Julieta
¿Será un buen actor o por qué no se inmuta por lo que le pregunto? Espera, ¡Ahí está! Su rostro frío y enigmático, sexy… no, su rostro muestra sorpresa. Seguro se sorprende de que lo he pillado, que se su sucio secreto para el éxito, no es “trabajo hasta morir” es “me robo los proyectos de editoriales independientes”. Lo miro seria.
-Entiendo su referencia a las acciones como más importantes, más que lo que uno pueda prometer. Nuestra editorial, en los últimos cuatro años se ha regido bajo el respeto, por eso me sorprende que hable de robo de proyectos, pero entiendo a la perfección su preocupación. Descuide señorita Julieta, nuestra editorial y yo, en lo personal, no cometeríamos ese tipo de actos tan atroces. Las y los escritores que llegan a nosotros están completamente seguros de colaborar, siempre desde la base del trabajo colaborativo, que va avanzando puesto que es un nuevo eje. – menciona con mucho más soltura y a mí me hierve la sangre por tanta contradicción pero también por esa mirada tan intensa. ¡Julieta, concéntrate!, gracias conciencia.
-Vaya, es grato escuchar, pero me temo no compartir con usted algo, más bien con su editorial.- frunce su entrecejo.- ¿Conoce los cuentos del colectivo Tierra?.- se vuelve a sorprender.
-Claro, son unos cuentos maravillosos, en una primera revisión no pude ni dormir por terminarlos.- responde muy emocionado, que cínico. - ¿Usted también leyó los primeros borradores? Por lo que tengo entendido esta es su primera publicación, no han sido distribuidos. ¿Cómo los conoció?
-El Colectivo trajo a nosotras los cuentos hace más de 7 meses.- Suelto algo mordaz, y él se sorprende, se le salen los ojos. Así es querido capitalista, nos has robado un proyecto y presiento que ha sido de una manera sucia y vil, aún recuerdo el miedo de Bernardo, eso significa que hay algo detrás.
-No tenía idea. Justo hace un mes mi mano derecha nos trajo la buena noticia de que colaboraríamos con el colectivo, es una pena que no siguieran con ustedes.- ¡Hazte el inocente! Ni tú mismo te crees.
-Seguro que no tenía idea.- rebato sarcásticamente.- Es interesante que diga que fue hace un mes, a nosotras nos cancelaron el contrato justo el día de ayer, y también fue ayer que nos enteramos, es decir, no nos dieron ni tiempo de asimilar lo que pasaba.- el sujeto se mueve incomodo en su asiento.
-Esto es preocupante y lamento que se dieran las cosas así, aunque nuestra editorial no tiene que ver con la toma de decisiones del colectivo, le repito, mi compañera del Departamento de Proyectos Especiales es quien fue contactada por el colectivo, estoy al tanto de ellos buscaron nuestra editorial para poder tener un impacto mayor en Latinoamérica, como sabe tenemos varias sedes…- Lo paro en seco.
-¿Conoce el libro Raíces del alma, andares de una chilena?.-
-Claro, estamos a nada de sacarlo a la luz, en poco tiempo se ha logrado imprimirlo para poder ponerlo a circulación, es un libro maravilloso.- Le brillan los ojos, desgraciado.
-Y conoce el libro Recuerdos de Juan Guillper?.- Se sorprende.
-También es uno de los proyectos recientes, un libro bastante impactante…- Parece que el tonto que se hace tonto, se da cuenta.-¿Está…está insinuando que eran también sus proyectos?
-Si señor Castellanos. Estos tres proyectos han salido de nuestra editorial en los últimos 6 meses. Como se imaginara no es nada grato para mí estar con usted en esta editorial cuando “al parecer”, se han encargado de quitarnos proyectos.- suelto muy enojada.
-Señorita Julieta.- Ahora se hace el indignado y enojado.- Nuestra editorial, en los últimos cuatro años se ha reformado muchísimo, por eso es que más escritores y escritoras independientes se acercan a nosotros, su editorial no es la única que parte de romper con estigmas de clase, género o de origen, por lo tanto, nuestro trabajo es desde el respeto y más personas buscan involucrarse con nosotros.- Se enojo.
-No sé que haya echo desde hace cuatro años, pero la perdida de tres proyectos que ya estaban avanzados en nuestra editorial, siendo cancelados de la nada es un indicio de qué algo anda mal.-
-¿indicio? Por lo tanto no tiene certezas, y esas se necesitan para hacer juicios y acusaciones como la que está haciendo usted.- Le sale la furia por los poros y se ve sexy.
