evitar pensar en ella. Lara, su Lara. A esta hora ya debe encontrarse en su puesto. Ella siempre fue muy responsable, jamás faltó ni llegó tarde hasta los últimos días. Saber que volvería a verla, a pesar de todo, lo hacía sentirse bien. Eso le brindaba más calma porque podría seguir cuidando de ella. Podría verla a la distancia y mantenerla, de alguna manera, a su lado.
Algo en su corazón le decía que quizá debió hacer las cosas de otra manera. Él se aprovechó de la inocencia de esa niña y uso su enamoramiento a su favor a tal grado que la mantuvo a su lado oculta y a su merced. Pero se auto calmaba y autoconvencía diciéndose a sí mismo que ella pudo disfrutar de su amor y, por que no, de su cuerpo durante el tiempo que duró su matrimonio. Y ahora ella era la dueña de una pequeñísima fortuna que era lo que ella quería finalmente.
Su trabajo comenzó y como por arte de magia se olvidó de la mujer que hasta el día anterior era su esposa. Había dejado los documentos del divorcio con su abogado para que todo quedara resuelto cuanto antes, aunque al ser de común acuerdo no había ningún problema y sabía que ese mismo día el podría considerarse oficialmente divorciado y listo para casarse nuevamente cuanto antes.
“—“
Lara
Despierto con un profundo dolor de cabeza y sumamente desorientada. Trato de enfocarme para poder ver y entender qué es lo que me está pasando. Como una ola o más bien un sunami llegan a mi infinidad de imágenes y de palabras y puedo recordar bien qué es lo que me ha pasado.
Él me dejó, me pidió el divorcio y me trató como si yo fuera poca cosa, una interesada que se casó con él por el dinero y no por amor. Irónico, muy irónico todo lo que me dijo ¿Qué dinero? Si jamás medio un peso más que el sueldo que me pagaba en su compañía.
Tenía muchas cosas que hacer. Ya la noche anterior había tomado una decisión, haría lo que tendría que haber hecho hace seis meses, pero que postergué por amor a él, al hombre que me rompió completamente el corazón.
Haría las llamadas necesarias para arreglar todo y poder partir de este endemoniado lugar cuanto antes.
Lo primero será darle a ese idiota una lección, o lo que yo considero que lo será. Preparé toda la documentación y acomodé un hermoso paquete que le llegaría directo por correo interno. No por nada yo soy parte, insignificante por supuesto, de su equipo de correspondencia.
Ese día se me había ido en preparar todo lo que necesitaba y en dejar todo arreglado. No empaqué absolutamente nada, nada de este lugar me interesaba. Solo permanecía aquí por amor a ese maldito, ahora nada más importa.
Al día siguiente me despierto temprano. Ya todo está como quiero, tengo el pasaje de avión y en mi destino ya me esperan, solo haré una parada antes de partir. En Industrias Miller me espera el fin de una época y el comienzo de un futuro mejor, el futuro que merezco y que me espera desde hace seis meses.
“—“
Ese día había comenzado como cualquier otro. Aarón ingresaba a su imponente edificio siendo saludado cortésmente por todo un equipo de aduladores. Él había llegado a tiempo, como siempre, y ese día en particular estaba más que feliz porque el abogado le había notificado que su divorcio ya estaba protocolizado. Ya era un hombre soltero nuevamente y podía pedirle matrimonio a su amada ese mismo fin de semana.
Entró a su oficina con altivez como cada día hacía y como siempre su secretaria ingresaba para informarle sobre la agenda del día. Todo marchaba como era de esperarse. Mientras se bebía el delicioso café que su secretaría le había alcanzado atendía una llamada de su amada, quien le pedía, con absoluta pena y vergüenza, un poco de dinero para pagar unas cuentas que tiene vencidas.
Aarón se sintió muy afligido, estaba tan emocionado por verla que no pasó por su cabeza el otorgarle una tarjeta ilimitada. Eso era lo menos que su amada merecía y él como bobo no se la había dado.
