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3/ CARA A CARA CON EL ATRACTIVO CEO

Cuando ya estaba en la calle, mire en el reloj de mi móvil dándome cuenta de que se me hacía tarde por lo que decidí, parar a un taxi y subirme a él para poder llegar a la hora que me dijo la asistente de Tayler. Una vez que el conductor del taxi paró el auto y le pague, baje del coche acercandome al gran edificio de cristales que tenía enfrente de mi, al entrar me paró un guardia jurado que habia en la puerta pidiendome informacion de mi nombre y de a dónde me dirigía, viendo en mi movil que ya pasaron varios minutos desde la hora de la cita. Una vez que le di toda la información el guardia que me pidio, hizo una llamada y fue entonces cuando me dejó pasar dentro del edificio, me dirigí hacia los ascensores, bajándome en la planta dirigiendome seguidamente a una mujer que vi sentada detrás de la mesa, con unas gafas apoyadas en su nariz, mirandome algo extrañada

— Buenos dias, me llamo Rebeca Parker, ayer me llamaron para mi entrevista con el señor Tayler — le dije

— Ya me acuerdo, fui yo quien te llamo, por favor espera un momento en aquella sala –me dijo indicando con el dedo– ahora mismo te recibira el señor Taylor — termino de decirme

Me fui a la sala que me dijo, sentándome en uno de los cómodos sillones que había, sintiendo que los nervios que tenia me estaban haciendo que las piernas bailaban solas, volví a mirar el reloj de mi móvil viendo que ya estaba esperando a que el CEO, me recibiera casi treinta minutos, maldiciendome por el dinero que me había gastado al coger un taxi para llegar puntual a la hora que me dijo la asistente, cuando de pronto vi a la mujer en la puerta de la sala de pie mirandome

— Rebeca, ya puedes pasar, el señor Taylor te esta esperando — me dijo

Me levante del comodo sillon, segui a la mujer, acercandonos a una puerta donde había un letrero brillante con el nombre del CEO pegado a la puerta, la mujer abrió la puerta ofreciéndome pasar dentro de aquel despacho, Cuando entré, me pude fijar que todo lo que había dentro donde todo aquello que alcanzaba mis ojos a ver podría valer una fortuna, cuadros, adornos, ordenador de última generación, pero lo que más llamó mi atención, era el hombre que estaba de espalda a mi mirando por el gran ventanal de cristal, fijandome en su ancha espalda, su pelo castaño y su traje que saldría demasiado dinero para mi gusto, quedandome sin saber que decir e inerte cuando se giró quedandonos los dos mirándonos a los ojos.

— Hola Rebeca — me dijo, extrañandome, ya que si yo casi no me acordaba de él, aquello me parecía más que un trabajo,  una especie de trampa, para decirme que él era el propietario de mi empresa

— ¿Cómo te acuerdas de mí y como sabes quien soy yo? — pregunte

— Una noche como la que pasamos tu y yo en aquel hotel, nunca se olvida, pero por favor siéntate, tenemos que hablar de negocios — me dijo

— ¿Me vas a devolver mi empresa? porque es el único negocio que a mi me interesa hacer contigo— le dije viendo como tenía una sonrisa un poco picaresca en sus labios

— Eso es otro negocio que por ahora no haré contigo, lo que yo quiero proponerte es que nos casemos dentro de una semana ¿qué te parece? — me pregunto, haciendo que me diera la risa, riendo en su cara sin poder parar

— Venga ya hombre, te has quedado con mi empresa y ahora quieres quedarte conmigo ¿verdad? — le dije riendo

— Estoy hablando muy enserio, necesito una esposa, ya que en el testamento,de mi padre, me dejara su legado si encuentro una mujer y que yo recuerde cuando follamos en aquel hotel ninguno de los dos uso proteccion, ¿o tu te tomas las anticonceptivas? — me pregunto haciendo que el semblante de mi cara fuera serio y llena de furia

— ¿Qué estás insinuando?¿que me escogisteis a mí para que te diera un hijo? — pregunte

— Puede ser, como sabrás los negocios son así, tu me das a mi heredero y yo veré de qué forma te devuelvo  tu empresa, ¿qué me dices ahi trato o prefieres seguir echando tus currículum aun sabiendo que nadie te llamara?

— Supongo que habrá un contrato firmado por los dos, para que no te eches atras despues y me devuelvas mi empresa — le dije

— Para eso hay unas condiciones, que debes de cumplir, si es que de verdad que te interesa recuperar tu empresa — me dijo

— ¿Qué condiciones son esas? porque si tu me pones condiciones a mi, yo tambien—------ me hizo callarme

— Soy yo el que pone esas condiciones, no tu, — me dijo

— Pero yo soy la que tiene que llevar a tu hijo en mi vientre, no tu — le respondí, escuchando cómo reía a carcajadas viendo como poco a poco se iba acercando a donde yo estaba sentada

De pronto, me cogió de los brazos con sus manos, levantándome del sillón donde estaba sentada, empotrandome contra la pared que había detrás de él, bloqueando mi cuerpo con el suyo y la pared, mirandome de abajo arriba y viceversa con total descaro, quedando su mirada en el canalillo de mis pechos

— ¿Tu crees que te voy a devolver tu empresa, sin que antes me des lo que quiera  pedirte? , estas muerta de miedo Rebeca Parker, y además,  hazme el favor de taparte, mi esposa no puede ir por ahí enseñando sus encantos — me dijo

— ¿Tú qué? — pregunte sorprendida, soltándome de su agarre.

— Mi esposa como has oído, y el hombre que te pone las condiciones te gusten o no te gusten — me dijo muy serio

— ¿Cuales son esas condiciones entonces para que me devuelvas lo que es mío? — pregunte, viendo una sonrisa burlona en sus labios

— Prefiero que mis abogados esten delante, pero como estamos manteniendo una conversación como adultos que somos, te dire mis condiciones, primero quiero que me des un hijo, eso es indiscutible. segundo seras mi compañera,y mi asistente, acompañándome a reuniones, cenas con mis socios, fiestas privadas en las que me inviten, o sea serás mi esposa en todo lo que concierne con mi vida social

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