Teresa abrazó a su hija, sin parar de llorar.
—Yo... estuve mucho tiempo en coma, cuando desperté no sabía quién era —explicó—, lamento que mi imprudencia...—presionó sus labios sosteniendo entre sus manos su atormentada cabeza.
—Maite, nosotros no sabíamos que estabas embarazada, no te hubiéramos desamparado. Alex nunca comentó nada sobre ese asunto.
—No sé qué sucedió —habló Alejandro abatido.
—Es que no lo sabías —confesó Teresa—, cuando no regresaste por mí, fue que me di cuenta de que estaba embarazada —explicó y luego dirigió su mirada a Jean Carlos. —¿Por qué no se contactaron conmigo? ¿Por qué no me avisaron?
—Para mis padres el accidente de mi hermano fue algo muy duro, ellos lo trajeron a Estados Unidos esperando que se recuperara, yo me hice cargo de los negocios, todos tratamos de olvidar ese terrible momento.
Teresa en ese insta
Queridos lectores les dejo estos dos capítulos, bastante emotivos con el reencuentro de Tere y Alex, y el momento que Alba por fin conoció a su papá. ¿Qué les pareció? dejen sus comentarios. Ya llegamos al momento final, entre el domingo o el lunes a más tardar esta historia finaliza. Gracias por acompañarme. Espero puedan pasar a leer mis otros libros.
Manizales- ColombiaDías después.Joaquín Duque aquel mediodía volvió a ver la luz del sol, y respiró aire libre. Al haberlo tenido incomunicado no supo que su esposa estaba al tanto de su sacrificio. Su padre apareció y lo estrechó en fuerte abrazo.—Bienvenido, mijo —habló Miguel con la voz entrecortada.—Gracias papá —respondió el joven Duque con un dejo de tristeza en el tono de su voz.—¿Atraparon a los culpables? —cuestionó presionando sus dientes.—Los dirigentes del partido huyeron, como siempre —explicó con seriedad—. Los que están en prisión fueron los empleados que se encargaron de colocar la droga en los sacos de café por orden de Martínez y S&aac
New York- Usa. Alba suspiró profundo y caminó hacia el interior de aquel edificio. Con las manos temblorosas tocó el botón del elevador y entró en él. Segundos más tarde se encontró en el piso quince. Cuando salió del ascensor se quedó estática, arrugó el ceño y parpadeó al mirar al elegante y atractivo hombre que abandonaba el apartamento de su amiga Angélica. El caballero pasó por su lado, y ella pudo apreciarlo de mejor manera, notando lo bien parecido que era ese hombre, entonces cuando él se marchó ella tocó el timbre del apartamento. —¿Qué quieres? —gruñó Angélica abriendo la puerta, pensando que Francisco Mondragón había olvidado algo. Alba parpadeó y arrugó el ceño al mirar los ojos enrojecidos y llorosos de su amiga, su cabello alborotado y su ropa ajada. —Ese hombre ¿Te hizo daño? —cuestionó con preocupación
Cuatro meses despuésLa playa de los Frailes en Ecuador, fue el escenario escogido por los novios para unir sus vidas.El verde azulado de las aguas y el manto de arena que cubrían la playa acompañada de la suave brisa del mar escoltaban a los hermosos troncos de caña guadua que formaban un arco frente al océano adornado con una delicada cortina blanca y rosas del mismo color.En medio una mesa con mantel beige, mostrando hermosos adornos florales estaba lista para recibir a los novios. Las sillas acomodadas en filas para los invitados vestían una fina tela blanca con lazos turquesa aparentes al color del agua del mar.Santiago, en la habitación del hotel, no podía realizar el nudo de su corbata, las manos le temblaban, su padre lo ayudó. El novio para aquella ocasión tan importante escogió un traje
