Capitulo 24 ¿Qué le pasa? El viernes llegó como una tormenta contenida. La semana había sido un juego de estrategia en el que Emanuel, con una paciencia inquebrantable, había sorteado cada intento de seducción de Georgina López. Ella no lo disimulaba, era descarada, insistente, como una cazadora convencida de que su presa aún le pertenecía. Pero Emanuel siempre encontraba la manera de evitarla con elegancia, con precisión quirúrgica. Y cada vez que ella fracasaba, su furia aumentaba. Georgina intentaba ocultar su frustración detrás de sonrisas forzadas y excusas ridículas, pero por dentro estaba hirviendo. Y lo peor no era la indiferencia de Emanuel. Lo peor era Verónica. Cada vez que veía a esa mujer entrar en la oficina de Emanuel, algo dentro de ella se retorcía. No soportaba la forma en que él la miraba. No soportaba que le dedicara una sonrisa cálida, que le hablara con una suavidad que a ella jamás le había mostrado. No soportaba la diferencia. "¿Qué tiene ella que no tenga
Capitulo 25: El Juego de Georgina El viernes por la tarde, cuando Emanuel y Verónica salieron juntos del edificio, Georgina ya los estaba esperando. Se encontraba en el vestíbulo, fingiendo revisar su teléfono, pero en realidad, sus ojos estaban fijos en ellos. Cuando las puertas del ascensor comenzaron a cerrarse, captó un instante que la dejó helada. Emanuel la miraba distinto. No era la mirada de un jefe hacia su empleada. No era cortesía ni simple amabilidad. Era algo más. ¿Qué está pasando aquí? El corazón de Georgina latió más rápido, una mezcla de rabia y desconcierto la invadió. Se quedó inmóvil, su mente procesando cada detalle. La forma en que se sonreían, la manera en que sus cuerpos se inclinaban naturalmente el uno hacia el otro, la complicidad silenciosa. Y entonces lo entendió. Verónica le estaba robando más que su trabajo. El veneno se le acumuló en la boca del estómago. Emanuel estaba cambiando y ella no sabía por qué. Hasta hacía unas semanas, él había sido su
Capitulo :Dos Caminos, Una Noche El sábado por la noche, Verónica se ajustó el delantal detrás de la barra y suspiró. Era su última noche de la semana en el bar, y aunque estaba acostumbrada al ajetreo, aquel día sentía un peso en los hombros que no podía explicar. Había algo en la atmósfera de la ciudad que parecía diferente, como si algo estuviera a punto de cambiar. Y entonces, lo vio entrar. Emanuel cruzó la puerta del bar con la tranquilidad de quien pertenece a cualquier lugar, aunque todo en su porte serio y elegante desentonaba con el ambiente ruidoso y animado del lugar. Verónica frunció el ceño, sorprendida. —¿Qué haces aquí? —preguntó mientras terminaba de registrar un pago en la caja. Emanuel se encogió de hombros, como si su presencia no tuviera mayor importancia. —Me alegra que hayas venido —dijo Verónica, esbozando una sonrisa. —No te preocupes —respondió él, mirándola fijamente—. Voy a quedarme hasta que salgas. Verónica se quedó en silencio unos segundos. Hab
Jugando con Fuego El lunes por la mañana, Emanuel llegó a la casa de Verónica como lo había hecho tantas veces en los últimos días. Pero esta vez, algo fue diferente. Cuando bajó del auto para saludarla, una mujer mayor estaba con ella, observándolo con un brillo inteligente en los ojos. Era Gloria. Emanuel, siempre educado, le extendió la mano con respeto. —Buenos días, soy Emanuel Ferreira, amigo de Verónica. Gloria no tardó ni un segundo en responder con una sonrisa traviesa. —Buenos días, hijo. Soy Gloria, tu suegra —soltó con una carcajada, dejando a Emanuel sorprendido por su desparpajo—. Ya mi hija me habló de ti. Espero que les vaya muy bien en lo que se propongan en la vida. Verónica negó con la cabeza, sonriendo con vergüenza, pero Emanuel, en lugar de corregir a Gloria, simplemente asintió con una leve sonrisa. No se molestó en negar nada. Porque algo dentro de él le decía que no estaba tan lejos de la verdad. Le abrió la puerta del auto a Verónica como todo un cab
