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4/ EMPIEZA LA FUNCION

— ¿Y simplemente no puedo ser la madre de tu hijo solamente? y ¿me devuelves lo que es mío? en vez de usarme como si fuera una puta tuya — pregunté

— No Rebeca Parker, si te quisiera tratar como una simple prostituta, dejándola embarazada y ya está, hace cinco minutos y mientras te tenia bloqueada entre mi cuerpo y la pared, ya te hubiera usado y ahora mismo te hubiera echado de mi despacho, pero te quiero a mi lado y en mi cama durante un año, esa es mi condición, ahora dime si firmaras o no nuestro contrato — me dijo

— Eres un capullo insolente, ¿te lo han dicho alguna vez, Aaron Tyler? — pregunte

— Como quieras preciosa, cuando acabe el contrato, te llevarás a parte de tu empresa una buena remuneración demasiado alta a mi parecer, pero sigo los consejos de mis abogados, solo deseo una mujer para demostrar que tengo estabilidad ante mis socios y mis clientes y un hijo para poder recibir lo que me corresponde de mi padre como su primogénito que soy, ¿que me dices, firmas? — me dijo levantando la mano donde ya tenía preparado su bolígrafo para darmelo, haciéndome recordar cuando puso sus abogados aquellos documentos delante de mí, cuando tuve que firmar la venta de mi empresa a la empresa de Tyler

Cogi el bolígrafo con mi mano temblorosa, para firmar aquellos documentos que aunque no me hacía ninguna gracia hacerlo y menos con el hombre que tenía delante, pero yo ya llevaba en mi vientre algo suyo.

— Rebeca Parker, encantado de hacer negocios contigo, aunque queda solo una cosa mas por decirte, nadie debe saber que existe nuestro contrato y cuando digo nadie es nadie, eso incluye a tu amigo gay  — me dijo ofreciéndome su mano, pero se la rechace, llena de rabia y frustración

— Entonces me marcho, ya nos veremos dentro de una semana, cuando sea nuestra boda — le dije

— Espero que nos veamos antes Rebeca,mañana mismo te mandaré a mi chofer, porque tendrás que comprarte un vestido de novia, conocer a mi familia y asistir a tu propia fiesta de compromiso y ya tan solo nos quedan ya seis días para casarnos — me dijo mirando su caro reloj de muñeca

— Adios señor Tayler, mañana nos veremos entonces — le dije cuando me levanté del sillón y me iba acercando a la puerta del despacho

Cuando salí de aquel despacho, quería gritar con todas mis fuerzas y decirle al capullo de Tayler que se metiera mi empresa por donde pudiera, pero era la única herencia que mis padres me dejaron y pense que sea como fuere tenía que volver a recuperarla. La asistente se quedo mirandome, dándome cuenta de que se le cayeron las gafas de la nariz cuando salí de aquel despacho dando un fuerte portazo,

— Lo siento — le dije a la pobre mujer soltando una risita 

Me acerque hasta donde estaban los ascensores para bajar hasta el hall del edificio, donde me volví a encontrar al guardia jurado que estaba vigilando la entrada, me despedi de el, sali a la calle buscando una parada de autobús que me llevara a mi casa, ya que no estaba dispuesta a gastarme más dinero en coger un taxi.Cuando entre en mi casa y me dirigi al salon, vi a mi amigo Jimmy muy nervioso mirandome mientras se mordisqueaba las uñas.

— Siéntate y cuenta niña ¿que ha pasado?¿te ha dado el trabajo? ¿Te va a devolver nuestra empresa? dime algo o te juro que algo me va a dar algo — me dijo mi amigo haciéndome reir

— Tranquilo, solo me ha ofrecido un trabajo nada mas — le dije

— Y del bebe ¿le has dicho ya que es su padre? — volvió a preguntarme

— No, no le he dicho aun nada, lo que importa ahora es, que tengo trabajo y puedo ayudar en casa — comente

Al día siguiente cuando me desperté, me fui corriendo al cuarto de baño ya que las náuseas hacía de las suyas como la mañana anterior, despues me duche, volviendo al dormitorio con una toalla tapando mi cuerpo, sentándome en la cama para secarme y ponerme algo de ropa

— ¿Rebeca cariño? — escuche a Jimy tocando a la puerta de mi dormitorio

— Pasa, no estoy desnuda – le dije, viendo como mi amigo entraba en el dormitorio quedandose en la misma puerta

— Te han mandado un chofer en una preciosa limusina, chica que suerte tienen algunas — me dijo mi amigo

— Mejor, asi no tengo que gastar dinero para ir al trabajo — le respondi, quitandome la toalla y acercandome al armario para coger algo de ropa

Cuando ya estaba vestida, cogi mi bolso y mi telefono, dandonos un beso mi amigo y yo marchandome de mi casa, hacia la limusina que me estaba esperando en la calle, cuando me acerque salude al chofer que mantenía la puerta del vehículo abierta para que me sentara dentro, rodeando el hombre el vehiculo, sentandose en el asiento del conductor marchandonos de aquel lugar. Mientras el vehículo estaba recorriendo las calles, pase mi mano por los lujosos asiento de aquella limusina, hasta que el chofer paró la limusina y, abrió la puerta fijandome en que no estábamos delante de el edifico que los Tayler tenían cuando baje, si no que era un simple garaje,  indicando el chofer el camino hacia unos ascensores, donde el hombro tocó uno de los botones, cerrando seguidamente las puertas, hasta que se paró y salió, dándome cuenta de que el ascensor había parado en un lujoso piso.

— Bienvenida a tu casa, en el armario del dormitorio tienes tu ropa, mi asistenta se ha encargado de comprar vestidos y lencería de tu talla, y ahora por favor entra y quitate toda la ropa que llevas, tenemos una importante comida con uno de mis inversores y espero que te comportes como la prometida de Aaron Tayler — me dijo

— Ya empieza la funcion pronto señor Tayler — le dije

— Rebeca, espero mucho mas de ti, ya sabes lo que los dos nos jugamos con esta farsa, ahora por favor cambiate de ropa si no quieres que yo te la quite — me dijo

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