LA SALVACIÓN INESPERADA

La tarde avanzaba en la Mansión Arriaga, bañando los jardines con una luz dorada. Isabela, ajena al peligro que se avecinaba, decidió salir a dar un paseo por la ciudad. Había pasado demasiadas horas encerrada en la casa, soportando las constantes provocaciones de Camila y los silencios cada vez más intensos de Leonardo. Necesitaba aire fresco, necesitaba espacio.

Camila, desde su habitación, observaba desde la ventana cómo Isabela salía, sosteniendo su bolso con elegancia. Una sonrisa cruel se dibujó en sus labios. Había llegado el momento. Había planeado esto con precisión.

—"Asegúrense de que no regrese" —había dicho a los hombres a quienes contrató esa misma mañana. Eran dos, conocidos por hacer "trabajos limpios". Camila no quería involucrarse más de lo necesario; todo debía parecer un simple accidente.

Mientras tanto, Leonardo estaba en su despacho, revisando documentos de la empresa. Sin embargo, su concentración era inexistente. La imagen de Isabela no dejaba de invadir sus
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP