Las Vegas-Nevada
Al día siguiente:
En la suite emperador María Paz, descansaba a plenitud. Su esposo se levantó minutos antes, para pedir el desayuno con todas las cosas que a ella le gustaban: frutas, yogurt, cereales, pan integral. Luego se acercó a su mujer, y le dio varios besos en el rostro.
—Mi reina hermosa, ya es hora de despertarse. — La joven sonrió, se desperezó estirando sus brazos, parpadeó varias veces, abrió sus ojos—. Mi bella durmiente, te traje el desayuno.
La mirada verdosa de la joven brilló con alegría, como cada vez que estaba cerca de él. Luego observó el anillo que llevaba en su dedo anular de su mano, sonrió mordiendo sus labios, aún no daba crédito a la locura cometida, luego su corazón palpitó con fuerza al darse cuenta de que tenían que dar la noticia a sus padres.
Joaquín acercó la bandeja del desayuno, se sentó al lado de su ahora esposa, llevand
Queridos lectores les dejo un nuevo capítulo. ¿Les intriga conocer los secretos de la familia Duque? Dejen un comentario, esa familia esconde muchos secretos, lágrimas, dolor. ¿Qué hará el excelentísimo cuando sepa que María Paz está fuera de su alcance? ¿Qué dirán los padres de María Paz? Por otro lado, Santy tiene un duro camino, ganarse el perdón de Alba, que parece imposible, y ahora Alex ya sabe que Santiago es su papá. ¿Qué pasara más adelante?
Mientras Diana, le explicaba a su nieto sobre la familia, el timbre de la casa sonó. —Buenos días, necesito hablar con el Ingeniero Rodrigo Vidal —expuso una voz masculina por el intercomunicador. —¿Quién lo busca? —preguntó una de las jóvenes. —El doctor Carlos Mario Duque —indicó. La empleada fue al comedor, donde Rodrigo leía el periódico, esperando que su esposa, hija y nieto bajarán a desayunar. —Ingeniero, lo busca un señor que dice llamarse Carlos Duque. Rodrigo, arrugó el entrecejo, conocía al hombre, por la amistad que tenía con su hija menor, pero no entendía por qué motivo lo buscaba a él. —Que pase a la sala, ya lo atiendo —ordenó Rodrigo, enseguida dejó su taza de café en la mesa y se dirigió al salón. —Ingeniero Vidal, buenos días —saludó Carlos, extendiendo su mano—. Disculpe haber
Santiago cerró sus ojos al sentir de nuevo los cálidos labios de Alba que tanto había extrañado. Ella se quedó inmóvil. Su corazón se detuvo por cuestión de segundos, estuvo a punto de sucumbir, deseó volver a sentir los besos de Santiago, aquellos que muchas veces la atormentaban en sus noches de soledad, entonces recordó sus crueles palabras reaccionando: —¡Suéltame! —exclamó Alba, empujando a Santiago. —¡En tu vida, se te vuelva ocurrir besarme! —advirtió y se dirigió al baño con las piernas temblorosas. Santiago entristeció, por un instante llegó a pensar que aún podía existir una esperanza entre ellos, pero el rechazo de Alba le hizo creer que ella ya no sentía por él el mismo amor de antes, es más, estaba casi seguro que la joven ya no lo amaba. Alba recargó su cuerpo en la puerta del baño, llevó sus manos a su pecho tratando de calmar a su acelerado corazón, se miró al espejo limpiando
En las oficinas del café Alma mía. Joaquín sostenía una videollamada con su padre que se encontraba de vacaciones en Los Cabos- México. —Vos me podés explicar, ¿cómo está eso que te casaste, hombre? —inquirió Miguel Ángel a su hijo menor. —No tengo nada que explicar, vos sabés que yo estoy enamorado de María Paz, la amo y decidimos casarnos. —¡No jodás Joaquín! —El señor Duque se rascó la cabeza, era un gesto que hacía siempre, cuando algo que no le gustaba tenía en mente—. No me digas que embarazaste a la muchacha, porque ahí sí te las vas a ver conmigo. Joaquin carcajeó al escucharlo. —No papá, nada de eso, solo estamos enamorados, no pensamos tener hijos por el momento —afirmó él, observando por la pantalla de su computadora a su padre. —¿Y entonces vos por qué no avisaste?, se van como un par de delincuentes a casarse a escondidas. —Miguel Áng
