Señor Baker: mas allá de la venganza
Señor Baker: mas allá de la venganza
Por: Taylor Snow
Episodio 1 . El hombre perfecto

«Apunta directo en la cabeza, Austin. Ningún otro punto es más letal que este». Se dice el hombre en pensamientos con mucha determinación.

Concentrado en sus objetivos se pone en posición, disparando a los seis polígonos de tiro que tenía a siete metros de distancia de él. Durante cada disparo, Austin suplantaba esas figuras de papel por los rostros de las personas que él deseaba eliminar. Al terminar con sus objetivos, el hombre aún seguía en su posición con sus brazos extendidos, y sus dos manos sujetando la pistola, mientras su mente se encargaba de mostrarle recuerdos que él jamás en su vida podría olvidar.

«Él, escondido en el closet observaba con sus ojos muy abiertos e inundados en lágrimas, como su padre era brutalmente asesinado. El cuerpo del muchacho se encontraba entumecido por el miedo, apenas y podía mover un músculo, ni siquiera podía hablar. Su moribundo padre tenía el rostro irreconocible por la golpiza que le habían dado; se encontraba tirado en el suelo bajo un charco de su propia sangre, mientras un hombre con el rostro cubierto lo acuchillaba sin descanso. Aquella repugnante escena era digna para película de terror, y él sintiéndose un inútil no podía hacer nada para ayudarlo; hasta que justo en ese mismo instante, traen a su hermana para acabar con su vida de la misma forma horrenda, como lo hacían con su padre. “¡Levántate, haz algo!” se decía el joven en pensamientos, sintiendo que era un prisionero de su propio cuerpo, al mismo tiempo que veía en primera fila, como la siguiente en morir seria su hermana menor…»

—¡Señor Collins, esos tiros estuvieron excelentes!, es todo un profesional —alaga su instructor, mientras que su asistente ya se encargaba de cambiar los polígonos de tiro, por unos nuevos.

Esas palabras logran sacar a Austin de sus pensamientos, es por eso que de nuevo en el presente, él hace caso omiso a los halagos recibidos, solamente para dedicarse a cargar una vez más su arma de fuego.

—Si no tuviera que encargarme de mis negocios, me dedicaría esto a tiempo completo —comenta el hombre volviéndose a poner en posición, para disparar nuevamente.

—Sería el mejor sin duda alguna. Usted es bueno en todo lo que hace, señor —alaga en esta ocasión su secretario, mientras se pone a un lado de él para verlo disparar.

Austin Collins a sus 33 años ya podía decir abiertamente que tenía todo lo que cualquier persona en la faz de la tierra pudiera desear, en lo referente a lo material claro está. A la edad de 20 años creó su primera aplicación que consistía en hacer pagos en línea, y esta diez años después, se convirtió en la red de pagos más importantes del mundo, al igual que las distintas aplicaciones de redes sociales, de las cuales él era el fundador, sumando además, sus otras empresas en la industria automovilística, y en el área de inteligencia artificial, lograron convertirlo en el primer billonario más joven del mundo, porque a sus 30 años, ya se encontraba posicionado en todas sus áreas.

Sin embargo, su riqueza no era ni la punta del iceberg, de lo que realmente deseaba obtener, más bien era un requisito más, un medio de transporte que lo llevaría a donde realmente quería ir, y no era más que al camino de la venganza, la cual consideraba tan importante el respirar. Porque a pesar de lo que ya se mencionó anteriormente, con respecto a que él lo tenía todo, Austin todavía sentía que no tenía absolutamente nada, hasta que consiguiera lo que durante tantos años él más anhelaba, que era tomar venganza por las personas que contribuyeron en hacer la mayor parte de su vida un completo infierno, en el momento que, por culpa de algo tan estúpido como el dinero, y la ambición, le arrebataron todo lo que una vez fue.

Y ahora bien, regresando al punto de partida, Austin sintió que ya era momento de culminar su entrenamiento, es por eso que se quitó los lentes de protección al igual que los audífonos, mientras le entregaba el arma a su secretario, y se despedía del instructor de tiro. En el lugar donde se encontraban era un campo abierto en su propia mansión, que él designó para ese fin,  y quedaba tan lejos de la casa principal que debían transportarse en un auto de golf para hacerlo más rápido, como en ese momento que Austin entró al auto, mientras su secretario conducía por él. Durante el camino el hombre comenzó a revisar su teléfono celular, viendo todos los mensajes que habían llegado, y sin más comenzó a responder los más importantes, pensando que hoy era un día muy especial.

«Hoy finalmente comienza todo. El tiempo se ha cumplido». Se dice Austin en pensamientos, con una pequeña sonrisa en sus labios.

—Señor Austin ya todo está listo para la fiesta de mañana en la noche con Lewis Motors. Vendrán los medios de comunicación más importantes del país justamente como usted ordenó, para que el evento sea televisado, también estará la prensa internacional, todos quieren ver la unión de las dos empresas. El evento comenzará a las 21 horas—comenta su secretario llamado Daniel.

—Bien —responde Austin, concentrado en su celular.

—Además, a las 13 horas será el almuerzo con los accionistas chinos. Reservé todo el restaurante para que tuvieran la privacidad que necesiten durante tres horas, porque a las 17 horas tendrá la firma de contrato con Lewis Motors, sumándole la presentación del auto modelo Fénix 2025, señor—responde el secretario mientras conducía.

—Entiendo —dice Austin, mientras se acomoda en su asiento, cerrando sus ojos para descansar un par de minutos.