-¡Vamos! No necesita aparentar, al menos no conmigo. Su editorial está cometiendo cosas indebidas, está robando proyectos y cooptando a los escritores y escritoras, no puede decir que no cuando le estoy diciendo que tres proyectos nuestros ahora son suyos.- Me estoy enojando más.
-Si los escritores no quieren estar con ustedes es porque tal vez no hacen bien su trabajo, ¿se ha puesto a pensar en eso? Antes de hacer ese tipo de acusaciones investigue dentro de su propia editorial, tal vez, los escritores se cansan de trabajar con un grupo de mujeres locas.- Me paro. Así que el capitalista salió misógino machista. Ya no es sexy.
-¿Locas? ¿Defiende su postura y su editorial a partir de ofensas a nosotras?-
-Lo siento, señorita.- se para también, recargando sus manos sobre el escritorio, acercándose a mi.- Pero usted nos ofendió primero, nos llama ladrones, nos dice que estamos cayendo bajo. La que empezó es usted, y si se comporta de esta manera puedo entender perfectamente porque no quieren trabajar con ustedes.-
-y cómo me estoy comportando, señor. Después del robo de tres proyectos para mí hubiese sido fácil no venir y dejarlo de lado, pero estoy dando la cara, estoy parándome frente a usted explicándole lo que ha sucedido y como su editorial es el punto convergente de la cancelación de contratos, no puede decir que no sabía de esto, y si no lo sabe tampoco puede hacer de la vista gorda de que no está pasando nada, porque es claro que sí está pasando y está dejando muy mal parada su reputación.-
-Son acusaciones sin sentido, desde que entre a dirigir la editorial me he encargado de eliminar cualquier acción tan baja como es esa.- Interrumpo.
-Pues los cuatro años no han servido de nada.- Se enfurece.
-Usted no sabe nada, no venga a darse sus aires de grandeza, ni de su editorial cuando son poca cosa, que sean feministas no las exime de comportarse de esta manera tan baja, con ese tipo de juicios sin evidencia, sin fundamentos, que se puede esperar de mujeres locas.- Se acabo la reunión, hijo de su pe****o padre. Agarro mi bolsa. Me paro derecha y lo veo con total frialdad.
-Reflexione sobre sus palabras porque por más que hable de respeto no se nota, lo que se ve es la misoginia y el machismo.- Palidece.- No me interesa seguir discutiendo con usted, porque no vale la pena. Que pase buena tarde.- Salgo dando un portazo. La asistente me ve con cara de preocupación, me despido de ella y tomo el ascensor.
Se ha jodido mi día. Pero que podía esperar, su cara bonita no es reflejo de su alma machista, ni de su editorial tan nefasta.
En el camino a la editorial no dejo de pensar en todo lo que paso. Envío un mensaje a Abigail y Yareny diciéndoles que no voy a regresar a la editorial, necesito un tiempo sola urgentemente.
Llegar a casa es tranquilizador. Me siento en el sillón mientras abro una cerveza y espero que la comida se caliente en el horno. Tengo sentimientos encontrados, todo un cóctel. Una parte de mi quiere llorar porque de alguna forma las palabras del niño bonito dolieron, y no porque me digan loca, sino porque una parte obscura de mí pensó que él no era como muchos, no iba a subestimar nuestro trabajo después de halagarlo, no puedo creer que desprecie a las mujeres, que con un insulto pretende quitarle valor a nuestro esfuerzo. Cabrón, su insulto no fue solo a nuestro trabajo fue a nosotras como mujeres. Y me hierve la sangre.
Tan dispar es esto, no solo en las editoriales, sino como lo conseguimos, nosotras nos esforzamos, a él solo le heredaron, nunca tuvo preocupaciones, nunca le quitaron valor a su trabajo.
A nosotras nos costó, nos cuestionaron todo, se burlaron porque éramos solo mujeres quienes estábamos al frente. Incluso en las imprentas nos ha costado, nos tiraban de locas como si nosotras no pudiéramos hacer libros, que “por ser mujer”, ni que los libros se hicieran con la vag**a, ni que ellos las hicieran con el p**e. Y más allá de lo biológico, que también está muy maleado por imposiciones sociales, que seamos mujeres no nos quita capacidad para crear y para producir cultura. Nosotras somos parte de la cultura y entre ese ámbito está la creación literaria.
De repente se me salen las lágrimas, es que la otra parte de mí, que no quería llorar, quería romper todo, y gritar, pero en mi casa no se puede, eso es para ir un día a caminar al bosque de Tlalpan y gritar en lo más alto, o tal vez regrese a mis clases de defensa personal y de Kick Boxing para sacar la furia.
