Cuando ya estaba en la calle, mire en el reloj de mi móvil dándome cuenta de que se me hacía tarde por lo que decidí, parar a un taxi y subirme a él para poder llegar a la hora que me dijo la asistente de Tayler. Una vez que el conductor del taxi paró el auto y le pague, baje del coche acercandome al gran edificio de cristales que tenía enfrente de mi, al entrar me paró un guardia jurado que habia en la puerta pidiendome informacion de mi nombre y de a dónde me dirigía, viendo en mi movil que ya pasaron varios minutos desde la hora de la cita. Una vez que le di toda la información el guardia que me pidio, hizo una llamada y fue entonces cuando me dejó pasar dentro del edificio, me dirigí hacia los ascensores, bajándome en la planta dirigiendome seguidamente a una mujer que vi sentada detrás de la mesa, con unas gafas apoyadas en su nariz, mirandome algo extrañada
— Buenos dias, me llamo Rebeca Parker, ayer me llamaron para mi entrevista con el señor Tayler — le dije
— Ya me acuerdo, fui yo quien te llamo, por favor espera un momento en aquella sala –me dijo indicando con el dedo– ahora mismo te recibira el señor Taylor — termino de decirme
Me fui a la sala que me dijo, sentándome en uno de los cómodos sillones que había, sintiendo que los nervios que tenia me estaban haciendo que las piernas bailaban solas, volví a mirar el reloj de mi móvil viendo que ya estaba esperando a que el CEO, me recibiera casi treinta minutos, maldiciendome por el dinero que me había gastado al coger un taxi para llegar puntual a la hora que me dijo la asistente, cuando de pronto vi a la mujer en la puerta de la sala de pie mirandome
— Rebeca, ya puedes pasar, el señor Taylor te esta esperando — me dijo
Me levante del comodo sillon, segui a la mujer, acercandonos a una puerta donde había un letrero brillante con el nombre del CEO pegado a la puerta, la mujer abrió la puerta ofreciéndome pasar dentro de aquel despacho, Cuando entré, me pude fijar que todo lo que había dentro donde todo aquello que alcanzaba mis ojos a ver podría valer una fortuna, cuadros, adornos, ordenador de última generación, pero lo que más llamó mi atención, era el hombre que estaba de espalda a mi mirando por el gran ventanal de cristal, fijandome en su ancha espalda, su pelo castaño y su traje que saldría demasiado dinero para mi gusto, quedandome sin saber que decir e inerte cuando se giró quedandonos los dos mirándonos a los ojos.
— Hola Rebeca — me dijo, extrañandome, ya que si yo casi no me acordaba de él, aquello me parecía más que un trabajo, una especie de trampa, para decirme que él era el propietario de mi empresa
— ¿Cómo te acuerdas de mí y como sabes quien soy yo? — pregunte
— Una noche como la que pasamos tu y yo en aquel hotel, nunca se olvida, pero por favor siéntate, tenemos que hablar de negocios — me dijo
— ¿Me vas a devolver mi empresa? porque es el único negocio que a mi me interesa hacer contigo— le dije viendo como tenía una sonrisa un poco picaresca en sus labios
— Eso es otro negocio que por ahora no haré contigo, lo que yo quiero proponerte es que nos casemos dentro de una semana ¿qué te parece? — me pregunto, haciendo que me diera la risa, riendo en su cara sin poder parar
— Venga ya hombre, te has quedado con mi empresa y ahora quieres quedarte conmigo ¿verdad? — le dije riendo
— Estoy hablando muy enserio, necesito una esposa, ya que en el testamento,de mi padre, me dejara su legado si encuentro una mujer y que yo recuerde cuando follamos en aquel hotel ninguno de los dos uso proteccion, ¿o tu te tomas las anticonceptivas? — me pregunto haciendo que el semblante de mi cara fuera serio y llena de furia
— ¿Qué estás insinuando?¿que me escogisteis a mí para que te diera un hijo? — pregunte
— Puede ser, como sabrás los negocios son así, tu me das a mi heredero y yo veré de qué forma te devuelvo tu empresa, ¿qué me dices ahi trato o prefieres seguir echando tus currículum aun sabiendo que nadie te llamara?
— Supongo que habrá un contrato firmado por los dos, para que no te eches atras despues y me devuelvas mi empresa — le dije
— Para eso hay unas condiciones, que debes de cumplir, si es que de verdad que te interesa recuperar tu empresa — me dijo
— ¿Qué condiciones son esas? porque si tu me pones condiciones a mi, yo tambien—------ me hizo callarme
— Soy yo el que pone esas condiciones, no tu, — me dijo
— Pero yo soy la que tiene que llevar a tu hijo en mi vientre, no tu — le respondí, escuchando cómo reía a carcajadas viendo como poco a poco se iba acercando a donde yo estaba sentada
De pronto, me cogió de los brazos con sus manos, levantándome del sillón donde estaba sentada, empotrandome contra la pared que había detrás de él, bloqueando mi cuerpo con el suyo y la pared, mirandome de abajo arriba y viceversa con total descaro, quedando su mirada en el canalillo de mis pechos
— ¿Tu crees que te voy a devolver tu empresa, sin que antes me des lo que quiera pedirte? , estas muerta de miedo Rebeca Parker, y además, hazme el favor de taparte, mi esposa no puede ir por ahí enseñando sus encantos — me dijo
— ¿Tú qué? — pregunte sorprendida, soltándome de su agarre.
