Me levanto ignorando lo que ha pasado, ¿Qué color de sostén puedo usar? ¿Morado? ¿Negro? ¿Rojo? Ni siquiera es algo en lo que debería estar pensando. —Cualquiera que escojas te quedará bien —comenta recargándose en el marco de la puerta. Me apresuro para tomar una blusa cualquiera y cubrirme. ¿Dónde queda mi privacidad? —Oye, toqué la puerta, pero estabas tan concentrada observando la ropa que casi estoy seguro que no me oíste, descuida, me gusta lo veo —relame sus labios. Y juro que no puede haber un hombre más apuesto que él, agh, malditas hormonas. —Sí, bueno por si no lo has notado no tengo sostén ni blusa y sería mejor que te fueras. —Pero si es precisamente por eso que me quedo, cariño. —¿Cariño? —¿Prefieres “amor”? —Divina diosa me gusta más. Tengo el impulso de preguntarle dónde estaba o qué es lo que estaba haciendo, pero sería raro, tampoco es como que deba explicaciones. ¿Quiere espectáculo? Espectáculo tendrá. Quito la blusa que me cubre y vuelvo a centrarme en
Nick Quisiera no pensar demasiado en lo que ocurrió ayer, le disparé al malnacido que nos estaba siguiendo, pero logró escapar. Ya estábamos terminando de alistar las cosas, podía escuchar a la perfección la charla que Carol tenía con Ximena, ella en serio me odio. —No, no pasa nada. —Es la primera vez que te veo tan alterada por…, ni siquiera sé exactamente qué te preocupa, pero sé que hay más ¿Qué pasa? De momento creí que querían tener privacidad, quizá ella quería hablar con su amiga y no podía hacerlo libremente porque el “enemigo” se encontraba con ellas. —Puedo irme si quieren —mencioné. —No —tomó su bolsa de la silla y la acomodó sobre su hombro —hablaré con ella cuando vuelvan del viaje —se acercó para abrazarla. Como si fuera una despedida, susurró algo en su oído que me fue imposible escuchar, solo miré que Carol asintió y Ximena salió más tranquila —¿Qué te ha dicho? —pregunté cuando estuvo afuera. —Que tuviera mucho cuidado contigo. Todo iba bien, me sentía tran
Nick. —Será mejor que les enseñe el lugar, ya que enviarás a tus chicos para acá, es bueno que ustedes se familiaricen primero. —Guíanos —le sonreí como si no lo hubiera amenazado con anterioridad. Salgo con la chica que se sujeta a mi brazo, sentí que la hora de la comida había sido un infierno, no hay cambios y empiezo a preocuparme. Intento obtener su atención, pero solo sonríe con malicia. No me mira. —Si necesitas alguien que vigile las operaciones desde aquí, me ofrezco feliz como voluntaria. Con eso responde a todo, prefiero hacer de cuenta que no he escuchado tal comentario, es hasta que cruzamos un pasillo que George empieza a hablar. —Zona de escaneo —menciona —todo el primer piso está protegido en caso de que lleguemos a tener algún invitado —me mira de reojo —no deseado. Las puertas del elevador se abren y entramos. —Segundo piso, área de operaciones. Siento que estoy consiguiendo lo que quiero cuando, asqueada y quizá asustada, la chica se acerca más a mí. —¿Q
NickPor fortuna una persona me vio en el piso y llamó la ambulancia, lo que ocurrió después sigue siendo borroso en mi mente, el punto es que para cuando volví a abrir los ojos, Carol se encontraba frente a mí y lucía preocupada.Después de un par de estudios y de asegurarse de que no tuviera nada, me dieron el alta, Carol lucía más relajada cuando volviendo a vestir tan formal como siempre, salí del hospital.—No tienes idea de lo mucho que me preocupé por ti, ¿quieres decirme qué rayos te pasó?No es momento de revelar toda la información, al menos no ahora.—No fue nada, descuida, soy Nick Lancaster ¿ya lo olvidaste? Todo el mundo quiere poner una bala en mi cabeza.—Nick —se planta frente a mí una vez que salimos—. Hablo en serio, ¿qué pasó?Detrás de ella un auto se está estacionando, eso llama su atención y lo reconoce de inmediato. —Es tu auto —se acerca para verlo mejor —y sin un solo rayón, veo que lo arreglaste.—Tampoco era tan grave lo que tenía.—Pero ¿Por qué lo mandas
