Era viernes por la tarde cuando Emanuel y Verónica salieron juntos del edificio. Georgina, que estaba esperando en el vestíbulo, los vio en el ascensor. A medida que las puertas se cerraban, notó cómo Emanuel se acercaba a Verónica, la miraba de una manera diferente, una mirada que Georgina no había visto antes. ¿Qué está pasando aquí? pensó, su corazón comenzó a latir más rápido. Había algo raro entre ellos, algo que no encajaba. La forma en que se sonreían, cómo se mantenían tan cerca. Georgina se quedó allí, observando cómo se iban. Su mente comenzó a crear historias, a construir sospechas. Verónica… ¿le está robando algo más que el trabajo? pensó furiosa. En los días anteriores, Emanuel había estado más distante con ella, apenas le dirigía la palabra, y su actitud había cambiado sin explicación. Ya no era el Emanuel que conocía, y eso la enloquecía. Seguro, ahora estaba claro, Verónica lo había conquistado, pensó con rabia. En ese instante, Georgina decidió que no podía quedars
El mismo sábado, Verónica estaba trabajando en el bar unas horas más , Aunque tenía que quedarse hasta la medianoche, lo que no esperaba era que Emanuel la acompañara. Cuando él llegó, se sentó cerca de ella ,que hoy le tocaba trabajar en la caja de cobranzas y la miró como si todo estuviera bien, como si no existiera nada que los separara. Emanuel la apoyó en su turno, y aunque se notaba que no era su lugar favorito, él estaba ahí por ella. —Me alegra que hayas venido —le dijo Verónica, sonriendo al verlo. —No te preocupes, estaré aquí hasta que salgas —respondió Emanuel, tratando de quitarle la importancia al hecho de que había decidido acompañarla esa noche. Cuando terminó su turno, Emanuel y Verónica salieron del bar. Caminaban por la ciudad, conversando como si todo estuviera en su lugar. Verónica le contó sobre su matrimonio, su fracaso y lo beno que vino después del divorcio,lo joven que había sido cuando se casó, y cómo la vida le dio una lección muy difícil cuando las cos
El lunes en la mañana Emanuel fue a buscar a Vero ,le llamó la atención que estaba una señora mayor con ella ,bajo del auto y fue a saludar muy respetuoso-Burnos días ,soy Emanuel Ferreira amigo de Verónica. -Buenos días ,hijo soy Gloria tu suegra je je . Ya mi hija me habló de ti . Espero que les vaya muy bien con lo que se propongan en la vida . Emanuel movió la cabeza como asentando y salió rumbo al auto y como todo un caballero le abrió la puerta de copiloto a Vero y le pidió que entre .Las sonrisas en sus rostros eran admirables. Emanuel caminaba al lado de Verónica, sosteniendo su mano con una naturalidad que lo sorprendía a él mismo. No era una actuación, o al menos no lo parecía. Desde que habían decidido el fin de semana simular ser pareja para mantener a Georgina a raya, todo parecía encajar de manera fluida. A cada paso, sentía que esta cercanía con Verónica no era solo una estrategia, sino algo que le nacía de manera genuina. Mientras cruzaban el vestíbulo de la empresa
Emanuel se encontraba frente a su equipo, los empleados de "Ferreira Corp "todos reunidos en la amplia sala de reuniones de la empresa. Aunque el ambiente era siempre profesional y serio, hoy había una sensación de expectación palpable. Cada miembro del equipo sabía que algo importante iba a ocurrir, pero ninguno imaginaba que sería un anuncio tan drástico. Con su porte acostumbrado, Emanuel tomó la palabra, su tono firme y controlado llenando el espacio. “Buenos días a todos,” comenzó, su voz resonando en la sala. “Hoy quiero anunciar un cambio importante que afectará a nuestra dinámica de trabajo. A partir de ahora, Verónica Ortiz será la encargada de mi agenda y de la gestión de las tareas administrativas relacionadas conmigo.” Los murmullos entre los empleados fueron casi imperceptibles, pero Emanuel ya los había escuchado. La noticia causaba sorpresa, pues Verónica había llegado hacía tan solo quince días a la empresa, pero su eficiencia y competencia habían hablado por sí mis
