Con el paso del tiempo, los Montero lograron acumular una considerable red de contactos y riqueza. Eventualmente, se abrieron paso hacia la alta sociedad, comenzaron negocios públicos legítimos, y la gente gradualmente olvidó su pasado.

Observando los gestos seductores de Lucía, era evidente que las técnicas heredadas de los antepasados de los Montero seguían en uso. Lo que no se sabía era hasta qué punto se había infiltrado la red de conexiones de los Montero.

Sin embargo, Matías no estaba dispuesto ni le interesaba utilizar a las mujeres para obtener beneficios.

Lucía, al ver que él no respondía, no podía adivinar sus pensamientos.

El tiempo pasaba, y Lucía comenzaba a impacientarse, pues no le quedaba mucho tiempo.

Fingiendo calma, dijo:

— Señor Guzmán, si las condiciones que propongo no son adecuadas, podemos negociarlas mejor. Solo así podremos lograr una situación beneficiosa para ambos.

Matías chasqueó la lengua, y dijo con un tono ligeramente burlón:

— Me temo mucho que la seño