Areliz se quedó a solas con su equipo de médicos, y de inmediato se dio cuenta de que dos de ellos, el Dr. Rogers y el Dr. Gael más específicamente, estaban muy obstinados e insistentes en convencer a todos que efectivamente Emma tenía nefritis a causa de una negligencia de Areliz con los medicamentos de esteroides que le recetó. —Perdóname, guapa, ya sabes que me caes súper bien, pero es la verdad —dijo el Dr. Gael con su tono asquerosa mente coqueto de siempre—. Tus medicamentos le hicieron esto, y todos aquí ya sabíamos que la estábamos exponiendo a un riesgo cuando se le dio esos medicamentos, ahora solo queda aceptar que se cometió un error y enfrentar las consecuencias de dicho error, es parte de ser un médico, no creo que haya mucho más que mirar por aquí. —El Dr. Gael tiene razón, simplemente acepte su error, doctora, por más que el jefe quiera que revisemos todo, lo que pasó fue bastante evidente y habla por sí solo —aseguró el Dr. Rogers con su ton o arrogante de siempre q
Areliz se dirigió casi corriendo a la oficina de Noah, solo para casi desmayarse al ver que él no estaba allí. ¿Acaso había vuelto al cuarto de Emma? Ugh, la verdad que ella no quería volver a ese lugar pero ni de chiste. Bueno, la verdad no le gustaba llamar lo, le traía malos recuerdo de cuando eran un matrimonio y se la pasaba llamando lo todo el tiempo por que estaba tan enamorada de él y quería hablar le todo el tiempo, pero bueno, no había tiempo para viejos traumas, esto era importante. Sacó su celular con una mueca y llamó a Noah, solo para casi aventar el teléfono contra el piso de la rabia cuando no le contestó. ¡Que mala suerte! Apretó su celular con frustración por un minuto, antes de suspirar varias veces para calmar se y luego marcar el número de Teo, esperando de todo corazón que él pudiera saber dónde estaba ese escurridizo jefe suyo.—¿Lizzy? Qué sorpresa que me llames ahora. ¿Necesitas algo? ¿Nia vino a molestarte? Ha estado desaparecida desde que fue a tu cas
Cuando Areliz se dio cuenta de lo que acababa de pensar respecto a Noah volviendo a ser el hombre del que una vez estuvo enamorada, la Lizzy vengativa en su interior le dio una bofetada por boba y la mandó a concentrar se del tema que la había llevado allí, un tema importante y no una bobería como creer que Noah había cambiado, por que incluso si eso fuera cierto ella no podía ignorar que este hombre le hizo demasiado daño por culpa de su ego y su estupidez. Ella nunca podría perdonar eso. Si Noah cambiaba, bien por él, y eso sería mejor para que pudiera arreglar las cosas con su hijo y ser un buen padre para él, logrando compensarlo por los años que no estuvo a su lado, pero ella debía olvidar por completo el amor que una vez sintió. No podía volver a caer.Areliz pensó cuidadosamente en una excusa médica que pareciera convincente y que llevara a Noah a dar la orden de extraer sangre a Emma para la prueba que ella quería realizar.—Bueno… eh… Oh, lo tengo, he estado revisando el hist
Areliz se paró a un lado de la puerta de Emma, quedando se apoyada allí justo junto a la entrada, lista para invadir la habitación, ya con todo su equipo puesto de ante mano. El Dr. Mordred llegó con paso aletargado, claro, él no tenía prisa alguna, y tampoco le importaba dejarla al borde del colapso nervioso, por que sí, estaba muy nerviosa, pero comprendía que él no la estaba ayudando por bondad, solo porque le era sencillo y porque algo sabía, pero no quería decirlo, solo le haría este pequeño favor y ya era mucho. Mejor no tentarlo a no querer ayudarla reclamando le por algo sin importancia, simplemente esperaría a que hiciera todo a su ritmo. El Dr. Mordred entró a la habitación sin preocupación alguna y dejó la puerta entre abierta, cosa que Areliz le agradeció mentalmente. —¿Y qué haces tú aquí? —Areliz escuchó la voz de Emma llena de cansancio y fastidio. No parecía ser el tono de voz de alguien enferma y sufriendo por varios males. —Vine por orden del jefe, el señor