— Mi esposa como has oído, y el hombre que te pone las condiciones te gusten o no te gusten — me dijo muy serio
— ¿Cuales son esas condiciones entonces para que me devuelvas lo que es mío? — pregunte, viendo una sonrisa burlona en sus labios
— Prefiero que mis abogados esten delante, pero como estamos manteniendo una conversación como adultos que somos, te dire mis condiciones, primero quiero que me des un hijo, eso es indiscutible. segundo seras mi compañera,y mi asistente, acompañándome a reuniones, cenas con mis socios, fiestas privadas en las que me inviten, o sea serás mi esposa en todo lo que concierne con mi vida social
— ¿Y simplemente no puedo ser la madre de tu hijo solamente? y ¿me devuelves lo que es mío? en vez de usarme como si fuera una puta tuya — pregunté— No Rebeca Parker, si te quisiera tratar como una simple prostituta, dejándola embarazada y ya está, hace cinco minutos y mientras te tenia bloqueada entre mi cuerpo y la pared, ya te hubiera usado y ahora mismo te hubiera echado de mi despacho, pero te quiero a mi lado y en mi cama durante un año, esa es mi condición, ahora dime si firmaras o no nuestro contrato — me dijo— Eres un capullo insolente, ¿te lo han dicho alguna vez, Aaron Tyler? — pregunte— Como quieras preciosa, cuando acabe el contrato, te llevarás a parte de tu empresa una buena remuneración demasiado alta a mi parecer, pero sigo los consejos de mis abogados, solo deseo una mujer para demostrar que tengo estabilidad ante mis socios y mis clientes y un hijo para poder recibir lo que me corresponde de mi padre como su primogénito que soy, ¿que me dices, firmas? — me dijo l
— No me asustas Tayler, ya me has visto desnuda, — respondí con sarcasmo, mientras entraba en aquel lujoso dormitorio, acercandome a todo lo que tenia a mi vista, pasando mis dedos por aquel aterciopelado edredón, por las sedosas cortinas que tapaban la vista de una pequeña terraza que había— Rebeca, ya estas lista o tengo que entrar a por ti — escuche gritar a Aaron— No tranquilo ya salgo, dejame disfrutar de este momento —- respondí— Ya tendrás tiempo, nos tenemos que marchar y más vale que te des prisa o te juro que te sacó del dormitorio desnuda y te visto yo mismo en la limusina — me gritó desde el otro lado de la puertaMirando todos los vestido que habian en el armario, me decante por uno de color ocre, que tenia la espalda al descubierto, cogido con unos tirante en mi cuello, poniendome antes un sujetador y un tanga que se notaba que era de lenceria demasiado fina y muy cara por el precio que pude ver al quitarle la etiqueta que llevaba, me puse unos zapatos de tacon alto,
Estábamos hablando todos tranquilamente, cuando de pronto Aaron se disculpo levantandose seguidamente de su silla, ya que todos escuchamos cómo sonaba la melodía de su móvil. Aaron se marchó de la mesa hacia una pequeña terraza que había detrás de nuestra mesa, fijándome en cómo las mujeres que habían en ciertas mesas detrás de nosotros lo miraban desnudandolo, ya que Aaron era increíblemente atractivo. — Hola buenas tardes ¿cómo estáis? — escuche decir a un hombre detrás mía,Cuando me gire en la silla para ver quien nos estaba hablando, el hombre y yo nos quedamos mirándonos fijamente, dándome cuenta de que el me guiñaba el ojo, haciendo que me ruborizada en ese momento.— ¿Qué hace una mujer tan bella aquí sola? —- me pregunto— Perdone, pero no lo conozco de nada y ademas no estoy sola — le respondí— Vienes acompañada? yo no veo a nadie a tu lado sentado en esta mesa — me dijo— Dejala tranquila, además si que está acompañada — le dijo Gina muy seria— Si que está acompañada, ¿e
Intentando escapar de Aaron, levante la rodilla con rapidez para darle en sus partes, pero el se adelanto a mi movimientos, bloqueando mi pierna, haciéndome escuchar una fuerte carcajada, metiendo sus dedos en mi pelo acariciando, poniéndome todavía más caliente de lo que ya estaba. Aaron dejó un reguero de besos por mis mejillas hasta que por fin se apoderó de mi boca, mordisqueando mi labio inferior, seduciendo con su caliente lengua, sacandola y metiendola en mi boca como si estuviera follándome, para asegurarse que cada vez lo deseaba mas y mas. Intenté apartarlo de mí poniendo mis manos en su pecho, pero con un movimiento rápido, él me cogió mis manos con una sola mano suya poniendome los brazos por encima de mi cabeza, haciendo que me fuera imposible el poder apartarlo de mi cuerpo. Aaron seguía teniendo mis piernas separadas todo lo que le permitía, haciendo que mis emociones al final brotarán en mi interior abrumandome, apretó mi pezón con sus dedos sintiendo como el deseo emp
