Erickson
Lo único que ha pasado aquí es el tiempo. Lento, largo, tortuoso, como el salpicar veneno en tu piel descubierta.
Las personas que llegaron se fueron, dejando solamente la familia para que pudieran estar solos. Tradicionalmente solo se va a un velorio para poder dar el pésame y después desaparecer. Si es la familia del alfa es señal de respeto. Algo que me sorprendió mucho cuando vinieron. No imagine que la considerarían parte de la manada. No después de lo que me conto que paso antes, cuando aún se sentía alguien anormal.
Pero solo nosotros fuimos quienes vieron a Isabela convertirse en otra persona y darlo todo, somos quienes la conocieron y adoraron por quien era y no como la vieron el resto. Pero hay una persona entre todos nosotros que no puedo sacar de mi mente rencorosa.
—Ha llegado el momento.
Häel se había acercado
MaxwellComo alfa de esta manada y protector de las familias que mi progenitor dejo atrás, fui al frente de todo este desastre, a la salida de la manada. En donde me encontré con el hombre codicioso que solo venia por una mujer que estaba muerta, además de apoderarse de una manada que ahora no le rinde tributo y no estarán de su lado a menos que muera.Acompañado arrogancia y unas inmensas ganas de vengarse, mi padre, movilizaba un batallón completo de cazadores que venían a matar a su propia raza. Sorprendido es poco a como me siento en verdad, su avaricia me hace creer que jamás fue en realidad una persona, verlo caminar con orgullo hacia el frente, dispuesto en asesinarme si no me rendí ante él, solo me da a entender que jamás tuve un padre, solo un titiritero que controlaba los hilos en esta manada.—Entrega todo Maxwell —No tendrá piedad ni siqui
MaxwellAlgo me asfixiaba, su frialdad estaba alrededor de mi cuello, era parecida a una cuerda, pero la viscosidad se extendía hasta mi pecho y se enredaba en mis brazos, apretaba tanto que el hueso bajo mi piel se sintió crujir y sus estillas penetraron la piel restante para dañarme aún más.¿Por qué siento esto? ¿Qué pasa conmigo? ¿Cómo llegue aquí?El miedo hizo estragos, esa cuerda me soltó y caí a un vacío, parpadee para poder ver pero al hacerlo solo vi el risco y una sombra en la punta que sonreía con dientes afilados. Esto es una pesadilla, lo sé pero… ¿Por qué no despierto?—¡Maxwell! —Alguien me llama, sus insistentes gritos me despertaron de esa caída. Aun sentía la viscosidad en mi cuello, temiendo por eso más jadeos salieron, no podía respira
La luz me rodeo, mi madre desapareció como todo rastro de su presencia. Cuando pude volver abrir mis ojos me encontraba en un lugar totalmente desconocido para mí. Selene no estaba a mi lado y ver el cielo en un atardecer tan pacifico me causa intranquilidad. A mi parecer estaba en el cielo esperando por un dios que viniera a recibirme.Intente enfocarme en el lugar. Y solo pude asombrarme al ver lo que había tras mi espalda.A lo lejos, sobre una montaña se encontraba un castillo, uno tan grande que a pesar de la distancia podías distinguir sus torres y entrada. Donde me encontraba en el quiosco tenia al frente de este se encontrabas unas gradas que me llevaban justo a un área libre en forma de círculo, también contaba con algunas antorchas que estaban encendidas. Mirara por donde mirara el lugar se veía celestial. Pero no tenía idea de donde me encontraba.Sospechaba del lugar pero no estaba
