Cerca del mediodía de ese mismo dia, yo me encontraba con Elisa en la cocina ayudando a hacer la comida para nosotras dos, cuando de pronto empezamos a escuchar la melodía de un móvil, me acerque hasta el salón donde estaba mi teléfono y al cogerlo de encima de la mesa, me pude dar cuenta de que era Aaron el que me llamaba. Aunque dejé que sonara varias veces, al final como necesitaba una explicación de Aaron, me decidí en contestar la llamada— ¿Rebecca caiño? — pregunto Aaron— Dime, ¿qué quieres Aaron? — pregunte muy enfadada— Esa foto tiene una explicación, por favor cariño, escúchame antes de colgar la llamada — me dijo él— Bien, dejare que te expliques, pero si no me das una buena explicación, cuando vuelvas a casa, nuestro hijo y yo ya no estaremos aquí — le grité, sentandome en el sofá, esperando a su explicación—- Rebeca mi amor, Raquel me ha estado acosando sin cesar, dándose cuenta Clay, el cual me dijo que si trataba de inmiscuirse en nuestras vida la despediría, y eso f
AARONEstaba tranquilamente estudiando los proyectos que tenía encima de mi mesa del despacho, cuando de pronto me sobresalte al escuchar como la puerta de mi despacho la abrían de golpe, viendo entrar muy sonriente a Raquel, que aunque Clay la despidió por acosarme, ella se noto que hizo caso omiso a las amenazas de Clay, al presentarse delante de mí en mi despacho, teniendo que obviar por un momento los documentos que estaba revisando.— ¿Se puede saber Raquel, qué coño haces aquí? según creo Clay te despidio y yo por supuesto ya no quiero verte nunca más — le expresé.—- Ya, —- me dijo ella asintiendo– Bueno Aaron, si eres el hombre que yo creo, tú también sabrás que te pondré una demanda por acoso, estoy deseando escuchar cómo le explicas al juez y sobre todo a los asesores de la empresa porque me obligas a mi, una subordinada tuya a follar contigo.--- me dijo muy segura de sí misma— Creo señorita Raquel, que la despedí, así que por favor le pido cortésmente que se marche de mi e
Me llamo Rebeca Parker y tengo veintiocho años, tengo una empresa de Informática, pero ultimamente me va todo mal hasta el punto que que tengo que vender mi empresa, pero quien la desea es un Ceo egocéntrico, narcisista y un playboy y la verdad que me lo estoy pensando mucho en dársela, solo que cuantos más días pasen sin venderla, más me ahogan las deudas que tengo, y más desesperada estoy ya que tengo cuatro personas trabajando en mi empresa y aunque ellos han sido siempre fieles a mi, se que esto no es justo tampoco para ellos.Sostuve el bolígrafo entre mis manos temblorosas flotando entre las líneas que estaban punteadas para que firmara en los documentos que me dio el abogado de Taylor e hijos, pero me sentía rota y frustrada, ya que ese no era el destino que yo quería para mi empresa.— Firma ya Rebeca, no podemos hacer nada más — me dijo mi amigo Jimy, que aunque es gay, ha sido siempre mi fiel compañero en las más duras batallas— Se que tengo que firmar Jimy, lo que no se, e
Cuando me desperté, estaba en la cama de un hotel completamente desnuda, intentando poner orden a mi cabeza para averiguar qué coño hacía yo en aquella habitación y sola, pues aquel atractivo hombre seguramente me habría dejado un regalo pues no me acordaba si usamos esa única noche, protección o no. Llevaba casi un mes sin trabajar, aunque mi amigo Jimy me ayuda mucho, pero yo sabía que no podía aguantar mucho tiempo quedándome en casa y sin hacer nada, ese nunca fue mi fuerte, porque aunque fui a varias empresas entregándoles mi curriculum, casi todas me decían lo mismo, ya la llamaremos. Una mañana al levantarme de la cama, me empecé a sentir mal, entre en el cuarto de baño con una fuertes náuseas, vomitando todo lo que mi estomago tenia en el wc, mi amigo Jimy al escucharme, entró corriendo en el cuarto de baño asustado moviendo sus manos sin parar— Nena, por favor, ¿que coño te pasa?¿no estarás embarazada verdad? porque si es así, las dos estamos más que jodidas — me dijo— No l
