32

—¿Qué hace aquí, señora? –la vio tomar aire y tragar saliva. Sus ojos estaban clavados en el niño que ahora la abrazaba y parloteaba acerca de su carita feliz, y que luego, muy campante, la ignoró para ir a mostrársela a su abuela Aurora, que al ver el niño secó sus lágrimas y recompuso su semblante.

—Quiero hablar contigo –Emilia miró al interior de la casa. Su hijo estaba a salvo dentro, con su abuela.

—Yo no tengo nada que hablar con usted.

—No te cierres, Emilia –insistió

Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP