“El corazón fue hecho para ser roto- Oscar Wilde “
Mis pies parecían pesados sacos mientras intentaba seguir el ritmo de mis acompañantes, quienes no intentaron ni por un solo segundo aminorar su paso, por lo que la diferencia de distancias era notoria.
Ahora, mientras corría sin aliento intentando no ser atrapada, era consciente de mi absurda decisión. Si, Ethan me estaba ocultando algo, y sí, probablemente esta sería la primera vez que pisara alguna franja de tierra fuera de Luz.
Pero, ¿eso merecía la pena a cambio de una enorme pelea, y probablemente poner en riesgo mi relación con Ethan? ¿Solo por pisar territorio desconocido asumiría las consecuencias de un castigo?
No, probablemente con la mente fría no lo haría. Pero mientras corría, sudorosa y confundida de la razón por la cual había llegado a esto, estaba segura de que ya no podía retroceder.
-Helena, ¡cuidado! – fruncí el ceño ante la alterada voz de Kilian, mientras miraba sobre mi ho
Mis ojos apenas se habían acostumbrado a la oscuridad del castillo cuando, al girarme, encontré justamente a la persona que estaba buscando. -¿Cómo sabías que te estaba buscando? – Pregunté mientras me giraba hacia Kilian. El príncipe se encontraba apoyado en una impoluta pared con una burlona sonrisa decorando sus rojizos labios. - ¿Quién ha dicho que lo supiese? Bufé, irritada por sus respuestas. Respuestas que realmente, no resolvían ninguna pregunta. – ¿Por qué sino estarías esperando? Kilian alzó una ceja, - ¿por qué el amor, con la venda en los ojos puede, siendo ciego imponer sus antojos? Fruncí mis labios, totalmente perdida ante su nueva respuesta. - ¿Qué? Él simplemente rió, separándose de su cómoda posición contra la pared. – Shakespeare. El creador humano de las historias que nos narran. Rodé los ojos ante su engreída respuesta. Él realmente tenía buena memoria literaria, pero debería ser un poco más humilde. -Sé qu
Extrañamente no había sido complicado pasar por aquel muro. Killian me había ayudado todo lo que podía y, sinceramente, preferí no abrir los ojos mientras él me ayudaba a subir. El moreno no habló mucho más conmigo mientras nos adentrábamos en aquel inmenso bosque. Hacía algunos minutos habíamos empezado a escuchar el barullo de Luz, mientras toda la ciudad se levantaba. Preferí no pensar en cómo dentro de pocas horas ya habrían dado voz a la desaparición de la futura reina Helena.Zarandeé una larga rama que estuvo a punto de golpetear mi frente, mientras me deshacía de aquellos pensamientos.Ethan.-¿Pensando en un príncipe? – Inquirió Killian, quien se encontraba a metros de mi, avanzando a pasos agigantados por la maleza.-Ethan es un rey. – Repliqué.El moreno me miró sobre su hombro mientras esbozaba una sonrisa.-No me refería a él.Entrecerré los ojos en su dirección, - yo que tú dejaría los juegos, Killian. Estas aqu
Paré el ataque, sintiendo el sudor recorrer mi piel en una agobiante sensación. Mi pierna se elevó intentando golpear su rodilla para desestabilizarlo, pero él se apartó a tiempo, aprovechando mi movimiento para tomar mi pierna y empujarme hasta hacerme caer al suelo. El impacto me recibió con fuerza, sacando el poco aliento que quedaba en mis pulmones. Pero sin perder el tiempo, antes de que él pudiese abrir la boca para burlarse de mi desastroso ataque, me levanté en un salto perfectamente equilibrado, y rápidamente le aticé un puñetazo en la boca de su estómago, para que así perdiese el aliento de golpe, como yo segundos antes. Él, sorprendido por mi ataque sorpresa, empezó a toser repetidas veces intentando estabilizar su respiración, y entonces, aproveché ese momento para tomar la daga que escondía en mi bota de cuero alta, y me puse detrás de él, con la daga amenazadoramente colocada en su cuello.En ese momento, mientras se
