Ashley entró por la puerta trasera del hotel pasando completamente desapercibida, porque los trabajadores que la dejaron entrar supieron de inmediato con tan solo verla, que ella era una invitada del evento que se realizaba en el salón de fiestas del hotel. Es por eso que la joven sin perder tiempo se dirigió a ese lugar, viendo todo a su alrededor, y observando como su padre en ese mismo instante se encontraba hablando con un canal de televisión, acerca de quién sabe qué, y ella que no deseaba salir en ningún medio de comunicación, simplemente comenzó a caminar por ahí para ver todo lo que exponían en esa fiesta, que parecía mas que todo una exhibición de tecnología, porque habían muchos inventos y artefactos modernos que a la joven le llamaron un poco la atención, incluido el modelo a tamaño real, del auto que su padre sacaría al mercado en algún momento que Ashley desconocía.
—Es un lindo auto, venderá bien —murmura la joven mientras rodea tranquilamente, el modelo en tamaño real del Fénix 2025.
Así mismo, pasa el tiempo y Ashley observa a lo lejos que ya su padre se encontraba alejado de la prensa y fotógrafos, es por eso que ella decide acercarse a él para cumplir por la parte del trato, sin embargo la joven se detiene abruptamente, cuando observa como su progenitor besaba y abrazaba a su esposa, al igual que su hijastro Kurt, un joven que ni siquiera era su hijo verdadero. Ella comprendía que todo era una fachada para fingir que él tenía una familia feliz ante los medios de comunicación, sin embargo la pelinegra no podía evitar sentir algo de tristeza y envidia, porque ella sabía que cuando su madre estaba con vida, su padre ni siquiera se tomaba la molestia de fingir de esa manera.
«Si tanto detestabas a mi madre, ¿por qué te casaste con ella?, además es obvio que no me quieres, deberías dejarme en paz de una vez por todas »piensa Ashley con el ceño fruncido.
No lo podía evitar, pero Ashley sentía molestia por la forma en la que actuaba su padre, sin mencionar que ese evento lo encontraba demasiado aburrido, es por eso que la joven cogió una copa de champagne que uno de los meseros traía, mientras buscaba con la mirada un lugar para sentarse, para disfrutar de su bebida alcohólica con mayor comodidad, al mismo tiempo que sacaba su celular, para comenzar a buscar apartamentos decentes y baratos en renta, y otro trabajo.
«No me quedaré en esa casa por mucho tiempo »piensa la orgullosa joven, sabiendo que no deseaba pedirle un centavo a su padre, y tampoco quedarse en esa mansión que no consideraba su hogar.
—Necesito tomar aire fresco. Saldré de aquí —susurra Ashley levantándose de su asiento.
De esa manera, la joven sale del salón de fiestas caminando hacia el lobby del hotel, pensando que no seria mala idea pasearse por la terraza principal de ese lujoso lugar, y así relajarse un poco. Es por esa razón que Ashley va hacia el elevador, y al entrar marca el ultimo piso que la dirigía hacia donde ella quería ir.
«Debe estar solo, escuché de un trabajador que alquilaron todo el hotel para este evento, es perfecto »piensa la muchacha con una mínima sonrisa, viendo como los números que marcaban en el elevador, le decían que estaba subiendo rápidamente.
***
Austin se encontraba sentado solo en una mesa, su secretario Daniel estaba atendiendo unos asuntos, mientras que él en ese momento se sentía aburrido, asqueado, asfixiado y hasta incluso molesto, por tener que soportar todo ese tiempo al lado de Brandon Lewis. Sin embargo, tenía que ser fuerte y acostumbrarse, porque para cumplir su venganza debía convivir más tiempo con ese infeliz para que él le tomara confianza, y en el momento que menos se lo esperara, el rubio le quitaría absolutamente todo lo que construyó a base de la idea que le robó a su padre, junto con su vida. En eso, mientras el acaudalado hombre tenía esos pensamientos, bebía lentamente un vaso de whisky hasta que sin que él se lo esperara, se sienta frente a él, la persona que menos deseaba ver: el asesino de su padre y su hermana.
—¿Qué haces aquí tan solo, Austin? ¿Ya te cansaste de tu propia celebración? —comenta Brandon, mientras un mesero se acerca para darle un vaso de whisky.
Austin lo mira con una falsa sonrisa diciendo:
—Estoy algo cansado si es verdad, pero jamás de mi propia celebración. Nuestra asociación está siendo todo un éxito ¿No has revisado nuestras acciones?, van subido considerablemente después que todo mundo se enteró de nuestra unión. IA Corp., y Lewis Motors son las empresas mas rentables a nivel mundial en ese mismo instante—comenta Austin extendiendo su vaso de whisky, para chocarlo con el de Brandon.
