4-El alfa que he elegido.

Elyria dio un respingo al reconocer la voz de uno de sus trillizos.

—Hermano… —murmuró con el rostro pálido, y cuando vio al otro, sintió el peso de su linaje sobre ella.

Eryon la miró con el ceño fruncido, mientras su porte de Alfa Supremo irradiaba autoridad.

—Hueles a humanos y a un alfa. ¿En qué lío andas metida, Elyria? —la reprendió, con voz grave y dominadora.

A pesar de que sus habilidades seguían selladas, Elyria no dejaba de ser un alfa suprema y, aunque en su sangre llevaba el mismo poder que sus hermanos, tembló.

—Yo… yo no ando en nada —balbuceó, desviando la mirada hacia el sendero por donde Gregor se había marchado.

Sus hermanos no parecían convencidos, pero no la presionaron más.

—Padre y madre nos enviaron a buscarte —informó Eryon con tono seco.

Elyria sintió un torbellino de emociones. Sabía que era su deber volver, que ellos tenían razón en estar preocupados. Pero su mente y su instinto estaban en otro lado… con él. Con Gregor.

El alfa rubio había dejado su huella
Sigue leyendo en Buenovela
Escanea el código para descargar la APP

Capítulos relacionados

Último capítulo

Escanea el código para leer en la APP