Los hermosos rayos de sol calaron bajo mi piel, cobijándome bajo sus amarillentas alas. Rodeé mis hombros con mis manos, teniendo la necesidad de acercarme más a la luz. Cosa que sonaba cómica, ya que la misteriosa mujer que me visitó hacía semanas me llamó Hija de la Oscuridad. Y a mi siempre me había atolondrado el embriagador calor. -Helena, ¿puedes pasarme una piedra? – Miré hacia mi hermana.Melanie estaba radiante esta tarde, mientras nos sentábamos a orillas de un lago enorme, con ella al lado mia, y a pesar de su mirada lúgubre, su vestido la hacía ver hermosaNuestros días en la corte de Luz se resumían a pensar en formas entretenidas de pasar la tarde en un castillo sin salida.Al principio no sonaba tal mal, pero cuando llevabas toda tu vida recluida en ese mismo castillo, ordenada para servir, al final cansaba. Sin embargo, lo mio nunca fue servir a otros. De hecho, en el pasado, mi hermana incluso hizo mis turn
-Estás preciosa. – Giré ante la voz de Ethan. Solté un bufido, mientras mis pies se sentían incómodos sobre esa monstruosidad llamada tacón.No me importaba mi aspecto, ni siquiera mi incomodes, solo me importaba lo que pasaría dentro de algunos minutos, cuando tuviese que bajar las escaleras tomada de la mano de Ethan, y con la mirada de todos sobre mi. Miré hacia el suelo, rezando para que Ethan no adivinase mis pensamientos, - deberíamos bajar. Los nervios parecieron acrecentar en mi vientre, mientras escuchaba esas palabras. No estaba preparada. No quería escuchar sus críticas que me hacían sentir inferior. No me malinterpreteis, amaba ser humana. Pero en este mundo era la presa fácil, y a nadie le complacía que la presa fuese reina en un futuro.-Yo…, no estoy lista, - levanté mi mirada, encontrándome con un confundido Ethan. Él avanzó unos pasos hacia mi, y yo no mostré la intención de retroce
“Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si quereis probar el carácter de un hombre, dadle poder.- Abraham Lincoln”Antes de poder abrir siquiera mi boca, Ethan se apresuró a apretar mi mano y a responderle a la princesa. -No es mi juguete, Aïcha. Y si vuelves a dirigerte a ella, hazlo con respeto, o sino lo consideraré traición a la corte de Luz. Ella abrió los ojos sorprendida, mientras su madre soltaba una sonora risa. Tómalo perra. La reina no parecía para nada ofendida, en todo caso, divertida. -¿En serio entrarías en guerra por una humana? – Ethan pareció titubear, cosa que hizo que mi pecho se oprimiese en espera de su respuesta. -No es una humana, es mi futura prometida. – Ethan sonó tan seguro al decir aquellas palabras que estuve a punto de saltar sobre él. Sin poder evitarlo, una sonrisa satisfecha decoró mis labios. La princesa, que parecía realmente estupefacta a
“ℂuando te vi me enamoré, y tu sonreiste por que lo sabías. "-¡Proteged a la realeza! – Los gritos en un segundo tomaron el castillo, sumiéndolo en la peor de las catástrofes.Y mientras alguien tiraba de mi brazo, mis pensamientos siempre eran los mismos.Yo podía haber evitado esto. Yo lo sabía.Y alguien de la corte Oscuridad también, e iba a averiguar quien era.-¡Helena! ¡Muévete!Mi mirada estaba observando al hombre que me gritaba a esas palabras, pero mi mente estaba tan lejana que apenas percibía el bullicioPero entre esa enorme niebla mental que me abrumaba, un solo pensamiento me hizo mantenerme cuerda.Melanie.Mi hermana también estaba aquí, pero ella estaba desprotegida.-Mi hermana. Tengo que buscarla.Mi voz estaba entrecortada y temblorosa debido al miedo, mientras me levantaba con ayuda de Kilian de la silla.Él ni siquiera me respondió, y yo tampoco se lo exigí.Por un instante me preg
“Todo hombre alimenta un secreto sueño que no es la bondad ni el amor, sino un desenfrenado deseo de placer y egoismo. – Grabriele D' Annunzio”Entonces los guardias abrieron las puertas de la habitación que compartía con Ethan. Ante mi apareció la enorme estancia, y erguido sin un solo rasguño, me recibió mi futuro prometido. Las puertas volvieron a cerrarse con un sordo ruido, y entonces, exhalé enfadada, -¿Quién crees que eres para hacerme venir contra mi voluntad? ¡A mi, Ethan! ¡A la persona que se supone que amas! Mis gritos tronaron en la habitación, acallando el silencio que aguardaba segundos antes. -Mi hermana no aparecía, ¿sabes? ¡Y tu guardia estuvo a punto de dejarla para salvarme a mi! Y no solo eso, ¡en mitad de todo esto vinieron tus guardias y no tú a buscarme, y podías haberlo hecho por que apuesto lo que sea a que has estado todo el tiempo aquí! Solté el aire que había contenido al grit