De esa forma, ambos hacen un rápido brindis, para después continuar bebiendo mientras el rubio no le quitaba la mirada de encima a Brandon.
—Tienes una linda familia —comenta Austin de repente, mientras bebe un sorbo de su bebida alcohólica.
—Gracias, eso me dicen todo el tiempo —responde Brandon entre risas.
—¿Pero no me habías dicho que tenias una hija?, me quedé con ganas de conocerla.
—¡Oh! Si, mi hija Ashley. Ella también vino conmigo, pero es algo escurridiza, no le agrada la prensa ni los medios de comunicación, con decirte que ni siquiera tiene redes sociales.
Austin estaba al tanto de eso, porque él en secreto, ya se había encargado de hacer una búsqueda sencilla de la familia de Brandon, sin embargo, nunca había dado con la hija de aquel imbécil. Lo único que si conocía de ella, era que su madre era asiática, y murió hace diez años en extrañas circunstancias. Es por eso que el rubio suponía que la hija de Brandon era mitad asiática, no obstante eso era lo menos que le importaba, porque él nunca se había tomado en serio aquella investigación, porque su mente siempre estuvo como principal objetivo Brandon, y luego como efecto colateral, caería su familia.
—Que interesante, ¿no le gusta estar en el ojo público? Eso resulta casi imposible viniendo de una familia tan poderosa como los Lewis, debe esforzarse mucho para ocultarse —dice Austin entre una risa forzada que Brandon también imita.
—Sabes, me recuerdas a un gran amigo que tuve. Su nombre era Max Baker.
Luego de escuchar esas palabras, Austin entrecierra sus ojos porque esa confesión lo tomó por sorpresa.
«¿Por qué de repente nombró a mi padre?, es imposible que pueda reconocerme, cuando era niño nunca me vio, y además no me parezco físicamente a él »se dice Austin en pensamientos, sin mostrar una pizca de preocupación o sorpresa en su rostro.
—¡Oh! ¿en serio, y dónde esta su amigo Max ahora? —pregunta Austin con una fingida curiosidad.
—Él murió hace unos veinte años atrás. Lastimosamente unos ladrones entraron a su casa y lo asesinaron para robarle sus pertenencias, fue un suceso terrible.
El rubio al escucharlo, se indignó tanto que esconde una de sus manos bajo la mesa, para empuñarla lo mas que puede, porque no logra soportar la ira que siente en ese instante.
«¿Un suceso terrible? ¡¡Tu mataste a mi familia con tus propias manos, y disfrutaste cada segundo, malnacido!! »grita el rubio en pensamientos, mientras hace una expresión de pesar en su rostro.
—Que terrible, mi mas sentido pésame por lo que le sucedió a su amigo ¿Usted lo quería mucho, señor Brandon? —pregunta Austin, mientras le hace una seña a un mesero, para que le traiga otro vaso de whisky.
—Era mi mejor amigo—revela con una expresión triste en su rostro —, sufrí mucho por su muerte, pero debo seguir adelante y desearle lo mejor en la otra vida.
—¿Qué le parece si hacemos un brindis? —pide Austin, cuando tiene su nuevo vaso de whisky.
—¿Y de que será esta vez?
—¡Hagamos un brindis por la vida, mientras estemos aquí, podemos hacer lo que deseamos, el cielo es el límite! —exclama Austin al instante que choca su vaso con el de Brandon, el cual sonríe gustoso por esas palabras.
—Así es, el cielo es el límite…—responde el hombre mayor, viendo con una sonrisa maliciosa al rubio mientras ambos beben de su copa de whisky.
Luego, en ese mismo instante aparece el secretario de Austin diciendo que debía atender algo que se había presentado repentinamente, fue ese el momento perfecto para que el rubio se levantara de esa mesa en la cual se sentía asfixiado, pero en ningún momento lo demostró. Es por eso que con una amable despedida el rubio se levantó siguiendo a su secretario, que en ese instante le explicaba que varios accionistas deseaban comprar la tecnología que vieron de IA Corp., pero aunque Austin deseaba prestarle atención a las palabras que le decía su secretario, él aun continuaba con su mente dispersa, ya que escuchar el nombre de su padre, de la boca del hombre que lo asesinó, lo había dejado algo desconcertado, le resultaba demasiado irreal ver lo psicópata que era Brandon, por la forma como habló de su padre llamándole “mejor amigo”.
«Solo espera un poco, pronto te haré pagar el crimen que cometiste hace veinte años. Te permití crecer económicamente, y que la ley no se hiciera cargo del asesinato, solamente para tener la dicha de destruirte con mis propias manos, en el momento que menos te lo esperes »piensa Austin sin saber que su secretario le estaba hablando.
