Hola :D no se olviden comentar y puntuar que me da vida. Recuerden que los amo :d
Derek MontenegroEsa mañana estábamos en mi sala sintiendo la tensión palpable en el aire, a pesar de todo parecía un refugio en medio del caos que se había desatado. Era la calma antes de la tormenta. Eloise permanecía en la esquina, observaba con delicadeza la escena, donde Miguel y Benjamín se encontraban sentados frente a mí, y las sombras jugueteaban sobre sus rostros, creando un contraste con la seriedad del momento. Con ese vestido que de embarazada que había adquirido se veía tan bella que me daban ganas de llevármela, pero actualmente estaba concentrando en acabar con Santoro.—Vamos a sacar a Eloise en un aeropuerto privado —rompía el silencio con una voz tan filosa que ellos entendieron que era una petición donde podia rodar cabezas si no era cumplida. La mirada constante de Miguel reflejó cierta duda. —Lo siento, pero Derek, eso va a ser difícil. Por ahora, si seguimos en este juego, es mejor que mantengamos oculta a Eloise aquí, en tu casa. No podríamos sacarla al menos
Lanzaba los dados haciendo que mi pequeño gato en el tablero se moviera cayendo en la casilla donde tenia otra tarjeta para salir de la carta. Por otro lado, al lanzar sus dados Benjamín al mover su pieza habia caído en mi propiedad mas costosa. Al observar la expresión en su cara, no pude contener la risa, ya que si eso hubiera sido dinero de verdad, seguramente estaría en la calle, completamente arruinado. —Benjamín, creo que amas esa propiedad, no es normal que hayas caído más de tres veces en la misma. —bromeaba de forma sarcástica—. Si esto fuera una competencia con dinero de verdad, ya estarías en bancarrota. Necesitarías bastante tiempo para recuperarte por completo. Quizás te encontrarías en la calle con un cartel ofreciéndote en alquiler a cambio de comida.Con una sonrisa relajada y serena respondía—Hago lo que puedo, Eloise.Al oír su tono poco convincente, no pude evitar soltar una risa divertida, ya que parecía que no estaba siendo del todo sincero. —Claro, claro. A lo
El ruido que producía el chico al teclear en su ordenador era una distracción ideal que alimentaba mi enojo. La manera tan ineficaz con la que me ignoraba me hacía plantearme si eso era parte de su protocolo en su empresa. —Señora ya le he dicho previamente de que no es posible proporcionar detalles sobre la presencia de su esposo en el hotel. —El joven explicó con calma— esa información es confidencial y debe respetarse la privacidad del cliente. Mientras tanto, seguía concentrado en la pantalla de la computadora, como si estuviera familiarizado con este tipo de situaciones. Llevaba unas uñas acrílicas las cuales hacian un estrepitoso sonido de tamboreo mientras toqueteaba en el escritorio de madera. Había arribado rápidamente al hotel de dos estrellas en California. ¿Cómo descubrí la presencia de mi esposo allí? De manera sencilla, coloqué un dispositivo de rastreo en su vehículo cuando este empezó a tener un comportamiento muy inusual hacia mí. Durante tres años de matrimonio
Después de medio año, viví seis meses intensos en los que mi expareja, quien solicitó me divorcio estando en prisión. El y su amante me denunciaron por diferente crímenes haciendo que cumpliera por más tiempo, pero la cereza del pastel fue mi padre Salvatore Rossi. Robo agravado, asesinato de un feto, vandalismo, maltrato intrafamiliar y trauma emocional, esa mezcla tan desafortunada me llevó aproximadamente medio año tras las rejas. ¿La parte más difícil de todo? El logró obtener un abogado financiado por.... ¡Mi padre! con el objetivo de arrebatarme todo. Al mencionar "todo", me refiero a mis bienes, mi posición en la empresa, los fondos que habíamos reunido, mi participación en el negocio de mi padre ¡Todo! Había sido abandonada en la calle sin un solo centavo. Lo positivo era que finalmente iba a poder salir, mi padre finalmente había decidido sacarme de esa horrible prisión infernal. Una de las guardias, de las pocas que se mostraron amables conmigo, me entregó mis pertenencias
