La diosa Luna añoraba conocer el mundo de los humanos, ese lugar donde su padre Zeus, había creado a los seres más sorprendentes para ella. Le parecía hermoso y muy curioso. Eran perfectos ante sus ojos, los amaba, eran los hijos que ella jamás pudo tener. Su amor por ellos crecía cada vez que lanzaba la mirada fuera del Olimpo y veía como crecían en todo sentido. Las cosas que creaban; música, comida, máquinas, armas, aunque las últimas no tanto.
Un día decidió bajar desde el Olimpo para conocer más de esos seres maravillosos, sin el consentimiento de Zeus. En la tierra, ella apreció todo. Porque era lo que más ansiaba. Se dio cuenta de muchas cosas mientras estuvo en la tierra, tanto buena como mala.
En su segundo mes de estar en la tierra, ella conoció a un humano muy simpático. Le pareció hermoso, cariñoso, sobre todo divertido. Pasaron los meses, se fueron conociendo, ella se enamoró al igual que él. Ambos se amaban y ese amor fue creciendo hasta más no poder. Incluso su amor llegó tan lejos, que ambos se unieron en cuerpo y alma.
Cuando sólo faltaban dos meses para que la diosa regresase de dónde provino, confesó su secreto al humano. Él se sintió devastado, iba a perder al amor de su vida. Entonces él también le confesó su verdadero ser, que era un cambia formas. Ella no lo supo, es más, jamás se le paso por la cabeza lo que él era.
Pasaron sus últimos días juntos, amándose, demostrando el amor que se tenían y aún tienen. Cuando la diosa estaba por partir, se enteró que estaba embarazada. Pero el alma de su bebé era tan poderosa que no supo cómo tomar ese poder.
Antes de partir, decidió adelantar el parto, tener en menos tiempo a su hijo. Quien al nacer, había sido una hermosa niña, tan bella como la misma madre que entre lágrimas, decidió que la bebé fuera criada por su padre. El cambia formas.
La diosa partió pero le dejo el fruto de su amor. Era lo que más amaría el humano.
Los años pasaron, el bebé creció. Al cumplir sus 18 años, ella fue dotada de poderes preciosos y peligrosos. Su padre le dijo la verdad de su existencia, que no sólo era cambia formas, si no que contenía sangre pura y que era hija de la Luna.
Entre más pasaba el tiempo, ella se volvió más fuerte. Muchos se enteraron de ella y lo sucedido con sus progenitores. Después de todo, ella no era de rango alto. Hubo muchas peleas y muertes en esa época, así que ella decidió tomar una decisión.
Al cumplir los 30 años, ella misma se atravesó con un cuchillo, recitó un mantra en un idioma desconocido. Su alma, sus poderes se fueron con ella. Y juro volver, pero en un futuro, cuando la necesitarán los humanos y cambia formas.
Ella regresaría, pero a salvar lo que su madre no pudo salvar. A traer la paz entre especies.
"Volveré para dar paz a la especie de mi padre, mantener esa paz entre seres. Yo, seré la SemiDiosa. Su libertad."
Pero hay un lado oculto de la leyenda, un lado oscuro que no fue revelado hasta cientos de siglos después.
—Moon. Los cielos detestan tu sola existencia. La tierra clama por tu vigor.
—¡Isabella! ¡Baja en este instante!Gritó mi madre furiosa desde abajo del árbol.Con una pereza enorme me até mi cabello en una coleta baja. Mi trasero estaba sobre la rama gruesa del pino que había escalado, mi padre estaba en otro pino casi llegando a la cima, solté un quejido al verlo llegar a la cima y por ende, ganar. Tuve que rendirme y comenzar a bajar del pino para esperar la regañada de mi madre por hacer algo tan peligroso.Mis padres y yo venimos al bosque para poder pasar un tiempo en familia, pero acabamos jugando con mi padre. Mi madre no estaba muy contenta con eso, ella siempre dice que los juegos de mi madre son muy rudos para una chica como yo, normal, quiero decir. Hasta que no haya tenido mi primera transformación no tenía el derecho de jugar con Papá.—Algún día de estos ustedes dos me van matar de un enojo. —Mamá ten&iacut
Saco libros del casillero y meto otros que no utilizaré por el momento. Los pasillos están un poco llenos, se puede caminar al menos.Este colegio es especial, está en medio del bosque y es específicamente sólo para seres sobrenaturales. Muchos de esos seres vienen aquí a estudiar y saber más de las otras razas, pero otros sólo por chismosos están aquí. Como vivo en los límites de mi manada, me queda cerca. Además de que me gusta caminar. Hablando de, me dirijo a mi primera clase del día que seríaLicantropía. Entro y me siento en un pupitre que esta al fondo. Me dejo caer.Se todo sobre esta clase, lo malo es que como soy “Retrasada” en términos de desarrollo, no se me permiten saltarme un año. Y eso que tengo un promedio alto para estar una clase más avanzada. El no tener mi transformación al cumplir mis 18 no
