¡Hola!
Agradezco a todas las personas que están leyendo la historia de Irving y Julieta también por sus comentarios y por el apoyo brindado.
Esta historia refleja un poco de mi vida y ha sido, de alguna manera, sanador para mí al contarla y poder compartirla con ustedes. Espero que les guste y que sigan acompañándome en las siguientes historias.
¿Les gustaría que continuara la historia de Yareny y Selene, o Ignacio y Gloria? ¿Qué les parece?
Estaré muy contenta por recibir sus respuestas pues me ayudarán a crecer cada día como escritora.
¡Gracias y nos leemos en la próxima!
Julieta Román ¿Cómo se sobrevive en un mundo tan hostil? ¿Qué carajos haces cuando el mundo quiere que creas en el amor y al voltear sólo hay violencia? Soy una sobreviviente de violencia, y en este momento no me interesa nada que tenga que ver con el amor de pareja, no, no y no. Quiero llenar el mundo de letras, de sueños y que poco a poco este mundo pueda cambiar. Mi nombre es Julieta Román, tengo 26 años y soy activista, licenciada en letras hispánicas, co-fundadora de la editorial independiente Rebeldías Latinoamericanas. Alegre, entusiasta, amorosa y un poco loca… así me describían. Tenía 21 años y quería comerme el mundo entero a mordiscos gigantes. Estudiaba letras hispánicas en una de las mejores universidades de México. Recuerdo que quería viajar por el mundo, conocer otras culturas, y también acercarme a esta dimensión desconocida del activismo que hacía que mis manos picaran por querer hacer un pequeño cambio en el mu
Julieta -Julieta, respira, mírame y respira- Abigail intentaba tranquilizarme, pero olvida que soy Furia, es que… ¿por qué uno de los proyectos más importantes se lo estaban dando a otra editorial? Caminaba de un lado a otro en la pequeña oficina. Ya habían quedado que nosotras como Rebeldías Latinoamericanas éramos las mejores para este proyecto de cuentos para niñas y niños, hermosos cuentos. Pero de la nada se la dan a una súper editorial que seguramente ni le interesa el tema, su misión es producir y producir… Me enoja que las y los escritores se dejen apantallar por la “grandeza” y la producción en masa y no por la divulgación de calidad de sus libros. ¡Me enoja! -No me digas que me tranquilice Abigail Guadalupe Gutiérrez Fernández- mi amiga y socia se encoje en su lugar, es que sabe que cuando me enojo les digo su nombre completo o hasta les invento apellidos o uno que otro nombre- no es justo lo que hacen, teníamos un trato, ya ad
Irving No sé porque pero me siento renovado.. Bueno, creo que puede ser por algunas cosas que leí. Ayer Greta, mi mano derecha, me entrego unos cuentos fantásticos, este colectivo de escritores me ha llegado al alma. Dormí solo un par de horas con tal de terminarlos. Son una colección de 15 libros, entre ellos me llamó la atención aquel enfocado a la violencia de género, la mosquita en realidad era una justiciera. Me recordó a mi madre. Pero no en el sentido de que me dieran ganas de llorar, tal vez un poco, pero más sentí ese orgullo de saberla y conocerla guerrera. De verdad, que Greta está llegando muy lejos, está trayendo proyectos tan buenos, con este son tres, y vaya que cambia la perspectiva de esta editorial, eso es lo que quiero, letras verdaderas no sólo letras comerciales, ya no quiero imprimir compilaciones de novelas mexicanas mal hechas o libros de sujetos totalmente ignorantes del tema, y mucho menos de compilaciones de Telerisa, ya saben, esas compila
Julieta Me desperté muy temprano, hoy es un día de muchas actividades y locuras. Me preparo para salir a trabajar. ¡Ah! El almuerzo con el capitalista. -Eso significa que hoy hay guerra- No crean que me gusta pelear pero… no está bien hacerme enojar. Hago una cara de maldad frente al espejo.- ¿Qué usare para esta primera batalla?- Miro el closet, tengo ropa formal para cuando tengo que cumplir el requisito social, tengo ropa semiformal para la chamba, y la ropa informal para cuando voy a mi librería o estoy en casa, bueno en casa son las pijamas, me gusta ser fodonga. Pero ahora voy a una reunión muy importante, así que no puedo ir con mis pantalones de mezclilla, tal vez, un vestido, o un pantalón de vestir… oh no -Nada, señorita Julieta, no necesitas nada de esto para impresionar, se tú, siempre ser una misma, si eso.- que me define mis pantalones de mezclilla negros, una blusa de tirantes ajustada por debajo
