Tras decir esto, Natalia se marchó sin ningún remordimiento.

Javier observó su silueta alejándose, sintiendo el peso del anillo en su mano.

Quizás ni siquiera el propio Javier sabía si Natalia ocupaba algún lugar en su corazón.

Después de que Natalia se fuera, Javier permaneció solo en la oficina durante mucho tiempo. No fue hasta que las primeras luces de neón de la noche se encendieron que finalmente se levantó para irse.

Al día siguiente, comenzó inmediatamente a investigar el asunto de Catalina. Aunque los resultados lo sorprendieron, se los comunicó a Matías de inmediato.

Sin embargo, por el tono de Matías, parecía que ya conocía los orígenes de Catalina antes que él.

Era comprensible, después de todo, Catalina había sido su prometida, y era natural que Matías se preocupara entonces por ella.

Era una lástima que resultara ser una impostora, pero afortunadamente habían roto el compromiso. De lo contrario, como él mismo había dicho, si se hubieran casado y luego se hubiera descubier