Santino no estaba feliz ante la situación; pero era necesario cerrar el círculo vicioso que Flavio había abierto años atrás. No comprendía el motivo de tanta maldad en el hombre ¿Que lo llevó a cometer traición? Siempre lo tuvo en cuenta, fue la mano derecha de su padre y él mismo lo convirtió en un hombre con influencia y decisión dentro de la organización grave error, ahora debía actuar su familia era primero y por mucho que llegó a estimar a Flavio, no era más que un traidor y como tal debía terminar con él, se lo debía a sus padres, los padres de Olivia, pero sobre a su hijo, el pequeño que no llegó a nacer, el dolor de esa pérdida le acompañaría siempre, no fue el responsable, pero la culpa recaía en él, por haberle permitido a Flavio tal libertad.
—Te amo Santino, por fav
Epílogo Un día antes… —Como lo había prometido Santino —Ariza sonrió seductoramente, pensando tendría la oportunidad de seducir al hombre, eran muchos años de desprecios, la idea de terminar con la familia completa solo le daba un plus, le llenaba de excitación anticipada. —Brindemos por eso —ella sonrió bebió de su copa, antes de escuchar las palabras del hombre. —Eres una mujer de palabra Ariza, una pena muy grande tu deslealtad —Santino sonrió, mostrando una sexy sonrisa.
VENGANZA INESPERADA SANTINO 2 —¿Te encuentras mejor mami? —Mateo se levantó del sillón donde había permanecido firme al pie del cañón mientras su madre pegaba de gritos y su padre trataba de curar la pequeña herida. —Lamento hacerte pasar por esto cariño —Olivia lo atrajo entre sus brazos, Mateo de diecisiete años ya no cabía entre sus brazos. —No te preocupes mamá, siempre estaré para ti, lamento si mi padre ha sido un bruto curando la herida ¿Te duele mucho? —Olivia asintió
Siete años después…—¿Piensas salir? —Olivia observó a su hijo mayor, vestido de manera elegante con veinticinco años era cada vez más parecido a Santino y también asediado por las jovencitas, locas y hormonales. Por supuesto que eso no le hacía gracia a la señora Ferrari. —No puedes estar hablando en serio ¿Cómo qué quieres casarte? —Valentino cuestionó a Mateo. No veía a su primo contrayendo matrimonio de manera apresurada a menos que…»No me digas que las has embarazado. Mi tía Olivia pegará el grito en el cielo, cuando sepa esto.Mateo miró con cara de pocos amigos a su primo. Se lamentó por haberle revelado sus intenciones. Su madre tendría que haber sido la primera en saberlo, pero consideraba que aún no era el momento. Tenía una cita importante con el señor Wang esa tarde y quería estar preparado.—No digas tonterías Valentino, ni siquiera hemos dormido juntos, Anong es una maravillosa mujer y no quiero correr, todo a su tiempo —respondió el primogénito de los Ferrari Berlusconi.—Voy a creerte únicamente porqCONDICIÓN
Mateo y Anong se despidieron de Somchai, volverían a reunirse el próximo fin de semana, para los detalles de la fiesta de compromiso. Somchai, había pedido algo grande, que diera de qué hablar por mucho tiempo en la sociedad tailandesa, alegando que Anong era la única heredera de su imperio y que pedía para ella lo mejor.—Por un momento creí que te negarías a la petición de tu abuelo.Anong sonrió ante las palabras de su novio.—Podría haberme negado. No estoy obligada a aceptar sus disposiciones. Si no lo hice ha sido por ti Mateo. No me estoy casando por el acuerdo solicitado por mi abuelo, he aceptado porque tengo interés en ti y no voy a continuar negándolo. Has sido muy valiente y eso me fascina de ti —Anong se estiró sobre sus pies para besar los labios de Mateo, quien la tomó de la cintura pa
Olivia no podía creer su suerte, estaba a punto de ser echada de su diminuta habitación ¿En qué diablos estaba pensando para olvidarse del pago del alquiler? No recordaba en realidad. Pero tenía que conseguir el dinero para esa misma tarde la señora Bunmi, contaba con ello. Ya había sido lo suficiente amable como para esperarla por dos meses, estaba segura que esta vez la echaría sin contemplaciones.Salió de su habitación, caminó sin rumbo fijo, mientras hacía un inventario mental de sus pertenencias y ver lo que podía vender era eso o hacer algo ilegal. Bien podría meterse a la red y tratar de infiltrarse a la cuenta bancaria de algún millonario, con seguridad ni se daría por enterado si le hacía falta algunos miles de Baht en su cuenta.Negó inmediatamente, la idea era tentadora y ella era buena en lo que hacía. Pero
—Olivia Chanthara ¿Nos conocemos? —Alessia preguntó, podía jurar que la conocía o más bien que la había visto en algún lugar pero no recordaba exactamente dónde.—Vamos a la misma universidad—Olivia respondió, acomodó el bolso sobre su hombro dispuesta a salir y dejar atrás este episodio.—¡Espera! —Alessia gimió, por el brusco movimiento,— Por favor déjame pagarte el favor —¿Pagarle el favor? Ella necesitaba dinero y Alessia tenía por montones, pero su acto no había sido con esa intención. Alessia necesitó ayuda y ella simplemente se la brindó.—Tu amistad podrá pagar la deuda —Olivia sonrió ante la cara de asombro de Alessia.—¿Estás segura? —Preguntó, aun sin poder creer, que Olivia, rechazará sin m&aacu
Un mes después…Olivia no esperó que Alessia realmente le ofreciera su amistad. Pero cuatro semanas después, la tenía prendida como garrapata. “Su mejor amiga” había insistido para que le ayudara con las materias que no se le daba. Lo último que Olivia quería y necesitaba era: estar envuelta en más problemas que llevarán el apellido Ferrari, pero al parecer su suerte estaba echada y ahora estaba nada más y nada menos que en la casa del demonio, exactamente en la alberca, hacía calor y estar dentro sólo empeoraba el problema de concentración de Alessia.—¿Tienes hambre? —Alessia se puso de pie. Olivia suspiro cansada, la chica Ferrari se distraía hasta con el zumbido de una mosca.—Ponte a trabajar Alessia, no terminaremos hoy —Olivia, rogaba porque Alessia prestará atención.&mda