Alba, Angie, y Alex, se despidieron de la señora Vidal, quien no quiso intervenir, hasta no hablar con su hijo antes. Cuando Santiago, se quedó solo con su madre. Ella se acercó a él, lo abrazó. Como si fuera un niño el joven se puso a llorar en brazos de su progenitora. —Mi niño, desahógate, aquí estoy a tu lado. Diana cobijaba a su hijo con su calor ella también lloraba de tristeza, se le partía el alma verlo sufrir de esa manera. **** Aquella tarde. Alba tuvo que contarle la verdad a su hijo, él no hacía otra cosa más que preguntar por su padre. —¿Por qué me dijiste que mi papá estaba muerto? —cuestionó el niño. —¿Mentiste mamá? Alba no tenía valor para mirar al pequeño, ella siempre le enseñó que las mentiras no eran buenas y sin embargo le había dicho uno de gran magnitud. —Mi amor hay ve
Al contrario de Santiago; Alba no contaba con los consejos de su familia, se encerró entre sus miedos, sus dudas, su soledad y tomó una decisión muy drástica. Al día siguiente aprovechó que Angélica salió por unas medicinas entonces se puso a preparar su maleta con su ropa y la de su hijo. Alex despertó y observó a su mamá guardando sus cosas. —¿Nos vamos a vivir con mi papá? —inquirió emocionado el pequeño. —No Alex, ya te expliqué que eso no será posible. Empieza a cambiarte de ropa, que saldremos. —¿A dónde vamos? —preguntó con temor el niño. —Nos cambiamos de casa hijo, así que obedece —ordenó Alba, mientras seguía guardando las cosas a prisa. —¿Entonces no voy a ver a mi papá? —averiguó Alex con lágrimas en los ojos. Alba sintió remordimiento por su pequeño, se acercó a él y le quiso abrazar, el niño s
Santiago se quedó pensando, estuvo de acuerdo que un hombre enamorado era capaz de cometer las peores locuras como su mejor amigo y ahora cuñado: Joaquín Duque, entonces decidió traer a la madre de Alba, a Estados Unidos. Le dio los datos sobre Alba, a Fernando, se despidió del agente, quien otra vez al salir causó revuelo entre las féminas que estaban en el banco, robándole un suspiro a más de una. Santiago dubitativo en su oficina. Observó las fotografías de la señora Rodríguez, inhaló profundo al mirar las fotos de Alba, cuando era niña, analizó muy bien la situación, tenía que hablar con la señora de inmediato, en eso fue interrumpido por un melodioso acento inconfundible. —¿No pensás felicitar a tu cuñado favorito? —cuestionó con una gran sonrisa Joaquín. Santiago levantó su mirada llena de seriedad hacía su amigo, ladeó la cabeza. —Yo no entiendo cómo ustedes dos fueron ca
Caracas- Venezuela. Después de varias horas la prima de Alba, palideció, y casi se desmayó de la impresión, cuando a su celular le llegó la notificación sobre la transferencia con la cantidad de dinero. La joven que era muy suspicaz, se puso a averiguar por internet quien era el famoso Santiago Vidal. No fue nada fácil dar con él, por lo que siguió con la búsqueda hasta que apareció en varias publicaciones y supieron entonces que era el presidente de un importante banco. Leyó algunas entrevistas que le habían realizado, luego le indicó a su tía, las dos quedaron impresionadas con el físico del joven, ahí pudieron constatar que fue sincero en los detalles de su vida. ***** New York- Usa. Dos semanas más tarde. En las oficinas del consorcio Alma mía, una importante reunión se llevaba a cabo entre los miembr
Santiago, revisaba unos documentos del banco, luego de terminar de firmarlos y entregarlos a su asistente, se recostó sobre su sillón, la ausencia de Alba, y de Alex le dolía, sentía su corazón cada día irse resquebrajando en su interior. Apenas habían pasado dos semanas, pero para Santiago, parecían siglos, el no tener noticias de ellos calcinaba su alma. Se puso de pie, tomó sus cosas y salió del banco, necesitaba respirar aire fresco, porque sentía que de un momento iba a enloquecer. Subió a su auto, encendió su reproductor: «Qué voy a hacer con mi amor by Alejandro Fernández» empezó a sonar: «Le bajé las estrellas de un solo golpe. Tal vez ese fue mi error. Le ofrecí cada día y cada noche, el alma y el corazón. Pero no le bastó no fue suficiente. No quiso quererme como la quise yo» ... Gruesas lágrimas brotaron de sus ojos al escuchar la melodía, se aflojó el nudo de la corbata p