Aaron dio un paso hacia donde yo estaba, haciéndome cerrar los ojos, sintiendo que necesitaba estar con el hombre que tenía enfrente de mi.— Quiero enseñarte ese mundo, darte tanto que sientas el placer hasta que grites que pare, Rebeca no te podido sacar de mi cabeza desde que te conocí aquella noche en aquel club, te he imaginado otra vez en mi cama, metiendome dentro de ti hasta el fondo, mientras rodeas mis caderas con tus piernas, acordandome de la cara que pusiste aquella noche mientras te corrías, pero a parte del contrato que tenemos tu y yo, quiero que confíes en mí primero — me dijoAaron y yo nos quedamos mirándonos fijamente a los ojos, quedándome abrumada por lo que él me acababa de decir, una realidad que era dolorosa para mi, ya que Aaron tenía razón, aquella noche de pasión que tuvimos él y yo en aquel hotel, fue en parte por el dolor que sentía de ver a mi ex novio con mi mejor amiga y por haber perdido la empresa que mis padres me dejaron en herencia, después de que
Al día siguiente, tocaron al timbre abriendo mi amigo Jimy la puerta de nuestra casa, mientras yo terminaba de arreglarme, ya que el dia anterior Aaron me comunico antes de marcharse de mi casa, que teniamos una cena importante con un matrimonio, ya que él quería que el hombre se asocia con su empresa, así que tuve por la mañana que salir y comprarme un vestido para la ocasión. — Nena hay afuera una preciosa limusina, y el machote que ayer vino a casa te espera en el salon — me dijo Jimy muy eufórico—- Dile que ya salgo, me falta ponerme los zapatos — le respondí muy nerviosaCuando ya estaba preparada, me marche del dormitorio hacia el salon, cuando entre me quede mirando a Aaron con la boca abierta ya que estaba guapisimo, llevaba un traje de color azul que le hacia resaltar sus preciosos ojos.— Esta espectacular Rebeca — me dijo— Gracias señor Taylor, usted también está muy guapo — le dijeCogi mi bolso que lo tenía encima de la entrada de la casa, cogiendo mi mano Aarón marcha
Cuando estábamos los dos solos en su despacho, Aaron apoyó su cuerpo en su escritorio sin apartar su mirada de mi— ¿No vas a decir nada?, tenemos que preparar una versión sobre nosotros que sea creíble ¿no te parece? — me dijo— Sobre nuestro contrato,dice que no me puedo inmiscuirse en temas personales de mi esposo —- respondí— Vamos Rebeca cariño, hoy con Clay y su esposa hemos tenido suerte, pero habrá más reuniones, cenas, recepciones y no quiero que mi reputación caiga, por una incómoda pregunta que nos hagan — me dijo viendo como cerraba sus puños apoyándolos sobre su mesa del despacho— Mira Rebeca, te voy a contar una cosa que pocos saben, soy divorciado y mi ex esposa me humilló y mucho, por eso la gente que no me conoce bien, dice que soy un mujeriego, pero la verdad, es que no es así, ya que desde mi divorcio no conseguí mantener ninguna relación estable con ninguna mujer, tuve oportunidades eso sí, por eso necesito que seas mi esposa, por que la gente con quien me relac
Al día siguiente cuando me desperté me di cuenta de que estaba sola en la cama, me levanté y entré en el cuarto de baño, entrando seguidamente en la ducha, ya que iba completamente desnuda por la noche tan erótica romántica que tuvimos Aaron y yo, la noche anterior. Despues de ducharme, cogi una de las toallas que habían, cubriendo mi cuerpo con ella, volviendo al dormitorio para vestirme, pero empecé a escuchar la melodía de mi móvil, teniendo que ir al salon que era donde lo tenia, pero cuando iba a entrar al salon me crucé con una mujer mayor, de pelo canoso mirándonos las dos algo extrañadas, ya que yo iba solamente con una toalla alrededor de mi cuerpo, fijándome en cómo me miraba la mujer— Buenos dias, perdon por presentarme así, pero —-- quise seguir hablando, pero la mujer me empezó a hablar con una sonrisa en sus labios— No se preocupe señora, puede coger su teléfono si quiere, me llamo Elisa, el señor ya me dijo que usted viviría en esta casa, soy la ama de llaves del señ