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2- Preludio de un encuentro 2

Irving

No sé porque pero me siento renovado.. Bueno, creo que puede ser por algunas cosas que leí. Ayer Greta, mi mano derecha, me entrego unos cuentos fantásticos, este colectivo de escritores me ha llegado al alma. Dormí solo un par de horas con tal de terminarlos. Son una colección de 15 libros, entre ellos me llamó la atención aquel enfocado a la violencia de género, la mosquita en realidad era una justiciera. Me recordó a mi madre. Pero no en el sentido de que me dieran ganas de llorar, tal vez un poco, pero más sentí ese orgullo de saberla y conocerla guerrera.

De verdad, que Greta está llegando muy lejos, está trayendo proyectos tan buenos, con este son tres, y vaya que cambia la perspectiva de esta editorial, eso es lo que quiero, letras verdaderas no sólo letras comerciales, ya no quiero imprimir compilaciones de novelas mexicanas mal hechas o libros de sujetos totalmente ignorantes del tema, y mucho menos de compilaciones de Telerisa, ya saben, esas compilaciones de los episodios más vistos de sus programas nefastos.

¿por qué no dejamos de imprimirlos? Los publicamos porque no queda de otra, mi padre hizo un contrato casi de por vida con ese duopolio de la comunicación y pues no puedo romperlo, perdería todo el patrimonio, me llenaría de enemigos y no quiero eso, por ahora solo quiero tranquilidad. Y Greta lo ha logrado.

Estoy gratamente sorprendido, y bueno, no es que le importe o lo haga por mí, pero de verdad que veo un cambio en ella. Al principio, me acosaba, era caprichosa, clasista y vanidosa, me daban ganas de mantenerla unos 20 pisos alejada de mí. Su padre, que es gran amigo del mío me pidió de favor que la contratara, estoy harto del nepotismo pero de qué me quejo, estoy aquí por tener la misma sangre de ese sujeto llamado padre, aunque los avances en la editorial son gracias a mí. Pero les decía, Greta por mucho tiempo se autoproclamo mi novio, una barbaridad. Nadie estaría conmigo, y no quiero nada con nadie.

Tengo en la empresa 4 años, los últimos dos son los que lleva Greta aquí, y en verdad que estos seis meses ha cambiado mucho. Primero, los proyectos tan importantes que ha traído, ya no hace comentarios fuera de lugar y parece que puedo hablar con ella de cualquier tema sin que juzgue o me haga muecas, por momentos pienso que es falsa su actitud, no lo niego, me da desconfianza. Pero tal vez hay que darle el voto de confianza, ahora es mi mano derecha, nos hemos conectado a partir de esos proyectos y si seguimos así, sé que seremos grandes amigos por lo menos, es bueno encontrar alguien con quien compaginar muchos gustos y sobre todo principios.

Llevo una hora en la oficina y sigo con mis cavilaciones, sin duda, esos cuentos me han dejado muy relajado, sino estaría trabajando como loco.

Toc, toc.

-Adelante- contesto, seguro es Selene mi asistente.

-Querido, ¿cómo estás?- Entra Greta como toda un estrella de cine. Es hermosa sin duda, pero no quiero que se haga ilusiones ni yo.

-Greta, me da mucho gusto verte, los cuentos que trajiste para publicar son hermosos, sin duda, el mejor de los proyectos que has traído a esta editorial. Te lo agradezco.- De verdad, que se lo agradezco, hacen falta este tipo de proyectos.

-Querido, nada que agradecer, sabes que lo hago por ti.. por la editorial, quiero decir. No fue nada difícil encontrar a este colectivo, sabes que me encanta este tipo de proyectos, así como a ti- me dice, mientras se sienta sobre mi escritorio. Así es ella, creo que nació siendo coqueta, aunque creo que no causa efecto en mí.

Me levanto y me alejo un poco incomodo por su proximidad- Lo sé, es bueno encontrar a alguien con quien seas compatible en principios, es difícil de encontrar- le digo sincero, en el trabajo es muy difícil de encontrarse con alguien así, casi todas las editoriales parecen buitres.

-Congeniamos en muchas cosas, querido-se levanta y se acerca a mi- seguro que en otras congeniamos más- dice mientras pasa su mano por mi pecho. Pero que… molesta, es a veces. ¿Les dije que había cambiado? Me retracto. No sé por qué me acosa.

-Greta- le digo con voz de advertencia mientras me alejo, nuevamente.- por favor, no hagas ese tipo de comentarios.

Greta se ríe- solo bromeo, en realidad no, pero no te preocupes, se esperar y muy pacientemente.- pensaba replicar, es que no entiende que no quiero nada, pero no me deja hablar- no te preocupes, te dejo porque tengo trabajo. Nos vemos para almorzar- y sale como si nada.

Después entra como un huracán Selene, mi asistente y mi hermana menor.

-Hermano, te vi con la bruja y no quise entrar, pero te traje tu café y los nuevos contratos, y otras chunches del trabajo- Así mi hermana, ¿chunches?¿bruja? Se nota lo profesional que es. Pero no me queda de otra más que reír y abrazarla como saludo.

-Sí, no entiendo por qué me sigue acosando, pero dejemos de hablar de ella, por cierto, en unas horas cancela mi almuerzo con ella, quiero ir a ver a la abuela, le prometí ir- Contesto, una parte es que es una buena excusa para no ver a Grecia, cuando hace ese tipo de comentarios me dan ganas de alejarme de ella. También, porque es verdad que tengo mi reunión con mi abuela, mi guerrera. Aunque sé que vendrán regaños.

-Está bien, jajaja odio a esa mujer. Me retiro a trabajar, hermano- y sale de la oficina.

