Extrañamente no había sido complicado pasar por aquel muro. Killian me había ayudado todo lo que podía y, sinceramente, preferí no abrir los ojos mientras él me ayudaba a subir. El moreno no habló mucho más conmigo mientras nos adentrábamos en aquel inmenso bosque.
Hacía algunos minutos habíamos empezado a escuchar el barullo de Luz, mientras toda la ciudad se levantaba. Preferí no pensar en cómo dentro de pocas horas ya habrían dado voz a la desaparición de la futura reina Helena.
Zarandeé una larga rama que estuvo a punto de golpetear mi frente, mientras me deshacía de aquellos pensamientos.
Ethan.
-¿Pensando en un príncipe? – Inquirió Killian, quien se encontraba a metros de mi, avanzando a pasos agigantados por la maleza.
-Ethan es un rey. – Repliqué.
El moreno me miró sobre su hombro mientras esbozaba una sonrisa.
-No me refería a él.
Entrecerré los ojos en su dirección, - yo que tú dejaría los juegos, Killian. Estas aqu
Paré el ataque, sintiendo el sudor recorrer mi piel en una agobiante sensación. Mi pierna se elevó intentando golpear su rodilla para desestabilizarlo, pero él se apartó a tiempo, aprovechando mi movimiento para tomar mi pierna y empujarme hasta hacerme caer al suelo. El impacto me recibió con fuerza, sacando el poco aliento que quedaba en mis pulmones. Pero sin perder el tiempo, antes de que él pudiese abrir la boca para burlarse de mi desastroso ataque, me levanté en un salto perfectamente equilibrado, y rápidamente le aticé un puñetazo en la boca de su estómago, para que así perdiese el aliento de golpe, como yo segundos antes. Él, sorprendido por mi ataque sorpresa, empezó a toser repetidas veces intentando estabilizar su respiración, y entonces, aproveché ese momento para tomar la daga que escondía en mi bota de cuero alta, y me puse detrás de él, con la daga amenazadoramente colocada en su cuello.En ese momento, mientras se
Los hermosos rayos de sol calaron bajo mi piel, cobijándome bajo sus amarillentas alas. Rodeé mis hombros con mis manos, teniendo la necesidad de acercarme más a la luz. Cosa que sonaba cómica, ya que la misteriosa mujer que me visitó hacía semanas me llamó Hija de la Oscuridad. Y a mi siempre me había atolondrado el embriagador calor. -Helena, ¿puedes pasarme una piedra? – Miré hacia mi hermana.Melanie estaba radiante esta tarde, mientras nos sentábamos a orillas de un lago enorme, con ella al lado mia, y a pesar de su mirada lúgubre, su vestido la hacía ver hermosaNuestros días en la corte de Luz se resumían a pensar en formas entretenidas de pasar la tarde en un castillo sin salida.Al principio no sonaba tal mal, pero cuando llevabas toda tu vida recluida en ese mismo castillo, ordenada para servir, al final cansaba. Sin embargo, lo mio nunca fue servir a otros. De hecho, en el pasado, mi hermana incluso hizo mis turn
-Estás preciosa. – Giré ante la voz de Ethan. Solté un bufido, mientras mis pies se sentían incómodos sobre esa monstruosidad llamada tacón.No me importaba mi aspecto, ni siquiera mi incomodes, solo me importaba lo que pasaría dentro de algunos minutos, cuando tuviese que bajar las escaleras tomada de la mano de Ethan, y con la mirada de todos sobre mi. Miré hacia el suelo, rezando para que Ethan no adivinase mis pensamientos, - deberíamos bajar. Los nervios parecieron acrecentar en mi vientre, mientras escuchaba esas palabras. No estaba preparada. No quería escuchar sus críticas que me hacían sentir inferior. No me malinterpreteis, amaba ser humana. Pero en este mundo era la presa fácil, y a nadie le complacía que la presa fuese reina en un futuro.-Yo…, no estoy lista, - levanté mi mirada, encontrándome con un confundido Ethan. Él avanzó unos pasos hacia mi, y yo no mostré la intención de retroce
