Cuatro meses después
La playa de los Frailes en Ecuador, fue el escenario escogido por los novios para unir sus vidas.
El verde azulado de las aguas y el manto de arena que cubrían la playa acompañada de la suave brisa del mar escoltaban a los hermosos troncos de caña guadua que formaban un arco frente al océano adornado con una delicada cortina blanca y rosas del mismo color.
En medio una mesa con mantel beige, mostrando hermosos adornos florales estaba lista para recibir a los novios. Las sillas acomodadas en filas para los invitados vestían una fina tela blanca con lazos turquesa aparentes al color del agua del mar.
Santiago, en la habitación del hotel, no podía realizar el nudo de su corbata, las manos le temblaban, su padre lo ayudó. El novio para aquella ocasión tan importante escogió un traje
Angélica un tanto temerosa se acercó a su amiga, después de aquel altercado en el apartamento de ella, y que en la boda de Joaquín no se hablaron, la joven Zambrano decidió lima asperezas con Alba, por eso asistió a la celebración acompañada de Carlos, su novio. —Felicidades —mencionó y abrazó a su amiga. —Gracias por venir —respondió Alba con nostalgia, entonces miró a Carlos, y él con la seriedad de siempre los felicitó. —Espero verte en mi boda —comentó Angie—, no sabía si enviarte la invitación, por eso te la traje. —Sacó de su bolso y se la entregó. Alba la abrió y enarcó una ceja al darse cuenta de que se llevaría a cabo en un mes. —Haré todo lo posible por estar ahí. —Gracias —respondió Angie. La joven y su novio se retiraron, luego se acercaron los padres de Alba, su tía Graciela, y su prima Mónica para felicit
Meses después. Alba caminaba con la mano en la cintura por el piso de aquel albergue en el cual la acogieron cuando, embarazada de Alex, no tenía en donde dormir. Sonrió con ilusión al momento que las personas que contrató cambiaban los endurecidos y viejos colchones por unos nuevos. —La gente que viene buscando donde dormir te lo agradecerán mucho —comentó la directora del albergue conmovida por aquel gesto. —No puedo olvidar que yo también fui una de esas personas —mencionó liberando un largo suspiro, entonces acarició su prominente vientre con ternura. —¿Cuándo nace tu bebé? —averiguó la mujer. —En tres semanas —respondió Alba esbozando una amplia sonrisa—. Son dos niñas —comentó. —Me da mucho gusto —mencionó la directora. —¿Qué nombre les piensan poner?
Meses antes del epilogo.La hacienda la Momposina volvió a vestirse de gala, decorada con una gran carpa que cubría el escenario donde estaba el altar para los novios rodeado de unas hermosas columnas de rosas rojas. Las sillas habían sido acomodadas en orden. El camino por donde los novios ingresarían al altar estaba cubierto de una alfombra beige con una calle de honor de rosas blancas a sus costados.Carlos ingresó del brazo de Alba quien era la madrina de la boda, mientras caminaban hasta el altar ella en un susurro se dirigió a él.—Espero que hagas feliz a mi amiga.Carlos le sonrió y no dijo nada. Alba se sentó en su lugar a espera que Angélica avanzara del brazo de Santiago quien era el padrino de la boda.Alex caminó con los anillos, acompañado de una
Casi treinta minutos después Joaquín, llegó corriendo a la clínica, agitado, desesperado, ni siquiera le preguntó a Carlos, qué hacía con María Paz, a él lo único que le interesaba era saber si ella estaba bien.—¿Dónde está el doctor Botero? —preguntó angustiado a una enfermera.—Venga conmigo —indicó la joven. Joaquín la siguió por los pasillos, con la respiración agitada iba detrás de la chica, la mujer entró por unas puertas, le indicó a él que esperara, el médico salió al cabo de cinco minutos.—¿Doctor qué está pasando? ¿Cómo se encuentra mi mujer?El ginecólogo ladeó la cabeza, le puso la mano en el hombro al joven.—N
Queridos lectores quiero agradecerles por la acogida a esta humilde historia. A la vez les doy la bienvenida a Serie Romance, que consta por el momento de ocho libros. Como es una serie no es necesario leer en orden, excepto los libros posteriores a Si me ves llorar por ti. Así que los anteriores no tendrán problemas, pero para no confundirlas les voy a dejar aquí el orden de los libros. 1.- Un contrato por amor (Historia de Nick y Ary) Disponible en esta plataforma. 2.- Déjame decir que te amo (Segunda parte de Un contrato por amor, narro la historia de los hijos de los personajes de la 1) Disponible en esta plataforma. 3.- La esposa infiel (Historia de Diana y Rodrigo padres de Santiago) Disponible en esta plataforma. 4.- Cuando seas mía (Historia de Isabella Vidal) por publicarse. 5.- Si me ves llorar por ti (Historia de Alba y Santiago) Finalizado en la plataforma. 6.- Un café para el Duque (Histori
Santiago Vidal, observaba a través de los grandes ventanales de su imponente oficina como la lluvia caía con fuerza. Ese ruido ensordecedor lo atormentaba. Le recordaba esa fatídica noche en la que todo terminó cinco años atrás. Resopló con un sentimiento de congoja anidado en su pecho, con sus tristes ojos azules miró el agua golpear el vidrio, de la misma forma en que los recuerdos martillaban su corazón. Colocó sus manos sobre la cornisa, y suspiró. Divisó como una bruma de neblina cubría los grandes rascacielos, tornando el cielo gris, tal cual su vida se transformó desde aquel instante. De nuevo aquella sensación de soledad cubrió su corazón, los remordimientos, no lo dejaban en paz hace ya un largo tiempo, en especial en las tardes lluviosas que tanto le recordaban a ella. No comprendía por qué ese día los recuerdos taladraban su cabeza. Quizás se debía a que su boda estaba muy p
Años atrás. Los dedos de los músicos rasgaron las cuerdas de las guitarras entonando las notas de «Sabor a mi by Luis Miguel» El sonido de los violines estremeció el corazón de Alba. Santiago, la envolvió con sus brazos. En la proa del yate sus cuerpos danzaban con lentitud al ritmo de la melodía. La brisa les acariciaba el rostro y agitaba el castaño cabello de la chica. … “Pasarán más de mil años, muchos más. Yo no sé si tenga amor la eternidad. Pero allá, tal como aquí. En la boca llevarás. Sabor a mí” ... La letra de la legendaria canción estremecía sus almas, al finalizar la melodía Santiago tomó el delicado rostro de su novia, y lo acercó a él, sus labios se apoderaron con urgencia de los de su chica. La joven se deshizo ante aquel mimo. Esa mágica noche se estaba convirtiendo en la mejor de toda su corta existencia,
Bronx- New- York, USA. Seis años, y dos meses antes. Alba Rodríguez, se removía en la dura y estrecha cama de aquel albergue en donde ahora pernoctaba. Su incomodidad no solo se debía al rígido y desgastado colchón, sino también a su prominente vientre de nueve meses de embarazo, y aquella molestia en la cintura que no le permitía conciliar el sueño. El ruido de las gotas de lluvia golpeando el techo, se asemejaba al mismo de aquella noche en la que el hombre que juró amarla, protegerla, y hasta casarse con ella, la dejó abandonada, sin permitirle darle una explicación. Acarició su barriga, sabiendo que dentro de su ser crecía el fruto de ese amor. El pequeño que habitaba en su interior era quien le había dado las fuerzas para soportar los duros momentos que tuvo que pasar al alejarse de su casa, su familia, la universidad, y sobre todo de él. &