Estoy enojada. Tengo muy presente que no ganaba nada con ir y enfréntalo, pero después de ese saludo de manos atravesado por una corriente, en mí crecieron expectativas, pensaba que tal vez, él no sabía nada y siendo inteligente deduciría que algo iba mal. Pero no, sólo me insulto, se defendió a capa y espada. Pues que se vaya a freír… espárragos.
Esta tarde de relajación etílica me sirvió para pensar de manera más objetiva. Obviamente después de despotricar por los aires, llorar y balbucear. Pero al final, funciono. No me avergüenza contar como me relajo, sé que es entre semana pero la salud emocional es importante y mi hígado sigue fuerte, así que no hay problema en tomar unas cuantas cervezas.
Ya más relajada concluyo que lo importante ahora es crear una estrategia, con dos finalidades, proteger nuestros proyectos y encontrar la fuga de información. Realmente no me preocupa que las y los escritores busquen mejores espacios para divulgar su trabajo, el problema es que están dejando a medias el proyecto, eso no sucede a menudo, y es de un día para otro. Otra cosa rara es que tienen a la mano el pago de las multas de cancelación. En los tres proyectos pasa eso. No me quedaré de brazos cruzados. El capitalista sabrá de la locura de esta mujer. Sonrío.
Llega la noche y después de pensar mucho y trazar un pequeño plan me voy a la cama. La batalla apenas comienza.
IrvingGolpeo la mesa casi al mismo tiempo que Julieta azota mi hermosa puerta de caoba. Me dijo machista, estoy furioso tanto que siento que me lleva la …. Tiznada. Odio ese término. Me recuerda al señor que se hace llamar “padre”.Tomó un par de tequilas en el bar de la oficina y me volteo hacia el ventanal. ¡Joder! Me acuerdo de ella y su silueta iluminada por el sol. Ahora no podre mirar con los mismos ojos ese ventanal ni a través de él. Una hora que estuve cerca de ella y ya se me cuela en el pensamiento y crea recuerdos en mi oficina. ¡Es el colmo!Y de repente, recuerdo a mi mamá, no lo vean mal, lectores y lectoras, me acorde de mi madre diciéndome que nunca mirara a las mujeres como inferiores, que nunca quitara valor a su trabajo por el echo de ser mujeres. ¡Soy un idiota!De repente, entra el huracán Selene, está enojada, oh no.-Expl
La noche para algunas personas se convirtió en escenario de sus miedos, de arrepentimientos o de rencores y obsesiones. Mientras que en dos lugares tan dispares dos personas soñaron lo mismo.****JulietaAbro mis ojos en la mañana y estoy que no me lo creo. Me siento, pego mi espalda a la cabecera de la cama mientras que restriego mis manos sobre mi cara. Estoy aturdida. Tuve el sueño más loco, húmedo y…(suspiro) maravilloso. Ahora tengo ganas de hacerlo realidad, pero… no puedo.-¡Qué barbaridad, Julieta! ¡contrólate! Ya eres adulta, deja de pensar y soñar con las hormonas, piensa, piensa, piensa y con la mente fría, ¡mujer!- Y pataleo como loca, parezco adolescente enamoradiza.-Solo lo has visto una vez, ¡UNA VEZ! Julieta, para con tus cosas.- pero que cosas soñé que me hizo-¡PARA! Ya estuvo.-
Irving Es la segunda ducha fría de la madrugada, esos ojos cafés me han hipnotizado al grado de soñar demasiadas cosas indecentes. El primer sueño fue acorralarla en mi oficina, es una leona cuando se enoja, pero esta bella mujer parecía corderita cuando me acercaba a ella con todo el afán de comérmela entera. Recuerdo sus besos intensos, sus manos recorriéndome, recuerdo haber besado todo su cuerpo mientras se acomodaba sobre mi escritorio y llegar hasta el manjar de su feminidad, para mi desgracia desperté en ese momento, tuve que darme la primera ducha fría. Regrese tranquilamente a mi cama pensando en mil cosas raras para no volver a pensar a esa diosa de cabello negro largo, muy largo, y al recordar su cabello, el segundo sueño se volvió de lo más salvaje, yo dándole unas buenas nalgadas por contestarme mientras me hundía en su interior, mientras jalaba su cuerpo, la jalaba hacia mí con ese cabello rebelde. Así que aquí estoy en mi segunda ducha después de 15 mi