“Casi todos podemos soportar la adversidad, pero si quereis probar el carácter de un hombre, dadle poder.- Abraham Lincoln”Antes de poder abrir siquiera mi boca, Ethan se apresuró a apretar mi mano y a responderle a la princesa. -No es mi juguete, Aïcha. Y si vuelves a dirigerte a ella, hazlo con respeto, o sino lo consideraré traición a la corte de Luz. Ella abrió los ojos sorprendida, mientras su madre soltaba una sonora risa. Tómalo perra. La reina no parecía para nada ofendida, en todo caso, divertida. -¿En serio entrarías en guerra por una humana? – Ethan pareció titubear, cosa que hizo que mi pecho se oprimiese en espera de su respuesta. -No es una humana, es mi futura prometida. – Ethan sonó tan seguro al decir aquellas palabras que estuve a punto de saltar sobre él. Sin poder evitarlo, una sonrisa satisfecha decoró mis labios. La princesa, que parecía realmente estupefacta a
“ℂuando te vi me enamoré, y tu sonreiste por que lo sabías. "-¡Proteged a la realeza! – Los gritos en un segundo tomaron el castillo, sumiéndolo en la peor de las catástrofes.Y mientras alguien tiraba de mi brazo, mis pensamientos siempre eran los mismos.Yo podía haber evitado esto. Yo lo sabía.Y alguien de la corte Oscuridad también, e iba a averiguar quien era.-¡Helena! ¡Muévete!Mi mirada estaba observando al hombre que me gritaba a esas palabras, pero mi mente estaba tan lejana que apenas percibía el bullicioPero entre esa enorme niebla mental que me abrumaba, un solo pensamiento me hizo mantenerme cuerda.Melanie.Mi hermana también estaba aquí, pero ella estaba desprotegida.-Mi hermana. Tengo que buscarla.Mi voz estaba entrecortada y temblorosa debido al miedo, mientras me levantaba con ayuda de Kilian de la silla.Él ni siquiera me respondió, y yo tampoco se lo exigí.Por un instante me preg
“Todo hombre alimenta un secreto sueño que no es la bondad ni el amor, sino un desenfrenado deseo de placer y egoismo. – Grabriele D' Annunzio”Entonces los guardias abrieron las puertas de la habitación que compartía con Ethan. Ante mi apareció la enorme estancia, y erguido sin un solo rasguño, me recibió mi futuro prometido. Las puertas volvieron a cerrarse con un sordo ruido, y entonces, exhalé enfadada, -¿Quién crees que eres para hacerme venir contra mi voluntad? ¡A mi, Ethan! ¡A la persona que se supone que amas! Mis gritos tronaron en la habitación, acallando el silencio que aguardaba segundos antes. -Mi hermana no aparecía, ¿sabes? ¡Y tu guardia estuvo a punto de dejarla para salvarme a mi! Y no solo eso, ¡en mitad de todo esto vinieron tus guardias y no tú a buscarme, y podías haberlo hecho por que apuesto lo que sea a que has estado todo el tiempo aquí! Solté el aire que había contenido al grit
“Somos facilmente engañados por aquellos a quienes amamos. – Molière”-¿Qué? Eso es imposible. Las brujas no han podido entrar a este mundo.Kilian alzó una ceja, mientras se giraba hacia Tyler, - veo que tenéis a la humana como un simple adorno adorable.Fruncí el ceño, ofendida por sus palabras.-Primero, no soy un adorno. Y segundo, no me vuelvas a llamar adorable.Kilian parpadeó y mientras posaba su vista en mi parecía que era la primera vez que se percataba de mi presencia.-Perdona, pero, ¿en qué momento hemos pasado a tener la confianza como para que me hables así?Bufé, hastiada, - justo en el momento en el que has llegado y te has entrometido en una conversación privada.Tyler carraspeó, notablemente abrumado, - bueno, señora, príncipe, buenas noches.Él hizo una
“La verdad rara vez es pura, y nunca simple. -Oscar Wilde”-Señora, ¿está bien?Aparté mi fija mirada del escritorio, y la fijé en la doncella.Separé mis entreabiertos labios, y mientras tragaba saliva las mismas palabras bailaban en mi cabeza.-Las brujas vinieron a por ti, preciosa.-Si Helena se entera de esto nunca me perdonaría.Y aún así, a pesar de eso, lo echaba tanto de menos…-¿Señora?Mi perdida mirada se giró hacia ella, y disipando la niebla que atormentaba cada pensamiento, hablé, - si, estoy bien.Ella asintió con una sonrisa, -ah, y otra cosa. Llame al príncipe Kilian, dile que es urgente.Noté como la doncella frunció el ceño durante unos instantes, y la sospecha deslumbró en sus ojos.Pero, sin decir nada más, se giró musitan