Fue arrojado, cayendo entre las mesas antes de girar y quedar sentado para presenciar los actos de la otra persona. Javier sacó el cinturón de su pantalón - Con esa cara que tienes hasta padezco de lástima al golpearte - alzó el cincho en su mano y bajó con fuerza.
Teo se movió, asustado, logrando esquivarlo por suerte. En ese momento, creció en él un enorme coraje, deseó ser fuerte. Entonces, Javier le sujetó las piernas; mientras Teo trató de empujarlo. Pero luego de eso el tipo le agarró ambas manos con una sola. Después, un escalofrío le recorrió el cuerpo cuando sintió que la otra le tocó el vientre, deslizándose hacia arriba por toda su piel.
Su estómago dio un vuelco. Por primera vez en su vida percibió un sentimiento
Perdió mucho tiempo charlando en la cocina; por lo tanto, se encontró con un cielo ligeramente oscuro al salir. Cuando fue a su habitación se encontró con que Ethan ya estaba ahí - ¿estás mejor?.-Sí - sonrió, demostrando que el ánimo había regresado - ya estoy bien.Ethan se acercó lentamente - es una buena noticia para mi - le tomó la barbilla y le detuvo la cara para que no se moviera. El rubor que bañó la cara de Teo confirmó su estado. Ethan bajó y topó sus labios.Un mes después, los preparativos estaban hechos. Su cuarto, en la mayor parte, quedó vacío. Teo se giró, mirando lo que restaba, antes de salir y cerrar. Cruzó el sendero en dirección al
(seguimiento del capítulo Capítulo LXXIII) Lo que tanto temía y esperaba a la vez, sucedió. Algo suave topó sus labios y aunque sabía que era probable, abrió los ojos sorprendido. Se separó, produciendo un sonido incómodo al hacerlo.Ethan frunció el ceño - no fui muy imprudente, ¿verdad? - parecía una pregunta; pero más bien era una afirmación - he esperado a que dijeras que sí antes de hacerlo.-Pero… - la vergüenza lo inundó - estamos en mi habitación, alguien puede venir.-No te preocupes, escucharé cuando se acerquen - así
Cruzó al otro lado, ya que Ethan no dejaba de acercarse - me gusta aprender de todo. He leído tantos libros como he podido.-Me he dado cuenta - Ethan cruzó el agua, sin darle tiempo para seguir huyendo - tienes una gran colección de libros.Teo sintió que su mano era agarrada, impidiendo toda posibilidad de alejarse. Por ser más grande, el agua cubría más abajo del pecho de Ethan, a diferencia de Teo - Sí, has visto… - abrió los ojos cuando otra mano le tocó un costado de la cara y suavemente lo hizo voltear.Su corazón casi salió del pecho al verlo inclinarse y de nuevo, topó sus labios. Se encontró cara a cara con los ojos de Ethan; sin embargo, los de él estaban tranquilos. De pronto, sintió
La brisa paró al amanecer. Mojando el árbol del patio. A través de sus hojas, una gota se deslizó cayendo hacia abajo, pasando de rama en rama. De pronto, el árbol se agitó levemente haciendo que la gota se desviara del camino, dirigiéndose al suelo; sin embargo, su trayectoria fue bloqueado y en cambio, cayó sobre una cabeza cubierta por cabellos húmedos.El joven chico sostenía, entre sus manos, un libro. Protegiéndolo de la brisa con su cabeza agachada. Al sentir la gota deslizarse por su cabello, se sacudió, mandando un ciento de gotas a volar alrededor. Estaba tan concentrado en la lectura que no fue consciente del tiempo hasta que amaneció. Estuvo haciendo huelga desde la noche anterior; así que no entró a casa a pesar del clima húmedo y se distrajo por completo cuando empezó su nuevo libro.-Teo - una voz suave lo llamó desde un lado.Por costumbre, siempre respondió a su llamado - ¿Sí?.Desde las orillas del patio, su madre lo llamó - Ven a desayunar.Sin pensarlo dos veces, r
