Era casi media noche a este punto, tanto Areliz como Noah estaban muy cansados y se les notaba en las caras, pero los dos ya sabían muy bien lo mucho que ansiaban esa respuesta. Noah podía ver la ansiedad en Areliz, y eso lo hacía preguntarse muchas cosas, ya que ni siquiera estaba seguro de qué creer sobre ella, aunque una parte de él, con solo recordar el rostro de Nick, lo hacía querer creer con todas sus fuerzas que él sí era su hijo. Areliz, por su lado, no estaba segura del resultado que mostraría esa prueba, no por que temiera que Noah no fuera el padre de su hijo, obviamente lo era, lo que en verdad le preocupaba era que Nia de alguna forma hubiera metido las manos allí y hubiera alterado la prueba para decir que Nick en verdad no era hijo de Noah. Los dos estaban muy nerviosos mientras iban en un mismo auto con Teo conduciendo, ya que él había insistido en que por protocolo de seguridad los llevaría el mismo, aunque Areliz no entendía muy bien qué tantos protocolos neces
Allí estaba, justo entre sus manos, una prueba de paternidad entre Noah y Nick que finalmente decía la verdad, que no había sido alterada por más que Nia lo hubiera intentado, gracias a los esfuerzos de Teo, Areliz ahora veía frente a ella la prueba de que nunca fue una mentirosa o estafadora como Noah tanto la acuso. En verdad… ¡la prueba decía positivo! ¡No había sido trucada! ¡Por fin la verdad salía a la luz! Volteó a ver a Noah, que le devolvió la mirada con completa incredulidad, antes de mirar a Teo, que tenía una sonrisa triunfante mientras miraba a Nia. —¡Mira cómo me mira! —Nia lo señaló acusadoramente—. ¡Es obvio que él planeó todo solo para dejarme mal! ¡¿Cómo sabemos cuál es la prueba verdadera si las dos dicen resultados diferentes?! ¡Esto solo es una prueba de la incompetencia de Teo! —Tengo la tercera prueba, la prueba capilar, en caso de que siguieran quedando dudas. —Teo se dirigió a otra persona que tenía otro maletín y de allí sacó otro sobre que le entregó a No
Después de desmayarse al saber la verdad, la verdad que ya sospechaba pero que nunca quiso aceptar, el que ella en realidad era la media hermana biológica de Dylan y que compartían el mismo padre, Areliz se había desmayado, y al despertar Dylan le dió una noticia que la sorprendió mucho, y esa noticia era que Noah estaba allí en ese momento, ¡y resulta que incluso estaba cerca de su hijo!—¡¿Qué quieres decir con que está aquí en la casa y con mi hijo?! —Areliz, ignorando la sensación de seguir mareada que tenía ahora mismo, se levantó de golpe y marchó al cuarto de su hijo, al principio pisando fuerte hasta que se dió cuenta de que su bebé quizás podía estar durmiendo y si seguía pisando así seguro lo iba a despertar como una completa irresponsable, así que pasó a caminar con más normalidad pero no por eso con menos enojo. Bien que Noah ahora debía tener mucho en la mente al darse cuenta de que siempre estuvo equivocado como tanto quisieron advertirle ella, Teo y quién sabe cuántos o
Noah se fue de casa de Areliz a paso rápido y decidido, paso lleno de determinación en que ya había hecho suficiente daño, en que no tenía que obligarla a seguir viendo su traicionero e incompetente rostro. Le fallo. Como esposo, como padre, como hombre… le falló a su familia y de la peor forma posible… Las palabras de Areliz todavía se clavaban en su corazón como feroces puñales:“—No estuviste ahí en los momentos más difíciles… —siguió ella con la voz rota—. Cuando era un recién nacido, cuando yo pasé días sin dormir y sin trabajar para estar con él, limpiando, cocinando, comprando, con frío, con calor, con sueño… tú debías estar ahí… y no estuviste… No estuviste ahí para nosotros, Noah…” Ella tenía razón, siempre tuvo razón, y él siempre estuvo equivocado y no solo eso, ojala fuera cuestión de solo haberse equivocado, pero esto no calificaba como un simple error, esto iba más allá, era lo peor que había hecho en toda su vida… Cuando vio a su bebé recién nacido, cuando vio l
