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Se busca el papá de mi hijo
Se busca el papá de mi hijo
Por: LashistoriasdeEva
Capítulo 1: ¿Una pesadilla o una bendición?

     Despierto en una camilla de un hospital, todo me da vueltas, siento un dolor punzante en mi vientre, mi amiga Lucía corre detrás de la camilla, escucho la voz del enfermero que detiene su carrera.

     —Señorita, acá no puede entrar, espere aquí, en cuanto tenga noticia del médico salgo y le informo.

     —Le agradezco, no me voy a mover de aquí.

     Estoy muy asustada, deslizo mi mano por mi pierna, con mucha dificultad  la levanto y veo que está ensangrentada.

     Al instante llega un doctor y corre hacia donde estoy.  

     —Señorita, señorita, me puede oír.

     —Sí doctor lo escucho.

     —Enfermera, -grita el doctor- que venga el anestesiólogo.

      No sé cuánto tiempo pasé dormida, cuando despierto, mi amiga Lucía está a mi lado.

     —No hables, quédate tranquila, tienes que descansar.

     A los pocos minutos llega el doctor.

     —¿Cómo está la bella durmiente, ya despertó?

     —Sí doctor, -respondió mi amiga.

     —Buenas tardes Amanda, ¿cómo te sientes?

     —Mejor Doctor, casi no tengo dolor.

     —Eso está bien, ahora tienes que cuidarte.

     —¿Qué me pasó? ¿Por qué tanto dolor?

     —¿No sabes las razones por la cuál estás aquí? 

     —No, sólo sé que me dolía mucho el vientre.

     Me toco el vientre, a punto de llorar le pregunto  al doctor.

     —¿Estaba embarazada, perdí a mi bebé?

     —No, afortunadamente intervenimos a tiempo, pudimos salvarlo, pero todavía el peligro no ha pasado, sólo tienes dos meses de gestación,  debes tener cuidado, mucho reposo, cero preocupación, trata de dormir para que descanses, si tienes dolor llama a la enfermera, ella sabe que hacer, mañana paso a verte, buenas noches.

      Lucia me toma la mano, notando mi angustia, me dice.:

     —No te preocupes todo va a salir bien, por ahora lo importante es tu bebé.

     —Lucía, ¿ahora qué hago?

     —Amanda no llores, el médico te recomendó mucho reposo y en ese estado de angustia no vas a poder lograrlo, piensa en tu hijo.

     —¿Por qué a mí me suceden estás cosas?,esto es como una pesadilla.

     —Amanda no digas eso, Dios te está brindado el regalo más hermoso que se le puede dar a una mujer, la maternidad, cuántas mujeres que no pueden tener hijos desearían uno, tienes que verlo como una bendición.

     —Amiga, no he dicho que no lo quiero, sólo qué no sé qué hacer, tú sabes a lo que me refiero.

     —Sí lo sé, pero tranquilízate, los médicos también se equivocan.

     —Lucía no lo creo, el doctor fue muy claro, el bebé tiene dos meses de gestación.

     —Mi amor, ¿qué pasó? Lucía me envió un mensaje, pero estaba en una reunión y no me podía retirar, ¿cómo estás, qué te dijo el médico?, -es Damián, mi esposo, quién está llegando.

      Yo no sé que decir, las manos me sudan, siento de nuevo el dolor en el vientre, en ese instante recuerdo las palabras del doctor, "si quiere conservar su bebé, debe descansar y no angustiarse" respiro profundo, me armo de valor y le digo.

     —Estoy embarazada.

     —Mi amor vamos a tener un bebé, la verdad no quería tenerlo tan rápido, quería tenerte sólo para mí, disfrutarte por más tiempo, pero si ya está aquí, bienvenido

     Damián se acerca a mí rostro, me sonríe, sin embargo en lo profundo de su mirada noto un brillo, que no logro identificar, pero que no me gusta para nada, luego me susurra en el oído.

     —Me has hecho el hombre más feliz de la tierra, con tan solo un mes de casados y ya voy a ser padre.

     Esas palabras me produjeron escalofrío, cierro los ojos, no puedo mirarlo a la cara, cómo decirle al hombre que tengo  frente a mí, al hombre que le di el "Si" frente al altar y le juré amor eterno hasta que la muerte nos separe, como decirle que ese hijo no es de él.

     —¿Amor qué tienes? ¿No te sientes bien? 

      —No, tengo un poco de dolor, por favor me puedes dejar sola necesito descansar.

     —Okey mi amor, descansa ahora te voy a cuidar más que antes, espero afuera.

     —No es necesario que te quedes, Lucía me va a acompañar, ella se queda esta noche conmigo, es mejor que tú te vayas a la casa tienes que descansar, mañana muy temprano tienes que salir de viaje.

     —Está bien mi amor, pero antes de irme al aeropuerto paso por aquí para ver cómo estás, al llegar a Italia te llamo.

     Damián se me acerca y me da un suave beso en los labios.

     —Te amo, hablamos cuando regrese.

     —Yo también te amo.

     Esto lo dije sólo para callar mi conciencia, me sentía asqueada, mientras una lágrima rueda por mi mejilla.

     —No llores, sólo voy a estar fuera una semana, tienes que acostumbrarte a mis períodos de ausencia, pero siempre voy a volver, recuerda que nuestra unión es para siempre.

      —¿Le confesaste a Damián que el niño no es suyo?, -me preguntó Lucía que entra de nuevo a la habitación.

     —No pude, estaba tan feliz que no me atreví a decirle la verdad.

     —Yo te aconsejo que no lo hagas, además ¿tú estás segura que el niño no es de él?

