La noche para algunas personas se convirtió en escenario de sus miedos, de arrepentimientos o de rencores y obsesiones. Mientras que en dos lugares tan dispares dos personas soñaron lo mismo.
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Julieta
Abro mis ojos en la mañana y estoy que no me lo creo. Me siento, pego mi espalda a la cabecera de la cama mientras que restriego mis manos sobre mi cara. Estoy aturdida. Tuve el sueño más loco, húmedo y…(suspiro) maravilloso. Ahora tengo ganas de hacerlo realidad, pero… no puedo.
-¡Qué barbaridad, Julieta! ¡contrólate! Ya eres adulta, deja de pensar y soñar con las hormonas, piensa, piensa, piensa y con la mente fría, ¡mujer!- Y pataleo como loca, parezco adolescente enamoradiza.
-Solo lo has visto una vez, ¡UNA VEZ! Julieta, para con tus cosas.- pero que cosas soñé que me hizo-¡PARA! Ya estuvo.-
Irving Es la segunda ducha fría de la madrugada, esos ojos cafés me han hipnotizado al grado de soñar demasiadas cosas indecentes. El primer sueño fue acorralarla en mi oficina, es una leona cuando se enoja, pero esta bella mujer parecía corderita cuando me acercaba a ella con todo el afán de comérmela entera. Recuerdo sus besos intensos, sus manos recorriéndome, recuerdo haber besado todo su cuerpo mientras se acomodaba sobre mi escritorio y llegar hasta el manjar de su feminidad, para mi desgracia desperté en ese momento, tuve que darme la primera ducha fría. Regrese tranquilamente a mi cama pensando en mil cosas raras para no volver a pensar a esa diosa de cabello negro largo, muy largo, y al recordar su cabello, el segundo sueño se volvió de lo más salvaje, yo dándole unas buenas nalgadas por contestarme mientras me hundía en su interior, mientras jalaba su cuerpo, la jalaba hacia mí con ese cabello rebelde. Así que aquí estoy en mi segunda ducha después de 15 mi
Me ve fijamente y vuelve a preguntar. -Irving, hay algo más detrás de esto, dime ¿qué te pasa exactamente con Julieta?.- Mi mutismo le molesta.- Entiendo que defiendas la editorial pero no al grado de insultarla, y mucho menos a ella que ha tenido tu admiración por años, sus libros e incluso aquellos escritos que ha publicado te han ayudado en tu proceso de sanar. Sé sincero, por favor.- Me mira sería pero con comprensión. -Me dio miedo, lo que sentí al verla.- manoteo en el aire un poco frustrado.- sentía que era un zombi hasta que la vi, me deslumbro, cuando me dio la mano me atravesó una corriente eléctrica, que, se que puede sonar estúpido, pero me dio vida.- me froto el rostro, suspiro y la miro directamente a los ojos. -Ros, sabes lo que he vivido y como todos estos años he tratado de sanar, pero cada vez me hundo más en la obscuridad, y de repente llega ella, defendiendo su editorial, encarándome y regañándome.-<
JulietaHan pasado dos semanas. Dos semanas llenas de pesadillas, que me recuerdan mi pasado tormentoso.Las flores del señor Castellanos siguen llegando a mi oficina, siempre con mensajes tiernos. Por momentos me hace sonrojar. Por otros me da ansiedad. No quiero una relación, no quiero su admiración. Tengo miedo de volver a involucrarme y confiar.Es viernes y de nuevo girasoles, ahora en una maceta. Me hace reír, justo ayer le decía a Yareny que me daba tristeza ver morir a mis hermosos girasoles y hoy me da una maceta. Ahora que lo pienso esto es raro ¿Cómo lo supo?. Observo toda la oficina, no hay cámaras, tal vez pida una inspección por si hay micrófonos.Antes de seguir esa línea turbia de pensamientos mejor leo la nota.Hermosa JulietaEspero con ansias tu llamada. No me alcanzara la vida ni los girasoles para lamentar el mal ra