—¿Señor Austin me está escuchando? —pregunta el secretario, viendo como su jefe parecía estar disperso en sus pensamientos.
—No, no te estaba escuchando —confiesa sin rodeos —, estaba pensando en otra cosa. Encárgate de todo, Daniel. Estoy algo cansado, iré a fumar un cigarro en la terraza, llámame si ocurre algo importante.
***
Ashley se encontraba viendo la hermosa vista que se mostraba en la terraza, sintiéndose algo melancólica porque ella recordaba lo mucho que su madre le encantaba ver los paisajes citadinos, alegando que los encontraba mas “románticos” que cualquier otro. Ese pensamiento ella nunca lo compartió, pero en ese instante no podía evitar pensar en esos recuerdos, mentalizándose que si ella llegaba a suicidarse al igual que su madre, lo mas probable era que su padre no le iba a importar en lo absoluto su muerte.—Se sentiría molesto, porque perdería a un objeto valioso; pero no creo que él llore por mi muerte —susurra Ashley de forma deprimida, sentándose en el barandal de esa terraza, solamente por diversión, dejando que sus pies estuvieran colgando en el vacío
Ella no sentía temor por las alturas, y tampoco miedo a la muerte, es por eso que en ese momento cometía aquella imprudencia diciendo:
—Se siente muy bien —susurra Ashley con una pequeña sonrisa muy enfocada en el paisaje nocturno.
Sin embargo, ella no se da cuenta que alguien en la distancia la estuvo observando, y esta persona corre a toda prisa para jalarla con una fuerza increíble hacia atrás, al punto que ambos caen al suelo. La caída de Ashley es amortiguada por esa persona que la jaló de esa forma, y ella cuando se voltea para ver quien es, lo reconoce al instante: era el engreído del auto que le hacia echado agua sucia ayer en la mañana.
—¿Te ibas a suicidar no es así? ¡Acaso te volviste loca! —exclama el hombre cuando la chica se voltea a verlo, y él de inmediato la reconoce —, eres la mujer del impermeable amarillo ¿Qué haces aquí?
De inmediato Austin se levantó del suelo viendo con sorpresa a esa joven, porque se dio cuenta que ella era esa mujer loca que golpeaba el vidrio de su ventanilla ayer. No lo podía creer ¿Qué hacía aquí? Pensaba el hombre, mientras ella lo observaba de pies a cabeza también poniéndose de pie, pensando exactamente lo mismo que el rubio. Ashley, se sentía muy sorprendida y apenada al mismo tiempo, ya que, ella sabía que ese hombre debía estar pensando lo peor de ella. Sin embargo, al comprender eso la chica pelinegra llegó a la conclusión, que no tenía por qué importarle la opinión de un extraño que no iba a ver nunca más en su vida.—Aunque no lo creas, no intenté suicidarme, todo fue un mal entendido. Estaba disfrutando del buen clima, no le tengo miedo a las alturas —explica Ashley prácticamente sin pensar, porque en el
Austin ni siquiera preguntó el nombre de esa chica, porque realmente no le interesaba. Es por esa razón, que él decidió ignorarla por completo hasta que ambos llegaron al elevador, y no les quedó de otra que irse juntos, en un incómodo silencio que la chica interrumpía porque estaba titiritando del frío. El rubio al ver que esa mujer estaba que se moría de hipotermia, decidió ofrecerle su chaqueta en completo silencio, pero Ashley se negó diciendo:—No gracias, estoy bien —miente Ashley que no deseaba nada de ese hombre, el cual no le parecía nada amable a pesar que en ese instante, fingiera serlo.—Como gustes —es lo único que dice Austin, colocándose su chaqueta una vez más.Ashley frunce sus labios porque pensaba que iba haber un poco mas de insistencia por parte de “Erick”, pero él desistió de inmediato a
Dos días después Era lunes por la mañana, cuando Austin se encontraba en la empresa de ensamblaje de Lewis motors, ya que Brandon deseaba que su socio acompañado por su secretario y el resto de su equipo ejecutivo, vieran todo el proceso de fabricación de sus autos, alegando que este mismo proceso sería el que usarían para ensamblar el Fénix 2025 en Japón. Con la única diferencia, que este tendría esa nueva tecnología que IA Corp., le otorgaría. Durante el tour, Brandon explicaba con mucho desenvolvimiento como se le habían ocurrido los diseños de aquellos autos, y como prácticamente de la nada había sacado a flote a su empresa. Mientras Austin escuchaba esa “conmovedora” historia, no podía evitar sentir repulsión, porque él sabía que cada una de las palabras que salían de la boca de ese hombre, eran mentiras. —Es increíble como se le ocurrieron todos estos diseños tan novedosos, señor Brandon, aunque el model
