Atrapados juntos

Priscila pasó la mano por la cabeza de Layan hasta la nuca, como una caricia tranquilizadora. Era extraño hacerlo físicamente. Prefería usar su mente y lo que su madre le había enseñado. Pero el contacto físico con ese lobo era agradable. Lo sintió removerse contra ella y poco a poco se fue alzando. Los ojos del alfa ya habían vuelto a su color azul natural.

-¿Ya volviste?- ella sonrió suavemente acariciando su mejilla.

-Hmm- el respondió con un sonido proveniente de su garganta.

-Tu lobo es lindo pero es momento que estés en todos tus sentidos- le besó la mejilla. Layan estaba inusualmente tranquilo.

-¿Qué me haces? ¿

Capítulos gratis disponibles en la App >

Capítulos relacionados

Último capítulo