Julieta
Nunca había experimentado tanta felicidad.
Estamos haciendo nuestro primer baile como esposos, a lo lejos escuchamos los aplausos de nuestras familias, aunque nosotros estamos encerrados en una burbuja de amor.
No dejamos de vernos, sonreírnos, robarnos besos o caricias, más él que besa a cada momento mi vientre, sin importarle ensuciarse ese traje blanco hecho a la medida que le queda tan malditamente bien.
Sinceramente tengo ganas de arrancárselo, espero aguantar a la noche de bodas. Me río de mis pensamientos lujuriosos.
-¿De qué te ríes, cariño?.- Me dice con dulzura.
-De nada , amor.- Digo un poco avergonzada.
-Te has puesto roja así que ya me imagino el rumbo de tus pensamientos sucios.- Me dice divertido y más me sonrojo.- Yo también quiero huir y ver que hay debajo de ese vestido.- Me dice al o
Capítulo con la visión de ambos protagonistasIrving-¡YA VAN A NACER!- Grita Julieta haciéndome reaccionar de golpe.Mis bebés van a nacer. Entonces entro a la habitación tomo los tres bolsos pero no puedo agarrar a Julieta y eso me desespera, entonces entra corriendo Federico para quitarme uno, también Selene me ayuda con los otros dos mientras agarro a Julieta para sacarla de la habitación y llevarla al coche.El camino hacia el coche es entre insultos de Julieta, insultos que no tenía idea de que se sabía. Cada día me sorprende más, incluso creo que me insulto en otro idioma que aún no puedo reconocer, ni tengo cabeza para eso.Ayudo a Julieta a sentarse en la parte trasera del coche y me meto corriendo en el lado del conductor, pero no traigo las llaves conmigo, me quedo en blanco.-¡Vamos al hospital!¡Carajo! ¡Ll&eac
Julieta El nacimiento de mis bebés fue maravilloso. Los días siguientes fueron una locura que fue superada gracias a toda la familia que nos apoyó y enseñó de cuidados de los bebés. Selene y Yareny decoraron la habitación mientras los bebés dormían unos días con nosotros, todo quedó hermoso. Ahora, nuestros hijos tienen dos meses, Federico los ama y cuida como todo un hermano mayor. La familia está saludable y cada vez somos más unidos. El trabajo marcha como viento en popa, los proyectos conjuntos han sido un éxito y el poemario de Elena está próximo a publicarse a nivel nacional. Al final, Irving decidió compartir las letras de amor de su madre con otras mujeres, que como ella son guerreras, que sobreviven y viven enfrentando la vida con amor y con la frente en alto. Como bien repite Ignacio todo el tiempo, las cosas van tomando su curso y la felicidad está para quedarse. No creo en los finales “felices para siempre” aun no falta sup
¡Hola! Agradezco a todas las personas que están leyendo la historia de Irving y Julieta también por sus comentarios y por el apoyo brindado. Esta historia refleja un poco de mi vida y ha sido, de alguna manera, sanador para mí al contarla y poder compartirla con ustedes. Espero que les guste y que sigan acompañándome en las siguientes historias. ¿Les gustaría que continuara la historia de Yareny y Selene, o Ignacio y Gloria? ¿Qué les parece? Estaré muy contenta por recibir sus respuestas pues me ayudarán a crecer cada día como escritora. ¡Gracias y nos leemos en la próxima!