Amelia era tan buena, dulce y sencilla que no se había atrevido a pedirlo y él de pasmado no lo había pensado realmente. Ahora se sentía un mal novio, era una fortuna que ya estuviera en condiciones de pedirle matrimonio para que ella pueda gozar de todas las ventajas de ser su esposa.
Perdido en sus pensamientos Aarón no escuchó cuando llamaron a la puerta, la persona del otro lado tuvo que ser insistente para poder ser oído. Después del pase, pudo ver que se trataba de un empleado de correo, y ahí recordó a su exesposa. No la había visto desde la firma y tampoco había preguntado por ella.
El joven ingresó a la oficina y dejó sobre el escritorio el paquete que esa mañana había sido dejado para él. No tenía remitente, lo que era un poco raro, pero tampoco parecía algo sospechoso.
_ ¿Quién dejó esto? _ preguntó un poco contrariado.
_ No lo sé señor, no fue recibido por mí _ comentó el joven con calma y parsimonia, él no tenía nada que ver con esa área, solo entregaba.
_ Bien…gracias puedes retirarte _ fue la escueta respuesta.
Aarón observó el paquete. Era una caja, tipo zapatos, estaba envuelta en papel marrón. No tenía remitente pero sí decía Aarón Miller presidencia y lo completaba la leyenda de “Urgente”. El hombre frunció el ceño, tomó la caja en sus manos y la sacudió intentando descifrar que podía haber adentro. El sonido que produjo era raro, como si estuviera llena de papeles, pero había también algo más pesado y que tintineaba, como el ruido que producen las llaves al chocarse entre sí.
Sin más preámbulos, se armó de valor y la abrió. Por un momento se ilusionó y se dijo que debía de ser un regalo de su hermosa Amelia, seguro ella quería darle una sorpresa y por eso tanto misterio.
Como niño chico en navidad, sonrió ante su ocurrencia y comenzó a rasgar el papel del envoltorio para poder comprobar el contenido tan ansiado.
Lo primero que cayó fueron las llaves, sí eran llaves, y eran las de su casa, las de él y las de Lara. Luego le tocó el turno a la tarjeta de banco a nombre de ella y con la que podría sacar el dinero de la compensación.
Estaba inquieto, algo no cuadraba en todo esto ¿Ella le mandó eso? ¿Para qué? ¿Cuál era su objetivo? ¿Era una manera sucia de llamar su atención?
Había algunos papeles y todos parecían ser formales, estaban rubricados, membretados y legalizados por lo que era seguro que era documentación importante.
Al comenzar a leer se encontró con la escritura de la casa, que estaba nuevamente a su nombre. Luego se encontró con el comprobante bancario con una transferencia realizada a una de las cuentas de la empresa ¡Le había devuelto la compensación completa!
Aarón estaba perplejo y boquiabierto. Lo que tenía en sus manos era algo muy difícil de procesar para él. Ella le regresaba todo, la casa, el dinero ¿Por qué? Una idea pasó por su mente y estaba seguro de que esa sería la verdad. Ella lo quería de regreso, le estaba dando todo nuevamente como una manera de expresarle que no quería perderlo.
Sin pensarlo mucho tomó su teléfono y llamó al área de correos.
_ Necesito que me comunique con la encargada _ dijo en tono amenazante. No mencionó su nombre, él es el CEO y sobra decir que no conoce el nombre de sus trabajadores inferiores por lo que no podría, por nada del mundo, conocer el de alguien tan insignificante como ella.
_ Lo siento señor, ella se ha reportado enferma estos últimos días _ respondió la voz de un muchacho del otro lado de la línea.
Aarón ni si quiera respondió, solo cortó la llamada y soltó un bufido. Esta mujer se está volando la barda con lo que está haciendo, pensó de inmediato. Estaba más que furioso, si esa mosca muerta se atrevía a causar problemas la enterraría viva.
De un salto se puso de pie y tomó su saco para ir a la casa que hasta hace dos días compartía con ella. Esto tenía que arreglarlo hoy, no podía permitir que lastimara a Amelia, ella era el ser más puro e inocente del mundo. Ahora maldecía el día en que se había casado con Lara, era una bruja sin escrúpulos sin lugar a dudas.
