Margaret—¿Sabes cómo llegó toda esa sangre a la camisa de Nikolay? —pregunté de una manera increíblemente tranquila, después de comprobar que no tenía heridas.—No tengo idea, cuando me escribió ya estaba así, además, lo había perdido para cuando llegué. —¿No tenías que te matara en el momento en el que cruzaras esa puerta?—No le tengo miedo a morir; sabía en qué me metía cuando respondí su mensaje, tenía las cosas claras —respondió y sus ojos se volvieron igual de fríos qué los de Nikolay, como cuando tocaba un tema que él odiaba.—Pero sabiendo que nada aseguraba que salieras vivo de aquí, ¿por qué viniste?—Porque tampoco tenía algo que me aseguraba que saldría muerto.—Creo que sabes que el chance de que salieras vivo de aquí, era mucho menor al otro.—No podía no venir, me he ganado cada gota de odio que recibo, pero puedo tener esperanzas, existía la posibilidad de que incluso después de tantos años, ahora quisiera escucharme.—Debió ser horrible —dije con voz suave, porque e
Nikolay Dolor.Era lo único que podía sentir en mi cabeza, latiendo con fuerza.—¡Necesitamos que des la orden para atacar, Will! Maldita sea, Nikolay podría despertar todavía en horas y los hombres que intentaron matarlo siguen sueltos. ¿Qué clase de imagen damos?—Te recuerdo que cuatro de esos hombres ya están muertos, Roland.Las voces eran distantes, poco a poco las escuchaba más claramente.No recordaba mucho de lo que pasó antes de quedar inconsciente, sólo recordaba estar enojado como nunca en mi vida y tenía vagos recuerdos de la voz de Margaret.—Cosa que le debemos a Levy, quien tenía prohibido estar aquí, pero estaba de lo más cómodo con su hija, tu mujer y Margaret en la habitación de al lado. Nikolay nos va a matar por permitirle quedarse.Sus palabras me hicieron abrir los ojos abruptamente, ignoré el dolor de cabeza latente y como mis músculos me gritaban que no me moviera, como pude me senté en la cama y miré ambos hermanos frente a mí, me esforcé en hablar y me cost
Una vez que me bañé y tomé pastillas para el dolor de cabeza, me encaminé a la sala de reuniones. No estaba de buen humor, así que esperaba que los hermanos se dignaran a escuchar en vez de joder.Abrí la puerta y todos ya estaban sentados alrededor de la mesa, tomé mi asiento en la cabecera y aclaré mi garganta.—Primero lo primero, señores. Arnold Kraus; de ahora en adelante, su cabeza tiene precio, al igual que la de sus hombres. No voy a tolerar más esta mierda, se atrevieron a ir a mi casa dos veces, eso significa guerra. Necesitamos joder su imperio, vamos a acabarlo y juntos vamos a idear cómo. Ese es el problema grande, pero para acabar con el problema grande, debemos eliminar a los demás pequeños primero, ¿alguna sugerencia para estos?—Necesitamos deshacernos de Mike —Leonid fue el primero en hablar—. Ya tengo pensado en cómo actuar sobre eso, solo necesitamos una explosión y que Margaret colabore. Si Mike muere, ya no necesitamos matar a Arnold.—Arnold Kraus va a morir —de
NikolayJodida Margaret. Ella y sus labios que me volvían loco, al igual que sus ojos, su cuerpo, sus gemidos donde mi nombre estaba enlazado…Esta mujer me había hecho algo, nunca me había sentido así, habían pasado muchos años desde que había estado tan tranquilo y satisfecho.Tener a la desnuda, excitada y hermosa mujer en mis brazos, sólo me había hecho perder el control.Habíamos tenido sexo brusco y completamente caliente, no pude retenerme; la quería, la necesitaba e iba a conseguirla. Esta mujer era mía, el bebé que crecía en ella era mío, ella quería intentarlo conmigo y yo con ella; nos estábamos dando una oportunidad.Y no había nada en mis planes para joder eso. De ninguna manera.Tú no dañas cosas que valen la pena, las cuidas; cuando encuentras diamante los cuidas, eso pretendía hacer con Margaret, yo no iba a ir a ninguna parte y no me iba a despedir de la sensación que ella había revivido en mi pecho.Durante la hora que llevaba despierto, revivía en mi mente lo de an