Durante el almuerzo

-Irvingcito ¿cuándo nos vas a traer a una bella dama como novia?- Sí, soy irvingcito para mi abuela. Y dale con lo mismo.

-Abuela querida, sabes que soy joven para eso, necesito seguir disfrutando la soltería y mi trabajo, sabes ayer llegaron unos fantásticos, te van a encantar- menciono para cambiar de tema y porque es verdad lo que digo esos cuentos le van a gustar. Me mira con una ceja arriba y me siento un niño regañado, con miedo. ¡Abuela mía!

-Niño, te quiero, pero a esta vieja no le cambies el tema. Disfrutar de la solteria- bufa- ni siquiera eres mujeriego, no haces nada más que leer y trabajar, a mi no me mientas- su mirada se suaviza- te quiero mi niño, pero no dejes de lado las cosas, personas y momentos importantes de la vida, te mereces el mundo entero, cariño. Yo solo me preocupo por ti.- y así, me desarma, prefiero su furia a su preocupación.

-Lo sé abuela.- Suspiro- Por ahora estoy bien así, en serio, no tienes de qué preocuparte- Le sonrió y parece que por ahora ya no quiere pelear ni nada. Empieza a contarme de sus reuniones con mi abuela paterna, con mi madre y otras amigas. Juntas son peligrosas, sin duda. Hasta me contaron como después de años de maltratos lograron sacar a patadas al ex esposo de su amiga Rosa, y es que me duele el estómago de risa al imaginar al ejército de abuelitas poniendo en su lugar al viejo rabo verde, y sacarlo de la propiedad de Rosa. Les digo, juntas son peligrosas. Es que mi abuela materna era de esas feministas de los 60’s yo creo desde antes porque ya está grandecita, entonces me imagino que de ahí viene su rebeldía, pero también su cuidado por las otras mujeres, sus amigas.

Nos reímos bastante tiempo por ese asunto, mi abuela habla de bulto, golpea y teatraliza cómo fue, hasta hace las mismas caras que según ella hizo el viejo. Al final fue un buen almuerzo y ahora de regreso a la oficina.

En el camino pase a una de mis librerías favoritas, se llama Utopías Clandestinas, me gusta, me gusta el nombre y el lugar. Me compré un par de libros, y es que aquí se reúnen libros de editoriales independientes, pequeñas y muy rebeldes, puedo decir que sacan muchas joyas. Me gustaría tener un lugar así. Los libros que adquirí los publico Rebeldías latinoamericanas, es una editorial feminista que me gusta demasiado. Mi madre es fan de las antologías de cuentos y las antologías de poesía, y es que le apuestan al trabajo colectivo y a escribir como sanación entonces, mi madre dice que inspiran a su alma.

La tarde pasa sin novedades, hasta que mi asistente me saca de mi concentración.

-¡Hermano!- salto en la silla, es que esta mujer me va a matar de un susto. Entra sin tocar como siempre, les digo es un huracán.- Hermano, adivina quién se quiere reunir contigo.- me ve expectante. ¿qué le digo?

-No sé, Selene, ¿quién?- es que no se me ocurre nada.

La muy amable de mi hermana me hace muecas y dice- Está bien, de todas formas ni adivinarás, eres muy aburrido para jugar a esto. Me hablo Yareny, la asistente de una de las jefas de la editorial Rebeldías Latinoamericanas- sonríe, ella sabe que es la editorial favorita de mamá.

Estoy sorprendido, parece un mensaje del destino. Justo hoy que paso a comprar algunas de sus publicaciones y me llaman para encontrarnos, esto es una gran y grata sorpresa del destino, a mamá le encantará.

-Eso es maravilloso, vaya.- Ella comienza a reír- ¿qué te da risa?

-Es que hubieras visto tu cara- sonríe con nostalgia- hace mucho no veía una cara de alegría y una sonrisa tan sincera hermano.- vaya que es verdad. Pero tengo que recomponerme, de nuevo retomo mi seriedad.

-Qué dices. Me da gusto que nos contacten, hace mucho que estoy interesado en una colaboración, lo sabes ¿no?, por mamá, pero también porque comparto muchos de sus principios y de su trabajo.- Retomo mi pose de jefe, objetivo, serio, sereno, eso quiero creer que aparento.

Mi hermana bufa y me dice- bueno quieren reunirse contigo, ¿qué te parece?- Sé que está enojada pero este soy yo escondiéndose en su concha.

-Diles que les invito a almorzar mañana, puedo pedir comida aquí en la oficina, o salir a un restaurante que ellas elijan, o ¿quieren que vaya a su oficina?- Me ve con cara de que en cualquier momento reirá, lo sé, no me salió eso de aparentar serenidad, hable muy rápido.

-Les diré tu propuesta, y ahorita te confirmo, aunque olvidaste el almuerzo con Greta y su padre, es mañana también, ¿qué hacemos? Le cancelo a las chicas de la editorial…- No la dejo terminar

-¡No!- diablos grite, este no soy yo- Digo, no, no les canceles a ellas, es importante verlas. Cancela con Greta, es más importante el trabajo que los sermones de boda de su padre.- Es la verdad. Ella solo vuelve a hacer cara de sorpresa y risa

-Está bien.- y sale como entro, corriendo o saltando, o ambos. Ya no sé.

Me siento en mi escritorio. ¿Qué rayos me pasa? Éste no soy yo, siempre me controlo y me comporto, pero la emoción de esa reunión, y algo en mí se mueve, esto es raro, tengo un presentimiento. Minutos después me confirma la reunión y yo sonrió como idiota.

Llega la noche. La noche significa soledad, mi departamento es totalmente sobrio y refleja lo que hay en mí. Me voy a la cama pensando que mañana será un día interesante.

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