Después de comprar el vestido volvimos al Golden y me encontré con Ximena quien corrió para abrazarme. No dejaba de decirme lo preciosa que me veía con el vestido.—Cuñado tienes un muy buen gusto en los vestidos.—Cuñado —repitió feliz —me agrada el término.—Pues no te emociones.—Ya es tarde, cariño, les daré espacio para que puedan charlar, seguro hay mucho que contar, necesito verte en mi oficina cuando termines.—No tardaré.—Tómate tu tiempo.Lo observamos alejarse y mi amiga me jaló hacía uno de los sillones cerca de recepción, estaba ansiosa por escuchar todos los detalles, en realidad no sé cómo empezar, sigo sin creer que estoy metida en todo este lío. —Le dije que asumía la responsabilidad que implica trabajar con él, me sitúe en los peores escenarios, nunca imaginé en lo que me estaba involucrando.—Es grave ¿Cierto?—Sí, cuando me llevó al cuarto rojo había un par de hombres ahí, es prácticamente otro casino igual de espacioso, pero en un lugar secreto y solo algunos pue
Entramos al cuarto rojo y lo siento tenso. Ya lo sabe. —Bienvenidos —el guardia abre la puerta —lo están esperando señor Lancaster.Caminamos y todas las miradas se centran en nosotros y en nuestras manos entrelazadas, todos se muestran intrigados.Nos acercamos a una mesa del rincón, hay varios hombres ahí que se levantan en cuanto nos ven, esos trajes lucen costosos, no tengo idea de quienes sean, pero asumo que son parte de la asamblea.—Nick —estira su mano uno de ellos y la estrechan.—Buenas noches, caballeros.—Carol —se dirige a mí y besa mi mano.—¿Nos conocemos?El hombre se echa a reír, no comprendo qué le causa tanta gracia.—Tienes una chica con un buen sentido del humor, soy Key, nos vimos esta mañana.—Ah, por supuesto.—Caballeros, ella es Carol mi mano derecha.Los saludo a todos, siento que me miran como si fuera un juguete nuevo, algo me dice que si no pongo limites desde ahora querrán aprovecharse de esto, menos mal que soy una Green, puedo encargarme de cualquier
Me levanto ignorando lo que ha pasado, ¿Qué color de sostén puedo usar? ¿Morado? ¿Negro? ¿Rojo? Ni siquiera es algo en lo que debería estar pensando. —Cualquiera que escojas te quedará bien —comenta recargándose en el marco de la puerta. Me apresuro para tomar una blusa cualquiera y cubrirme. ¿Dónde queda mi privacidad? —Oye, toqué la puerta, pero estabas tan concentrada observando la ropa que casi estoy seguro que no me oíste, descuida, me gusta lo veo —relame sus labios. Y juro que no puede haber un hombre más apuesto que él, agh, malditas hormonas. —Sí, bueno por si no lo has notado no tengo sostén ni blusa y sería mejor que te fueras. —Pero si es precisamente por eso que me quedo, cariño. —¿Cariño? —¿Prefieres “amor”? —Divina diosa me gusta más. Tengo el impulso de preguntarle dónde estaba o qué es lo que estaba haciendo, pero sería raro, tampoco es como que deba explicaciones. ¿Quiere espectáculo? Espectáculo tendrá. Quito la blusa que me cubre y vuelvo a centrarme en
Nick Quisiera no pensar demasiado en lo que ocurrió ayer, le disparé al malnacido que nos estaba siguiendo, pero logró escapar. Ya estábamos terminando de alistar las cosas, podía escuchar a la perfección la charla que Carol tenía con Ximena, ella en serio me odio. —No, no pasa nada. —Es la primera vez que te veo tan alterada por…, ni siquiera sé exactamente qué te preocupa, pero sé que hay más ¿Qué pasa? De momento creí que querían tener privacidad, quizá ella quería hablar con su amiga y no podía hacerlo libremente porque el “enemigo” se encontraba con ellas. —Puedo irme si quieren —mencioné. —No —tomó su bolsa de la silla y la acomodó sobre su hombro —hablaré con ella cuando vuelvan del viaje —se acercó para abrazarla. Como si fuera una despedida, susurró algo en su oído que me fue imposible escuchar, solo miré que Carol asintió y Ximena salió más tranquila —¿Qué te ha dicho? —pregunté cuando estuvo afuera. —Que tuviera mucho cuidado contigo. Todo iba bien, me sentía tran
