Olivia se sentó ignorando a Santino, aunque su traicionero corazón latió locamente ante el sonido de su voz, después de meses de no escucharlo.
—Ya estamos aquí y no queremos demorar más de lo necesario. Que has descubierto sobre el asesinato de nuestros padres, espero que realmente sea cierto y no solo estés jugando con nosotros —Luciano preguntó mientras tomaba asiento al igual que Silvio. Ambos hermanos se sentaron cada uno al lado de Olivia dejando claro lo protectores que eran.
—Flavio, es el autor intelectual del accidente donde nuestro padres murieron y de alguna manera te hizo creer que había sido una orden mía —Santino miró a Olivia temblar ante la mención de Flavio y su cuerpo ardió de furia nuevamente.
—¿Tiene pruebas? O solo culpas a Flavio, porque has descubierto que te ha traiciona
Olivia estaba impaciente, había llegado a la isla hace más de dos horas, sin embargo el dueño brillaba por su ausencia. No podía ocultar su molestia, la falta de seriedad del hombre le enojó en demasía; pero se obligó a mantener la cala será su primer proyecto; pero estar lejos de Mateo le inquietó, no podía evitarlo. No cuando seguían sin noticias sobre Flavio, el maldito hombre debía estar muerto, pero no tener la seguridad le carcomía el alma.—¿Cuánto tiempo más debo esperar Adriano? —el agente de bienes raíces se encogió de hombros ignorándola, para ver el mensaje que había llegado a su móvil.—Ya no debe esperar más señora Berlusconi, el dueño ha llegado, espera por usted, por favor acompáñeme —el italiano camino por delante de
Luciano, nunca imaginó que Olivia no volvería ese mismo días. Dejar a Mateo solo durante una noche era demasiado para una madre como Olivia. Afortunadamente estaba Saraí, quien se hizo cargo del niño.Sonrió, mientras observaba la foto que le había tomado a la niñera de Mateo a escondidas, Saraí estaba completamente dormida en la mecedora con Mateo sobre su pecho, mientras lo envolvía en un abrazo protector.Volviendo sus pensamientos a Olivia, debía asegurarse de que su hermana estuviera a salvo, no tenía noticias desde ayer.⧓⧓⧓⧓—Olivia tenemos que hablar —Santino había aterrizado de manera limpia, no tenía nada que reprocharle, quitándose el cinturón de seguridad bajo sin esperar ayuda de Santino.—Te espero mañana en mi oficina, al mediodía se puntual de lo con
Un mes después…Silvio y Alessia hicieron pública su relación ante la familia. Luciano, no era el hombre más feliz del mundo con la decisión de su hermano; más debía admitir que Silvio tenía todo el derecho de ser feliz con la mujer que eligiera, así se tratará de una Ferrari.La sociedad entre ambas familias también fue algo que no se podía evitar, con Alessia y Silvio como pareja, Mateo siendo reconocido por Santino era inconcebible seguir manteniendo la rivalidad entre ellos.—¿Qué significa esto? —Olivia se puso de pie al ver entrar a Santino sin molestarse en tocar la puerta.—Necesito saber, salir de esta duda que me carcome el alma —Santino lanzó dos cajas sobre su escritorio haciendo que un escalofrío recorriera su columna vertebral.<
Olivia camino hacia la oficina de su hermano mayor, no tenía que ser adivina para saber el motivo. Santino había hecho muy bien su trabajo informando a Luciano sobre su embarazo.—Luciano ¿Querías verme? —Olivia se sentó apenas su hermano se lo indicó.—Quería no Olivia, quiero verte y es bueno que esté aquí ¿Puedo saber tus planes a futuro? —Olivia suspiró, Luciano tenía la capacidad de hacerle sentir a salvo, como de sentirse en peligro con una simple mirada.—No sé a lo que te refieras —Luciano estaba teniendo el día más estresante de su vida, dejar sola a Saraí le tenía al borde; más era consciente debía resolver el asunto de Olivia y Santino de una vez y de manera definitiva.—No quieras evadir el tema Olivia —L
Silvio posó los labios sobre los de Alessia, un beso casto, casi inocente; pero la llama del deseo fue prendida, cuando la chica pasó sus manos sobre la hombría de Silvio quien no puedo retener el gemido ronco nacido en su garganta ante el atrevimiento de Alessia quien logró cambiar el beso casto por uno desenfrenado y pasional.Ambos gimieron cuando la lengua de Silvio se adentra en la pequeña boca de Alessia, la pasión despertó en ambos incapaces de negarse al torrente de deseos que inundó sus cuerpos. Alessia sacó la camisa de Silvio, para tener acceso a la piel del mayor, su cuerpo musculoso, le hicieron gemir en anticipación. Silvio contuvo la respiración al sentir los dedos suaves de Alessia acariciar su cuerpo.Los dedos de Alessia temblaban; Silvio no sabía si sería el primero en la vida de la chica y no le interesaba saber; pero deseaba asegur
Olivia caminaba por el centro comercial junto a Santino y Mateo, los antojos de su marido e hijo cada día eran más y de alguna manera lograba ella disfrutaba consentir a sus dos hombres hermosos. Ahora con cuatro meses de embarazo el vientre le molestaba un poco al caminar, tener dos vidas dentro de ella le hacían feliz de cierta manera, aunque no podía evitar pensar en el niño perdido.—¿Santino? —Olivia se detuvo al escuchar la voz de la mujer, se giró para verla, parecía joven, no tanto como ella, pero rondaba los veinticinco años aproximadamente.—¿Ariza? —Santino se sorprendió, no había sabido nada de ella, desde hace cinco años, la chica era hija única de uno de sus socios y al parecer tuvo un pequeño flechazo que rechazó cordialmente.Ariza sonrió hasta que sus ojos se fija
Flavio casi sufrió un orgasmo ante la información que Ariza le había proporcionado; mas no era tonto, sabía que atacar ahora despertaría sospechas en su enemigo. Con la ubicación se daría a la tarea de planificar su golpe, debía ser perfecto y definitivo. Dejarse llevar solo le haría fracasar y por mucho que lo deseara no se dejaría llevar por sus emociones o deseos de venganza por el momento.Ariza gimió cuando Flavio tomó sus labios en un feroz beso antes de liberarla momentáneamente, así era su relación, así fue siempre, feroz y fugaz.—¿Qué harás con la información que te he dado? —Ariza preguntó mordiéndose el labio. Sentir los labios de Flavio le encendía en demasía, su obsesión siempre fue Santino; pero Flavio era su mejor amante, dudaba mucho q
—¡Maldición! —el chofer gritó al ver cómo la Van impactó contra la camioneta. El caos se armó, estaban en las afueras de la ciudad, la carretera desierta, el lugar perfecto para una emboscada.—¡Gira el auto! —Olivia gritó, tomó el arma en sus manos, nunca creyó, el entrenamiento de Silvio le fuera a servir alguna vez hoy le estaba agradecida por la insistencia.—¡Señora!—¡Hazlo ahora! —Saraí se aferró al cinturón de seguridad debido a la velocidad y giró, de la camioneta para volver a casa, Olivia sabía bien se trataba de una cacería en su contra; pero no sería presa fácil.—Estamos atrapados, señora, es una emboscada, no saldremos vivos de aquí —Richard, no podía creer que sus compa&