Blake
—Amigo, te juro que era la chica más guapa que he visto en esta universidad —siguió repitiendo mi amigo Nicolás, o como suelo llamarlo, Nico. Era mi único amigo en la universidad, de hecho lo consideraba como mi mejor amigo.
Lo que tanto parlotea desde que nos encontramos esta tarde, es sobre una chica que conoció el día de ayer.
—Esos ojos —su cara denotaba admiración—. Que ojazos tenía. Tan oscuros como la noche.
Reí ante sus comentarios. —¿Y cómo se llama la chica?
—No tengo idea —lo miro confundido— Hablamos un momento, nos disculpamos por haber chocado. Me parecía que estaba distraída, llegue a pensar que eras tú, tenían ligero parecido en su aura.
—¿Aura? —cuestiono alzando una ceja.
—Sí, esa aura distante, fría, extraña que tú tienes. —me sonríe divertido—. Eras tú pero en mujer, aunque ella era preciosa. Entonces cuando apenas le iba a preguntar su nombre me dijo que tenía que irse.
—Que lastima amigo
Iba a seguir hablando pero entro nuestra última profesora del día de hoy.
—Muy bien jóvenes…
Y como en los últimos días, solo me desconecte.
He estado distraído, y más hoy, pero no era para menos. Mañana oficialmente se cumplen 5 años desde que me separe de Eleanor. Y las pesadillas han sido más fuertes que nunca, así que unas enormes bolsas negras se situaban debajo de mis ojos debido a las noches en velo.
La de esta mañana fue una de las peores. El simple recuerdo me pone tenso, apreté mis manos tan fuerte que sentía como mis nudillos se ponían en blanco.
—Hey —me llamo Nico y le preste atención—. ¿Estás bien?
Note que su mirada estaba clavada en mis nudillos blancos por la presión, así que afloje la fuerza.
—Sí, estoy bien —le di una sonrisa forzada, la cual estoy seguro no me creyó por su mirada pero no siguió insistiendo.
Así paso el resto de la clase.
***
—¿Te apetece ir al bar? —preguntó Nico saliendo de nuestro edificio.
Nos detuvimos por un momento y gire a verlo algo hastiado. —Tú solo quieres que te acompañe porque consigo bebidas gratis por trabajar ahí.
Me miro ofendido y se llevó una mano al pecho, tomando dramatismo.
—Esa acusación me ofende muchísimo —lo mire con la ceja alzada y soltó un bufido de rendición—. Okey, puede ser algo cierto pero eres mi mejor amigo, deberíamos salir a beber algo por ahí y…
Me desconcertó ver que no continuaba, su mirada estaba clava en algo detrás de mí.
—¿Y…? —lo incite a continuar pero seguía mudo. Moví mi mano frente a su rostro—. ¿Nico?
Entonces reacciono y tomándome por sorpresa, me tomo por los hombros y me dio la vuelta.
—Ella. Ella es la chica de los ojazos —señalo con su dedo a una chica que iba caminando unos metros alejados de nosotros dándonos la espalda.
Ya era de noche y no había muy buena iluminación, pero al pasar por debajo de una farola de luz, creí reconocer su silueta, una silueta tan conocida por mí. No otra vez…
Mi mente se desconectó de mi cuerpo, entonces solo comencé a caminar hacia ella. Me aleje de Nico, y podía escuchar que me llamaba, pero hice caso omiso.
Una vez más estaba siguiendo a una chica con la idea banal de que era Eleanor. Esto podría parecer algo acosador pero no podía evitarlo, mis pies se movían solos.
La chica volvió a pasar por debajo de otra farola de luz y no podía creer lo que miraba. Era idéntica a Eleanor de espaldas, lo único diferente era su pelo corto, fuera de eso, nada más.
No quería hacerme ilusiones, aunque sabía que en el fondo ya se habían formado. Entonces pasó una ligera ráfaga de aire y me llego un aroma tan conocido para mí. Eso solo aumento mis sospechas.
M****a, ¿era ella?