Ximena Hace 7 años, Hover, Steelney.Señalada, criticada, juzgada. Todos tienen un pasado oscuro.“Solo es un comentario, no te ofendas”“Eres una chica fácil”“No importa lo que hagas, nadie te amarᔓDeberías cambiar”No importa el nombre que se le ponga, la manera en la que se haga el comentario o la persona que lo diga, de todas formas, duele.Aunque bueno, mucho no me puedo quejar, me lo he ganado, el problema es que nunca nadie intenta ver más allá, ninguna persona se detiene a pensar qué ocurre en mi vida como para que actúe de tal manera, y ni hablar de los hombres, en tanto ellos se vayan satisfechos nada más les importa. Tengo que admitir que para bien o para mal, siempre regresan, es como si estuviera maldita, condenada a vivir de esta manera para siempre.¿Quién es en realidad Ximena Hackett?La pregunta ha rondado en mi cabeza durante estos últimos años, antes de que todo el caos se desatará en mi vida me atrevería a decir que era una chica alegre, llena de vida. Mudarn
XimenaMe molestaba la luz blanca, mis ojos con dificultad podían acoplarse a ella, cuando intenté incorporarme sentí que me mareaba de nuevo así que volví a mi posición inicial.—Cariño estás bien —se levantó del sillón y se colocó a mi lado —¿Cómo te sientes?—¿Tía?Miré a mi alrededor, solo estaba ella.—¿Dónde está Camille? ¿Cómo está el bebé?—Ximena, tienes que escucharme.—¿Y mi mamá?—Xime—¿Y papá?Al tratarse de su hermano no pudo contenerse, al verla derrumbarse solo imaginé lo peor, pero me negaba a aceptarlo, esto tenía que ser una broma de muy mal gusto.—¿Tía? —negó con la cabeza conteniendo su dolor.—Ellos no… —le fue imposible encontrar las palabras —los disparos de Tristán fueron certeros, y tu hermana, fue traída contigo al hospital hace unos días, tuvo a Santiago, pero ella, murió después del parto.Me quedé helada, fue como si toda mi vida pasara frente a mis ojos, no había sentido un dolor como este jamás en mi vida, no había manera de describirlo, pero sentía c
XimenaPasaron muchas cosas a lo largo de 5 años, mi tía murió por un infarto al corazón y solo estábamos Santiago y yo, por fortuna, mi abuela se había mudado a Steelney así que ella cuidaba de Santiago, desde que entré al Golden Garden mi trabajo me demandaba mucho, apenas podía ver a mi sobrino y él se entristecía cada vez que no estaba cerca, mis abuelos decidieron quedarse con él.Yo renté un apartamento, dolía no poder formar parte de su vida como hubiera querido, pero al menos le estaban dando la atención que merecía y el cariño que necesitaba, los abuelos al no poder seguir trabajando se apoyaban de su pensión, pero tampoco era la gran cosa, así que en teoría yo seguía siendo la responsable de brindarle a Santi todo lo que necesitara.—Cuando esa puerta se abra nos pedirán que entremos, estás segura de querer hacer esto ¿no?—Carol, ya te dije que estoy aquí por mi cuenta, a veces hay que tomar decisiones difíciles y no nos van a gustar, pero no queda de otra más que aceptarlo
CarolLa verdad es que estaba bastante emocionada por el “pequeño” regalo que Nick me había dado, es como que todavía no me lo creía, ahora sí que Ximena querrá pasar más tiempo en mi auto, es de los mejores y último modelo, hasta donde sé, hay pocos como estos.Sabiendo que por la noche estrenaré esta belleza, subo más animada hacía la oficina y la detallo ¿Siempre ha sido tan linda? ¿Soy yo o el día es precioso?¿Lo dices por el auto?Y porque estoy con Nick.Pero te enfocas más en el auto.Me enfoco más en que Nick es diferente conmigo.Como digas.Tengo que estarme volviendo loca para creer que hay alguien más. El escritorio es amplio, espacio suficiente para que Nick y yo podamos trabajar, no me sorprendió ver una gran cantidad de papeles y expedientes en un lado.—Creo que tenemos trabajo pendiente —se desabotona el saco y toma asiento —la verdad es que me apetece hacer otras cosas en estos momentos.—¿Cómo qué? —copio su acción y me acerco el portátil.—Como arrancarte el vesti