     —Si en realidad tengo dos meses de embarazo, el bebé no es de Damián.

     —Entonces espera, no le digas nada hasta tanto no estés completamente segura.

     —Tengo miedo, no sé cómo va a reaccionar Damián cuando se entere, de seguro y me pide el divorcio.

     —En caso que te pida el divorcio, ¿piensas criar tu hijo sola o vas a buscar al padre?

     —Amiga cómo lo voy a buscar, de él  sólo sé su nombre, jamás me hubiese imaginado que de esa corta estadía en las cabañas de Tabares, me iba a traer de regalo, un hijo.

     —No te angusties, para eso está el internet , lo buscamos en las redes.

     —Si lo encuentro ¿qué le voy a decir, que estoy esperando un hijo de él? 

     —Sí, tienes que decírselo.

     —No me va a creer, se va a reír de mí.

     —Bueno en la forma como se concibió ese bebé, tienes toda la razón no te va a creer.

     —Estoy dentro de un laberinto, no encuentro la salida.

     —Con más razón tienes que callar, además recuerda la cláusula matrimonial.

     —Sí, la tengo presente.

     —Damián te ama mucho, no creo que te haga eso.

     —No lo sé Lucía, a veces Damián me desconcierta, de novio era una cosa, pero después del matrimonio ha cambiado mucho.

     —¿Cómo qué ha cambiado?

     —Su mirada me asusta, toma demasiado, cuando me hace el amor que casi siempre es en estado de ebriedad lo hace de una manera brutal, salvaje.

     —¿Y por qué no te niegas?

     —No puedo, me toma a la fuerza.

     —¿Osea que te viola?,  si tú no lo quieres y le dices que no y él lo hace a la fuerza, es una violación.

     —Sí, lo sé, pero tengo la esperanza que pueda cambiar.

     —Amanda abre los ojos, apenas tienen un mes de casados y te trata de esa manera, perdona, pero no creo que cambie.

     —¿Y de novio fue igual?

     —No, pero si muy celoso.

     —Como lamento haberte dejado sola por tanto tiempo.

     —Lucía no te sientas culpable, Damián no es un hombre malo, quizás el estrés del trabajo  lo hacen tomar más de lo habitual, el alcohol lo pone agresivo al tener relaciones conmigo.

     —Amanda por Dios no trates de justificarlo, así no trata un hombre a una mujer y menos si supuestamente está muy enamorado, respóndeme con sinceridad ¿Anoche estuviste con él?

     —Sí, anoche me obligó a tener relaciones con él.

     —Por tu cara veo que no fue una relación placentera, me puedes contar lo que pasó.

     —Era un poco más de la media noche, yo estaba dormida, me despierto con el sonido de  la puerta cuando se abre, al entrar siento el olor a alcohol que impregna la habitación, me hago la dormida, de repente de un zarpazo me quita la manta, luego con brusquedad me quitó el pijama y el blumer, amiga no me  atrevía a hablar, me sentía un poco adolorida, me dolía el vientre porque la noche anterior también me había tomado a la fuerza.

     Damián como una bestia se lanza sobre mí y con mucha fuerza y empuje me hizo suya, luego cuando termina, sólo se da media vuelta y al instante siento sus ronquidos.

     —Amanda, me vas a disculpar, pero ese hombre es un bruto, ordinario, no sabe tratar a una mujer.

     Amanda yo no soy médico ni pretendo serlo, pero creo que esa es la causa por la cuál estás aquí.

     —¿Tú crees?

     —Estoy segura, si sigues manteniendo ese tipo de relación vas a perder a tu bebé.

     —Creo que tienes razón, porque ya me estaba sintiendo mal, me dolía el vientre, pensé que era la menstruación, cómo siempre ha sido tan  irregular, nunca pensé que estaba embarazada.

     —Ese desgraciado por poco te hace perder a tu bebé, no sé lo que vas hacer, pero él no puede seguir maltratándote de esa manera.

     —Puede que con el embarazo cambie.

     —Ojalá amiga, ojalá, si él sigue portándose así, tienes que tomar en cuenta lo de tu divorcio.

     —Eso no es fácil Lucía, eso me traería muchos problemas.

    —Lo sé, pero no hay nada que un buen abogado no pueda solucionar, y yo conozco uno muy bueno, por ahora no te preocupes tanto, dedícate a reposar a cuidar tu embarazo, mantén a Damián tranquilo para que no te moleste tanto sobre todo en sus momentos de ebriedad.

     —Tengo miedo, que una de estás noches me quiera tomar a la fuerza como siempre lo hace y su brusquedad le haga daño al bebé.

     —El doctor te mandó reposo absoluto,cuando hables con él, hazle ver qué tú estado es muy delicado, Damián es muy inteligente y por lo que observé quiere al bebé, puede que tu embarazo mejore tu relación, después que nazca el bebé tomarás la decisión que más te convenga.

     —Sí, eso es lo que voy hacer, por ahora voy a callar, después le diré la verdad y que sea lo que Dios quiera.

     —Amiga, contéstame con sinceridad, ¿tú amas a Damián?

     La pregunta de mi amiga me hizo dudar, cerré mis ojos y visualicé la figura del padre de mi hijo, su cuerpo hermoso muy pegado a mi, sus labios húmedos recorriendo todo mi cuerpo, esos ojos verdes que jamás voy a olvidar, ese pelo negro un poco desordenado, esa escasa barba acariciando mis mejillas, el aliento fresco que alborotó mis hormonas y por esa noche me hizo olvidar que era una mujer comprometida a punto de contraer matrimonio.

     

     

   

     

     

     

 

 

     

    

   

     

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