Muchas chicas podían usar el mismo perfume pero aun así… ¿existía la posibilidad de que fuera ella?
Acelere mi paso cuando vi que dio vuelta hacia la izquierda por el sendero.
Cuando di vuelta, el conocido sentimiento de decepción apareció cuando ya no la localice por ningún lado. Siempre era lo mismo, seguía a las chicas que parecían ella pero solo las pierdo de vista o no son ella. Después de años me sigo decepcionando que no sea ella. Se volvió en algo inevitable.
—¡Blake! —escuché un grito proveniente de Nico, cuando gire a verlo venia corriendo y se detuvo a mi lado. Recargo las manos en las rodillas recuperando la respiración—. M****a… debería hacer más ejercicio.
Cuando por fin pareció recomponerse, me miró desconcertado.
—¿Qué fue eso?
—Nada.
Nunca he hablado de Eleanor con nadie, y prefiero mantenerlo así.
—¿Qué? Eso no fue nada…
—¿Quieres ir al bar? —pregunte cambiando de tema. Funciono.
—Sí pero creí que tú no…
—Cambie de opinión —pase por su lado esperando que me siguiera y dejara el tema en paz, y así lo hizo.
Hoy era jueves, y no me gusta beber entre semana, no me gusta beber en realidad. Pero después de la nueva decepción, necesitaba un trago, o varios.
Quizás ebrio no tendría pesadillas y enserio deseaba que funcionara, porque la de este día, desde hace 4 años, era la peor.
BlakeCuando abrí los ojos supe dónde estaba al instante al ver una pequeña habitación, con sillones cafesosos, una mesita pequeña en el centro de la sala y un televisor algo maltratado enfrente de esta.Los volví a cerrar con fuerza y pellizcaba mi brazo como un niño para poder despertar, pero no servía de nada.Entonces una fuerza inexplicable, me hizo abrir los ojos de golpe y una escena tan conocida se presentó frente a mí:Eleanor estaba sentada en uno de los viejos sillón de la sala de estar, con su vista fija en un libro. Se veía en paz pero sabía que no duraría mucho.Intente acercarme a ella para sacarla de ahí, sin embargo, no podía moverme. Intente llamarla, pero tampoco tenía voz. Y en ese momento se oyeron unos pasos provenientes de las escaleras.Una vez
EleanorEran las 6:00 p.m. mi hora normal de salida.Mis clases inician a las 7:30 p.m. y terminan hasta las 11:30 de la noche, era agotador tomando en cuenta que al día siguiente tenía que levantarme temprano para tomar el autobús que me deja en la universidad para comenzar mi trabajo, además siempre tengo que estar antes de que llegue la bruja.La susodicha ya se había ido aproximadamente hace una hora y me había dado el resto de la tarde libre, ella no tenía ni la menor idea de que estudiaba por las noches, pero estaba atrasada con unas cosas que no quería dejar para después así que decidí quedarme hasta mi horario normal de salida.Este día había sido más agotador que de costumbre, además del hecho de que no había podido consiliar el sueño en ningun moemento despues de haberme despertado en la madrugada al soñar con el
BlakeSalí de mi departamento en dirección al elevador, con un fuerte dolor de cabeza.No era ningún niño como para no saber que no debía tomar entre semana, menos sabiendo que tengo clases al otro día, y muchos menos cuando tenía conciencia de que tendría pesadillas. No pude cerrar el ojo el resto de la noche, así que me resigne: mire televisión e hice tareas pendientes.Cuando el elevador llego a la recepción, me coloque unas gafas de sol antes de salir para que no se notaran demasiado mis ojeras y que la luz solar no me matara.Al pasar por el escritorio de Joe, el portero, me saludo como todos los días.—¿Noche alocada con el señor Nicolás? —pregunta sin intentar ser entrometido.—Algo así. —de cierta manera envidio su cara tan sonriente, yo no podría ni sonreír sin que me doliera
BlakeMuchas veces fantaseaba con este momento. Imaginaba que ella correría hacia mí, emocionada y me perdonaría todo, que reiríamos y volveríamos a ser amigos; ahora que lo vivo en carne propia, me doy cuenta que mi imaginación estaba muy lejos de la realidad, esto no era como lo imagine para nada.Solo nos mirábamos a los ojos sin saber que hacer o decir, estando aun en la misma posición. Yo con mis manos en su cintura y ella con las suyas en mis brazos.Ella no había hablado, ni soltado el más mínimo sonido. Solo porque la sostenía de la cintura, podía estar seguro de que era real y no un efecto de mi imaginación.Seguía esperando que todo esto tan solo fuera otra de mis pesadillas y que ella se evaporara para siempre en algún momento, pero eso no pasaba, así que cada vez estaba más seguro que esta era la realidad.
