Es tarde.
Voy tarde, mi estómago gruñe y reclama por un poco de comida.
Los corredores están casi desiertos y eso solo me recalca lo que más temo, saber que llego casi veinte minutos tarde al círculo de ayuda. No me gusta admitirlo, pero sé perfectamente el por qué llego tarde.
Recordemos lo sucedido la noche anterior.
Theo.
Theo y su propuesta.
Yo aceptando por mi curiosidad y también… Mi seguridad.
Theo, agradecido.
Theo…. abrazándome.
El abrazo. Lo que significa ese abrazo. Lo que conlleva un abrazo. Abrazo, que sentí tan vivo y real después de meses. Abrazo que removió algo en mí que pensé que estaba asentado, pero me equivoqué.
Y ahí es donde está mal, ahí por qué mis lágrimas salieron anoche y los dolorosos recuerdos y miedos irracionales se hicieron ver.
El tan solo recordar la forma tan viva de expresar su felicidad mediante su abrazo, me hacer querer regresar a Clovelly, retar a
"No huyas de mí dulce ángel, estar en mi infierno no es malo" El dolor de mis pies descalzos aumenta tras cada paso que doy, dificultando aún más mi intento de huida. No puedo seguir más tiempo así, tratando de despistarlo. Escondiéndome en la oscuridad, así tal y como él lo ha hecho todo este tiempo. Mi corazón bombea con fuerza y mis piernas tiemblan. Pero por mucho que lo desee no puedo dejar de correr, porque él viene por mí. Porque se esconde entre las sombras, todo este tiempo lo ha hecho, ha jugado con nuestras mentes, con nuestros corazones y nosotros hemos sido demasiado estúpidos como para darnos cuenta. Las pistas fueron demasiado claras como para creerlas y eso jugó a su favor. Y esta noche él les ha demostrado a los tres que ahora se rigen bajo las reglas de su juego. Mi garganta se siente seca y mi corazón amenaza con abandonarme cuando empiezo a juntar las pieza
Aire libre.Una ligera brisa envuelve los alrededores, avisando a todos los transeúntes que la lluvia se aproxima y es hora de retornar a sus hogares. A lo lejos puedo observar como la brisa eleva las miles flores de cerezo que han caído al suelo.Una nueva estación se acerca. La favorita de él.La temperatura ha disminuido considerablemente, lo que me da a entender que es hora de emprender mi camino de regreso a casa. Sin embargo, no deseo hacerlo. Deseo quedarme admirando la iglesia y con mi mente tratando de trazar el recuerdo de su silueta, tal y como la primera vez que lo conocí.Quiero quedarme un rato más y obligarme a mí misma a no olvidar cada rastro de su rostro, sus peque&nti
Me encontraba balanceando mi cuerpo en una barandilla de metal a la otra tratando de matar el tiempo, cuando de repente un golpe en seco proveniente de la planta de arriba hizo que me sobresaltara y en cuestión de milisegundos sintiera mi cuerpo perder el equilibrio y caer en los primeros escalones de madera.El dolor apareció instantáneamente en mis rodillas, pero no era un dolor insoportable. Al mismo tiempo que intenté reincorporarme de la madera fría mis oídos lograron captar el sonido de un segundo golpe.Pensé que estaba sola.Una vez ya reincorporada en las primeras tablas de madera de la escalera, un extraño sentimiento se hizo presente y se apoderó de mí, podía sentir co
¿Conocen esa enfermiza sensación que se implanta en tu pecho cuando recibes alguna mala noticia o algo que simplemente no querías, ni deseabas escuchar?¿Ese nudo agobiante que se aferra en tu garganta como si fuera una maldita enfermedad?La ira, la frustración, la rabia, la tristeza, siendo lo único que cala en tu alma y se abre paso entre tus muros, agrietándolos cada vez más.Siendo cosas ruines lo único que sientes, lo único que te llena.¿Alguna vez se han sentido de esa forma? ¿Has tenido esa sed depravada e insidiosa de acabar con todo?Decepción, dolor, frustración de saber que
La combinación del ambiente fresco y la serenidad me nubla la mente.De alguna forma extraña me hace pensar que no ha sucedido nada. Que nunca sucedió algo.Que soy una adolescente normal disfrutando del clima de su pueblo y no una que está a días de no ver más la luz del sol. Que no voy a ser trasladada a un psiquiátrico el día de mañana.Es eso lo que transmite el césped húmedo bajo mis pies y la fresca brisa que me abraza el cuerpo como si se estuviera despidiendo de mí.Una despedida.Nunca he sido buena con ellas. No sé cómo afrontarlas, es más fácil irse sin avisar. A
Siempre intentó protegerme, lo hizo cada turbia y enigmática noche que pasaba.Ojalá esa noche yo hubiera hecho lo mismo."Eco Dagger"Camino a paso rápido y decido por las calles semi vacías del pueblo. El pueblo que me ha visto crecer. Me ha visto tomar malas decisiones y arrepentirme de cada una de ellas. El pueblo que me ha visto sepultar aquello que tanto quería. Pero también me ha visto afrontar cada una de las adversidades y seguir con mis planes como si tal no hubiera pasado nada.Las calles se encuentran teñidas de colores grisáceos gracias al tan reconfortante clima e impregnadas de una
Era tan valiente y tranquila que olvidó que estaba sufriendo. Con mis últimas fuerzas fuerzo el cierre de la gran maleta color gris que reposa en mi cama, luego de varios intentos fallidos logro cerrarla por completo y dar por terminado lo último que tengo que hacer la mañana de hoy. Hoy dieciocho de junio, mi última mañana en Clovelly. Bajo la gran maleta que contiene varias de mis pendras de vestir en su interior y la hago rodar hasta colocarla al lado derecho de la puerta para que así no se me dificulte tanto a la hora de emprender el viaje a la ciudad y tener que bajarla. He hecho dos maletas en total y un bolso de mano de gran tamaño. En una llevo toda mi ropa, en otra zapatos y cosas de uso personal
Está bien vivir una vida que otros no entienden. DesconocidoMis botas negras estilo militar resuenan en el pavimento tras cada paso que doy, pero no con la intensidad que me hubiera complacido, estas están siendo amortiguadas por el ensordecedor bullicio de los autos; sirenas, voces y demás sonidos intolerantes que abunda en la calle.Las personas distraídas o preocupadas por no llegar tarde supongo a su trabajo, pasan a mi lado chocando conmigo. Odio con toda mi alma la ciudad.Con mis nervios de punta y la paciencia desgastándose me dispongo a llegar en el menor tiempo posible a mi destino, ya que entre más rápido llegue y termine lo que tengo que hacer ahí, más rápido tendría que dejar de hacerme el ciego y el sordo ante los peatones y demás seres vivientes que ni se inmutan por mi presencia.Observo sus rostros, sus e