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1-Preludio de un encuentro

Julieta

-Julieta, respira, mírame y respira- Abigail intentaba tranquilizarme, pero olvida que soy Furia, es que… ¿por qué uno de los proyectos más importantes se lo estaban dando a otra editorial?

Caminaba de un lado a otro en la pequeña oficina. Ya habían quedado que nosotras como Rebeldías Latinoamericanas éramos las mejores para este proyecto de cuentos para niñas y niños, hermosos cuentos. Pero de la nada se la dan a una súper editorial que seguramente ni le interesa el tema, su misión es producir y producir… Me enoja que las y los escritores se dejen apantallar por la “grandeza” y la producción en masa y no por la divulgación de calidad de sus libros. ¡Me enoja!

-No me digas que me tranquilice Abigail Guadalupe Gutiérrez Fernández- mi amiga y socia se encoje en su lugar, es que sabe que cuando me enojo les digo su nombre completo o hasta les invento apellidos o uno que otro nombre- no es justo lo que hacen, teníamos un trato, ya adelantamos incluso la maquetación del libro, la ilustración principal de más de la mitad de los cuentos y…- me interrumpe, la canija me interrumpió.

-Ya lo sé amiga, me enoja, mucho al igual que a ti, pero sabes que no podemos competir con esa editorial..-alto alto alto

-Lo sé, pero no es nuestra intención competir en el mercado, nuestros objetivos son otros.- que quede claro que no le entramos al mismo jueguito capitalista.

-Ya lo sabemos, amiga. Pero sabes como es el mundo, jodido, y ellos tienen los medios para jodernos y quitarnos estos proyectos. El colectivo pidió romper el contrato y quedaron en pagar las multas por cancelación, por lo menos tendremos para cubrir las cuotas de las personas que ya trabajaron en el proyecto.- me dice, ella siempre objetiva y con los pies en la tierra.

-Pues sí, que lo paguen cuanto antes, pero no se va a quedar así, ese cerdo capitalista de IECAST me va a escuchar, es el tercer proyecto en 6 meses que nos roba.- rebato ya más tranquila y maquinando qué hacer, supongo que hay fuga de información en la editorial, es muy raro que este pasando esto, además ese sujeto me las va a pagar, ya sé que es un capitalista y robar es parte de su trabajo y su ser de riquillo, pero no lo voy a dejar pasar.- Abi, encárgate de avisarle al equipo la cancelación del proyecto, agradece por su compromiso y su arduo trabajo, y después checa los pagos. Me reuniré con el colectivo y le dejare clara nuestra postura, si se van no regresan y no es por venganza o desinterés, es cuestión de principios.-

Me volteo hacía mi compañera Yareny, mi asistente- Yare, llama al colectivo, que esta tarde vengan a cancelar todo y con el dinero de multas.- ambas salen de la oficina.

-A veces sigo odiando al mundo- Mencionó en voz alta, es que, no estoy loca, para nada. Pero suelo hablar sola. Observo la oficina con un poco de nostalgia. En momentos como estos me pierdo un poco en la memoria porque ha sido un camino duro de recorrer, la oficina me recuerda cada paso dado, unas cuantas lágrimas, bueno, en realidad muchas lágrimas.

Las paredes son de color violeta, sí, violeta feminista, es que cuando una entra se llena de color y de vida, y de recuerdos bellos de lucha, hasta el puño feminista lo tenemos ahí, en distintas expresiones artísticas, es que la pintura rifa. Uno es con esténcil, creado por Yareny, el otro es a base de pintura, pintado entre Abigail y yo, el otro es en una técnica compleja y hermosa, en mosaico y lo creo una colectiva llamada “Siempre vivas”, rifan las compas. Esos elementos son bonitos de admirar.

Después vienen cuatro libreros que Katerin nos armo con madera reciclada, no me pregunten de dónde salió la madera, mi amiga tiene la habilidad de transformar b****a en arte, y seguro o se la regalaron o la encontró en el camino a su casa, porque todo lo que ve lo reutiliza. Entre todas los pintamos. Los muchos libros son parte una biblioteca personal. En otra pared están otros dos libreros con aquellos hermosos libros que hemos publicado como editorial, es que son como mis hijos, pininos, con olor a nuevo, formas diversas, colores diversos y sobre todo con muchas ideas y sueños, hasta mundos diversos. Esos espacios me llenan de alegría este medio roto corazón.

Después está el escritorio, que también nos donaron. Una empieza desde abajo, y fue importante ver y sentir como muchas personas nos apoyaron. En ella hay muchas fotos. Una es de cuando estábamos en el café… mentira, fue en un bar, estábamos en un bar del centro platicando nuestros proyectos de vida, Valeria es una genia, Abigail es una mujer loca llena de vida y muy inteligente  y yo, tengo furia en las venas, dicen, así que considero que es mi motor para crear.

Ese día creamos la editorial, le fuimos dando forma y después de dos años lo logramos, con proyectos muy pequeños pero muy importantes.