—Tuve una novia en el pasado, se llamaba Adriana, casi como tú y era muy especial para mí —tomó una bocanada de aire—. Tenía también una hermana melliza que se llamaba Kira y no hay día que no piense en ella. Más aún ahora, me gusta el lugar en el que estoy en mi vida y me quiero quedar así, daría todo porque ella me viera así. >>Cuando Levy era el líder de la banda y Kira seguía viva, yo me dedicaba a todo lo ilegal y nos hacía ganar mucho dinero; cosa que era lo único que me importaba en ese entonces. Conocí a Adriana y Kira conoció a Carter, un estadounidense que vivía en Rusia y hacía uno que otro mandado para la banda de vez en cuando.>>Pasó el tiempo y Levy conoció a Tamara, la madre de su hija. Nunca me agradó, pero yo no era el que se estaba acostando con ella, así que no le di importancia. Siempre se mostró buena con Kira pero eso no le impidió acostarse con Carter. Levy la perdonó, pero Kira sufrió mucho. Poco después Levy dejó la banda de la noche a la mañana, al día sigu
—¿En qué estás pensando? —La voz de Nikolay hizo que me sobresaltara y que la pasta de dientes en mi boca fuera lanzada hacia el lavabo.Miré el espejo del baño, el reflejo de Nikolay con una sonrisa en sus labios me regresó la mirada. —¡Me asustaste! —reclamé, antes de abrir la llave y enjuagar mi boca con agua.—Yo solo pregunté en qué pensabas, no sabía que ibas a escupir toda la pasta de dientes ante el sonido de mi voz. ¿Tan loca te traigo? —dijo arrogante.Rodé mis ojos y volteé mi cuerpo para quedar frente a él.—Vamos a desayunar, salió el sol, creo que sería lindo desayunar en el jardín —dijo Nikolay.Arrugué la nariz ante la mención de la palabra desayuno, eran las 7 y llevaba despierta desde las 5, sintiéndome enferma y con la espalda matándome.—No me gusta la idea del sol, no soy una persona que le gusten las playas o el calor. Lo odio —me excusé con honestidad.Mis palabras no le gustaron a Nikolay; ya que a medida que hablaba, sus ojos se oscurecían.—¿Y vas a dejar de
—¿Ya estamos cerca? —preguntó una impaciente Margaret.La miré y vi la frustración en sus ojos, después de estar horas en la camioneta, ya estaba cansada.Mierda, hasta yo estaba cansado.—Para nuestra suerte, estamos a una cuadra —le informé y la vi suspirar de alivio.—Necesito Gatorade y una ducha, espero que tus palabras sean ciertas —me informó.Aunque sonreí un poco, no pude evitar preocuparme, lo único que Margaret toma últimamente era Gatorade y aunque lo quiera ocultar, su espalda la está matando.Aunque aún no le había dicho que la muerte de Mike ya tenía lugar, fecha y hora, estaba seguro de que ella no estaba preparada para eso.Necesitaba decírselo, pero no sabía cómo.También estaba en conflicto sobre si decirle o no que la basura de Fernando ya no estaba vivo, los peces probablemente ya se lo habían comido.Pero después de nuestra reveladora conversación sobre sus sentimientos hacia ese pendejo, no creía que le molestaste lo que pasó. —Nena, pásame la tarjeta que hay e
MargaretAbrí mis ojos, al ver la luz que entraba en la habitación, los cerré inmediatamente.Mierda, mi cabeza dolía.Mire alrededor y cuando intenté moverme, sentí un peso en mi muslo. Bajé mi mirada, para ver a un Nikolay dormido junto a mí, con su cabeza sobre mi pierna.Mis ojos se movieron por la habitación, a la vez que me percataba de la vía intravenosa en el brazo derecho.¿Qué mierda había pasado? ¿Había perdido al bebé? No. No, no, no. Oh por Dios, no.Comencé a entrar en pánico, a la vez que mis ojos se llenaban de lágrimas. Estas comenzaron a derramarse, mientras buscaba con desesperación un botón para llamar a la enfermera y que me explicara qué demonios pasó. Lo último que recordaba era subir al elevador con Nikolay; después de eso, todo era negro.Busqué y busqué, pero no encontré nada, estaba a punto despertar a Nikolay, cuando escuché la puerta abrirse.Cuándo vi a Sasha entrar por la puerta, no lo podía creer. Mis ojos se encontraron con los suyos y ella inmediata