Areliz pasó una noche difícil, una noche en la que apenas pudo dormir, pero estaba tan cansada que de todas maneras tuvo que intentar al menos conciliar unas cuantas horas de sueño. Por suerte tenía a Fabia y a Dylan a su lado, pero su última conversación con Noah había hecho que su ya inestable corazón se pusiera todavía más frenético y lleno de dudas y pesar con pensamientos erráticos de qué le deparaba el futuro ahora que ya se sabía la verdad… Y de que se sabían más verdades de la que ella imaginó… Ya había tenido la duda de si Dylan podría ser su hermano biológico, y la verdad… aun que en parte era lindo saber que su mejor amigo era su hermano de sangre, y que llegaron a conocer se y llevarse tan bien… también era doloroso saber que su madre era una peor madre de lo que había llegado a pensar, y que no solo eso, si no que desde hace años cono cía a su padre biológico y él sabía de ella. El padre de Dylan siempre supo que era su hija biológica, aun que era cierto que no ll
Cuando Teo despertó a Noah después de solo dejarlo dormir cuatro horas, fue con mucho pesar, pero le aseguró que tenían muchas cosas que hacer. —Antes que nada, creo que deberías enfrentar a Nia y quitarle poder en la clínica y también el poder que tiene en otros de tus negocios —dijo Teo con mucha seriedad—. Ya has visto lo mentirosa y manipuladora que puede ser, no puedes dejar que meta las manos en tus principales fuentes de ingreso. Noah bajó la cabeza, deprimido por recordar que finalmente había confirmado lo que Teo tanto le advirtió y él nunca quiso escuchar. —Entiendo… Debo hablar con mis abogados, porque creo qu e será muy difícil quitarle las acciones a menos que ella quiera vender me las. Y dudo mucho que lo haga. No tiene tantas, tampoco, pero podría perjudicarme de alguna forma si de verdad lo quiere, me imagino.—Yo la creo capaz de todo —aseguró Teo sin duda—. Olvida te de que es tu tierna hermanita menor, eso nunca existió, Noah, tienes que protegerte de ella ahora
Noah sintió todo su rostro palidecer al escuchar la noticia de que Nia había escapado antes de que pudiera llegar a confrontarla, y de inmediato corrió para encarar a su madre él mismo. —¡Mamá, espero que no estés intentando proteger a Nia! —gritó Noah mientras golpeaba con dureza la puerta cerrada de doble macizo de la habitación de su madre —. ¡Si sabes dónde está será mejor que me lo digas! ¡No puedes ponerte de su lado después de ver todo el daño que me ha hecho! ¡Sabes que intento desesperadamente y por todos los medios ocultarme a mi hijo! ¡¿Cómo puedes apoyarla?!—¡No creas que eso es lo que quiero! —le gritó su madre, finalmente saliendo para abrir la puerta y dar la cara de una buena vez—. ¡Soy tu madre y amo a mis dos hijos por igual, y si Nia se equivoca y te lastima entonces claro que no me voy a poner de su lado, sé reconocer cuando uno de mis hijos actúa mal! —¿Y entonces por qué la has encubierto todo este tiempo, mamá? —La miró lleno de frustración—. ¿Acaso no sabías
Cuando Noah llegó a la casa de Areliz, estacionó su auto y vio que Teo venía detrás suyo, aun que claro que ya lo había notado pero no pensó que estaría tan cerca, así que lo esperó hasta que se bajara y se acercara a él para mirarlo ceñudo. —No pienses detenerme, Teo, ya estoy decidido. Tengo que hablar con Areliz. —No quiero detenerte, Noah —le aseguró, sorprendiéndolo—. Solo quiero estar cerca en caso de que no aceptes la realidad, para que no hagas ni digas nada de lo que luego te arrepientas, por que Dios sabe que si yo hubiera estado ahí el día en que nació tu hijo, nunca te habría dejado irte con Emma y arruinar tu vida así. No volveré a tomar ese riesgo.—Hablas como si yo fuera un niño que no puede aprender de sus errores. —Noah lo miró mal, pero luego suspiro—. Sin embargo, me merezco que pienses así de mí, sé que hice muchas cosas mal y sé que si no fuera por ti yo seguiría creyendo en las mentiras de Nia y… en las mentiras que me hacía a mí mismo para no reconocer mis er