Doce cheques, una deuda millonaria y un reencuentro doloroso. Emma Walker tendrá que vivir un infierno para volver a tener su vida pero, ¿querrá Emma volver después de todo eso?
Leer más10El odio12 de agosto de 2020HunterEs fácil darse cuenta cuando no tomas la decisión correcta.Pero, yo tengo un comodín adicional: Emma.Hace dos días, pude haber intentado hacer las pases con ella, aunque tuviera que recurrir a las mentiras.Sin embargo, no lo hice.Sí, no dije toda la verdad, pero tampoco fui un mentiroso, solo obvié cosas que quizás eran muy, muy, muy importantes.Por esa razón, ahora estoy esperando fuera del hospital hasta que baje con Charlie, pues no quiso verme. Mejor dicho, no ha querido verme desde entonces.Observó otra vez la entrada del hospital y suspiro cuando la veo salir con Charlie sosteniéndola de un brazo.Debo admitir, que estoy sumamente feliz de haber elegido a Charlie como su guardaespaldas-chófer-amigo. Principalmente por lo sucedido con su familia y por la falta de una figura masculina en la vida de Emma. Ellos se hacen bien mutuamente.Cuándo Emma cruza la mirada con la mía, su expresión cambia y le susurra algo a Charlie que se detiene
9La explicación - IEmma—Doctor, ¿puedo irme a casa hoy? —Fue lo primero que pregunte.Un hombre moreno, con una bata blanca y expresión cansada me miró a través de sus lentes.—No, señorita Walker —paso el dedo por una tablet que sostenía—. Usted está muy débil y aunque se niegue en aceptarlo, es más que obvio. A parte, necesita hidratarse y descansar, mañana pasaré a revisarla y le diré cuando puede irse.Suspire. Odiaba los hospitales por esta razón. Los doctores creen que todos tenemos el tiempo para estar hospitalizados.—Entonces —empezo Hunter—, ¿puede recibir noticias fuertes?—No creo que tenga problemas con eso —el doctor me miró—. A menos que quieras decirme cómo te sientes en realidad...—Estoy bien —le dije.—Bien, las enfermeras estarán al pendiente de tu suero y pronto te traerán la cena —guardo la tablet en su bata y se despidió de Hunter con un apretón de manos—. Nos vemos luego, señor Ryddle.—Gracias por todo, doctor Lynn.El doctor salió de la habitación dejándom
8El italiano10 de agosto 2020Emma—Em, envíame fotos tuyas en traje de baño —casi escupo el jugo que estaba por tomar.—¿Qué dices, Ray? Sabes que no utilizo esas cosas —me rio un poco limpiando las gotas de jugó en mi camisa.—Pero esa es la cuestión, llevas doce días en Acapulco y aún no me envías la primera foto, no se vale —lo imagino haciendo uno de sus pucheros, ese que me hacía comprarle la malteada de chocolate.Doce días...Hace doce días que estoy en Londres y no en Acapulco. Hace doce días que descubrí que mi mejor amigo, el que creí muerto, está vivo y es millonario. Hace doce días que intento ignorar todo lo que ocurre a mi alrededor.—Te las enviaré luego, Ray —escucho como suspira—. Tengo que colgar, te llamaré luego.—Que disfrutes a los salvavidas mexicanos, hermanita —corta la llamada antes de siquiera poder procesar lo que dice.Sonrió por su comentario.Extraño mucho a Ray. Él es como mi mejor amigo y desde que se fue a la universidad, siento un vacío dentro de
Después de unos minutos en auto, llegamos a un edificio. Las personas transitan por el lugar como si nada, entrando y saliendo, o entablando una conversación a unos metros de la entrada.Me sorprendo y mucho. Pensé que el lugar donde trabajaría Hunter sería algo más tranquilo, donde solo personas exclusivas entrarían, pero me equivoqué.—Tenemos una reunión con el señor Ryddle dentro de cinco minutos —Travis abre la puerta del auto.—¿Puedo saber para qué es la reunión? —Interrogo.—La reunión es para que usted vaya adentrándose a todo este mundo —es lo único que dice.No respondo, solo lo sigo hasta la entrada. Se detiene y sostiene la puerta para mi.Me he dado cuenta, que a pesar de estar aquí casi que contra mi voluntad, las personas a mi alrededor me tratan bien. O sea, no es que son mis mejores amigos y todo eso, pero, por lo menos son educados y me tratan con respeto.—Gracias —le digo cuando paso por su lado.Llegamos a un recibidor atestado de personas. Podría decir que es ag