Eleanor¿Conocen la sensación de opresión?La opresión está definida como el acto de oprimir, sofocar, presionar, someter, ahogar…Aquella opresión que te oprime el pecho cuando muere algún personaje querido de algún libro que estés leyendo, o cuando te sofocas porque tu mascota escapa de casa y no lo vuelves a ver nunca más, o cuando la vida te somete a pasar por la muerte de algún familiar, es tanta la opresión que te produce dolor. Ese dolor que oprime tanto que sientes como si te dejara sin aire, como si te ahogaras.Esa sensación, esa opresión, ese dolor: oprime, sofoca, presiona, somete y ahoga tanto que te cuesta respirar ya que en el fondo sientes que no tienes salida, pero también sabes que en algún momento pasara y se volverá en un simple recuerdo. Que dejara de ser un
BlakeLa luz del día chocaba con mis parpados, molestándome un poco.Comencé a moverme para desperezarme, y me estire mientras soltaba un bostezo, me sentía tranquilo después de haber pasado una noche sin pesadillas después de tanto tiempo.Sin embargo, mi tranquilidad se vio interrumpida al recordar unos ojos café oscuro.Eleanor…Después de cinco años el destino nos volvía a reencontrar, o quizás fue solo una simple casualidad. Aunque de algo estaba seguro, no sería la última vez que la viera, me aseguraría de ello.Ayer al llegar a casa me prometí que la buscaría e intentaría arreglar las cosas, o tan siquiera buscaría su perdón.No me merecía nada de ella, ni que me mirara. Una parte de mí no dejaba de repetirme eso una y otra vez. Pero por una vez, quiero ser e
EleanorUn nuevo dia, otro seguimiento de la misma rutina.Despertar, desayunar, salir de casa y esperar el autobus. Llegar al campus universitario cuando el sol ni siquiera esta en su punto más alto por lo que los rayos de sol, no se sienten.Suelo ser de las primeras en llegar al edificio donde trabajo, no hablo con el resto de las asistentes de otros profesores pues son señoras grandes de edad que no se muestran muy amigables con la jovencita que en vez de estudiar, trabaja.Que fácil es juzgar aveces, ¿eh?Hoy el día pasa demasiado rapido, la bruja llego de buen humor, asi que no he tenido que soportar sus reclamos cuando cometo un minimo detalle como la falta de un acento en los reportes que le entrego.Esa mujer es demasiado perfeccionista.Al menos se ha ido, y no tengo pendientes.Guardo mis pertenencias laborales en los cajones y verifico que todo este apagado y guardado en m
Blake—Estás loco.—Tú quieres saber más de ella y esta es la única manera, ¿o caso tienes otra idea? —me miró con la ceja alzada, dejando de lado el abrir la puerta del edificio de profesores.No sé cómo deje que me convenciera de hacer esto.Les explico: después de haberle contado a Nico sobre quien era Eleanor y mi plan de buscar su perdón, él aceptó gustoso a ayudarme.El único problema era que prácticamente no sabíamos nada de ella, así que a mi querido amigo se le ocurrió la grandiosa idea de infiltrarnos en el edificio de los profesores justo en la madrugada, para buscar el expediente de Eleanor.Me sentía como en una película de espías, era pasada la una de la mañana y estábamos completamente vestidos de negro.—Continú