—Ya volviste Eloise —comento Allana de manera burlesca al verme entrar al pasillo. Mire toda la casa, había sido cambiada completamente al igual que el personal. Antes, mi hogar lucía una decoración tan refinada que resultaba un deleite visual extraordinario, pero ahora es aburrida, convencional y juvenil. Se asemejaba al tipo de creaciones que una niña de siete años que empieza a hacer cuando se le permite ser "imaginativa". —Si la manera en que decoras piensas, déjame decirte que te faltan un par de neuronas —comentaba con desden con mis llena de ironía al ver la pared de rosa fucsia junto al sofá naranja de la entrada, solo de verlo me pedía salir huyendo. —Serás...—susurro aquella rubia, pero se detuvo al ver a Trevon salir desde una de la habitación. —Eloise, ya llegaste —comento con una enorme sonrisa. A pesar de su deseo de evitar mi presencia, mi padre debió haberle ofrecido algo para que actuara como si nada hubiera ocurrido. Realmente, a mi padre le resultaba beneficioso
La luz tenue y parpadeante de la oficina de Derek contribuyó a crear un ambiente de tensión palpable en la habitación, generando una atmósfera cargada de incertidumbre y misterio. Miré detenidamente por la ventana, observando con detenimiento la majestuosidad de la ciudad de pleno dia, mientras mi mente analizaba minuciosamente cada detalle de la estrategia que estaba a punto de ejecutar. Sabía perfectamente que lo que estaba a punto de proponerle a Derek era un riesgo considerable, pero el profundo sentimiento de rencor hacia mi exmarido, quien me había abandonado en esta situación tan desigual e injusta, era tan abrumador que superaba con creces cualquier atisbo de temor que pudiera surgir en mi interior. Me debí de haber visto increíblemente provocativa y llamativa, con mi deslumbrante vestido rojo ceñido que resaltaba y realzaba mis curvas femeninas. Cuando me di la levanté mi mirada y me encontré con la mirada de Derek, pude vislumbrar sus ojos profundos y su gesto relajado p
La tienda de joyas resplandecía con un brillo casi fascinante. Mientras exploraba entre collares y pulseras, intentaba hallar una pieza que reflejara el remolino de emociones que me invadía. Jamás había pensado que sería tan difícil adquirir un anillo de compromiso falso. Sin embargo, me encontraba en el umbral de dar por concluido un episodio sin sentido en mi vida, impulsada por la angustia de no querer cargar más con el peso de tener que sufrir al lado de Trevon. Derek se materializó a mi lado, como una silueta que se acentuaba con cada palabra que decía. Con una mirada profunda y misteriosa, sus ojos zafiro guardaban secretos que seguramente nunca llegaría a contar. Su voz, un suave susurro, me envolvió mientras señalaba un anillo con un diseño intrigante: —Este sería ideal. Atractivo, pero con un toque enigmático y un poco desafiante, igual que tú. Observé de reojo mientras cruzaba los brazos sobre mi pecho, mostrando una actitud defensiva. —No he venido a divertirme con acertij
La joyería era un lugar verdaderamente mágico, repleto de destellos resplandecientes que reflejaban la luz de una manera absolutamente hipnótica y fascinante. El silencio absoluto, únicamente interrumpido por el suave y delicado sonido de los transeuntes a la afuera de la tienda se filtraba en el aire, la soledad de nosotros dos en esa tienda, se convirtió en un telón de fondo perfecto y enigmático para lo que estaba a punto de acontecer en ese misterioso lugar. Derek, con su inconfundible y encantadora sonrisa que provocaba en mí una amalgama de sensaciones que iban desde la ansiedad hasta la euforia, se aproximó lentamente hacia mí tomando con delicadea mi barbilla.Todo lo que ocurrió en ese momento sucedió de una manera tan vertiginosa y acelerada que apenas pude procesar lo que estaba pasando. La distancia que separaba nuestros cuerpos se desvaneció por completo en un instante, y en un abrir y cerrar de ojos, sus carnosos labios se posaron delicadamente sobre los míos. Fue un b