Capitulo 28 El Juego Comienza La sala de reuniones de Ferreira Corp estaba más silenciosa de lo habitual. No era una reunión cualquiera. Los empleados, sentados alrededor de la gran mesa de caoba, intercambiaban miradas discretas. Había algo en el aire, una expectación palpable que los mantenía en vilo. Nadie sabía con exactitud qué iba a anunciar Emanuel Ferreira, pero todos podían sentir que algo grande estaba por suceder. Emanuel, de pie al frente de la sala, se tomó un instante para mirar a cada uno de los presentes. Su porte firme, su mirada de acero, y su presencia imponente hacían que el silencio se prolongara unos segundos más de lo necesario. Y entonces, habló. —Buenos días a todos. Su voz resonó en la sala con la autoridad de un líder que no acepta cuestionamientos. Había control en su tono, pero también una carga de significado que nadie pudo ignorar. —Hoy quiero anunciar un cambio importante que afectará a nuestra dinámica de trabajo. Los empleados se removieron en
Capitulo 29 :Un Lindo Encuentro La mañana era fresca, con una brisa ligera que recorría los pasillos de la universidad, acariciando los rostros de los pocos estudiantes que deambulaban por allí. El aire tenía ese aroma particular de los días de exámenes: una mezcla de tensión, café y libros usados. Ismael caminaba con paso firme, su mochila colgada despreocupadamente en un hombro. Pero su mente no estaba tan despreocupada como su postura aparentaba. El examen final de contabilidad lo esperaba. La última oportunidad que su padre le había conseguido con esfuerzo. Había cometido errores en el último mes. Errores que le costaron caro. Había perdido el enfoque. Se había dejado arrastrar por el torbellino que era Georgina. Y esa noche en la que se dejó llevar por ella le costó su examen. Cerró los ojos por un momento, recordando la conversación con su padre. —Ismael, esto no puede volver a suceder. Emanuel no había levantado la voz. Pero sus palabras pesaban más que cualquier grito
Capitulo 30 Decisiones Ismael había estado sumergido en sus estudios toda la semana. La presión del examen final de contabilidad lo mantenía enfocado, cada día más cerca del punto donde demostraría si tenía el control de su vida o si seguiría dejándose arrastrar por un amor que cada vez se sentía más como un espejismo. Había dejado de hablar con Georgina. Al principio, la ausencia de sus mensajes le resultó insoportable, una punzada en el pecho cada vez que revisaba el teléfono y no encontraba su nombre en la pantalla. Pero con el tiempo, el silencio comenzó a sentirse diferente. Más ligero. Había sido él quien más veces la había buscado, quien siempre daba el primer paso, quien intentaba sostener algo que parecía no tener cimientos. Pero ella… ella nunca estuvo realmente ahí. Cada vez que recordaba su reacción cuando le pidió ser algo más, su excusa de haber salido de una relación tóxica, el tono evasivo de su voz, sentía que se le formaba un nudo en la garganta. Y sin embargo, s
Capítulo "Jugando con Fuego" La tensión en Ferreira Corp crecía con cada día que pasaba desde que Verónica Ortiz había asumido el puesto de asistente de Emanuel. Georgina, acostumbrada a ser la favorita en la oficina, se sentía cada vez más arrinconada. No solo estaba perdiendo terreno en el ámbito laboral, sino que también sentía que su influencia personal sobre Emanuel se desvanecía.Desde que Verónica llegó, los elogios hacia su desempeño no habían cesado. Su capacidad para manejar proyectos con precisión y su habilidad para resolver problemas rápidamente habían impresionado a todos, especialmente a Emanuel. No había dudas de que los halagos hacia Verónica eran más que merecidos. Su profesionalismo era innegable y, aunque Georgina se negaba a admitirlo, sabía que Verónica había demostrado ser una adición valiosa para la empresa.—Verónica, el cliente quedó muy satisfecho con el informe. Excelente trabajo —dijo Emanuel durante una reunión, mirando a Verónica con una sonrisa de apr