Prontito habrá una maratón. ¿Será Carissa capaz de darle una noche satisfactoria a Dustin?
NARRADOR Dustin esperaba ansioso la llegada de Mireya, la había echado de menos. Necesitaba sentir su cuerpo cálido al dormir y también hacerle el amor desesperadamente. Cada noche que regresaba de Tentaciones daba vueltas en la cama que lo recibía demasiado fría para su gusto. No estaba acostumbrado a dormir solo después de tanto tiempo de relación. Dustin sabía que Mireya estaba estudiando y cuánta dedicación y esfuerzo dedicaba a su carrera. Le encantaba ella, la amaba, pero también la necesitaba a su lado aunque eso fuera egoísta en esas circunstancias. Los recuerdos de su intento por tener sexo telefónico se sintieron como un golpe en la cara, así como también las veces que intentó ampliar su sexualidad. Aún sabiendo que sus deseos y fantasías podían crear una brecha en su relación, eso no hacía que desaparecieran de su mente. Los sueños calientes que empezó a sentir en ausencia de Mireya lo hacían sentir más que necesitado y odiaba eso. Sabía que las fantasías podía
CARISSA BRITOS Volví a probar las gotas con distintas bebidas. La última fue el whisky por si el chico del club decide tomar eso cuando yo deje de ser una cobarde. Ir al club se volvió mi rutina, lo que más espero cuando es lunes o martes y se que está cerrado. Entrar allí con mi antifaz me hace olvidar hasta de como visto. Nada más importa cuando atravieso sus puertas y olvido quien soy. Entrar a Tentaciones es como abrir las puertas a una dimensión desconocida, pero que cada vez se vuelve más atractiva. Veo las parejas bailar simulando tener sexo y dejan de parecerme tan lascivas y desubicadas. También yo deseo poder ser una de esas mujeres y no por el baile precisamente. Quiero romper las cadenas que me atan a un doloroso pasado, ser feliz, disfrutar mi vida sin pensar en lo que podría pasar después. Decido un nuevo atuendo mientras el día de la apertura del club se acerca. Mis manos sudan y mi interior está temblando de miedo. Voy al mismo lugar donde compré los vestidos
DUSTIN ULIBARRI Intenté comunicarme con Mireya pero huyó de la conversación que sentía que nos debíamos. Siento que por culpa de mis fantasías acabé arruinando mi relación. Había bebido y perdí el control de mi mismo, de mis impulsos y de mi lengua porque acabé diciéndole lo que deseaba y tal vez no en el mejor momento ni condición. Me siento culpable pero también aliviado por decirle lo que deseaba. Agradezco no haber sido más explícito, porque si unas pocas palabras la asustador, de haber llegado más lejos con mi explicación como mínimo la dejaba en shock una temporada. Jamás fui un hombre en exceso apasionado o tal vez imaginativo. No sé por qué en este momento de mi vida siento la imperiosa necesidad de ser tan honesto y abierto como jamás lo fui. M*****a sea, ¿Esto se deberá a estar en un club fetichista tanto tiempo? Allí hay tantas mujeres hermosas que sin dudar serían mucho más atrevidas de lo que puedo imaginar, ¿Por qué Mireya cree que estoy enloqueciendo? Finalmen
DUSTIN ULIBARRI Me siento mareado y creo que no seré capaz de sostenerme por mucho tiempo. La hermosa mujer de rojo se pone de pie y me abraza, poniendo mi brazo sobre sus hombros para que pudiera apoyarme. -Ayúdame hermoso por favor. Te llevaré para que puedas descansar hasta que se te pase el mareo- Solo consigo murmurar sin comprender claramente donde me está dirigiendo Llegamos a lo que creo que es un cuarto y siento que ella me deja caer sobre una superficie blanda que comprendo que es una cama. Me culpo por haber bebido más de lo que acostumbro. El tequila seguramente fue el causante de mi penoso estado. La hermosa dama no se va de mi lado, sino que se sienta a mi costado y toma uno de mis brazos para ponerlo hacia atrás y luego se arrodilla para hacer lo mismo con mi otro brazo. La miro a los ojos y luego inevitablemente vuelvo a mirar su escote. Soy incapaz de hablar cuando noto que debido al esfuerzo de traerme, probablemente se le desacomodó el vestido en esa zona.