7El trabajo04 de agosto 2020Emma«¿Qué es exactamente lo que hago aquí?». La pregunta da vueltas en mi cabeza desde que estoy en Londres.Luego de ese extraño reencuentro con Hunter, busque el lugar donde habían puesto mis cosas. Entre en una habitación muy amplia, con un ventanal de vidrio enorme, una cama king size con sábanas blancas, una cómoda, un escritorio, las paredes adornadas con afiches de mis bandas favoritas... ¿Cómo diablos sabe todo esto Hunter?Lo peor de todo no fue eso, lo peor de todo es que no me sentí rara estando aquí. Sentí comodidad de estar en este lugar y eso me enfureció.Sentí que estaba haciéndome a la idea de vivir aquí, sentí que estaba traicionando me a mi misma, a mi dignidad y no pude más. Destruí todo: los afiches en las paredes, las lámparas de colores en las cuatro esquinas de la habitación, tire todo lo que estaba en la comoda frente a la cama, rompí la laptop y todo lo que había en mi escritorio, y llore.Llore mucho.Después de un par de min
Las razones Hunter—¿Qué diablos haces aquí, Hunter? —Emma intenta contener las lágrimas—. Cuando dijiste que regresabas a casa con tu madre, un auto te atropello y moriste, ¿por qué demonios estás vivo?Ver sus lágrimas me hace sentir como una m****a.—No morí, Em —intento acercarme pero ella da dos pasos lejos de mí—. Escucha por favor, tengo mis razones.—¿Cuáles son? —Se pone a la defensiva. Veo como levanta sus muros de defensa y me aleja cada vez más de ella—. ¿Dirás qué tenías que hacerlo para alejarte de nosotros? ¿Para alejarte de los vagabundos inmundos con los que vivias?Al escuchar eso, siento como si mi corazón se partiera, pero no lo demuestro.—No es así, Emma —le explicó—. Los matones que querían encontrar a mi madre estaban buscándome. Cuándo decidí volver a casa y buscarla para que me sacara de ese lío, encontré un cuerpo a un lado de la carretera, era un chico como de mi edad, lo habían atropellado y tenía el rostro desfigurado —suspire—, tomé su identificación y l
30 de julio de 2020Miro la foto que Travis acaba de enviarme.No puede ser, justo hoy.Salgo de mi escritorio y corro hasta al ascensor. Marco el primer piso y espero.En cuando las puertas de metal se abren, corro hasta la camioneta negra que me espera en la entrada de mi edificio. Subo y le pido al hombre que conduce que lo haga rápido.Y obedece.Toma todos los atajos posibles hasta las construcciones abandonadas en las afueras.Llegamos veinte minutos después, y siento como mi sangre hierve en mi venas.Bajo antes de que el auto se detenga completamente y entro a la casa a medio caer donde Travis, Damián y Dalilah me esperan.—¿Qué haces tú aquí? —Miro a Dalilah. Es la copia exacta de Damián, pero con el cabello castaño, largo hasta las caderas y con maquillaje.—Estoy muy bien, hermanito, gracias por interesarte en mi bienestar, te quiero mucho —voltea los ojos—. Termine antes mi expedici
Después de unos treinta minutos en la carretera, llegó al restaurant acordado.Le doy las llaves del auto al encargado, y camino a la entrada.—¡Hunter, cariño! —Una voz chillona grita desde algún lado. No busco quién o qué lo emite, continuo caminando sin prestar atención—. ¡No me ignores, Hunter!Alguien me toma del brazo. Siento unas uñas enterrarse en mi antebrazo izquierdo, y casi quiero golpear a la persona que me detiene.—Cariño —volteo a ver a Kyra—, te espere en casa, ¿por qué no fuiste a dormir?—Déjame en paz, Kyra —intento sonar amable, pero falló—. Tengo mi casa, no tengo porque dormir contigo.Su cara se desfigura por la rabia contenida, pero rápidamente vuelve a su sonrisa hipócrita.—Bebé —afloja su agarre y acaricia el lugar donde había clavado sus uñas segundos antes—, me necesitas, así que ve esta noche a mi apartamento. Olvidaré todo esto.—¿Todo esto? —Casi me rio en su cara—. Todo esto se
5El reencuentroLondres, 28 de julio 2020Hunter—Soy Hunter, jefe de todo esto. Yo digo quién vive en mi edificio y quién no —los jefes de Rusia, Alemania y Japón me miran a través de la pantalla, sus caras están sombreadas por una frustración silenciosa.—Que no se le suba a la cabeza, joven Hunter —Allister, el jefe de Alemania, sisea entre dientes—. Recuerda que el poder mal administrado, destruye vidas.—Gracias a mi padre por hacerme un buen administrador —le sonrió con suficiencia—. Espero tengan un buen día, hasta la próxima reunión.Y con eso finalice la videoconferencia.No entiendo por qué si soy el socio mayoritario aún tengo que rendirle cuentas a viejos que no tienen tanto que ver en la empresa como yo.Hace un año, cuando decidí enviar el primer cheque, tuve que hacer una gran reunión y pedir el permiso de todos. La mayoría se rehusó, y aunque dije que sería mi dinero, ellos insistieron en que derrochar mi patrimonio de esa ma