Julieta Román ¿Cómo se sobrevive en un mundo tan hostil? ¿Qué carajos haces cuando el mundo quiere que creas en el amor y al voltear sólo hay violencia? Soy una sobreviviente de violencia, y en este momento no me interesa nada que tenga que ver con el amor de pareja, no, no y no. Quiero llenar el mundo de letras, de sueños y que poco a poco este mundo pueda cambiar. Mi nombre es Julieta Román, tengo 26 años y soy activista, licenciada en letras hispánicas, co-fundadora de la editorial independiente Rebeldías Latinoamericanas. Alegre, entusiasta, amorosa y un poco loca… así me describían. Tenía 21 años y quería comerme el mundo entero a mordiscos gigantes. Estudiaba letras hispánicas en una de las mejores universidades de México. Recuerdo que quería viajar por el mundo, conocer otras culturas, y también acercarme a esta dimensión desconocida del activismo que hacía que mis manos picaran por querer hacer un pequeño cambio en el mu
Julieta -Julieta, respira, mírame y respira- Abigail intentaba tranquilizarme, pero olvida que soy Furia, es que… ¿por qué uno de los proyectos más importantes se lo estaban dando a otra editorial? Caminaba de un lado a otro en la pequeña oficina. Ya habían quedado que nosotras como Rebeldías Latinoamericanas éramos las mejores para este proyecto de cuentos para niñas y niños, hermosos cuentos. Pero de la nada se la dan a una súper editorial que seguramente ni le interesa el tema, su misión es producir y producir… Me enoja que las y los escritores se dejen apantallar por la “grandeza” y la producción en masa y no por la divulgación de calidad de sus libros. ¡Me enoja! -No me digas que me tranquilice Abigail Guadalupe Gutiérrez Fernández- mi amiga y socia se encoje en su lugar, es que sabe que cuando me enojo les digo su nombre completo o hasta les invento apellidos o uno que otro nombre- no es justo lo que hacen, teníamos un trato, ya ad
Irving No sé porque pero me siento renovado.. Bueno, creo que puede ser por algunas cosas que leí. Ayer Greta, mi mano derecha, me entrego unos cuentos fantásticos, este colectivo de escritores me ha llegado al alma. Dormí solo un par de horas con tal de terminarlos. Son una colección de 15 libros, entre ellos me llamó la atención aquel enfocado a la violencia de género, la mosquita en realidad era una justiciera. Me recordó a mi madre. Pero no en el sentido de que me dieran ganas de llorar, tal vez un poco, pero más sentí ese orgullo de saberla y conocerla guerrera. De verdad, que Greta está llegando muy lejos, está trayendo proyectos tan buenos, con este son tres, y vaya que cambia la perspectiva de esta editorial, eso es lo que quiero, letras verdaderas no sólo letras comerciales, ya no quiero imprimir compilaciones de novelas mexicanas mal hechas o libros de sujetos totalmente ignorantes del tema, y mucho menos de compilaciones de Telerisa, ya saben, esas compila
Julieta Me desperté muy temprano, hoy es un día de muchas actividades y locuras. Me preparo para salir a trabajar. ¡Ah! El almuerzo con el capitalista. -Eso significa que hoy hay guerra- No crean que me gusta pelear pero… no está bien hacerme enojar. Hago una cara de maldad frente al espejo.- ¿Qué usare para esta primera batalla?- Miro el closet, tengo ropa formal para cuando tengo que cumplir el requisito social, tengo ropa semiformal para la chamba, y la ropa informal para cuando voy a mi librería o estoy en casa, bueno en casa son las pijamas, me gusta ser fodonga. Pero ahora voy a una reunión muy importante, así que no puedo ir con mis pantalones de mezclilla, tal vez, un vestido, o un pantalón de vestir… oh no -Nada, señorita Julieta, no necesitas nada de esto para impresionar, se tú, siempre ser una misma, si eso.- que me define mis pantalones de mezclilla negros, una blusa de tirantes ajustada por debajo
Irving La mañana fue relativamente tranquila, hice lo de siempre, al despertar realice mi rutina de ejercicios mientras veía las noticias, después tomé un baño, me preparé para mi día laboral. Mientras buscaba que ponerme recordé mi almuerzo con una de las socias de la editorial Rebeldías. Su nombre es Julieta, suena muy bien. Me gusta su nombre. Y entonces parecía adolescente en su primera cita, no sabía que ponerme, no soy de un estilo formal, pero para el trabajo tengo que usarlo, luego pensé que ella puede ser diferente, la editorial es un proyecto muy distinto a la que yo tengo y puede que ella no tenga un estilo formal aunque seguramente sí muy profesional. Pero que tal que sí le gusta. Entonces me decidí, quería impresionarla así que me puse mi traje negro hecho a medida. Me veía bien, espero gustarle. Entonces, paré en seco. ¿por qué quería gustarle? Lo hacia por los negocios o como hombre. Como hombre es una tontería ni la conocía, pero tenía un presentimien