CARISSA BRITOS Veo que el hombre que deseo viste diferente y solo acabo deseándolo más que antes. Apenas si escuché su voz y eso me causo un agradable cosquilleo en mi entrepierna. Mi cuerpo lo desea y yo no soy capaz de seguir dilatando más este momento. En un descuido suyo, vierto las gotas en su bebida cuando está por terminarla. Cuando él termina su copa yo me aseguro de estar alerta para ayudarlo cuando sienta el efecto máximo de mi preparado. Hago que me abrace y camino con él en dirección a los cuartos. Él obedece a mi voz, pero está muy mareado y no logra articular las palabras. Se que tenemos poco tiempo para llegar al cuarto y que no tendré muchos minutos para desnudarlo. Soy una cobarde en privado, una mujer asustada de todo, pero hoy la cobardía la dejé en mi penthouse. Lo dejo sobre la cama y solo siento su mirada confundida. Él parece inconsciente de lo lindo que se ve así, de lo tentador que se ve para alguien tan inexperta como yo. Inmovilizo sus manos y
DUSTIN ULIBARRI Disfruté como nunca antes. En la cama con una desconocida pude gozar de una libertad sexual que jamás sentí, aunque estoy esposado. ¿Cómo acabé sintiéndome tan libre estando en esta posición? Ella sin conocerme hizo lo que tanto se había apoderado de mi mente, ¿Cómo es eso posible? Cuando comenzó a moverse hacia arriba y hacia abajo me sentí más que excitado. La sentí dudar y le recomendé como hacerlo para que fuera más cómodo para ella. Se sentía tan insegura, ¿No era así como me sentía yo en la intimidad con Mireya? Compararnos en este momento me da pesar, pero es la verdad. Quito a Mireya de mis pensamientos mientras observo a esta hermosa mujer desnuda sentada sobre mi. Elevo mi cabeza intentando capturar uno de sus pechos desnudos que atrajeron mi atención hace tanto. Ella me besa, pero luego comprende lo que deseo. Su piel es tan dulce, tan adictiva... Escucho como gime al tener mi pezón en su boca y siento que vuelvo a crecer dentro de ella. Ella se
CARISSA BRITOS Salgo de la habitación como una cobarde. Aún mi chico desconocido estaba tendido sobre la cama, completamente desnudo. Vuelvo rápidamente a mi penthouse y me dejo caer sobre la cama, soltando un grito de felicidad. Jamás en la vida imaginé que esto podría ser tan especial. La primera vez que tuve relaciones sexuales no fue muy bueno, pero la segunda vez fue horrible y doloroso. Nunca descubrí el placer antes de esta noche y haberlo hecho es absolutamente liberador. Por un momento dudé. Creí que tal vez yo estaría robando la voluntad de este hombre tan guapo, pero se que conseguí su perdón, también su consuelo y además que él disfrutó tanto como yo. Él fue totalmente un caballero y hasta me guió para que los dos pudiésemos disfrutar aún más nuestro primer y único encuentro. Me siento tan liberada, sin él peso del abuso anterior en mis hombros. Me siento esperanzada con mi vida desde ahora. No imagino entregar mi cuerpo a otro hombre, mucho menos tener a alguien
CARISSA BRITOS Salgo de la ducha y seco mi cuerpo recordando como el muchacho desconocido lo miró anoche con tanto anhelo. En el momento en el que su boca hizo contacto con mis senos una ráfaga de excitación me hizo volver a comenzar. Fue una noche tan ardiente que siempre vivirá en mi memoria. Pensamientos pecaminosos me asaltan y comienzo a fantasear con estar juntos una segunda noche que seguramente sería aún más sencilla entre los dos. Creo que podría hacerlo alcanzar el placer sin sentir tantos nervios, pero no estoy segura. Escucho el sonido inconfundible del timbre y me apresuro a vestirme. Marina grita que ella abrirá y cuando estoy saliendo de mi habitación es cuando escucho la inconfundible voz de mi madre. Me acerco con cuidado y se que ella recuerda los malos momentos vividos aquí en este lugar que fue testigo de varios acontecimientos inolvidables para mí. Fui feliz cuando compartí momentos con Jason, cuando nos veíamos listos para salir a algún lugar importante