Mis padres me explicaron todo, bueno no todo, porque aún hay cosas que no entiendo. Empezando por mis orígenes. Sólo me dijeron como llegue a ellos. También algunas cosas de mi transformación y porque mi loba despertó antes de tiempo. Y es porque no soy como los otros lobos. En realidad soy única, pero sigo sin saber en qué sentido.Para ser personas que aparentaba una vida normal, cargaban con un gran secreto desde que llegue a sus vidas. Mamá lloro a mares por que no estuvo conmigo en mi transformación, también porque me dijo que fue un hombre quien me dejo en su puerta, Papá lo vio cuando regresaba de patrullar la frontera, además que él esta desilusionado por no ver mi trasformación. Querían verme retorcer del dolor.No son mis verdaderos padres, pero aun así los amo como a nadie. No importa cuántas veces me digan que no llevamos la misma sa
Llorar por un hombre es algo que jamás quise hacer. Me creí fuerte mentalmente, imagine que las únicas veces que llore y llorare por el género masculino serian por mi padre, ese hombre que me ha dado lo que nadie más me podrá dar. Amor incondicional sin dobles sentidos, su amor jamás me hará daño, seré su princesa eternamente.Pero esa fantasía se ha roto. Ahora me veo a mí aquí en esta cama llorando como si mi alma se fuera entre esas lágrimas de dolor que bajar por mis mejillas. La impotencia por no poder ser alguien ahora es… nubla mi mente, mi juicio y racionalidad. Solo quiero ser débil por hoy, quiero estar rota por este día y levantarme mañana como si el hoy jamás hubiera existido.Y si existe. Lo tendré como una buena cicatriz en mi alma, una que me hará saber por quién debo llorar en realidad.La puert
El regreso a clases después de pasar tres días fuera no era muy lindo que digamos. Como una escuela humana, se esparcen rumores de todos, sobre todo de una chica que paree demacrada y falto, con falta de apetito, caso enferma. Cualquiera podría decir que estaba al borde de la muerte o… podría tener una vida más en mi cuerpo. Cosas estúpidas que incluso yo siento qué son demasiado exageradas.Lo que si se es que hoy tengo examen y no estudie. Además de que el dolor de cabeza que nació anoche aún no se ha ido. Me siento demasiado tensa o irritada todo me molesta. Espero poder tener un día libre de moscas o insectos que me busquen. Ya no lo hacen como antes pero aun escucho sus mal
Todos estaban en la pared del fondo tratando de cubrir con los demás. Algunos escombros cayeron del techo. Me sentí incapaz de ayudar, pero sé que debo. Son mi gente… que raro suena eso. Pero es la verdad, siento el deber de proteger a estas criaturas como lo haría la diosa Luna. Quizás no sé exactamente quién soy, pero siento algo en mi pecho que me dice que debo ayudar.Tomando la mejor decisión me aproximó al otro lado del comedor, donde está el otro ventanal. Me asomo y veo como todos los cazadores rodean el edifico y tratan de entrar. Eso no me gusta para nada.—Isa, debes de alejarte de los ventanales. —Me dice mi maestro de Mitología Hinduista. Suspiro. Estoy por darme la vuelta cuando veo como un cazador lanza algo a la ventana. Abro los ojos como platos y me tiró sobre el maestro mientras grito.—¡Al suelo!Todos lo hacen al só
No había dormido, me sentía cansada, agotada. En realidad, no sabía que era peor. El estar desvelado o tener que ir a la mansión del Alfa. La situación variaba, en un principio supe que era lo correcto, pero luego me entró la ansiedad y el miedo, así qué no sé qué hacer.Me levanté de mi cama y me dispuse en arreglarme luego de soltar un suspiro agotado. Cuando termine mi baño, me coloque una blusa blanca con mangas cortas, un pantalón azul y una sudadera negra, mis tenis eran del mismo color. Dejé mi cabello suelto, no quería llevarlo en una coleta como siempre, no coloque mis lentes, ya que, no los requería más.
—Dime Maxwell ¿Que estabas a punto de hacer?El señor lo vio de manera severa. Pero mi mirada estaba encima de sus ojos, no parecía enojado, sino... frustrado. Dios, esa mirada perdida la había visto en otra parte… cuando era niño, recuerdo que siempre ponía esa mirada cuando algo no le salía como quería o simplemente no le dejaban hacer lo que quería. Pero justo ahora no sabría interpretar esa mirada. Y me dolía pensar que la causante era yo.—Maxwell, te he hablado.—Perdona padre. —Dejo al Alfa con la palabra en la boca y salió corriendo lo más rápido que podía. Huía de mí. De lo que éramos. Baje la mirada.—Lo lamento Alfa... yo...—Tranquila —Alce mi vista a sus ojos al escuchar esas palabras—. No es tu culpa, es él quien no puede ver lo que tiene frente a su