*Te estoy vigilando...analizando hasta matarte...adivina quien soy...*Ese es el mensaje que recibo en la siguiente mañana después de mi viaje a Rusia. No sé quién, ni por qué motivo podría llevarme un mensaje así cuando está claro que Alessio nunca se ha escondido para amenazarme y desde la muerte de Hillary y que se corriera la voz entre su círculo, de que soy la esposa de Moskav, tal como había planeado y esperado me ha dejado en paz.Si hubiese decidido volver a perseguirme no tengo dudas de que me lo haría saber. Su mayor placer es hacer sentir miedo, sumisión, pánico. Eso le satisface como nada en la vida y yo tuve mi propia dosis de todo aquello en su momento. Conozco muy de cerca la sensación y por eso sé que estos mensajes anónimos no son suyos.—Me encantaría saber qué pasa por tu cabeza ahora mismo —un acento ruso me habla.Me alejo de la ventana y le doy mi teléfono móvil para que vea lo que me preocupa. —Alessio no es —digo mientras él observa —. Puedo apostar que no es
He vuelto a la ciudad. Solo nuevamente. No sé si me acostumbre a estar en este ir y venir con el ruso.Los días a su lado fueron increíbles a pesar de toda la presión del padre y las cosas que pretendía hacer allí pero que dejamos inconclusas al menos de mi parte, Samuel llamó indicando que me necesitaba aquí, con urgencia.Aviso a Claudio que estoy de regreso y que el ruso no vendrá hasta el fin de semana siguiente, es obvio que no he descubierto lo suficiente de él todavía pero creo que vamos por buen rumbo. Lo que pasa es que las turbulencias apuntan a que me empieza a gustar más de lo que debería.—¿Cómo te va con tu vida rusa? —me detengo en medio del salón cuando oigo esa voz.¡Alessio está en mi casa!¿Cómo ha entrado?¡Dios, Dios!Tenía que haber venido con los guardaespaldas de Moskav. Joder.—¿Qué haces en mi casa? —deposito las llaves en el centro de mesa de la puerta y finjo que no tengo unos nervios que me devoran.—No sé como pudiste pensar que no descubriría dónde te ti
Mientras veo como Samuel sigue esperando por mi, sin entender qué se describe en mi expresión completamente nueva para él, yo pienso en las palabras de Alessio. Todos me desean, enloquecen entre mis piernas y no entendía por qué pero ahora lo tengo delante de mí...ellos piensan que necesito protección, que voy a romperme en cualquier momento y esperan recoger mis pedazos para usar mi cuerpo a su favor. Soy una maldita muñeca para disfrutar, hasta de mi dolor y vulnerabilidad. Se ha vuelto perjudicial mi belleza, la catedral y la imagen frágil que represento.El poder me posee, pero yo tengo que invertir eso. Tomar nuevas decisiones y que haya una lluvia de cambios ...cualesquiera que sean luego las consecuencias. —Siento no haber podido ayudarte, yo...—No necesito ayuda, Samuel —hay furia en mi voz —. Necesito que me dejes en paz y sigas con tu vida. No tienes que cuidar de mi y no te he pedido nada. Así que adiós.Su rostro se descoloca pero no me quedo a remendar lo que he dich
Solo uno podía sobrevivir...pienso cuando vuelvo a disparar. En esta ocasión como en la anterior la bala no sale. Él está sobre mi, enterrado entre mis muslos y sabedor de que iba a matarlo pero mi pistola no dispara nada. Ni la primera, ni la segunda ni todas las otras en que sigo intentándolo. —Te advertí que no podías estar a mi nivel, nunca. No digo nada.¿Qué podría decir?Este juego acaba aquí...he creído ganar una partida que estaba perdida y he jugado a morir...más que a matar.—Entonces mátame tú —rujo sin miedo —. No eres piadoso y no te vi pensártelo mucho cuando lo hiciste con Hillary. ¡Vamos...acaba conmigo!Ya lo dije en su momento, este hombre sería una ruleta rusa para mi. No tuve dudas entonces, tampoco no las tengo ahora.Lo peligroso de jugar con un tipo así, es la posibilidad de engancharte a la sórdida sensación surreal de goce turbio junto a él. Ian Moskav es tan oscuro que sus tinieblas son contagiosas, es como un diablo que hace que te encante ser su posesió
