Hola :D espero que esten bien ^^ no se olviden de comentar, puntual que me da vida <3
Derek MontenegroLa noche había sido un completo desorden, eran solo las once y no tenía ni idea de dónde ubicarme. Me sentía totalmente perdido, desconectado, ni siquiera cuando empecé en este mundo de sangre había vivido tanto en una noche.La habitación del hospital era un lugar frío y estéril, con el constante zumbido de las máquinas de monitoreo. Mi mirada se posó sobre Benjamín, postrado en esa cama, inconsciente. La palidez de su rostro era notable, casi como la de un espectro, y una sonrisa irónica apareció en mis labios al reflexionar sobre lo frágil que es la vida.En ese momento, percibí el leve sonido de la puerta al abrirse. Lo vi de reojo aproximándose hacia mi posición. Miguel se presentó, acercándose hacia donde yo estaba. Su rostro denotaba seriedad, por lo que no hacía falta indagar sobre lo sucedido. En cada esquina de la habitación se podía encontrar la solución.—¿Qué pasó? —preguntó por fin. Su rostro se tornaba ligeramente afectado con la preocupación asomando e
Al atardecer, el sol empezaba a esconderse en el horizonte, creando sombras alargadas en el pasto. Yo estaba allí, sentada entre la desolación, con la mirada fija en los árboles a lo lejos, sin importarme que los hombres alrededor susurraran entre ellos, ajenos a mi tormento. Sentía una intensa furia en mi interior, pero me esforcé por contenerla y no permitir que se liberara. Solo quería estar sola, pero sabía que eso era una ilusión. Desde que habia sido encerrada siempre tenia a alguien conmigo, incluso para ir al baño siempre había alguien que me seguía. En esos momentos no quería forcejar, estresarme, solo aceptar por el pánico de que pudiera afectar a mi hijo…Solo por eso…pues si no estuviera embarazada de alto riesgo ya hubiera roto un par de floreros y amenazado al personal con el cristal. Mientras estaba sumida e mis pensamientos, quien menos quería apareció ante mí. Destaca su silueta misteriosa y elevada contrastando con el firmamento. Llevaba puesta una máscara platea
La brisa fría de la colina acariciaba mi rostro mientras observaba el horizonte, donde el sol comenzaba a descender, tiñendo el cielo de un rojo intenso. Junto a mí se encontraba Miguel, quien había estado a mi lado durante todo este tiempo. No lo dejaba solo ni siquiera para respirar mientras deje a los hombres de confianza de Benjamín a su cargo. Él a diferencia de mi tenia unos hombres que se matarían antes de ponerle algún dedo. Desde la distancia se podia vislumbrar hacia el almacén de Santoro, que apenas se alcanzaba a distinguir entre la bruma de la tarde.—¿Por qué no atacamos el laboratorio de Santoro ahora? —Miguel preguntaba de manera calmado, pero por alguna razón sentia que desde su cuerpo brotaba la impaciencia.Volteé despacio, examinando su gesto terco y la resignación en sus ojos. La ira y la prepotencia se movían dentro de él, como una llama que poco a poco lo devoraba. —¿Porque? —con una calma que parecía helar el ambiente— Muy fácil, primero debo acabar con la últ
El ruido que producía el chico al teclear en su ordenador era una distracción ideal que alimentaba mi enojo. La manera tan ineficaz con la que me ignoraba me hacía plantearme si eso era parte de su protocolo en su empresa. —Señora ya le he dicho previamente de que no es posible proporcionar detalles sobre la presencia de su esposo en el hotel. —El joven explicó con calma— esa información es confidencial y debe respetarse la privacidad del cliente. Mientras tanto, seguía concentrado en la pantalla de la computadora, como si estuviera familiarizado con este tipo de situaciones. Llevaba unas uñas acrílicas las cuales hacian un estrepitoso sonido de tamboreo mientras toqueteaba en el escritorio de madera. Había arribado rápidamente al hotel de dos estrellas en California. ¿Cómo descubrí la presencia de mi esposo allí? De manera sencilla, coloqué un dispositivo de rastreo en su vehículo cuando este empezó a tener un comportamiento muy inusual hacia mí. Durante tres años de matrimonio