La diosa Luna añoraba conocer el mundo de los humanos, ese lugar donde su padre Zeus, había creado a los seres más sorprendentes para ella. Le parecía hermoso y muy curioso. Eran perfectos ante sus ojos, los amaba, eran los hijos que ella jamás pudo tener. Su amor por ellos crecía cada vez que lanzaba la mirada fuera del Olimpo y veía como crecían en todo sentido. Las cosas que creaban; música, comida, máquinas, armas, aunque las últimas no tanto.Un día decidió bajar desde el Olimpo para conocer más de esos seres maravillosos, sin el consentimiento de Zeus. En la tierra, ella apreció todo. Porque era lo que más ansiaba. Se dio cuenta de muchas cosas mientras estuvo en la tierra, tanto buena como mala.En su segundo mes de estar en la tierra, ella conoció a un humano muy simpático. Le pareció hermoso, cariñoso, sobre todo divertido
—¡Isabella! ¡Baja en este instante!Gritó mi madre furiosa desde abajo del árbol.Con una pereza enorme me até mi cabello en una coleta baja. Mi trasero estaba sobre la rama gruesa del pino que había escalado, mi padre estaba en otro pino casi llegando a la cima, solté un quejido al verlo llegar a la cima y por ende, ganar. Tuve que rendirme y comenzar a bajar del pino para esperar la regañada de mi madre por hacer algo tan peligroso.Mis padres y yo venimos al bosque para poder pasar un tiempo en familia, pero acabamos jugando con mi padre. Mi madre no estaba muy contenta con eso, ella siempre dice que los juegos de mi madre son muy rudos para una chica como yo, normal, quiero decir. Hasta que no haya tenido mi primera transformación no tenía el derecho de jugar con Papá.—Algún día de estos ustedes dos me van matar de un enojo. —Mamá ten&iacut
Saco libros del casillero y meto otros que no utilizaré por el momento. Los pasillos están un poco llenos, se puede caminar al menos.Este colegio es especial, está en medio del bosque y es específicamente sólo para seres sobrenaturales. Muchos de esos seres vienen aquí a estudiar y saber más de las otras razas, pero otros sólo por chismosos están aquí. Como vivo en los límites de mi manada, me queda cerca. Además de que me gusta caminar. Hablando de, me dirijo a mi primera clase del día que seríaLicantropía. Entro y me siento en un pupitre que esta al fondo. Me dejo caer.Se todo sobre esta clase, lo malo es que como soy “Retrasada” en términos de desarrollo, no se me permiten saltarme un año. Y eso que tengo un promedio alto para estar una clase más avanzada. El no tener mi transformación al cumplir mis 18 no
Mis padres me explicaron todo, bueno no todo, porque aún hay cosas que no entiendo. Empezando por mis orígenes. Sólo me dijeron como llegue a ellos. También algunas cosas de mi transformación y porque mi loba despertó antes de tiempo. Y es porque no soy como los otros lobos. En realidad soy única, pero sigo sin saber en qué sentido.Para ser personas que aparentaba una vida normal, cargaban con un gran secreto desde que llegue a sus vidas. Mamá lloro a mares por que no estuvo conmigo en mi transformación, también porque me dijo que fue un hombre quien me dejo en su puerta, Papá lo vio cuando regresaba de patrullar la frontera, además que él esta desilusionado por no ver mi trasformación. Querían verme retorcer del dolor.No son mis verdaderos padres, pero aun así los amo como a nadie. No importa cuántas veces me digan que no llevamos la misma sa
Llorar por un hombre es algo que jamás quise hacer. Me creí fuerte mentalmente, imagine que las únicas veces que llore y llorare por el género masculino serian por mi padre, ese hombre que me ha dado lo que nadie más me podrá dar. Amor incondicional sin dobles sentidos, su amor jamás me hará daño, seré su princesa eternamente.Pero esa fantasía se ha roto. Ahora me veo a mí aquí en esta cama llorando como si mi alma se fuera entre esas lágrimas de dolor que bajar por mis mejillas. La impotencia por no poder ser alguien ahora es… nubla mi mente, mi juicio y racionalidad. Solo quiero ser débil por hoy, quiero estar rota por este día y levantarme mañana como si el hoy jamás hubiera existido.Y si existe. Lo tendré como una buena cicatriz en mi alma, una que me hará saber por quién debo llorar en realidad.La puert