Julieta**-Déjala, imbécil.- grito Viviana-No te metas.- Le contestó. De nuevo, volteo a verme.- Te dije que no vinieras, crees que no se que vienes a hacer “amigos”, eres una zorra. Pero tienes que entender que eres mía.- Me jaló de nuevo hacia la salida. Trataba de zafarme pero su agarre era mucho más fuerte, me lastimaba.Nadie hizo nada, solo vieron como me llevaba. La chica con la que bailaba me veía con burla, mis amigas con lastima y otros me ignoraron. Ojalá alguien me hubiera ayudado.-¡No! ¡Ya no!.- Levaba una hora gritando. Me dolía la garganta de gritar y llorar. Javier me golpeo varias veces mientras me insultaba. Me reclamó haberle mentido, me reclamó por haber estado en esa fiesta y haber interrumpido su día de descanso, incluso me reclamó por ser su novia y embrujarlo, que la chica
Irving Tengo casi dos semanas esperando la llamada de Julieta. Me siento frustrado y enojado. Sé que hice mal en ofenderla, pero me arrepiento y me he disculpado. Aunque me frustra más el echo de que parece que a ella no le impacto mi presencia, o más bien nuestro encuentro. Tal vez, sólo soy yo el loco que pensó que había una conexión. Tal vez fui yo el loco que se imaginó esa corriente eléctrica que atravesó nuestras manos cuando nos saludamos. Me siento en la silla de mi oficina de la casa, es sábado y no tengo ganas de nada. Tengo trabajo acumulado pero no tengo ni ánimos ni la concentración para trabajar. Llevo horas sentado aquí. Definitivamente es mejor que no se involucre conmigo, digo ¿qué puedo ofrecerle si estoy bastante roto? Ella no se merece un tipo como yo. No se merece un amor a medias. -¡Pero que idiota soy!- me regaño en voz alta mientras golpeo el escritorio. -De verdad, Irving, que eres
La vida da muchas vueltas. Después de sentirme feliz y con esperanza por ver a Julieta ahora estoy devastado. ** Llegue a casa de mi abuela con el alma en hilo. Sentía miedo, lo sentía tan fuerte que fue incontrolable que mis manos dejaran de temblar. En el camino iba demasiado concentrado para no morir de angustia y mucho más para no llevarme a nadie, un accidente sería la cereza del pastel. Me inundaba la angustia. Mi abuela es una mujer fuerte, poderosa, toda una guerrera, muy pocas veces la he escuchado llorar. Al entrar mi abuela me esperaba con su típico porte de grandeza pero había un aura de tristeza, mucha tristeza. -Cariño ven conmigo.- Me tomo de la mano como si fuera un niño y me guío escaleras arriba, al cuarto de mi madre. Al entrar la vi en su cama, se veía extremadamente cansada, hace unas tres semanas o un mes la vi, y no estaba así, recuerdo que tenía mucho mayor vitalidad. Me dio miedo verla así. Cor
JulietaEstoy en la entrada del restaurante Los Portales, desde aquí se puede ver toda la plancha del Zócalo de la Ciudad. A pesar del estilo colonial y patriótico, es una vista muy hermosa. Pasan de las cuatro de la tarde pero entiendo que sea difícil de llegar, es domingo y muchas avenidas principales están cerradas por los paseos en bici, desconozco dónde viva el capitalista pero seguro que cerca de estás avenidas, así que tardará en llegar.Pedí una de las mesas de la terraza hace buen clima para comer afuera. Mientras espero recuerdo las reacciones de las chicas cuando les dije que iba a salir con el capitalista.**-¿De verdad?.- Pregunta Aby-Eres una loca coqueta, mucho miedo pero bien que vas a reunirte con él.- Suelta Yareny y nos hace reír.-Tengo miedo pero como bien dicen ustedes él no es Javier, y tambié
IrvingMi madre falleció.Después del shock me acerque junto con Ignacio a abrazar a mi madre y a Selene que no dejaba de llorar y gritar, este fue un abrazo de despedida, no supe cuánto duró. Después tuve que tomar fuerza y arrancar a mi hermana del cuerpo sin vida de mi madre para que se la llevará la funeraria. Mi abuela y yo estamos llevando ese proceso, quiero que mis hermanos se despidan en paz mientras yo me encargo de todo el papeleo en lo que arreglan a mi madre para que la podamos velar.Después de horas estamos en los velatorios de San Fernando. Siento que soy un robot que actúa por inercia, no sé cómo llegué, pero estoy sentado frente a mi madre, frente a lo que queda de mi madre.Aún no lloró, sólo tengo los ojos hinchados y rojos.Mi hermana está más tranquila, está en los brazos de mi abuela, y de Rosario, quien desp