Aarón conducía a toda velocidad por las calles de la ciudad. La zona en la que se encontraba la casa era muy buena, pero no era en la que vivían las personas con mayor poder adquisitivo de Ciudad A. Era un lugar de trabajadores acomodados, nada más.Al llegar a la casa se bajó apresurado del auto. Estaba casi sin aliento. Tomó las llaves y abrió con ellas las puertas._ ¡Lara! ¡Lara! _ gritaba furioso.Observó atento el lugar y sintió la casa desierta, a pesar de estar completamente amoblada y que a simple vista nada faltara en ella, él en el fondo sabe que algo falta, de la misma manera que en momentos siente que algo le falta a su vida.Subió apresurado las escaleras, y se encaminó directo a la habitación. Al entrar la sensación de vacío se amplió. La buscó en todas las direcciones y no la encontró. Un frío glacial lo recorrió por completo y su cuerpo se estremeció al comprender que ella no estaba ahí. Buscó entre sus cosas y parecía que toda la ropa estaba en el lugar. Sus joyas, t
Hace aproximadamente 50 años, el Joven Laureano Kovacs decidió realizar un largo y placentero viaje alrededor del mundo. Él era un hombre extremadamente rico, hijo de una de las familias más prominentes del mundo. Su vida entera era la empresa y su familia, pero al ser el menor la tradición familiar indicaba que su hermano mayor tomaría el control de todo. Este era todo lo contrario, era licencioso, con una vida plagada de excesos, en las que no hacía más que dilapidar la fortuna familiar. Pero su padre, fiel creyente del cambio de su primogénito, lo casó con una hermosa mujer que era nada más y nada menos que la amada de Laureano.El joven estaba destrozado, su padre no lo consideraba siendo el único que cuidaba de los bienes familiares, su madre estaba completamente anulada, ya que las mujeres solo servían para atender a su marido y verse siempre hermosas; y para completar, la mujer que juraba amarlo se casó con su hermano, también jurando amarlo, dejando en claro que solo amaba la
Frente a él se encontraba un hombre de barbas blancas y que parecía cargar con toda la sabiduría del mundo sobre su espalda. Su parecido con los dos anteriores era increíble. Pero lo que lo dejó perplejo fue la bondad que se escondía detrás de su mirada cálida y su sonrisa franca._ Buenos días Laureano, soy Becket, el primero _ dijo con un tono tranquilizador y una postura muy relajada. Estiró su mano la que fue tomada con una sonrisa por Laureano._ Es un gusto señor Becket, gracias por salvarme la vida _ dijo el forastero con verdadero sentimiento de gratitud._ Buuueenno… _ dijo el hombre algo apenado y rascando su nuca como si sintiera algo de vergüenza._ En realidad usted tiene suerte de que Esmeralda estuviera volviendo de su viaje de iniciación _ estas palabras dejaron desconcertado al joven _ si ella no hubiera pasado por allí en el momento justo en que su cuerpo estaba por cederle paso a la muerte usted ya no estaría en este mundo _ contestó con sinceridad._ Oh, entonces e
Lara miraba emocionada a su hermano. Él era su héroe, su ejemplo a seguir y por eso estaba segura de que tendría la misma suerte que él y encontraría el amor verdadero en su travesía._ ¿Qué se le está ocurriendo a esa revoltosa cabeza? _ pregunto el hombre mirando con amor a su hermanita, que se encontraba sentada junto a él en su auto._ Solo pienso…_ dijo ella con melancolía._ Mmm…algo te tiene mal y lo sé, solo espero que sepas que me puedes contar lo que sea, yo siempre te voy a apoyar _ Adriano sabía que su hermana estaba un poco melancólica y en realidad eso era algo normal después de esos años de entrenamiento. A él no le ocurrió porque volvió con su más preciado tesoro.Ella movió de forma afirmativa su cabeza con una dulce sonrisa en respuesta a su hermano._ En realidad estoy muy feliz de estar en casa _ dijo ella brillante de felicidad. Era hora de avanzar y continuar su camino._ Esa es mi pequeña hermanita. Todos están deseosos de verte y tu ahijado ni se diga, te ha ex
