Julieta
**
-Déjala, imbécil.- grito Viviana
-No te metas.- Le contestó. De nuevo, volteo a verme.- Te dije que no vinieras, crees que no se que vienes a hacer “amigos”, eres una zorra. Pero tienes que entender que eres mía.- Me jaló de nuevo hacia la salida. Trataba de zafarme pero su agarre era mucho más fuerte, me lastimaba.
Nadie hizo nada, solo vieron como me llevaba. La chica con la que bailaba me veía con burla, mis amigas con lastima y otros me ignoraron. Ojalá alguien me hubiera ayudado.
-¡No! ¡Ya no!.- Levaba una hora gritando. Me dolía la garganta de gritar y llorar. Javier me golpeo varias veces mientras me insultaba. Me reclamó haberle mentido, me reclamó por haber estado en esa fiesta y haber interrumpido su día de descanso, incluso me reclamó por ser su novia y embrujarlo, que la chica
Irving Tengo casi dos semanas esperando la llamada de Julieta. Me siento frustrado y enojado. Sé que hice mal en ofenderla, pero me arrepiento y me he disculpado. Aunque me frustra más el echo de que parece que a ella no le impacto mi presencia, o más bien nuestro encuentro. Tal vez, sólo soy yo el loco que pensó que había una conexión. Tal vez fui yo el loco que se imaginó esa corriente eléctrica que atravesó nuestras manos cuando nos saludamos. Me siento en la silla de mi oficina de la casa, es sábado y no tengo ganas de nada. Tengo trabajo acumulado pero no tengo ni ánimos ni la concentración para trabajar. Llevo horas sentado aquí. Definitivamente es mejor que no se involucre conmigo, digo ¿qué puedo ofrecerle si estoy bastante roto? Ella no se merece un tipo como yo. No se merece un amor a medias. -¡Pero que idiota soy!- me regaño en voz alta mientras golpeo el escritorio. -De verdad, Irving, que eres
La vida da muchas vueltas. Después de sentirme feliz y con esperanza por ver a Julieta ahora estoy devastado. ** Llegue a casa de mi abuela con el alma en hilo. Sentía miedo, lo sentía tan fuerte que fue incontrolable que mis manos dejaran de temblar. En el camino iba demasiado concentrado para no morir de angustia y mucho más para no llevarme a nadie, un accidente sería la cereza del pastel. Me inundaba la angustia. Mi abuela es una mujer fuerte, poderosa, toda una guerrera, muy pocas veces la he escuchado llorar. Al entrar mi abuela me esperaba con su típico porte de grandeza pero había un aura de tristeza, mucha tristeza. -Cariño ven conmigo.- Me tomo de la mano como si fuera un niño y me guío escaleras arriba, al cuarto de mi madre. Al entrar la vi en su cama, se veía extremadamente cansada, hace unas tres semanas o un mes la vi, y no estaba así, recuerdo que tenía mucho mayor vitalidad. Me dio miedo verla así. Cor
JulietaEstoy en la entrada del restaurante Los Portales, desde aquí se puede ver toda la plancha del Zócalo de la Ciudad. A pesar del estilo colonial y patriótico, es una vista muy hermosa. Pasan de las cuatro de la tarde pero entiendo que sea difícil de llegar, es domingo y muchas avenidas principales están cerradas por los paseos en bici, desconozco dónde viva el capitalista pero seguro que cerca de estás avenidas, así que tardará en llegar.Pedí una de las mesas de la terraza hace buen clima para comer afuera. Mientras espero recuerdo las reacciones de las chicas cuando les dije que iba a salir con el capitalista.**-¿De verdad?.- Pregunta Aby-Eres una loca coqueta, mucho miedo pero bien que vas a reunirte con él.- Suelta Yareny y nos hace reír.-Tengo miedo pero como bien dicen ustedes él no es Javier, y tambié