Cuando ya estaba en la calle, mire en el reloj de mi móvil dándome cuenta de que se me hacía tarde por lo que decidí, parar a un taxi y subirme a él para poder llegar a la hora que me dijo la asistente de Tayler. Una vez que el conductor del taxi paró el auto y le pague, baje del coche acercandome al gran edificio de cristales que tenía enfrente de mi, al entrar me paró un guardia jurado que habia en la puerta pidiendome informacion de mi nombre y de a dónde me dirigía, viendo en mi movil que ya pasaron varios minutos desde la hora de la cita. Una vez que le di toda la información el guardia que me pidio, hizo una llamada y fue entonces cuando me dejó pasar dentro del edificio, me dirigí hacia los ascensores, bajándome en la planta dirigiendome seguidamente a una mujer que vi sentada detrás de la mesa, con unas gafas apoyadas en su nariz, mirandome algo extrañada— Buenos dias, me llamo Rebeca Parker, ayer me llamaron para mi entrevista con el señor Tayler — le dije— Ya me acuerdo, f
— ¿Y simplemente no puedo ser la madre de tu hijo solamente? y ¿me devuelves lo que es mío? en vez de usarme como si fuera una puta tuya — pregunté— No Rebeca Parker, si te quisiera tratar como una simple prostituta, dejándola embarazada y ya está, hace cinco minutos y mientras te tenia bloqueada entre mi cuerpo y la pared, ya te hubiera usado y ahora mismo te hubiera echado de mi despacho, pero te quiero a mi lado y en mi cama durante un año, esa es mi condición, ahora dime si firmaras o no nuestro contrato — me dijo— Eres un capullo insolente, ¿te lo han dicho alguna vez, Aaron Tyler? — pregunte— Como quieras preciosa, cuando acabe el contrato, te llevarás a parte de tu empresa una buena remuneración demasiado alta a mi parecer, pero sigo los consejos de mis abogados, solo deseo una mujer para demostrar que tengo estabilidad ante mis socios y mis clientes y un hijo para poder recibir lo que me corresponde de mi padre como su primogénito que soy, ¿que me dices, firmas? — me dijo l
— No me asustas Tayler, ya me has visto desnuda, — respondí con sarcasmo, mientras entraba en aquel lujoso dormitorio, acercandome a todo lo que tenia a mi vista, pasando mis dedos por aquel aterciopelado edredón, por las sedosas cortinas que tapaban la vista de una pequeña terraza que había— Rebeca, ya estas lista o tengo que entrar a por ti — escuche gritar a Aaron— No tranquilo ya salgo, dejame disfrutar de este momento —- respondí— Ya tendrás tiempo, nos tenemos que marchar y más vale que te des prisa o te juro que te sacó del dormitorio desnuda y te visto yo mismo en la limusina — me gritó desde el otro lado de la puertaMirando todos los vestido que habian en el armario, me decante por uno de color ocre, que tenia la espalda al descubierto, cogido con unos tirante en mi cuello, poniendome antes un sujetador y un tanga que se notaba que era de lenceria demasiado fina y muy cara por el precio que pude ver al quitarle la etiqueta que llevaba, me puse unos zapatos de tacon alto,
Estábamos hablando todos tranquilamente, cuando de pronto Aaron se disculpo levantandose seguidamente de su silla, ya que todos escuchamos cómo sonaba la melodía de su móvil. Aaron se marchó de la mesa hacia una pequeña terraza que había detrás de nuestra mesa, fijándome en cómo las mujeres que habían en ciertas mesas detrás de nosotros lo miraban desnudandolo, ya que Aaron era increíblemente atractivo. — Hola buenas tardes ¿cómo estáis? — escuche decir a un hombre detrás mía,Cuando me gire en la silla para ver quien nos estaba hablando, el hombre y yo nos quedamos mirándonos fijamente, dándome cuenta de que el me guiñaba el ojo, haciendo que me ruborizada en ese momento.— ¿Qué hace una mujer tan bella aquí sola? —- me pregunto— Perdone, pero no lo conozco de nada y ademas no estoy sola — le respondí— Vienes acompañada? yo no veo a nadie a tu lado sentado en esta mesa — me dijo— Dejala tranquila, además si que está acompañada — le dijo Gina muy seria— Si que está acompañada, ¿e