Irving La mañana fue relativamente tranquila, hice lo de siempre, al despertar realice mi rutina de ejercicios mientras veía las noticias, después tomé un baño, me preparé para mi día laboral. Mientras buscaba que ponerme recordé mi almuerzo con una de las socias de la editorial Rebeldías. Su nombre es Julieta, suena muy bien. Me gusta su nombre. Y entonces parecía adolescente en su primera cita, no sabía que ponerme, no soy de un estilo formal, pero para el trabajo tengo que usarlo, luego pensé que ella puede ser diferente, la editorial es un proyecto muy distinto a la que yo tengo y puede que ella no tenga un estilo formal aunque seguramente sí muy profesional. Pero que tal que sí le gusta. Entonces me decidí, quería impresionarla así que me puse mi traje negro hecho a medida. Me veía bien, espero gustarle. Entonces, paré en seco. ¿por qué quería gustarle? Lo hacia por los negocios o como hombre. Como hombre es una tontería ni la conocía, pero tenía un presentimien
Julieta¿Será un buen actor o por qué no se inmuta por lo que le pregunto? Espera, ¡Ahí está! Su rostro frío y enigmático, sexy… no, su rostro muestra sorpresa. Seguro se sorprende de que lo he pillado, que se su sucio secreto para el éxito, no es “trabajo hasta morir” es “me robo los proyectos de editoriales independientes”. Lo miro seria.-Entiendo su referencia a las acciones como más importantes, más que lo que uno pueda prometer. Nuestra editorial, en los últimos cuatro años se ha regido bajo el respeto, por eso me sorprende que hable de robo de proyectos, pero entiendo a la perfección su preocupación. Descuide señorita Julieta, nuestra editorial y yo, en lo personal, no cometeríamos ese tipo de actos tan atroces. Las y los escritores que llegan a nosotros están completamente seguros de colaborar, siempre d
IrvingGolpeo la mesa casi al mismo tiempo que Julieta azota mi hermosa puerta de caoba. Me dijo machista, estoy furioso tanto que siento que me lleva la …. Tiznada. Odio ese término. Me recuerda al señor que se hace llamar “padre”.Tomó un par de tequilas en el bar de la oficina y me volteo hacia el ventanal. ¡Joder! Me acuerdo de ella y su silueta iluminada por el sol. Ahora no podre mirar con los mismos ojos ese ventanal ni a través de él. Una hora que estuve cerca de ella y ya se me cuela en el pensamiento y crea recuerdos en mi oficina. ¡Es el colmo!Y de repente, recuerdo a mi mamá, no lo vean mal, lectores y lectoras, me acorde de mi madre diciéndome que nunca mirara a las mujeres como inferiores, que nunca quitara valor a su trabajo por el echo de ser mujeres. ¡Soy un idiota!De repente, entra el huracán Selene, está enojada, oh no.-Expl
La noche para algunas personas se convirtió en escenario de sus miedos, de arrepentimientos o de rencores y obsesiones. Mientras que en dos lugares tan dispares dos personas soñaron lo mismo.****JulietaAbro mis ojos en la mañana y estoy que no me lo creo. Me siento, pego mi espalda a la cabecera de la cama mientras que restriego mis manos sobre mi cara. Estoy aturdida. Tuve el sueño más loco, húmedo y…(suspiro) maravilloso. Ahora tengo ganas de hacerlo realidad, pero… no puedo.-¡Qué barbaridad, Julieta! ¡contrólate! Ya eres adulta, deja de pensar y soñar con las hormonas, piensa, piensa, piensa y con la mente fría, ¡mujer!- Y pataleo como loca, parezco adolescente enamoradiza.-Solo lo has visto una vez, ¡UNA VEZ! Julieta, para con tus cosas.- pero que cosas soñé que me hizo-¡PARA! Ya estuvo.-