IrvingMi madre falleció.Después del shock me acerque junto con Ignacio a abrazar a mi madre y a Selene que no dejaba de llorar y gritar, este fue un abrazo de despedida, no supe cuánto duró. Después tuve que tomar fuerza y arrancar a mi hermana del cuerpo sin vida de mi madre para que se la llevará la funeraria. Mi abuela y yo estamos llevando ese proceso, quiero que mis hermanos se despidan en paz mientras yo me encargo de todo el papeleo en lo que arreglan a mi madre para que la podamos velar.Después de horas estamos en los velatorios de San Fernando. Siento que soy un robot que actúa por inercia, no sé cómo llegué, pero estoy sentado frente a mi madre, frente a lo que queda de mi madre.Aún no lloró, sólo tengo los ojos hinchados y rojos.Mi hermana está más tranquila, está en los brazos de mi abuela, y de Rosario, quien desp
Julieta Pasaron dos meses desde que me dejó plantada en el restaurante. Lo odio. Las pesadillas dejaron de suceder pero empecé a soñar con él. Soñaba que me protegía, cuidaba, que teníamos una relación casi perfecta. Entre esos sueños hubieron algunos incómodamente frustrantes, pero muuuy placenteros. Sigo diciendo que ¡Malditos buenos sueños húmedos! Pero lo que más me frustraba era que el muy maldito protagonista de mis sueños no aparecía por ningún lado, parecía que se lo había tragado la tierra. Un par de veces le envíe mensaje pero ni siquiera le llegaba, solo aparecía una flechita en el W***s. Seguro me bloqueo. Él muy maldito me bloqueo. Pensé en ir a buscarlo a la editorial pero eso era muy bajo, él me había dejado plantada, él tenía que acercarse de nuevo. Si es que lo hacía. Después de ese par de deslices me prometí no volver a buscarlo. Realmente no valía la pena, ni siquiera lo conocía ¡Por Dios! (No creo en dios pero esta frase de frustra
Julieta-Estuve pensando en un plan para avisarte.- me trae de regreso a tierra. Tal vez por eso la golpearon porque me quería avisar.- Fui varias veces a tu oficina con varios pretextos pero no te encontré. Sé que estabas enojada, estabas en tu derecho de no recibirme. Pero me frustraba y desesperaba más.- Se para muy exaltada.-Te juro Julieta que estuve intentando todo, pero siempre sentía que alguien me vigilaba, el tipo de la cicatriz le dijo a los representantes que yo rondaba tu editorial, así que esos malditos me encerraron, a mí y a mí amiga.- Llora de frustración. Esto es inaudito. Me enojó también yo, más de lo que estoy.-¿Dónde está tu amiga?.- Pregunto preocupada.-Ella no pudo escapar conmigo.- Llora mucho más angustiada.- No la pude sacar.- Yo solo puedo abrazarla con fuerza.<
IrvingLlevo bastante tiempo en casa de mi abuela materna. Han sido días tristes y de nostalgia.Selene por fin ha empezado a comer mejor, ya platica y ríe un poco. Nos preocupamos por ella cuando se desmayó después de llegar a casa y desde ahí se aisló, la escuchábamos llorar desde afuera de su cuarto, hasta que un buen día mis abuelas entraron y tomaron una postura de guerreras, la sacaron de la cama, la bañaron, cambiaron y la bajaron a comer.Yo estaba en shock y mi hermana igual, Ignacio se reía de nosotros, de los tres hermanos me parece que es el único con inteligencia emocional suficiente para salir adelante después de la tormenta.Después de que le dieron de comer su comida favorita nos llevaron a una zona del jardín, un pequeño invernadero que mi madre cuidaba. Los tres nos acongojamos pero entramos valientemente. Mis abuelas comenzaron a arr
IrvingTodo va mal.Greta no sólo está ahogándome con visitas inoportunas en la casa de mi abuela, que de hecho ya ni siquiera al jardín o a l patio principal la dejan entrar, desde la puerta le dicen que no puede pasar. Se ha aparecido por mi departamento pero el portero siempre le decía que yo no estaba. Afortunadamente el fin de semana no nos la encontramos, pero esta fortuna no duró mucho.La terapia me dejó agotado.Hablar de mi madre me da cierta paz pero también dolor, dolor por todo lo qué pasó durante los primeros años de mi infancia y adolescencia. Seguramente, ese dolor venía de años atrás. Lamentablemente le dejó secuelas de salud física y emocional, estaba muy mal de su corazón y también sufría crisis, ataques de pánico, o se retraía, no hablaba con nadie. Fue duró pero ella lucho, los &uacu