Todos vieron sorprendidos como Noah empujaba al Dr. Rogers hasta la puerta luego de haberlo despedido, para después de sacarlo decidirse a llamar a alguien de seguridad y pedirle que lo escoltara hasta la salida y que no le permitiera tomar nada que no fuera meramente personal de su oficina. Areliz estaba boquiabierta, pero luego, al ver a Emma y notar su rostro rojo de la rabia, supo que esto iba a estallar y probable mente iba a estallarle en la cara, así que era mejor que se fuera mientras pudiera ahora que tenía la muestra de sangre en sus manos. Al acercarse a la puerta, de pronto se encontró cara a cara con Noah, y los dos se miraron fijamente a los ojos, antes de que Areliz carraspeara y bajara la mirada, evitando ver esos penetrantes ojos marrones. —Será mejor que me vaya a examinar esto… —De acuerdo… —Y gracias, Noah. —No pudo evitar alzar la mirada para verlo con sincera gratitud, antes de marcharse a paso rápido de la habitación. Sin embargo, incluso aun que ya esta
Era casi media noche a este punto, tanto Areliz como Noah estaban muy cansados y se les notaba en las caras, pero los dos ya sabían muy bien lo mucho que ansiaban esa respuesta. Noah podía ver la ansiedad en Areliz, y eso lo hacía preguntarse muchas cosas, ya que ni siquiera estaba seguro de qué creer sobre ella, aunque una parte de él, con solo recordar el rostro de Nick, lo hacía querer creer con todas sus fuerzas que él sí era su hijo. Areliz, por su lado, no estaba segura del resultado que mostraría esa prueba, no por que temiera que Noah no fuera el padre de su hijo, obviamente lo era, lo que en verdad le preocupaba era que Nia de alguna forma hubiera metido las manos allí y hubiera alterado la prueba para decir que Nick en verdad no era hijo de Noah. Los dos estaban muy nerviosos mientras iban en un mismo auto con Teo conduciendo, ya que él había insistido en que por protocolo de seguridad los llevaría el mismo, aunque Areliz no entendía muy bien qué tantos protocolos neces
Allí estaba, justo entre sus manos, una prueba de paternidad entre Noah y Nick que finalmente decía la verdad, que no había sido alterada por más que Nia lo hubiera intentado, gracias a los esfuerzos de Teo, Areliz ahora veía frente a ella la prueba de que nunca fue una mentirosa o estafadora como Noah tanto la acuso. En verdad… ¡la prueba decía positivo! ¡No había sido trucada! ¡Por fin la verdad salía a la luz! Volteó a ver a Noah, que le devolvió la mirada con completa incredulidad, antes de mirar a Teo, que tenía una sonrisa triunfante mientras miraba a Nia. —¡Mira cómo me mira! —Nia lo señaló acusadoramente—. ¡Es obvio que él planeó todo solo para dejarme mal! ¡¿Cómo sabemos cuál es la prueba verdadera si las dos dicen resultados diferentes?! ¡Esto solo es una prueba de la incompetencia de Teo! —Tengo la tercera prueba, la prueba capilar, en caso de que siguieran quedando dudas. —Teo se dirigió a otra persona que tenía otro maletín y de allí sacó otro sobre que le entregó a No
Después de desmayarse al saber la verdad, la verdad que ya sospechaba pero que nunca quiso aceptar, el que ella en realidad era la media hermana biológica de Dylan y que compartían el mismo padre, Areliz se había desmayado, y al despertar Dylan le dió una noticia que la sorprendió mucho, y esa noticia era que Noah estaba allí en ese momento, ¡y resulta que incluso estaba cerca de su hijo!—¡¿Qué quieres decir con que está aquí en la casa y con mi hijo?! —Areliz, ignorando la sensación de seguir mareada que tenía ahora mismo, se levantó de golpe y marchó al cuarto de su hijo, al principio pisando fuerte hasta que se dió cuenta de que su bebé quizás podía estar durmiendo y si seguía pisando así seguro lo iba a despertar como una completa irresponsable, así que pasó a caminar con más normalidad pero no por eso con menos enojo. Bien que Noah ahora debía tener mucho en la mente al darse cuenta de que siempre estuvo equivocado como tanto quisieron advertirle ella, Teo y quién sabe cuántos o