Corrió emocionado hasta que encontró a la gente agrupada en la calle. El sudor se acumuló en su frente, no sólo por el ejercicio; sino que también por los nervios que lo invadían. Paró justo antes de introducirse en la multitud, asesando. Algunas personas tenían caras conocidas, vistas en reuniones algunas veces. De repente, escuchó - ¿Teodoro? - sus ojos se abrieron, buscando el sonido.-Ah, es cierto, es él - por un lado, dos personas salieron de entre la multitud - ¿no es un milagro o será una alucinación? - uno de ellos bromeó.-Oh, chicos - Teo los saludó.Se acercaron uno a cada lado y los dos pusieron una mano en sus hombros - No te has escapado de casa, ¿verdad? - con pesadez, recibió las palmadas de los dos chicos que tenían una gran sonrisa en el rostro.-Claro que no - sonrió, arreglándose la ropa - me han dado permiso de asistir a clases.-¡Qué bien! - el de la izquierda, vestido con un traje cafés, dio otra palmada - estarás en nuestro grupo.El otro, con camisa gris y pa
Los dos jóvenes se vieron entre sí, luego miraron a Teo - Mis padres me obligaron - sus voces se mezclaron, convirtiéndose en una sola. Los dos se vieron de nuevo y rieron.Teodoro se sorprendió - ¿en serio no les importa ni un poco estar aquí?.Oliver bufó - ¿para qué?, prefiero estar en la calle que aquí sentado.-Cualquier lugar es mejor que este - agregó Edgar. Después, el de ropa gris lo miró - ¿y tú por qué has venido?.-Cierto - exclamó el otro - es muy extraño que tus padres te dejen salir, ¿también te obligaron?.Teo meneó la cabeza - No, logré convencerlos para que me permitieran asistir. Quiero conocer otros lugares. Si gano el examen me dejaran ir.Los ojos de Oliver se abrieron - Oh, te irás lejos y aún así te patrocinarán el viaje - suspiró, poniendo una mano en el suelo para apoyar su peso en ella - A mi me amenazaron con que si no venía aquí, dejarían de darme dinero.Edgar colocó una mano en el hombro de Oliver, sonriendo - Realmente eres mi hermano. Mis padres me han
La señora sonrió - Es algo bueno - luego, sus ojos se desviaron al espacio vacío entre Teo y la puerta - ¿regresaste acompañado? - preguntó con calma - ¿tus amigos están aquí?.El aire se escapó de sus pulmones - No, he vuelto solo.La señora lo vio, con la espalda erguida - Abre la puerta - pidió.Teo exhaló suavemente a escondidas. Después abrió, caminando; en tanto empujaba la puerta. No se atrevió a negarse porque sería extraño; así que se paró a un lado, descubriendo el interior del cuarto. Desde la entrada, los ojos de su madre pasaron por cada rincón de la habitación. El corazón de Teo palpitó en su pecho, temeroso que descubriera la mentira. Los ojos recorriendo en un círculo hasta posarse en el joven parado estático sosteniendo la puerta a su espalda.La señora lo miró sin decir nada - ¿pasa algo? - preguntó, conteniendo los nervios.La señora negó, desviando la mirada. Tomó los extremos de su vestido, girando para marcharse - Creo que vi mal - volteó la cabeza, dedicándole
-¿has dormido bien? - su padre le preguntó.-Sí - sonrió - aunque anoche me quedé estudiando hasta tarde.-¿a sí?, ¿cómo han estado las clases?.-Muy bien, me parecen bastante interesantes - tomó los cubiertos - ¿iremos a un lugar en especial hoy?.Su padre se aclaró la garganta; en tanto partía lo que estaba en su plato - Sabrás que hoy no iremos de paseo, ¿verdad?.Teo levantó los ojos - ¿entonces? - sintió cierta ansiedad.-Bueno - su padre no lo miró - Sabrás que al tener más privilegios, también adquieres más responsabilidades - las manos de Teo se mantuvieron fijas a cada lado del plato - te asignaré nuevas tareas. Dependiendo de tu desempeño, veremos si eres digno de marcharte a otro lugar - los ojos oscuros del señor se enfocaron en él - ¿crees poder mantener las clases junto con tus tareas?, no te cargaré mucho; pero depende de lo que tú desees.-¿qué pasa si no quiero hacerlo?.-Naturalmente, no tendrás derecho a marcharte aunque ganes el examen.Su corazón dio un brinco - L