«¿Austin Collins? ¿Erick es realmente el socio de mi padre? »piensa Ashley viendo con sorpresa al alto rubio, pero al igual que él, prefirió actuar como si apenas lo estuviera conociendo. —Mucho gusto, señor Austin, yo… soy Ashley Lewis —susurra la joven sintiéndose completamente avergonzada y apenada. Brandon en ese momento estaba conteniendo la rabia que sentía por la bochornosa escena que su hija había acabado de protagonizar, es por eso que de inmediato se colocó delante de ella para quedar cara a cara con Austin diciéndole: —Disculpa a mi hija, Austin. Es solo que está algo molesta porque decidí ponerle un guardaespaldas, es mi hija adorada y lo único que deseo es protegerla, me comprenderás cuando tengas hijos —dice Brandon para tratar de enmendar la inmadura forma de actuar de su hija. Austin al escucharlo, lo que hace es sonreír mientras le da un par de palmaditas en sus hombros, justamente de la misma forma como Brandon lo había hech
Austin se encontraba sentada al lado de Ashley, es por eso que de vez en cuando se volteaba a verla pensando en la manera de llegar a ella sin que se viera forzado. Su plan consistía en que ella se enamorara perdidamente de él, sería fácil lograrlo porque cuando él se lo proponía y la situación lo ameritaba, Austin se comportaba de forma encantadora, y en este caso en específico era necesario que él desempeñara el rol del hombre perfecto, para robarle el corazón a la hija de Brandon y así, el daño sería peor cuando la destruyera junto a su padre. Entre mas alto la llevara para ver las estrellas, mas fuerte seria la caída. —¿Te gusta la cena? —pregunta Austin en susurros. Ashley se voltea para verlo respondiendo: —No esta nada mal. Aunque debo confesar que no soy fan de la carne asada —responde Ashley mientras picaba un pequeño trozo para comerlo. —Para la próxima, dime tus gustos y prepararé lo que desees—susurra el rubio en esta ocasión picando
Justamente como prometió, Austin se encargó de llevar a Ashley hasta la casa de Brandon. Durante todo el trayecto la joven iba en silencio porque sin que ella lo deseara, se sentía nerviosa por estar junto a ese hombre el cual de la noche a la mañana, comenzó a tratarla de una forma diferente a la que ella conoció desde el principio. Sin embargo, si se ponía a pensar con mayor detalle, la joven prácticamente no conocía a Austin, es por ese motivo que por el momento, él se merecía el beneficio de la duda en cuanto a su drástico cambio de personalidad.«Quizás esta es su verdadera forma de ser, y esa actitud hostil que mostró en esa ocasión en el hotel, no era realmente él. A simple vista luce como una buena persona »piensa Ashley, viendo a Austin conducir de forma serena en el camino.No obstante, la joven asiática no quería
Cuando Ashley salió del café con Austin, tuvo que soltarse de su mano porque el rubio ahora pretendía montarla en su auto. Es por eso que ella de inmediato lo impidió porque no iba a permitir que él hiciera lo que quisiera con ella. —¿Qué te pasa, Austin? ¡No puedes venir a mi trabajo y sacarme así!, además no me montaré en tu lujoso auto ¿Crees que porque eres el famoso billonario y no sé qué más, puedes hacer lo que desees conmigo? «Realmente si puedo hacer lo que desee contigo »piensa Austin, observando la pequeña escena que le estaba haciendo la joven frente a la cafetería. —Discúlpame si mi comportamiento te disgustó, Ashley. No fue mi intensión —se disculpa el rubio, con un fingido tono de voz arrepentido. La joven de cabello negro se cruza de brazos sintiendo que esas disculpas de aquel hombre no eran del todo honestas, pero a pesar de que no le creía, ella decidió aceptar sus palabras solo por el esfuer
—Yo escogeré el lugar donde quiero ir —dice Ashley con una pequeña sonrisa, mientras camina con Austin, pensando que utilizaría esta oportunidad para divertirse un poco. —Me parece bien ¿A dónde quieres ir? —A un parque de diversiones. Hay uno cerca por aquí, pero me da vergüenza ir sola. Pienso que es deprimente —comenta la pelinegra sintiéndose algo avergonzada. Austin se voltea a mirarla, viendo como la muchacha caminaba con su vista enfocada hacia el suelo. Aunque ciertamente no le interesaba en lo más mínimo lo que estuviera pensando, y estar a su lado lo encontraba una tortura, el rubio suspiró y sin más mostró interés preguntando: —¿Por qué vendrías sola? ¿Es que acaso no tienes amigos? Ashley al escuchar su pregunta niega con la cabeza, en esta ocasión Austin si se muestra algo sorprendido. —Solo he tenido un amigo, pero él se fue a estudiar a Inglaterra cuando yo era una adolescente, y desde entonces no he tenido mas con