Nick. —Será mejor que les enseñe el lugar, ya que enviarás a tus chicos para acá, es bueno que ustedes se familiaricen primero. —Guíanos —le sonreí como si no lo hubiera amenazado con anterioridad. Salgo con la chica que se sujeta a mi brazo, sentí que la hora de la comida había sido un infierno, no hay cambios y empiezo a preocuparme. Intento obtener su atención, pero solo sonríe con malicia. No me mira. —Si necesitas alguien que vigile las operaciones desde aquí, me ofrezco feliz como voluntaria. Con eso responde a todo, prefiero hacer de cuenta que no he escuchado tal comentario, es hasta que cruzamos un pasillo que George empieza a hablar. —Zona de escaneo —menciona —todo el primer piso está protegido en caso de que lleguemos a tener algún invitado —me mira de reojo —no deseado. Las puertas del elevador se abren y entramos. —Segundo piso, área de operaciones. Siento que estoy consiguiendo lo que quiero cuando, asqueada y quizá asustada, la chica se acerca más a mí. —¿Q
NickPor fortuna una persona me vio en el piso y llamó la ambulancia, lo que ocurrió después sigue siendo borroso en mi mente, el punto es que para cuando volví a abrir los ojos, Carol se encontraba frente a mí y lucía preocupada.Después de un par de estudios y de asegurarse de que no tuviera nada, me dieron el alta, Carol lucía más relajada cuando volviendo a vestir tan formal como siempre, salí del hospital.—No tienes idea de lo mucho que me preocupé por ti, ¿quieres decirme qué rayos te pasó?No es momento de revelar toda la información, al menos no ahora.—No fue nada, descuida, soy Nick Lancaster ¿ya lo olvidaste? Todo el mundo quiere poner una bala en mi cabeza.—Nick —se planta frente a mí una vez que salimos—. Hablo en serio, ¿qué pasó?Detrás de ella un auto se está estacionando, eso llama su atención y lo reconoce de inmediato. —Es tu auto —se acerca para verlo mejor —y sin un solo rayón, veo que lo arreglaste.—Tampoco era tan grave lo que tenía.—Pero ¿Por qué lo mandas
Ximena Hace 7 años, Hover, Steelney.Señalada, criticada, juzgada. Todos tienen un pasado oscuro.“Solo es un comentario, no te ofendas”“Eres una chica fácil”“No importa lo que hagas, nadie te amarᔓDeberías cambiar”No importa el nombre que se le ponga, la manera en la que se haga el comentario o la persona que lo diga, de todas formas, duele.Aunque bueno, mucho no me puedo quejar, me lo he ganado, el problema es que nunca nadie intenta ver más allá, ninguna persona se detiene a pensar qué ocurre en mi vida como para que actúe de tal manera, y ni hablar de los hombres, en tanto ellos se vayan satisfechos nada más les importa. Tengo que admitir que para bien o para mal, siempre regresan, es como si estuviera maldita, condenada a vivir de esta manera para siempre.¿Quién es en realidad Ximena Hackett?La pregunta ha rondado en mi cabeza durante estos últimos años, antes de que todo el caos se desatará en mi vida me atrevería a decir que era una chica alegre, llena de vida. Mudarn
XimenaMe molestaba la luz blanca, mis ojos con dificultad podían acoplarse a ella, cuando intenté incorporarme sentí que me mareaba de nuevo así que volví a mi posición inicial.—Cariño estás bien —se levantó del sillón y se colocó a mi lado —¿Cómo te sientes?—¿Tía?Miré a mi alrededor, solo estaba ella.—¿Dónde está Camille? ¿Cómo está el bebé?—Ximena, tienes que escucharme.—¿Y mi mamá?—Xime—¿Y papá?Al tratarse de su hermano no pudo contenerse, al verla derrumbarse solo imaginé lo peor, pero me negaba a aceptarlo, esto tenía que ser una broma de muy mal gusto.—¿Tía? —negó con la cabeza conteniendo su dolor.—Ellos no… —le fue imposible encontrar las palabras —los disparos de Tristán fueron certeros, y tu hermana, fue traída contigo al hospital hace unos días, tuvo a Santiago, pero ella, murió después del parto.Me quedé helada, fue como si toda mi vida pasara frente a mis ojos, no había sentido un dolor como este jamás en mi vida, no había manera de describirlo, pero sentía c