Después de medio año, viví seis meses intensos en los que mi expareja, quien solicitó me divorcio estando en prisión. El y su amante me denunciaron por diferente crímenes haciendo que cumpliera por más tiempo, pero la cereza del pastel fue mi padre Salvatore Rossi. Robo agravado, asesinato de un feto, vandalismo, maltrato intrafamiliar y trauma emocional, esa mezcla tan desafortunada me llevó aproximadamente medio año tras las rejas. ¿La parte más difícil de todo? El logró obtener un abogado financiado por.... ¡Mi padre! con el objetivo de arrebatarme todo. Al mencionar "todo", me refiero a mis bienes, mi posición en la empresa, los fondos que habíamos reunido, mi participación en el negocio de mi padre ¡Todo! Había sido abandonada en la calle sin un solo centavo. Lo positivo era que finalmente iba a poder salir, mi padre finalmente había decidido sacarme de esa horrible prisión infernal. Una de las guardias, de las pocas que se mostraron amables conmigo, me entregó mis pertenencias
—Ya volviste Eloise —comento Allana de manera burlesca al verme entrar al pasillo. Mire toda la casa, había sido cambiada completamente al igual que el personal. Antes, mi hogar lucía una decoración tan refinada que resultaba un deleite visual extraordinario, pero ahora es aburrida, convencional y juvenil. Se asemejaba al tipo de creaciones que una niña de siete años que empieza a hacer cuando se le permite ser "imaginativa". —Si la manera en que decoras piensas, déjame decirte que te faltan un par de neuronas —comentaba con desden con mis llena de ironía al ver la pared de rosa fucsia junto al sofá naranja de la entrada, solo de verlo me pedía salir huyendo. —Serás...—susurro aquella rubia, pero se detuvo al ver a Trevon salir desde una de la habitación. —Eloise, ya llegaste —comento con una enorme sonrisa. A pesar de su deseo de evitar mi presencia, mi padre debió haberle ofrecido algo para que actuara como si nada hubiera ocurrido. Realmente, a mi padre le resultaba beneficioso
La luz tenue y parpadeante de la oficina de Derek contribuyó a crear un ambiente de tensión palpable en la habitación, generando una atmósfera cargada de incertidumbre y misterio. Miré detenidamente por la ventana, observando con detenimiento la majestuosidad de la ciudad de pleno dia, mientras mi mente analizaba minuciosamente cada detalle de la estrategia que estaba a punto de ejecutar. Sabía perfectamente que lo que estaba a punto de proponerle a Derek era un riesgo considerable, pero el profundo sentimiento de rencor hacia mi exmarido, quien me había abandonado en esta situación tan desigual e injusta, era tan abrumador que superaba con creces cualquier atisbo de temor que pudiera surgir en mi interior. Me debí de haber visto increíblemente provocativa y llamativa, con mi deslumbrante vestido rojo ceñido que resaltaba y realzaba mis curvas femeninas. Cuando me di la levanté mi mirada y me encontré con la mirada de Derek, pude vislumbrar sus ojos profundos y su gesto relajado p
La tienda de joyas resplandecía con un brillo casi fascinante. Mientras exploraba entre collares y pulseras, intentaba hallar una pieza que reflejara el remolino de emociones que me invadía. Jamás había pensado que sería tan difícil adquirir un anillo de compromiso falso. Sin embargo, me encontraba en el umbral de dar por concluido un episodio sin sentido en mi vida, impulsada por la angustia de no querer cargar más con el peso de tener que sufrir al lado de Trevon. Derek se materializó a mi lado, como una silueta que se acentuaba con cada palabra que decía. Con una mirada profunda y misteriosa, sus ojos zafiro guardaban secretos que seguramente nunca llegaría a contar. Su voz, un suave susurro, me envolvió mientras señalaba un anillo con un diseño intrigante: —Este sería ideal. Atractivo, pero con un toque enigmático y un poco desafiante, igual que tú. Observé de reojo mientras cruzaba los brazos sobre mi pecho, mostrando una actitud defensiva. —No he venido a divertirme con acertij