Capítulo Un lindo encuentro Era una mañana fresca y despejada cuando Ismael caminaba por los pasillos de la universidad, con la mochila colgada en un hombro y los pensamientos nublados por la proximidad del último examen del semestre. Aunque la universidad siempre había sido un reto, nunca había imaginado que el mayor obstáculo en su vida académica se presentaría de una manera tan inesperada, provocada por su propia falta de juicio en el último mes . Había cometido el error de poner su tiempo y energía en el amor que siente por Georgina, y ahora, con la oportunidad de retomar el examen que había perdido, sabía que no podía permitir que eso se repitiera. No tendría otra oportunidad ,su padre había sido claro y directo . Gracias a las influencias que aún mantenía, el rector había accedido a darle otra oportunidad para presentar el examen final de contabilidad que había fallado al no presentarse, distraído por estar esa noche con Georgina. En ese momento, recordó la conversación co
Ismael había estado ocupado toda la semana, distraído por su examen final que se acercaba a pasos agigantados. A pesar de la constante presión, había intentado mantener la mente ocupada, estudiando y preparándose para lo que consideraba el punto de no retorno. Había dejado de hablar con Georgina, algo que al principio le parecía insoportable, pero que con el tiempo había comenzado a darle algo de paz. Igualmente siempre le mandaba un mensaje todos los días y ella no respondió nunca .Había sido él quien más veces había buscado la relación, quien siempre daba el primer paso, quien tomaba las riendas. Pero ella… ella parecía estar siempre en otros lugares, no comprometida, a pesar de lo que él sentía. Recordaba cómo, cuando le había pedido que fueran algo más, ella había evitado la conversación, alegando que acababa de salir de una relación tóxica. Aquellas palabras, tan llenas de evasión, le seguían resonando en la cabeza.Durante los últimos días, Ismael había buscado a Georgina en su
Capítulo 1 Golpeado por la realidad Emanuel Ferreira apretó el volante con fuerza, sus manos temblaban mientras sus ojos permanecían fijos en la entrada del hotel. La escena que se desarrollaba frente a él era surrealista, como si el universo se burlara de su desgracia. Allí estaba Georgina López, su secretaria, su amante, saliendo del mismo hotel donde, menos de veinticuatro horas antes, ella lo había llevado a él para una noche de pasión que ahora parecía un cruel engaño. El vestido negro que ella usaba no era cualquiera; era el mismo que había dejado tirado en el suelo de esa habitación. Lucía provocativa, con un escote que atrajo todas las miradas de los transeúntes. Pero lo que verdaderamente lo enardecía no era su apariencia, sino el hombre que estaba con ella. Era alto, de complexión similar a la suya, con una postura firme y una mano posesiva sobre su cintura. Emanuel se inclinó hacia el parabrisas, intentando distinguir el rostro de ese tipo, pero no pudo verlo. El hombr
Capítulo 2 Un encuentro destinado Un sabor amargo subió por su garganta. La rabia lo golpeó como un puñetazo en el estómago. Apoyó ambas manos en el volante, sintiendo cómo los nudillos se volvían blancos. Quiso bajar del auto, enfrentarla, exigirle una explicación. Pero algo lo detuvo. Cuando Georgina se alejaba con Ismael como si nada hubiera pasado, como si no acabara de traicionarlo de la forma más humillante. "¿Será posible que Ismael no lo sepa?", pensó, intentando aferrarse a esa idea. Pero la sospecha le taladraba la mente. Georgina conocía cada detalle de su vida, desde las fotos de Ismael en su oficina hasta los relatos de sus encuentros. Nada de esto podía ser casual. Ella conocía su vida . Emanuel dejó escapar una carcajada amarga. “Qué ridículo soy”, murmuró. Nunca antes se había sentido tan expuesto, tan vulnerable,tan usado . A sus 45 años, un hombre que siempre había proyectado fortaleza, ahora era el cornudo más grande que pudiera imaginarse. No solo había permi