Solo un capítulo nos resta para despedirnos de esta historia y sus personajes... Gracias a todos lo que me acompañaron en este maravilloso viaje, tienen todo mi corazón lleno de agradecimiento!!
Siempre me ha parecido tan desagradable el ambiente tétrico que se percibe en los cementerios; el aire es más denso, un tanto asfixiante, quizás por eso a las personas poco les agrada venir a visitar a sus muertos. Por eso, darle un poco de alegría a este lugar y a todas esas tumbas olvidadas, me pareció una idea grandiosa, ¿qué mejor lugar para las flores que un cementerio?—Me parece que este es el lugar estupendo para todas esas flores, ¿no crees? —Miro con mucho entusiasmo el rostro horrorizado de Úrsula.Sonrió con descaro en su contra, es gracioso verla contrariada.—Pues yo creo que lo de la floristería habría sido más provechoso —dice agitando su mano en el aire con desenfado; da un último vistazo al furgón de donde los trabajadores del cementerio han sacado todas las flores que pedí traer de la mansión para dejárselas a los muertos—. Unas flores tan bonitas no merecen un final así.Resoplo y me coloco mis gafas de sol. Hoy el cielo está más despejado que nunca; ya casi estamo
Cuando era niña recurrentemente me preguntaba ¿Qué había después del vivieron felices para siempre? Cada vez que miraba una película de Disney, imaginaba que mamá y papá eran los príncipes y que luego de su gran boba en el castillo, nuestra vida juntos como una familia era su felices para siempre. Hasta que mis pensamientos infantiles y tontos quedaron aplastados por la cruda realidad. La muerte de Akram se llevó mi inocencia y desde ese momento comenzó mi calvario, comencé a creer que Disney era cruel por mostrar a los niños un mundo que no era real, un mundo fácil de vivir, un mundo donde todo era posible. La vida real no es así y jamás lo seria.Durante mi adolescencia sufrí una especie de recelo hacia los chicos y el amor. Odiaba que me coquetearon o me invitaran a una cita, detestaba la idea del romanticismos porque si el amor implicaba sufrir como lo hacían mi mamá con la muerte de papá y Nina por culpa de Jared, entonces yo no quería sumarle más penas a mi corazón. Pero luego s
“Pasajeros con destino a Londres, por favor abordar por la puerta número siete, repito, deben abordar por la puerta siete.” La misma frase se ha repetido unas cincos veces por los altavoces del aeropuerto mientras las pantallas con los itinerarios de vuelo siguen cambiando con mucha rapidez; aquí los horarios son exactos, no se admiten retrasos. Veo la hora una vez más en la pantalla de mi celular, son casi las diez de la mañana y Mike aun no aparece; y ya no creo que lo haga. Quedamos de vernos aquí a las ocho para no tener retrasos con el checkin, pero él nunca llego y por más que marco a su teléfono la llamada se va directo a buzón. Maldición. Cuando recibí la invitación para ser parte del jurado en una competición de la academia de patinaje donde trabaje en Londres, me sentí tan emocionada porque al fin me tomaban en cuenta no por mi belleza o por mi dinero, sino por mis aptitudes, por mi capacidad. Fue muy poco el tiempo que estuve con ellos, pero me esforcé en dar lo mejor de
Oscuridad.Es lo que en su mayor parte nos rodea, aunado por el tenue brillo de las pocas estrellas en el cielo nocturno; no hay luna esta noche, es novilunio o mejor dicho, es luna nueva.Creo que en algún momento de mi vida sentí miedo de la oscuridad, cuando era solo una niña de quizás nueve años, no lo sé bien. Lo que si sé, es que en ese entonces mi temor a la oscuridad era tan real y palpable que me dejaba sin aire, llorando y suplicando porque no me dejaran sola.—Agatha, necesito que digas algo —le escuche hablar entre los murmullos que producía el viento nocturno agitando la falda de mi vestido y mi cabellera rubia; baje mi cabeza cuando sentí que las lágrimas eran más que yo misma y comenzaron a descender cuesta abajo por mis mejillas. Sabía que él no notaria mi llanto en la oscuridad pero igual me mantuve en silencio porque el quebranto en mi voz pod
Muchas mujeres pasan gran parte de su vida soñando con encontrar el amor de su vida, casarse y vivir felices por siempre; y no digo todas, porque hoy en día son tan pocas las mujeres que fantasean con la idea de encontrar un príncipe azul.Obviamente yo me incluyo en ese no tan reducido grupo.Y es que, me canse de la idealización barata que por años nos vendieron las historias de las princesas Disney. Y debo agregar, con total responsabilidad… ¡¿qué carajos con enamorarse de alguien a quien apenas conoces?!¿Dónde coño estaban los principios de moral de esos escritores?¿Acaso no tenían hijas?Por fortuna, actualmente la sociedad ha transformado sus pensamientos e ideologías. Hoy existe lo que muchos llaman la liberación femenina; aunque ya existía desde años atrás, solo que hoy en día se respeta mucho má
Me negaba a abrir los ojos, no quería verle, me sentía muerta de vergüenza.—Puedes abrir los ojos, princesita, no voy a comerte —le escuche decir demasiado cerca de mí―. No soy un lobo feroz.Con algo de nervios entreabrí uno de mis ojos y me sobresalte al ver su rostro pegado del mío; cerré una vez más los ojos y lo empuje lejos de mí y para cuando abrí los ojos una vez más el borrón que había visto la primera vez tomo la forma de un hombre demasiado atractivo como para ser real, tenía que ser un ángel caído desde el mismísimo cielo.Creo que morí y reviví en un lugar mejor, muchísimo mejor.— ¡Hey, me escuchas! —dijo chasqueando los dedos frente a mis ojos.Parpadee varias veces tratando de salir del trance que me genero la primera impresión de este hombre.Y c
Al entrar al salón alce mi rostro con determinación y comencé a caminar como si estuviera en una de las mejores pasarelas del mundo.― ¡Yo me opongo a esta boda, padre! ―afirme de nuevo con voz fría y calculada.Jair al reconocerme no se lo podía creer, me miro con cara de "¿qué demonios?". Yo sólo le sonreí y con paso firme seguí avanzando hacia el altar bajo la mirada curiosa de todos los presentes; no había periodistas en el salón pero seguro gran parte de los invitados ya me había reconocido.Soy una figura pública y el apellido de mi familia no es fácil de ignorar; así que plasme la mejor de mis sonrisas al estar a pocos pasos del altar.La novia, una chica menuda y con cara aniñada, tenía la expresión en el rostro de asombro total; quizás su inocencia no le dejaba asimilar lo que estaba sucediendo. No pued
— ¿Qué, que es? —cuestiono tomándome por los hombros. Le pase el bouquet que contenía mi celular mientras deshacía el moño que había mantenido sujeta mi melena castaña sobre mi cabeza. —Alguien está esperando por mí en la calle detrás de este hotel —le conté no muy convencida. Arrugo el entrecejo. — ¿Cómo que alguien? —inquirió confundida—. ¿Acaso alguien más sabia de esto, Gigi? Negué mirando por un costado que nadie estuviera acechándonos. —Claro que no, Nina —murmure, logrando que ella se sintiera más confundida que antes—. Es algo difícil de explicar, sí. Solo confía en mí, ¿puedes? Resoplo. —Creo que es lo que siempre hago, ¿no? —respondió cruzándose de brazos. De pronto un sonido proveniente del pequeño ramo de rosas que Nina sostenía en su mano derecha, comenzó a resonar por todo el lugar, como una señal de mal augurio; ambas nos miramos a los ojos presintiendo de lo que se trataba. En un acto de