Ian Moskav Finjo muy bien. Soy el puto rey del engaño. Un maestro de la mentira. Dios del truco.Esta es la tercera mujer que entierro y todavía nadie puede entender cómo hago lo que hago.La diferencia ahora es que esta sí es mi mujer, con ella me quedo y no la perderé jamas. Lo que Nicolleta Moskav es para mí, ni yo mismo lo entiendo.Estamos en el funeral inglés de mi esposa Nikky, y cuento los segundos para que esta mierda acabe y despertar a Nicoletta para hundirme en ella hasta me diga basta.Esa rubia no imaginó todo lo que podía sucederle al meterse a la catedral. Allí yo elijo quien entra y quien sale y cuando mi contacto en la Interpol me avisó de que habían mandando a una rubia para atrapar a mis socios y dar conmigo, solo tuve que abrir el archivo para saber que la tendría para mí. Ella siempre estuvo condenada por la mafia. Será la reina del puto mundo a mi lado pero no se puede reinar desde el lado bueno. Ahora está muerta para el mundo y ha despertado como la dama del
Nicoletta Moskav La realidad es que he renacido...en toda mi esencia y la extensión de la palabra.Fui la mujer más miserable del mundo al lado de un mafioso que entendía como mi amo, del que nadie sabe los secretos que guardo y las heridas que llevo, para ser ahora la poderosa esposa rusa de uno de los políticos más exitosos y gánster más peligroso del país.Este es mi comienzo otra vez, mi resurrección. Fui Nikky, el solo nombre indica sumisión, dulzura, entrega. Ahora soy Nicoletta, sinónimo de poder, furia y sexo. Soy la ardiente esposa de un demente que comparte conmigo, mucho más que negocios.Me he cambiado al lado oscuro...me han obligado a hacerlo. La policía me puso en las manos de un supuesto delincuente que resultó siendo un apasionado empresario y luego me lo quitaron, privándome de poder enamorarme de él para lanzarme a las garras de un ruso salvajemente apasionado que se apropió de todo lo que hay en mí y me dejaron sola, a merced del placer animal al que me tiene som
—Pero, ¿tengo que matarlo yo? —podría decirse que me tiembla la voz.Estoy metida en un mundo azaroso, lo sé. Puedo notarlo en todo lo que pasa y en cada día que entierro pero matar, lo que es la acción de asesinar a alguien no creo que pueda hacerlo y no me parece nunca haber aprobado algo así. —Cambia esa cara —me pellizca la nariz —. No serás tú quien apriete el gatillo pero si quien lo ponga de rodillas entre tus piernas para que yo pueda disparale. Siento en cada palabra que sale de su boca como se van creando las gráficas de lo que propone, en mi mente. Incluso puedo sentir como me hundo en un pantano muy profundo del que no saldré nunca si me dejo arrastrar ahí. –Me estás llevando a hacer cosas que sabes que no...—Preocúpate por estar a la altura de las situaciones y quizás, algún día te sorprendas con las vías que estoy abriendo para tí. Me siento, cubro mi cuerpo con una sábana y cruzo las piernas para tener esta conversación en condiciones. Él en cambio me ofrece un vas
—Me pasaría los días enteros tomándote —intenta morderme la boca y me alejo riendo.Nos vamos a la ducha y entiendo que no va a hablarme del señor de la mañana así que ni me molesto en averiguar. Tendré que encontrar mis propios métodos para saber cosas...esas cosas que no me cuenta.—Me gusta que tengas tanto deseo por mi porque to también lo tengo por tí. —¿Ya te has olvidado de Straits? —la pregunta estropea el ambiente.Me doy la vuelta huyendo de sus ojos. No puedo creer ese atisbo de inseguridad en un hombre como este.—Ya me respondiste —afirma feroz —. Hoy vas a verlo. Intenta disimular tus sentimientos no vaya a ser que tenga que matar a tu amorcito.—¡Basta ya, Ian! —grito y me giro —. Samuel es lo que es y tú lo sabes desde el principio. No hay nada entre nosotros pero le tengo en un lugar especial de mi corazón. Mi marido eres tú, te deseo a tí y estoy contigo. Solo he pensado en Samuel ahora que no sé por qué lo has mencionado...pero ten en cuenta que tú también tienes u