Me ve fijamente y vuelve a preguntar. -Irving, hay algo más detrás de esto, dime ¿qué te pasa exactamente con Julieta?.- Mi mutismo le molesta.- Entiendo que defiendas la editorial pero no al grado de insultarla, y mucho menos a ella que ha tenido tu admiración por años, sus libros e incluso aquellos escritos que ha publicado te han ayudado en tu proceso de sanar. Sé sincero, por favor.- Me mira sería pero con comprensión. -Me dio miedo, lo que sentí al verla.- manoteo en el aire un poco frustrado.- sentía que era un zombi hasta que la vi, me deslumbro, cuando me dio la mano me atravesó una corriente eléctrica, que, se que puede sonar estúpido, pero me dio vida.- me froto el rostro, suspiro y la miro directamente a los ojos. -Ros, sabes lo que he vivido y como todos estos años he tratado de sanar, pero cada vez me hundo más en la obscuridad, y de repente llega ella, defendiendo su editorial, encarándome y regañándome.-<
JulietaHan pasado dos semanas. Dos semanas llenas de pesadillas, que me recuerdan mi pasado tormentoso.Las flores del señor Castellanos siguen llegando a mi oficina, siempre con mensajes tiernos. Por momentos me hace sonrojar. Por otros me da ansiedad. No quiero una relación, no quiero su admiración. Tengo miedo de volver a involucrarme y confiar.Es viernes y de nuevo girasoles, ahora en una maceta. Me hace reír, justo ayer le decía a Yareny que me daba tristeza ver morir a mis hermosos girasoles y hoy me da una maceta. Ahora que lo pienso esto es raro ¿Cómo lo supo?. Observo toda la oficina, no hay cámaras, tal vez pida una inspección por si hay micrófonos.Antes de seguir esa línea turbia de pensamientos mejor leo la nota.Hermosa JulietaEspero con ansias tu llamada. No me alcanzara la vida ni los girasoles para lamentar el mal ra
Julieta**-Déjala, imbécil.- grito Viviana-No te metas.- Le contestó. De nuevo, volteo a verme.- Te dije que no vinieras, crees que no se que vienes a hacer “amigos”, eres una zorra. Pero tienes que entender que eres mía.- Me jaló de nuevo hacia la salida. Trataba de zafarme pero su agarre era mucho más fuerte, me lastimaba.Nadie hizo nada, solo vieron como me llevaba. La chica con la que bailaba me veía con burla, mis amigas con lastima y otros me ignoraron. Ojalá alguien me hubiera ayudado.-¡No! ¡Ya no!.- Levaba una hora gritando. Me dolía la garganta de gritar y llorar. Javier me golpeo varias veces mientras me insultaba. Me reclamó haberle mentido, me reclamó por haber estado en esa fiesta y haber interrumpido su día de descanso, incluso me reclamó por ser su novia y embrujarlo, que la chica
Irving Tengo casi dos semanas esperando la llamada de Julieta. Me siento frustrado y enojado. Sé que hice mal en ofenderla, pero me arrepiento y me he disculpado. Aunque me frustra más el echo de que parece que a ella no le impacto mi presencia, o más bien nuestro encuentro. Tal vez, sólo soy yo el loco que pensó que había una conexión. Tal vez fui yo el loco que se imaginó esa corriente eléctrica que atravesó nuestras manos cuando nos saludamos. Me siento en la silla de mi oficina de la casa, es sábado y no tengo ganas de nada. Tengo trabajo acumulado pero no tengo ni ánimos ni la concentración para trabajar. Llevo horas sentado aquí. Definitivamente es mejor que no se involucre conmigo, digo ¿qué puedo ofrecerle si estoy bastante roto? Ella no se merece un tipo como yo. No se merece un amor a medias. -¡Pero que idiota soy!- me regaño en voz alta mientras golpeo el escritorio. -De verdad, Irving, que eres
La vida da muchas vueltas. Después de sentirme feliz y con esperanza por ver a Julieta ahora estoy devastado. ** Llegue a casa de mi abuela con el alma en hilo. Sentía miedo, lo sentía tan fuerte que fue incontrolable que mis manos dejaran de temblar. En el camino iba demasiado concentrado para no morir de angustia y mucho más para no llevarme a nadie, un accidente sería la cereza del pastel. Me inundaba la angustia. Mi abuela es una mujer fuerte, poderosa, toda una guerrera, muy pocas veces la he escuchado llorar. Al entrar mi abuela me esperaba con su típico porte de grandeza pero había un aura de tristeza, mucha tristeza. -Cariño ven conmigo.- Me tomo de la mano como si fuera un niño y me guío escaleras arriba, al cuarto de mi madre. Al entrar la vi en su cama, se veía extremadamente cansada, hace unas tres semanas o un mes la vi, y no estaba así, recuerdo que tenía mucho mayor vitalidad. Me dio miedo verla así. Cor