Angélica un tanto temerosa se acercó a su amiga, después de aquel altercado en el apartamento de ella, y que en la boda de Joaquín no se hablaron, la joven Zambrano decidió lima asperezas con Alba, por eso asistió a la celebración acompañada de Carlos, su novio. —Felicidades —mencionó y abrazó a su amiga. —Gracias por venir —respondió Alba con nostalgia, entonces miró a Carlos, y él con la seriedad de siempre los felicitó. —Espero verte en mi boda —comentó Angie—, no sabía si enviarte la invitación, por eso te la traje. —Sacó de su bolso y se la entregó. Alba la abrió y enarcó una ceja al darse cuenta de que se llevaría a cabo en un mes. —Haré todo lo posible por estar ahí. —Gracias —respondió Angie. La joven y su novio se retiraron, luego se acercaron los padres de Alba, su tía Graciela, y su prima Mónica para felicit
Meses después. Alba caminaba con la mano en la cintura por el piso de aquel albergue en el cual la acogieron cuando, embarazada de Alex, no tenía en donde dormir. Sonrió con ilusión al momento que las personas que contrató cambiaban los endurecidos y viejos colchones por unos nuevos. —La gente que viene buscando donde dormir te lo agradecerán mucho —comentó la directora del albergue conmovida por aquel gesto. —No puedo olvidar que yo también fui una de esas personas —mencionó liberando un largo suspiro, entonces acarició su prominente vientre con ternura. —¿Cuándo nace tu bebé? —averiguó la mujer. —En tres semanas —respondió Alba esbozando una amplia sonrisa—. Son dos niñas —comentó. —Me da mucho gusto —mencionó la directora. —¿Qué nombre les piensan poner?
Meses antes del epilogo.La hacienda la Momposina volvió a vestirse de gala, decorada con una gran carpa que cubría el escenario donde estaba el altar para los novios rodeado de unas hermosas columnas de rosas rojas. Las sillas habían sido acomodadas en orden. El camino por donde los novios ingresarían al altar estaba cubierto de una alfombra beige con una calle de honor de rosas blancas a sus costados.Carlos ingresó del brazo de Alba quien era la madrina de la boda, mientras caminaban hasta el altar ella en un susurro se dirigió a él.—Espero que hagas feliz a mi amiga.Carlos le sonrió y no dijo nada. Alba se sentó en su lugar a espera que Angélica avanzara del brazo de Santiago quien era el padrino de la boda.Alex caminó con los anillos, acompañado de una
Casi treinta minutos después Joaquín, llegó corriendo a la clínica, agitado, desesperado, ni siquiera le preguntó a Carlos, qué hacía con María Paz, a él lo único que le interesaba era saber si ella estaba bien.—¿Dónde está el doctor Botero? —preguntó angustiado a una enfermera.—Venga conmigo —indicó la joven. Joaquín la siguió por los pasillos, con la respiración agitada iba detrás de la chica, la mujer entró por unas puertas, le indicó a él que esperara, el médico salió al cabo de cinco minutos.—¿Doctor qué está pasando? ¿Cómo se encuentra mi mujer?El ginecólogo ladeó la cabeza, le puso la mano en el hombro al joven.—N
Queridos lectores quiero agradecerles por la acogida a esta humilde historia. A la vez les doy la bienvenida a Serie Romance, que consta por el momento de ocho libros. Como es una serie no es necesario leer en orden, excepto los libros posteriores a Si me ves llorar por ti. Así que los anteriores no tendrán problemas, pero para no confundirlas les voy a dejar aquí el orden de los libros. 1.- Un contrato por amor (Historia de Nick y Ary) Disponible en esta plataforma. 2.- Déjame decir que te amo (Segunda parte de Un contrato por amor, narro la historia de los hijos de los personajes de la 1) Disponible en esta plataforma. 3.- La esposa infiel (Historia de Diana y Rodrigo padres de Santiago) Disponible en esta plataforma. 4.- Cuando seas mía (Historia de Isabella Vidal) por publicarse. 5.- Si me ves llorar por ti (Historia de Alba y Santiago) Finalizado en la plataforma. 6.- Un café para el Duque (Histori