Otra foto es de mi familia, no somos muy cercanos pero son importantes para mí. Mi padre es una de las personas que más me ha apoyado a lograr mis sueños.

En otra foto estoy yo en la universidad, sonriendo, a unas cuantas semanas de la graduación. Esta foto la tengo como un recuerdo permanente de lo que fui y lo que soy ahora. Después les contaré mi historia, solo puedo decir que esa foto es mi   recordatorio, un parteaguas de la Julieta que fui, y la Julieta fuego que soy ahora.

Y tengo un marco sin fotografía, sigo pensando que poner. No, no es para la foto con el novio, estamos en el siglo XXI ¿no? ya estuvo bueno de presiones sociales. No, dejemos ese marco ahí para cuando encuentre la imagen perfecta. Y decía que odio al mundo, pero más bien a ciertas personas, las lagrimas son por ellas, ya otro día les contaré.

Entonces, les decía, esta oficina son recuerdos y sueños, así que sí, me pongo un poco sentimental cuando nos roban proyectos tan vilmente, pero también me da fuerza el saber que seguimos en pie. Nuestros objetivos no son los mismos que esas grandes editoriales y que nuestras letras colectivas llegaran a donde nunca se pensó.

Y con esta renovada fuerza me levanto, ¡al carajo con IECAST!

Con renovada fuerza le digo a Yareny que por favor me concerté una cita con el sujeto que está a cargo de la editorial. Es tiempo de poner fin y un límite a este sujeto.

Horas más tarde

-Buenas tardes, que bueno que pudieron asistir a esta reunión con tan poco tiempo de antelación- menciono seria en la sala de juntas. Los chicos que coordinan el colectivo de escritores se ven nerviosos, muy nerviosos, y no sé por qué, si tengo cara enojada pero no es para tanto, mi mirada intimidante está destinada para ciertas personas como el ratero de IECAST.

-Buenas tardes, Julieta, yo…nosotros…nos disculpamos, es que no teníamos otra opción- se calla abruptamente. ¿opción?

- A qué te refieres- indago, se está activando mi modo curioso

Bernardo toma la palabra- No, no, no quiso decir eso, decía que es mejor opción entrar a una editorial más grande, más importante, ya sabes, que más gente nos lea, eso.- me dice, aunque siento que me miente.

-Miren, entiendo lo que dicen.- comienzo con mi discurso, ya es hora de ponerle cierre a esto, no les voy a rogar para que se queden con nosotras. Lo que dijeron solo confirma mis sospechas, se vendieron a un muy buen precio.-Entiendo que sus objetivos no van de la mano con nosotras, lo entiendo pero no lo apruebo, es decir, no apruebo la manera en la que rompieron el contrato y nos dejaron con el trabajo a medias, muchas personas están detrás de cada libro, ustedes lo saben, no solo me decepciona a mi sino a ellos y ellas. Lo que quiero decir es que no nos interesa llegar a 20,000 personas, nos interesa un publico de calidad con campañas de divulgación comunitarias y muy efectivas. Por eso entiendo que se vallan, no quieren lo que les ofrecemos, quieren más y quieren fama, así que no me queda más que decirles que espero obtengan lo que buscan y que esos cuentos salgan a la luz. Lamentablemente no podrán regresar, si es que les interesaría en algún momento, puesto que no compartimos los mismos principios. Pero les deseamos lo mejor.- No sé por qué hacen cara de dolor, pero bueno. Irse fue su decisión, que no se quejen.

-Julieta…- Intenta decirme algo José, pero Bernardo lo interrumpe- Está bien, Julieta, lo sentimos.- corta de tajo, esto es raro.

-Las multas las pueden cancelar hoy mismo, pasen con Abigail, por favor.- Termino la reunión.- Bernardo me ve como si quiera decirme algo, pero José lo toma del brazo y lo saca del salón. Hombres tan raros. Tal vez, busque hablar con Bernardo, es que cuando se activa mi modo curioso, no hay quien me pare, aquí hay algo. Pero, hoy no será, tenemos trabajo por hacer.

-Jefa, la asistente de IECAST me dice que mañana durante el almuerzo puede reunirse con su jefe, que le espera en su oficina o si gusta en un restaurante.- Yareny siempre eficiente.

-confirma que sea en su oficina, no quiero compartir otro espacio con ese señor- menciono, pues ya que, si voy a la guerra le haré creer que es en sus dominios, pero eso solo me da fuerza, no sabe con quienes se metió.

-Perfecto, entonces queda a las 12 en la oficina de IECAST- confirma.

La tarde pasa entre llamadas, firmas, reuniones de equipo, y mis pies solo quieren llegar a casa, quitarse los zapatos y acomodarse en el sillón. Una buena serie coreana me espera.

Después del trabajo por fin salimos a descansar. Estar en la soledad de la casa es como un aliciente para el alma, un pequeño refugio para sobrevivir.

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