Sin embargo sus planes se vieron afectados cuando de inmediato horribles recuerdos invadieron su mente.

«Su padre y su hermana se encontraban tirados bajo un espeso charco de sangre, sus ojos continuaban abiertos, es por eso que él arrastrándose como podía se acercó a ellos, cerrando los ojos de su hermana, y luego siguió con los de su padre, mientras las lágrimas no dejaban de salir de sus ojos. De esa forma el muchacho envuelto en un dolor indescriptible, abrazó los cadáveres de la única familia que le quedaba, pensando en la razón de ¿Por qué él seguía con vida?»

De forma cansada, Austin abrió sus ojos luego de ver esa dolorosa escena en su mente, la cual era una de muchas que se habían encargado de torturarle durante veinte años, cada vez que deseaba conciliar el sueño. Es por esa razón que el hombre en secreto de todos, tenía terribles problemas para dormir,  a causa de todas las pesadillas y recuerdos sobre la muerte de su padre y su hermana, es por ese motivo que en ocasiones cuando se encontraba en el punto más alto del cansancio, recurría a somníferos para poder descansar, porque de lo contrario ya hubiese perdido la cordura hace mucho tiempo.

«Ahora no es momento de descansar, podré dormir plácidamente cuando mis planes estén consumados». Piensa Austin nuevamente abriendo sus ojos, observando el verde panorama que recorrían de forma aburrida.

Minutos después cuando llegaron a su mansión, el hombre le dio órdenes a una de sus sirvientas que le prepararan el desayuno mientras él iba a su habitación para asear su cuerpo. Así pues, cuando salió del baño, otra de sus sirvientas ya le tenía preparado sobre su cama la vestimenta que él usaría ese día, esta consistía en un traje azul marino a su medida, con una corbata azul cielo, y una camisa blanca de fondo, acompañados con unos lustrosos zapatos negros. Cuando ya estaba casi listo, Austin peinó perfectamente su cabello rubio hacia atrás, y luego fue hacia el área donde tenía toda su colección de relojes de diseñador, para ponerse el que mas hiciera juego con su distinguido atuendo.

Horas más tarde

El elegante hombre iba en su auto muy enfocado en su Tablet, respondiendo los mensajes que tenía pendientes en su correo electrónico. Su secretario iba en el puesto delantero al lado de su chofer, entre tanto Austin en el puesto trasero, de vez en cuando veía el paisaje que se asomaba desde la ventana, notando que había comenzado a llover muy fuerte, su secretario desde el espejo retrovisor del auto, pudo darse cuenta como su jefe observaba la lluvia con un pequeño gesto de fastidio, es por eso que él rápidamente se apresuró a decir:

—Señor Austin, cuando lleguemos a su edificio espere que yo salga primero con el paraguas. Porque de lo contrario puede mojarse con la lluvia. Según el pronóstico del clima, decía que iba a caer una tormenta, así que vine preparado —comenta el secretario, a lo que Austin responde:

—Okey —dice el rubio, sin hacer contacto visual con nadie.

El secretario llamado Daniel se voltea para ver a su jefe, dándose cuenta que hoy se había afeitado la barba, ese pequeño detalle le llamó la atención, porque significaba que el señor deseaba lucir mejor que nunca ese día. Por otra parte Austin ni siquiera se toma el tiempo para ver a su secretario, porque él aún seguía enfocado en la agenda que debía cumplir al llegar a su oficina. Es por eso que, de inmediato él ve la hora en su reloj de muñeca, dándose cuenta que iban algo retardados, porque aunque él era el CEO nunca le había gustado ser impuntual, por esa razón el rubio le pidió a su chofer que acelerara y como era de esperarse, el hombre obedeció las ordenes, sin saber que debido a esto el agua que levantó el auto que iba a una velocidad considerable, logró salpicar por completo a una joven que iba al lado de ellos, en el área donde transitaban las bicicletas.

La joven afectada, cargaba un impermeable amarillo que no logró impedir que su pantalón y parte de su ropa, se mancharan de agua de lluvia contaminada, es por eso que ella sintiéndose muy molesta, pedaleó lo más rápido que pudo para alcanzar a ese auto y reclamarle su agravio, contando con la buena suerte que el semáforo se puso en rojo. Cuando logró alcanzarlos, la joven envuelta en rabia se colocó frente al automóvil, y comenzó a golpear el vidrio de la ventanilla para que lo bajaran, justamente donde se encontraba Austin, el cual se sorprendió bastante cuando vio a esa mujer empapada, golpeando el vidrio de la ventanilla con tanta insistencia.

Él no esperó demasiado para bajar la ventanilla, viendo a la mujer con mayor detalle. Fue fácil definir su rostro, la joven tenía rasgos asiáticos, su cara era pequeña y sus labios eran carnosos, a simple vista parecía ser una chica agraciada físicamente. No obstante, eso no quitaba el hecho que el rubio la viera con desagrado. Por otra parte, cuando la chica estuvo a punto de reclamarle a ese hombre de expresión austera y engreída, la luz del semáforo cambió a verde y ella una vez más volvió a ser salpicada de agua, mientras el auto ya se perdía en el camino.

—¡Hey! ¡No se saldrán con la suya! —grita la chica pedaleando lo más rápido que puede, sin embargo, no logra alcanzarlos.

¡Estúpido engreído, espero no volverlo a ver nunca más! —grita la joven, sin saber que el destino le tenía preparado todo lo contrario.

Capítulos gratis disponibles en la App >
capítulo anteriorcapítulo siguiente

Capítulos relacionados

Último capítulo