En el lujoso salón de eventos de La Dorada se encontraban reunidos los socios y familiares de la familia Kovacs. También se encontraba la prensa local que se encargaría de dar la noticia al mundo entero.Todos estaban ansiosos por conocer al fin a la heredera de la familia. Lara Kovacs no había sido presentada en sociedad, todos sabían de su existencia pero nadie sabía cómo lucía ella ya que nunca había sido fotografiada ni entrevistada. Ellos mantenían las identidades en secreto hasta que el período de iniciación finalizaba. Esto era lo lógico ya que era una familia sumamente poderosa a nivel mundial, con conexiones que llegaban incluso a los gobiernos de los diferentes países.Lara estaba nerviosa, y hasta asustada. Ella sabía que esto era lo que iba a ocurrir al volver. Se celebraba el éxito obtenido, que volviera más sabia, más madura, con experiencia en la vida y con el temple necesario para poder asumir su lugar de la manera más adecuada posible._ Lara mi vida, creo que ya es m
Mientras la fiesta tenía lugar Aarón Miller se encontraba sentado en un bar bebiendo. Era ya la segunda botella que le daban y estaba bastante ebrio. En su pequeña cabeza no se podía imaginar por qué Lara había hecho semejante cosa ¿Qué le había pasado a la mujer que besaba el suelo que él pisaba?El lugar en el que se encontraba no era de la más alta calidad, muy por el contrario era bastante bajo ya que él no quería ser reconocido por nadie mientras bebía. Muchas mujeres dedicadas al trabajo más antiguo del mundo se acercaban a él para brindarle el placer de su compañía pero las rechazaba a todas ya que jamás le sería infiel a su amada Amelia.Envuelto en la ensoñación que le acababa de dar recordar a su adorada, cerró los ojos para degustar de esta manera del hermoso recuerdo de sus besos, pero como una maldición los besos que pudo rememorar fueron los de su ex esposa. Lo abrió abruptamente y, como un castigo divino, tuvo frente a sus ojos la imagen de su amada sentada sobre las pi
La fiesta continuaba de la mejor manera y ellas seguían en su tertulia de la mejor manera.Todos voltearon a ver a esas niñas que no habían hecho más que chismear y reír toda la velada y tanto para los Kovacs como para los Holt eso era lo más importante, la felicidad de esas dos grandes amigas que se habían extrañado horrores cuando se apartaron durante esos años._ Bueno, pero fue bastante interesante la revelación de ese día, los vimos tener sexo con Fabricio en vivo y en directo _ Lara se puso muy colorada al recordar ese momento, fue bochornoso y además una gran desilusión para una niña que como ella estaba deslumbrada por el apuesto hermano de su amiga._ ¡Lara! _ volvió a gritar Ani _ no los vimos tener sexo en sí..._ ¿Cómo qué no? _ Que Ani siguiera negando lo obvio le molestaba _ estaban los dos con sus pantalones abajo, uno delante del otro y por la posición era muy obvio lo que ocurría. No te atrevas a negarlo _ agregó finalmente señalando a su amiga con un dedo de manera a
Como era de esperarse, al día siguiente toda Ciudad M estaba al tanto de lo acontecido en la fiesta de presentación. Los fanáticos de la socialité miraban ávidos de noticias todos los portales buscando los detalles y chismes más jugosos, sobre todo lo que se refería a la nueva heredera que era realmente una mujer hermosa y sumamente afortunada ya que ella, siendo tan joven, sería la encargada de la constructora más importante de la región.Los rayos del sol acariciaban tiernamente el rostro de Lara que se negaba a abrir sus hermosos ojos esa mañana. Estaba, no solo cansada, sino también, en paz consigo misma y con el mundo. Ya no debía nada y, por lo tanto, nada temía. Ella era una buena niña y como tal estaba segura que la vida le sonreiría en el futuro.Se levantó con mucha pereza, pero sabía que si no lo hacía entrarían a su habitación y la sacarían de un tirón de la cama y…dicho y hecho, mientras ella estaba en el baño la puerta fue abierta y los gritos de felicidad de su familia